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domingo, 10 de agosto de 2014

Y la sorpresa es...

Acabó la 10 to Chicago y empezamos la 9 to Chicago... El plan sigue intacto. Tirada larga el domingo, un día de rodaje tempo, uno de velocidad, y dos cochineros, uno suave y corto entre semana, y otro más largo el sábado.

El domingo pasado la semana empezó bien, me sentí fuerte en los 26 kilómetros que hice. El lunes estaba cansado, la deshidratación y el esfuerzo hicieron mella, y el martes aún lo noté el empezar el rodaje, me sentía pesado y algo falto de fuerzas. Empecé a 6:08, otro kilómetro a 5:40, luego 5:21... Y como el cuerpo iba entrando en calor sin prisas, en vez de calentar 3 kilómetros y luego rodar a ritmo tempo, improvisé un progresivo, metiendo una marcha más en cada kilómetro, 5:09 el cuarto, y ya con viento en contra, 5:03, 4:52, 4:44, 4:32 (ummmm), y 4:17 (sí!!!!)... 500 metros más enfriando, y vuelta a casa, con la segunda magic bullet en el bolsillo.

El miércoles me lo tomé con mucha calma, un cochinero de 9,5 km a 5:56... Porque por la tarde tenía fútbol... Sí, dije que nunca más... :) Y creo que ahora sí, fue la última. El fútbol desgasta, y con el calor, aún más. El jueves no salí, obviamente, y el viernes intenté hacer un 5x1000, y los miles salieron a 4:33, 4:36, 4:27, 4:36 y 4:33... Me cuesta llamar series a eso...

Y el sábado, aún arrastraba el cansancio de una semana intensa de trabajo, el fútbol y el simulacro de series del viernes. Fueron 14:17 km por la hierba del río y el puente del Fórum a 5:29 de media, en ayunas.

Y hoy ha empezado la 9 to Chicago... 9 semanas, dijo así parece poco, pero aún son dos meses enteros. El pronóstico del tiempo, aterrador, 32 grados de máxima... Así que si quería entrenar sin morir en el intento, no tenía otra opción que levantarme a las 5:00am, desayunar, punto 8, hacer la digestión, enseñar a mi hijo como funciona el Gimp, y salir antes de las 8:00am a correr. Sin plan fijo, según me viera de fuerzas, 20, 22, 24 ó 26 kilómetros... Empecé suave por el río, costaba arrancar, 5:45 el primero, pero luego más o menos a 5:05... Ya por el litoral, coqueteando con el 4:55, y llegando al km 12, temiendo que apareciera el canas, o quizá esperando un nuevo reto, opté por el one more y me planté en el hotel W con 13 km en las piernas. Media vuelta, un gel, y mejores sensaciones, el sol aún era un rival asequible, aunque la humedad ya me tenía empapado desde la salida... Piloto automático por debajo de 5:00, vuelta al río, parada en la fuente, sombra y viento en contra, que dificultaba el ritmo pero que hacía que el calor fuera mucho más llevadero, y aún me permití el lujo de hacer el último kilómetro a 4:43, para cerrar los 26 km a un ritmo clavado de 5:00.

El plan sigue en marcha, los ritmos de las tiradas largas, los mejores a estas alturas del plan si los comparo con veranos anteriores. Así que hay razones para soñar... :)

Decía que el plan sigue, pero se me ha presentado un objetivo intermedio para finales de este mes... Una 10K a finales de agosto, a las 2:00am y por los túneles del metro de Barcelona... Como para decir que no... :) Sí, hablo de la Discovery Underground.



Vi el anuncio en Discovery Max, la única cadena de la TDT que veo con mis hijos, y pensé... Tengo que estar ahí... Sabía que en la edición que se hizo en Madrid se presentaron más de 9.000 candidatos. Y en Barcelona, al final fueron más de 15.000, de entre los cuales se seleccionarían sólo 300... Había que enviar una foto, contar una historia... Y creo que mis zombis hicieron el resto... ;) Así que tengo una aventura nueva que contar, pero eso será dentro de poco menos de 3 semanas. Mientras, el plan sigue.

lunes, 29 de julio de 2013

Calor y entrenamientos cruzados...

Este fin de semana no hemos hablado de otra cosa los runners... ¡Qué calor! Más que calor, bochorno, humedad, sensación térmica, no es que la temperatura haya sido excesivamente alta, al menos en Barcelona, sino que era un suplicio correr con la combinación de calor y humedad que hemos tenido estos días...

Por suerte, entre semana suelo cambiar el calor por el sueño. A las 6:00am no es que haga frío precisamente, a los 5 minutos de haber empezado a correr ya estoy sudando como un pollo, pero al menos llego entero a casa. 9 kilómetros y medio de rigor el martes, a 5:46 y 140bpm, otros tantos el miércoles, a 5:35 y 141bpm... Y el mismo miércoles por la noche, entrenamiento cruzado... Partidillo de fútbol de Social Point... Esta vez fui bueno y jugué de portero... Casi todo el partido... Hacía un calor insoportable, veía como mis compañeros dejaban el partido para ir a comprar un Aquarius, que las fuerzas iban fallando, y entre la tentación de dar un par de patadas al balón y dar un respiro a un compi con los gemelos subidos, jugué la última media hora y así acumulé un poco más de entrenamiento cruzado... ;)

Jueves y viernes descanso, porque el viernes... Volvía a haber actividad deportiva... Otro evento de empresa, fuimos todos a una especie de Club, al lado de la playa, unos juegos por equipos antes de comer, fútbol, voley, el pañuelo, castillos, natación... Ataviados de esta guisa...




Aperitivos, cervecitas... Entrantes variados, más cervecitas... Chuletón, vino, más chuletón, más vino... Café... Copas... Piscina... Un entrenamiento poco ortodoxo que, entre comida, ejercicio y sol, me dejó tocadillo al día siguiente, tanto que hasta las 10 de la mañana no me levanté de la cama, mi MMP en muchos años... :)

La conciencia era lo suficientemente mala como para no dudar de salir a correr por la tarde sin excusa... Poco antes de las 6 de la tarde, a 30 grados y sensación térmica de casi 40, corrí 8 kilómetros por la hierba del Besós maldiciendo al calor, a un ritmo de 5:34 y 154bpm. Llegué a casa deshidratado y con la conciencia algo más tranquila... Aunque pensando que al día siguiente nadie me libraba de la tirada larga...

Con el calor que pasé el sábado, el domingo decidí levantarme a las 6:00am y salir a correr en ayunas y evitando el sol. Después de mis galletas, café y punto 8, a las 7:30 empecé a correr, y no necesité más de 5 minutos para comprender que iba a sufrir de lo lindo pese a la hora que era...

Intenté hacer algo parecido a una tirada larga a ritmo muy cochinero, mi cuerpo no está acostumbrado a correr un día por la tarde y al siguiente por la mañana, y menos con este calor. 5 kilómetros por el río, isotónica, parada a beber en una fuente, otros 5 por el litoral, hasta casi las Torres Mapfre, media vuelta, un gel, más agua, más isotónica, mucho calor, más calor, más isotónica, agua en el Fórum, camino al río, parada otra vez en una fuente antes de volver al río, isotónica, me muero de calor, y cuando después de cochinear durante más de 1 hora y 45 minutos, no me vi con fuerzas de subir la rampa de salida del río corriendo, y paré el reloj a los 18,7 kilómetros, que hice a 5:48 y 153bpm, destrozado... 30 grados y sensación térmica de 38, decía WeatherPro al llegar a casa...

Al menos, acabé una tirada de más de 18 kilómetros, algo que hacía muchísimas semanas que no ocurría en asfalto, desde que volví de la maratón de Madrid para ser más exactos... Queda aún mucho trabajo por hacer, más de tres meses pero menos de 100 días, según como se mire. Pero bueno, no hay prisa, el calor está ahí y no puedo hacer locuras, voy a empezar a meter calidad entre semana y dejar que los ritmos vayan llegando solos, y si el calor respeta, septiembre y octubre van a ser divertidos...

domingo, 16 de septiembre de 2012

End of Peak Week... Taper on!!!

A estas alturas de un plan de entrenamiento es normal que surjan dudas, temores, lesiones imaginarias, inseguridad... Creo que es una reacción natural y que no es difícil controlarla. Yo tuve mis dudas antes de empezar esta semana clave del plan. Había estado entrenando todo el verano, sufriendo mucho con el calor, sin conseguir los ritmos deseados salvo un par de días que el tiempo acompañó... También he bajado el kilometraje semanal, no mucho, alrededor de un 5%. Esta vez no he metido tantas cuestas. Y claro, llegado el momento de enfrentarse a una semana de 5 días y 5 entrenamientos de calidad, surgen dudas sobre si seremos capaces...

Valoré la posibilidad de acortar esta semana o hacerla menos exigente. Pero el proceso mental para descartar esa opción duró apenas unos minutos. De eso nada. Ese calor, esos madrugones, no los he sufrido para luego rajarme en el momento de la verdad. Así que empecé con ganas, respetando todos los entrenamientos y empezando a definir y probar en mis piernas el ritmo de maratón que me gustaría llevar.

Ayer sábado hice el último entrenamiento peak. 2 kilómetros Easy, 12 a ritmo maratón y otros 2 Easy. Quizá el más suave de los 5, aunque la presunta suavidad se veía compensada por el tute que llevaba ya encima durante toda la semana. Además, me levanté un poco más tarde de lo habitual, y me tocó salir a correr también más tarde... Empecé a correr a las 10:49am, con un calor tremendo y además sin sombra en el río... Pero era el momento en el que podía salir a correr así que tocaba sufrir un poco.

Dos kilómetros muy suaves calentando hacia Montcada, me sentía algo pesado, más por el calor que por una cuestión física, y en cuanto sonó el aviso del inicio del tercer kilómetro, tocó volver a trabajar el ritmo maratón e ir memorizándolo en las piernas. El viento soplaba bastante, así que de nuevo contraste de sensaciones... Con viento en contra, más dificultad para correr pero sensación térmica algo más suave. Con viento a favor, ya no cuesta tanto correr pero el calor aprieta de lo lindo... Pero el sábado era un día para darle a las piernas e intentar memorizar ritmos, así que no me importó tener que esforzarme un poco más para hacerlo... Así salieron los 12 kilómetros M:

KmRitmoViento
14:40++
24:44++
34:47+-
44:48--
54:44--
64:47--
74:42--
84:44--
94:45--
104:45--
114:38++
124:40++

Dos kilómetros más Easy, a 5:13 y 5:18.

El viento en contra se hizo notar, pero al dar la vuelta me sentí mucho más suelto y la media, con calor bestial y viento toca cataplines quedó en 4:43, con lo que me doy por más que satisfecho. Las pulsaciones alrededor de 165bpm, echándole algo de imaginación a la gráfica, ya que el pulsímetro simplemente se ha vuelto loco. El viernes me llegó el que pedí en Wiggle, el modelo clásico, como el que venía con el 405CX, y hoy lo he estrenado me ha funcionado perfectamente.

Se acabó la semana más dura con muy buenas sensaciones y un ritmo objetivo de 4:40 que es una apuesta algo arriesgada, pero estoy dispuesto a arriesgar un poco. Me encuentro bien y creo que va a ser una oportunidad única para intentar bajar mi marca. Así que saldré a por ese ritmo de 4:40 y tengo prácticamente decidido correr con las Kinvara 2, mucho más ligeras y con las que me he sentido muy cómodo cuando he entrenado con ellas.

Hoy domingo ya estoy de tapering oficialmente. La tirada dominical de veintitantos se ha quedado en 18, pero manteniendo un ritmo menos cochinero. El objetivo era ir a ritmo maratón + 20 segundos. Esta vez, el día parecía más fresco y el cielo estaba nublado. Menos calor, pero una sensación de humedad y bochorno terribles... Salí sin agua, con la intención de parar en 2 fuentes de ida y vuelta, 4 paradas para beber. Y no me fue mal, creo que repetiré esa táctica.

A las 9:43, convenientemente desayunado, salí hacia el río a un ritmo muy cochino de 5:47. Pero en el segundo kilómetro ya entré en calor y salió a 5:00 clavado. Sigo entre 4:57 y 5:05 por el río, y al salir del río y cruzar el puente me asusto un poco marcando 5:13. Pero todo bien, a partir de ese momento, todos los kilómetros por debajo de 5:00, que era el teórico ritmo maratón + 20 segundos. Menos calor, pero mucha humedad, parando en las fuentes lo justo para beber y seguir corriendo, y acabé con sensaciones de correr Easy y ritmos casi clavados de 4:50 del kilómetro 13 al 18.

18 kilómetros a 4:59, media muy penalizada por el primer kilómetro a 5:47... Las pulsaciones a 150bpm de media, y las sensaciones muy buenas.  El resto de semana, haré rodajes más cortos pero a ritmos alegres. Combinando pirámides a ritmos rápidos, series largas a ritmo de media maratón y de nuevo ritmos de maratón acabando la penúltima semana... ¿Ya he dicho que sólo faltan dos semanas? :)

domingo, 9 de septiembre de 2012

Comienza la Peak Week

Siguiendo los planes previstos, he llegado al inicio de la semana clave después de bajar un poco el volumen para tomar impulso e intentar que los entrenamientos de la semana que hoy empieza sean fructíferos. Descansé el miércoles, y el jueves hice unas pirámides a estos ritmos, con sus 3 kilómetros de calentamiento y algo más de un kilómetro enfriando:

TiempoRitmoViento
1'4:08++
2'4:12++
3'4:05+-
2'4:11--
1'4:11--
2'4:12--
3'4:15--

Entre serie y serie, el mismo tiempo de recuperación rodando suave. No son las más rápidas que recuerdo, pero a estas alturas del plan, y con el calor y bochorno que se sentía aunque fueran las 6:00am, las doy por buenas.

El viernes de nuevo descansé, y entonces comenzaron las dudas...

Este fin de semana todos los pronósticos hablaban de calor, el maldito calor que apenas me ha dado un respiro dos fines de semana en todo el verano... Por delante, una semana de 7 días para meter un rodaje de 32 kilómetros a ritmo Easy y Maratón, un rodaje más corto, de unos 19, a ritmo maratón, unas series de 15 minutos a ritmo de media maratón, y otro rodaje con 12 kilómetros más a ritmo de maratón, y algún cochinero de relleno. Esta semana además cuento con que el martes es festivo en Barcelona, así que podré hacer uno de los rodajes largos entre semana sin madrugar a lo bestia.

Por unos momentos dudé en hacer el rodaje largo el sábado, para dejar dos días de margen antes de hacer otro entrenamiento de calidad el martes. Pero los horarios en casa y la compra no cuadraban así que lo descarté. Y tuve otros pensamientos obscenos que consistían en no hacer los 32 kilómetros, sino que cambiarlo por un rodaje más corto, ya que el calor podía fastidiarme mucho en una tirada tan larga...

En el plan para Sevilla, no hice ese rodaje de 32K. Me coincidió con una media maratón, así que me la casqué a 4:24 de media el domingo y luego hice 10 kilómetros cochineros el lunes. No iba a hacer hoy una media maratón, aunque la hubiera, pero sí que estuve tentado de hacer un rodaje más corto.

Sin tenerlo aún decidido, salí el sábado a hacer un rodaje suave. Me levanté a las 6:00am, café y galletas, y a correr. Otra vez esa horrible sensación de calor, humedad y bochorno. Y de nuevo me sentía como si llevara 20 kilos en cada pierna... Repasé mentalmente las comidas de la semana, y me volvió la sospecha de que había comido pocos hidratos de carbono. No quise machacarme, corrí muy suave, me salió una cochi-media de 5:29 y unas pulsaciones de 139bpm, cochino, cochino... Llegué a casa después de 14,18 kilómetros muerto de sed, con las piernas cansadas y aún con más dudas en la cabeza.

Volví a pensar en el plan para Sevilla. Me salió muy buena maratón pese a lo rara que fue la Peak Week. Estuve parado 5 días antes de esa semana, me metí una media maratón en el cuerpo pero me salté los 32K, y como decía, me salió muy bien. Pero pensé... Se trata de que Berlín me salga aún mejor... Así que... Vamos a intentar meterle caña al cuerpo esta semana.

Así que el sábado comí arroz y cené pasta, y hoy domingo me levanté a las 5:00am para desayunar un buen bocata, hacer la digestión y salir a correr a las 8:45am. Esto es maratón.

Ya no había atisbos de duda en mi cabeza. Iba a hacer los 32 kilómetros, 16 Easy, y 16 a ritmo de maratón. Salí de casa relativamente tarde, pero bien alimentado y habiendo pasado por el punto 8. Tenía claro que los 32 kilómetros los iba a hacer, la duda era cómo saldrían los 16 últimos a ritmo M con el calor que me esperaba...

Empecé muy lento. Tomé la dirección a Montcada, para ir adelantando kilómetros... Si me hubiera ido directo al litoral, me habrían faltado 6 kilómetros para los 32. Empecé a 5:40, 5:23, 5:23, 5:28, 5:23... Calor y ritmo lento, pulsaciones por debajo de 140bpm. Algo no funcionaba. El viento en contra... Y el punto 8. Otra vez. Además, yendo hacia Montcada no cuento con el cobijo del puente del Molinet, aunque de todas maneras, a esas horas, poca intimidad me iba a dar. Llegando casi a Montcada hay un desvío por un caminito de tierra... Es la mía... Me escabullo por el caminito... Y me encuentro a unos jubilados felices unos metros delante de mí, a paso cochinero extremo... Descarto adelantarles y que luego me alcancen con las manos en la masa... Así que me introduzco entre la vegetación, maniobra rápida, evacuación efectiva, y vuelta al río habiéndome quitado un gran peso de encima...

Y ahora sí, ritmos Easy más razonables, a una media de 5:15, y pulsaciones subiendo poco a poco de 140 a 150bpm, justo cuando se cumplieron los 16 kilómetros Easy que incluyeron dos paradas rápidas para beber agua. Quería reservar fuerzas y pulsaciones e hidratarme bien para sobrevivir a lo que venía después...

Cambio de ritmo, empieza lo divertido. Ya son más de las 10:00am, el sol luce en todo su esplendor y la temperatura ya debe andar por los 25 ó 26 grados... No, en esas circunstancias no sale un ritmo de 4:45, ni mucho menos... Más bien de 4:55... Subo rápido de pulsaciones, y hago los primeros 6 kilómetros a ritmo M entre 4:46 y 4:57, poniéndome ya a 165bpm, por culpa del calor... Tengo que parar a beber agua... Siento el calor pegándome fuerte, me arde la mejilla en la que me da el sol...

Sigo corriendo entre 4:47 y 4:59, más cerca del 4:55 que del 4:50... No es el ritmo de maratón que quiero llevar, pero el calor no da más opciones. Intentar ir más rápido habría supuesto morir en el intento, y el plan no era ese, era acabar los 32 kilómetros intentando mantener, si no el ritmo, al menos el grado de esfuerzo de maratón. Vuelvo a parar en otro fuente y llego al río...

De nuevo, me bebo la fuente entera antes de bajar. He llegado a más de 170bpm. El calor está pegando duro, pero creo que le he aguantado el envite. El precio, unas pulsaciones desorbitadas, pero ojo, son las pulsaciones a las que corro la segunda parte de todas las maratones que he hecho. Es más, en la de Barcelona, en la que también subió un poco la temperatura, corrí los últimos 9 kilómetros sin bajar de... ¡180bpm!

Ya en el río, viento en contra, que mejoró algo la sensación térmica, pero los kilómetros pesaban y el desgaste ya era muy grande. Intenté mantener un ritmo por debajo de 5:00 y pude hacerlo del 28 al 30. El 31 a 5:04, y el último, a 5:15. Me puse a 180bpm subiendo la cuesta de salida del río, pero llegué a casa de una pieza, muerto de sed, con los muslos cantando bulerías, y con 32 kilómetros en el bolsillo, que ya son los últimos del plan. Los 16 últimos a una media de 4:56, me los quedo... :)



Llegué a casa, y la báscula marcaba 70,2 kilos. Eso no lo he pesado en mi vida, ni de joven... :) Aunque tras un Powerade, un litro de Aquarius y dos latas de cerveza en la comida, vuelve a marcar los 73 pelados... A ver si llego a Berlín cerca de los 72...

La tentación de meter la tijera en esta última semana dura de entrenamiento me duró poco. Y el gustazo de haberla empezado con buen pie sube la moral un par de puntos más... Ya lo dije más arriba... Sevilla me salió bien aunque esa Peak Week y la anterior no fueron completa. Y como pretendo que Berlín salga mejor, esta semana voy a dejarme la piel en las zapatillas. Esto es maratón.

domingo, 2 de septiembre de 2012

Afilando... ¡Y afilado!

En estos momentos del plan, ya hemos acumulado un kilometraje considerable, se ha trabajado sobre todo la resistencia con tiradas a ritmo Easy, algo la potencia con series y cuestas, y nuestros músculos y nuestra cabeza se han ido haciendo a la idea del lío en el que nos hemos metido habiendo decidido correr una maratón...

La semana pasada ya empecé a trabajar en la última fase del plan. Toca afinar. O afilar el hacha. Según lo killer que sea nuestro vocabulario. La tirada larga del domingo ya fue más larga que las anteriores. A ritmo interesante, pero lejos del ritmo de maratón. Siguiendo un poco lo que aprendí en el libro "Brain Training for Runners" del amigo Fitzerald, el planteamiento que estoy siguiendo es ir ayudando a cuerpo y mente a adaptarse a la distancia y al ritmo, pero por separado, hasta converger ambas en el día D. Es decir, la semana pasada metí un buen kilometraje a un ritmo Easy en la tirada larga, y hoy he hecho una tirada larga con algo menos de kilómetros pero buscando el ritmo Maratón.

Y entre tirada larga y tirada larga, una semana de entrenamiento buscando "afilar", como dice el amigo Hudson, que a este último periodo le llama "sharpening phase". El martes, 5 kilómetros Easy y 5 kilómetros Moderated, que no fueron especialmente gloriosos... El fresquito del del domingo pasado se esfumó, y el martes, pese a ser las 6:00am, hacía un calor y una sensación de humedad horribles. Intenté correr a un ritmo más alto, pero a esas horas y con ese calor los 5 kilómetros moderados salieron a 5:05, 4:55, 4:46, 4:42 y 4:40. Una especie de progresivo cuando quería hacerlos a un ritmo constante, pero no salió así... Un kilómetro más muy cochinero, a 6:04, y vuelta a casa con 11 kilómetros en el bolsillo. Y la ropa de correr que pesaba unos dos kilos con todo lo que sudé...

El miércoles, de nuevo con un calor y una humedad insoportables, 9,49 kilómetros a 5:39 de media, y con el pulsímetro completamente ido... Recuperando algo de fuerzas para intentar al día sieguiente buscar ritmos más interesantes...

Que llegaron el jueves. Menos calor, diría que casi ambiente agradable de madrugada... 3 kilómetros Easy calentando, y después, sin tregua, 9 kilómetros intentando correr a ritmo de umbral aeróbico, pushing boundaries. 4:58 y 5:02 los dos primeros, acabando de despertarme y entrar en calor, media vuelta, viento en contra, me atasco con otro en 5:00, pero por fin noto que el cuerpo empieza a responder y llegan ritmos mucho mejores, 4:43, 4:34, 4:41, 4:32 y 4:21. 750 metros enfriando de vuelta a casa, y muy buen sabor de boca. Me dormí un poco en el tercer kilómetro pero correr cerca de 4:30 cómodo me dio mucho moral...

El viernes, descanso, y para no perder el ritmo de sueño, me levanté a mi hora habitual a ver un par de capítulos de Battlestar Galactica (¡sí, la de 2004!) para darme cuenta de que definitivamente me he enganchado... :)

Y lo divertido viene el fin de semana. Acumular kilómetros el sábado, y rendir cuentas el domingo. El sábado, de nuevo la ruta del puente del Fórum, salí a las 7:02am, sin desayunar, huyendo del calor, tanto que al final casi pasé frío y todo... :) 14,26 kilómetros a ritmo medio de 5:12, las pulsaciones no las sé porque estos días el pulsímetro está completamente loco... Pero viendo los tramos que parece que me las marcaba bien, supongo que anduve alrededor de las 150bpm ¿A alguien más le pasa esto últimamente? Me marca a veces hasta 220bpm en reposo... Ya he leído por ahí que algo tienen que ver las tormentas solares extraordinariamente activas estos días... No sé, soy muy incrédulo con estas cosas, pero es que ya no sé qué pensar. Lo lavo con jabón, lo humedezco y me humedezco el pecho en la zona de contacto, y sigue haciendo el willy. Hoy me he echado una solución de sales para la nariz, y parece que hay ido bastante mejor, pero no perfecto... Qué raro...

Y yo soy de los que pienso que el efecto del entrenamiento de la semana se ve el domingo en la tirada larga. Tenía muy clara la idea de hoy. 26 kilómetros buscando un ritmo de 4:55. Así se lo comenté ayer a un amigo por la tarde, y con esa idea salí hoy, esta vez bien desayunado y con dos capítulos más de Battlestar Galactica... Camiseta sin mangas, dos botellines de Aquarius, un gel, y muchas ganas de correr, y ver si ese ritmo de 5:09 en la tirada larga del domingo podía ser de 4:55 si salía más enchufado.

A las 8:40 ya estaba corriendo. Sí, eso significa que me levanté a las 5:30... :) Ya he aprendido que los primeros kilómetros son para entrar en calor, no me obsesiona que eso vaya a bajar la media. Si la baja, mejor, así en realidad habré corrido más rápido y me llevaré una sorpresa el día D... :)

Primer kilómetro a 5:22. Hay ganas de correr. Y el segundo ya empieza a caer a 4:51... 4:51, 4:48, 4:57 saliendo del río y 5:04 cruzando el puente. Van 6 kilómetros, quedan 20, queda mucho todavía y hay que ir buscando el ritmo...

Y lo encuentro. Dos kilómetros a 4:54 clavados, prácticamente el ritmo objetivo... Pero... ¿Que hay que  hacer si hemos decidido un ritmo objetivo, y notamos que el cuerpo no está cómodo con él? El adaptative running que estoy practicando dice que hay que escuchar al cuerpo. El ritmo objetivo es orientativo... Y el cuerpo no procesaba bien esos 4:54... Así que... Escuché el mensaje y los kilómetros empezaron a caer a 4:45... :)

Así me planté en el hotel W, mitad de recorrido, me tomo un gel, parece que voy muy cómodo corriendo entre 4:40 y 4:50, noto una leve amenaza de punto 8 y veo lavabos abiertos en los chiringuitos de la playa, pero consigo resistir la tentación y emprendo el camino de vuelta...

Por el litoral, voy corriendo muy cómodo, me cuesta creerlo... Amago de sentir The Flow a ratos... Ritmos por debajo de 4:45, aunque en el 19, saliendo del Fórum y enlazando con la Diagonal, en una zona con mucho viento, me marca 4:52. Pero llego al río corriendo por debajo de 4:45, con algún kilómetro a 4:41 y todo.

Parada corta en la fuente, bebo algo de agua, aún me queda casi la mitad del Aquarius, y últimos 5 kilómetros por el río, con bastante viento en contra, pero con el ritmo casi memorizado y con la moral por las nubes, los hago entre 4:46 y 4:50.

Al final salen 26,05 kilómetros a un ritmo de 4:49... Con unas sensaciones muy buenas. Y la intuición de que puedo arañar algún segundo más trabajando los ritmos T esta semana. El truco del agua con sales no fue mal, aunque en los primeros kilómetros las pulsaciones se iban a 200 a ratos, pero me fio de la media final de 156bpm, que seguro que habría sido menor si me hubiera marcado siempre bien.


He acabado tan contento que no he podido resistir ir a mirar en el rubiTrack otros entrenamientos parecidos... Y si la moral estaba alta, ahora está por las nubes... Nunca había corrido más de 22 kilómetros a un ritmo de 4:49, así de sencillo. Y hoy han caído 26 a 4:49 y con la sensación de ir regulando y con las pulsaciones controladas. La tregua del calor me ha sentado de maravilla. Aunque miro de reojo la previsión para los próximos días y parece que vuelven los 30 grados a Barcelona...

Me queda una semana de afilar, luego la Peak Week, y las dos últimas de tapering. Estamos en el momento decisivo. La moral alta y muchas ganas, y la ilusión, como si fuera la primera... ¡Esto es maratón!

lunes, 27 de agosto de 2012

La tirada larga que necesitaba

La preparación para la maratón de Berlín del 30 de septiembre se me está pasando volando... Nunca se me había hecho tan corto un plan. Estas últimas semanas han coincidido muchas cosas, el cambio de empresa, las vacaciones... Además, el verano está siendo cruel con los runners y el calor ha hecho que sobre todo las tiradas largas no hayan sido lo que me hubiera gustado. Otros veranos ha habido días de tregua, pero éste, casi todos los domingos ha sido un infierno intentar correr.

Además de que el plan de entrenamiento está llegando a su fin a pasos agigantados, estas dos últimas semanas no han sido muy regulares, las vacaciones, con sus subidas a volcanes y trails inolvidables, y con calor para dar y vender, la pájara monumental del domingo pasado y un dolor de muelas asesino me han dejado un poco descolocado. Después del susto del fatídico domingo, esta semana he decidido bajar un poco el pistón, y el sábado, de nuevo con un calor inhumano y con la molestia de la muela del juicio juzgándome de manera cruel, guardé fuerzas para la tirada larga del domingo, pues ya quedan pocas y hay que sacarles partido.

Necesitaba una señal. He mirado mucho mis entrenamientos de años anteriores por estas fechas, no voy mal, más o menos como el año pasado, quizá algo más lento pero a cambio me noto más resistente. Pero los domingos no me estaban dando esas buenas vibraciones de otros años... Y el domingo, la primera señal llegó del cielo...

Pero de manera muy terrenal, no esperaba otra cosa. Nubes... Preciosas, enormes, azules, ¡¡¡nubes!!! El pronóstico del tiempo decía que las temperaturas bajarían unos pocos grados acompañadas de nubes y viento... Lo cual hace que la sensación térmica no sea tan asfixiante como cuando pega el sol de lleno. Así que el mismo sábado por la noche, con estas datos, decidí ejecutar el Plan A de entrenamiento dominical.

Decisión tomada. Domingo. Despertador a las 5:00am. Desayuno a las 5:10am. Último capítulo de Falling Skies antes de las 6:00am. No está mal, mientras se espera la tercera de The Walking Dead y la última de Fringe... :) Punto 8, ni fu ni fa, preparo un gel, me tomo unas Sport Beans, lleno dos botellines de Aquarius, veo que el día ha amanecido nublado y un poco más fresco, y a las 7:45am, con la digestión bien hecha, empiezo a correr hacia el río.

Las sensaciones no son muy buenas pero tampoco son malas. Primero kilómetro a 5:52. Empezando tranquilo, es lo mejor. Sigo por el río, con viento favorable, ritmos entre 5:09 y 5:14 y pulsaciones bajas. Sensaciones, normalitas. Unos días me lanzo ya por debajo de 5:00, otros voy cochineando a 5:25. Así que, lo dicho, ni fu ni fa. Salgamos del río, rampas, puentes, vallas... 5:21... 3 kilómetros clavando 5:19 en dirección al litoral, con viento lateral algo favorable... 5:23... 5:22... Pulsaciones bajas, alrededor de 145bpm...

Estoy llegando a las Torres Mapfre, llevo 10 kilómetros en las piernas y tengo dudas. No voy como hace una semana, que me pesaban las piernas y el cuerpo no carburaba. Tampoco voy sobrado, las piernas no van sueltas, además, parece que empieza a gestarse una amenaza de réplica de punto 8... Una sombra de duda se avecina... ¿Sigo jodido? ¿Algo no funciona? La muela no molesta... Las piernas no están cansadas... Las pulsaciones tienen aún mucho margen para subir... Pero estoy corriendo a 5:23... Entonces, recuerdo el libro de Jack Daniels...

Jack Daniels contaba la historia de uno de sus pupilos, en un campeonato en pista, creo que era un 5000. Se había descolgado del grupo de cabeza, no tenía buenas sensaciones. Cuando pasó al lado del mister, le dijo que no iba cómodo, que quería abandonar... Jack Daniels le dijo que de acuerdo, pero que aumentara el ritmo, alcanzase al grupo, y entonces ya podía abandonar... Aceleró, atrapó al grupo de cabeza... Se sintió mucho mejor, aceleró más, los pasó, ¡y ganó la carrera!

En el libro menciona en más de una ocasión que a veces un cambio de ritmo hace que el cuerpo trabaje mucho mejor. Así que me dije...

Chaval... Esto es maratón... Ni muelas, ni cansancio, ni la gilipollez ésa de las malas sensaciones, esto se trata de correr, lo rápido que puedas y que el cuerpo pueda aguantar, así que o empiezas a correr o sigue haciendo el atún y en Berlín te vas a comer un ñus...

Me concentré en la zancada, en la respiración, en la cadencia... Por unos momentos pensé dar la vuelta al cumplir los 11 kilómetros y acabar con 22 y la moral por los suelos... Pero no, no era el día para eso, la temperatura era buena, las malas sensaciones estomacales habían pasado y me sentí mucho mejor después de meter una marcha más. Kilómetro 11, 5:17. Dejó atrás las Torres Mapfre y sigo en dirección al hotel W...

Van cayendo los kilómetros y el ritmo mejora. En el hotel, kilómetro 13, doy la vuelta a 5:03. Ahora toca correr con viento lateral y algo en contra. Eso hace algo más difícil correr, pero en cambio la sensación térmica es mucho más fresca. 5:14 y 5:16, no es mal ritmo para una tirada larga con viento en contra, pero empiezo a sentirme mucho mejor, el gel me enchufa, el ambientillo por la zona, la temperatura mucho más agradable, empezar a visualizar las calles de Berlín... El reloj empieza a marcar ritmos por debajo de 5:05, cae uno a 4:59, me voy sintiendo cada vez mejor...

Llevo 20 kilómetros cuando llego a San Adrián, el ritmo es bueno, un par de kilómetros a 5:15 pero otros dos a 4:59 y 5:02, después de dar la vuelta en el hotel W, estoy haciendo la segunda parte más rápido y con mejores sensaciones que la primera. Paro unos segundos para llenar un botellín de agua y beber, esta vez los cálculos han ido bien, no me ha faltado líquido, aún me queda Aquarius y me llevo algo de agua extra para el último tramo. Bajo al río, me espera viento en contra y las piernas ya llevan 21 kilómetros a cuestas, en ese tramo he sufrido mucho otras veces...

Pero me llegó la señal... 5:03 y 5:02 cruzando el puente, subiendo y bajando rampas, y piso el río con la moral por las nubes. El viento es fuerte y cambiante, eso refresca pero a veces ralentiza mucho. Ritmos ágiles, 4:52, 5:00, 5:03... Kilómetro 25, llego al punto de referencia, estoy a un kilómetro de casa y lo he hecho a 5:03. Las pulsaciones han pasado muy levemente de 160bpm, estoy con fuerzas y ganas.

¿One more? ¿Cómo que one more? ¡Vamos a por six more!

Decido que es un buen día para meterse más de 30 kilómetros, una de las guindas de casi cualquier plan. Hoy es el día, hoy he visto la señal que esperaba.

Conozco ese tramo... Es donde el viento pega más fuerte. Lo hago a 5:14 pero me noto bien. 5:02, ya van 27. No voy a hacer más de 32 y voy fino, así que decido meter una marcha más, no voy a decir que un hachazo, pero sí un cambio de ritmo. ¡Funciona! 4:57, viento en contra que sigue castigando pero a la vez refrescando, 4:51, bien, 4:52, vamos, 4:42, ¡toma! 440 metros más a 4:44, y fin del entrenamiento de hoy, 31,44 kilómetros, a un ritmo medio de 5:09 y pulsaciones de 154bpm.

Bien de ritmo para ser agosto, muy bien de pulsaciones, pero lo mejor, acabando fuerte y con ganas de más. Me sentía con fuerzas para 10 kilómetros más, buena señal, el cuerpo ya pide maratón, la cabeza empieza a tener grabada esa distancia como objetivo a corto plazo y las piernas pueden con ella... Eso buscan los tres primeros meses del plan. Prepararse para resistir...

Y ahora toca trabajar el ritmo de crucero. Rodajes a Tempo, el ritmo T de Jack Daniels, como tan bien define él, comfortably hard, confortablemente duro, quizá difícil de entender para quien no le da a las zapatillas, pero seguro que todos sabemos lo que quiere decir eso... :)

Así que después de la tirada larga del domingo y del descanso de hoy, mañana, vamos a probar esos ritmos T. Esto es maratón.

sábado, 25 de agosto de 2012

Mejores sensaciones, pero mucho calor y dolor de muelas

Estaba un poco intranquilo por el desastre de entrenamientos del fin de semana pasado... Lo del domingo no me había pasado nunca, esa sensación de que las piernas me pesaran 20 kilos y casi no poder correr. Temía que fueran señal de algo malo, pero por suerte esta semana las cosas han mejorado, aunque el calor y un inoportuno dolor de muelas han hecho que los entrenamientos no fueran tan buenos como me hubiera gustado...

El martes buscaba reencontrarme conmigo mismo... Qué mejor que un cochinero más hachazo, un clásico de este plan y el anterior. Empezando muy suave, aún asustado, a 6:15, pero luego corriendo cómodo 5 kilómetros más entre 5:12 y 5:18, bastante regular. Me animo a apretar un poco, suben un poco las pulsaciones, que hasta entonces estaban alrededor de 145bpm, y acabo a 4:49, 4:50, 4:55 y los metros finales a 4:28. Media de 5:13 y pulsaciones de 144bpm. Contento, viendo que los ritmos eran los habituales y que lo del fin de semana fue un cúmulo de circunstancias que concurrieron en un mismo momento...

El miércoles, 9 kilómetros y medio a ritmo suave, sin hachazos, aunque curiosamente me salieron a la misma media que el martes, 5:13, y más bajo de pulsaciones, 141bpm. De nuevo, buenas señales.

Así que para el jueves, tocaba meter algo de calidad, y el cuerpo me pedía el clásico 3x2000. 15 minutos calentando, incluyendo parada en el Pit Lane bajo el puente del Molinet, y 3 series de 2000 metros, una con viento a favor pero medio dormido, y las dos siguientes volviendo y con el viento en contra. La primera a un ritmo de 4:23, la segunda a 4:30, cosas del viento, y la tercera a 4:22, algo mejor.

Con las series largas no estoy tan rápido como en invierno, pero las comparo con las que hacía el verano pasado, preparando Bilbao, y veo que estoy más o menos igual. El resultado de Bilbao no es una buena referencia para mí, el hecho de ser nocturna y el incidente que me hizo dar más vueltas de la cuenta hicieron que acabara cabreado y con una marca que creo que podría haber mejorado bastante. Así que sigue siendo una incógnita para mí el resultado de entrenar en verano, con este calor, para correr una maratón en otoño. Hace dos años, preparando mi primera maratón, los dosmiles me salían un poco mejor, pero era septiembre, con mucho menos calor, y venía de correr 10K y medias durante todo el año. Los ritmos a los que corro ahora esas series son un poco peores, pero creo que en general mi cuerpo y sobre todo mi cabeza ya con más maratonianos. Pero sigue siendo una gran incógnita cómo me sentiré el 30 de septiembre, después de tanto calor y ritmos tan suaves...

Espero que esto funcione como el chiste del yunque, aquel explorador que iba por la selva con un yunque en brazos. Otro explorador lo ve y le pregunta que por qué va con un yunque, y el primero le contesta que porque si viene un león, suelta el yunque y así puede correr más rápido... Así que seguiré entrenando con un yunque de calor, y el 30 de septiembre lo soltaré a ver si puedo correr más rápido... :)

Tras el preceptivo descanso del viernes, y empezando a tener un terrible dolor de muelas, gracias a una muela del juicio que está abriéndose camino, hoy tocaba hacer los 14 kilómetros de los sábados para comprobar si está abierto el puente del Fórum... :) No quería sustos, un cabrón ha estado diciendo hoy por la tele que han bajado las temperaturas, pero eso será en su pueblo, no te fastidia... Hoy hemos tenido un día de calor infernal, otro más. A ver si el lunes nos dicen que, contra todo pronóstico, vuelve a venir otra ola de calor, no me extrañaría nada... El caso es que salí pronto, a las 7:35, en ayunas, con la intención de ir muy suave, acumular 14 kilómetros y guardar fuerzas para mañana.

Un kilómetro a 6:29, con el GPS loco, y luego, muy constante, ritmos entre 5:13 y 5:30, pulsaciones medias de 146bpm y ritmo medio de 5:26 para completar 14,13 kilómetros. No me llevé líquido y no pasé sed, pero volví empapado, y con las zapatillas como si hubiera estado lloviendo... Por suerte la muela me dio una tregua pero esta tarde me ha estado dando la lata bastante.

Mañana quiero levantarme pronto, tomarme el desayuno y el Ibuprofeno e intentar hacer la tirada larga sin cansarme más de la cuenta, pero me llevaré dinero por si he de abortarla y volverme a casa en taxi o metro...

domingo, 19 de agosto de 2012

Back to the river, back to the heat!

Se acabaron las vacaciones, aunque se me acabó antes el límite de Gigabytes a alta velocidad en el móvil, y como el Wifi del hotel iba a pedales, me quedé medio incomunicado los últimos días, sólo tenía ancho de banda para Twitter y poco más... :)

Así que se me quedaron en el tintero los últimos entrenamientos en Lanzarote. Fueron miércoles y jueves, quería meter algo parecido a unas series y algo parecido a un progresivo, y quedó en algo parecido a ambas cosas, aunque lejos de los ritmos habituales en el río. Las dos aventuras montañeras seguro que afectaron a mis ritmos, además de los baños de sol y empiezo a sospechar que quizá algo la alimentación, porque lo que me ha pasado hoy pinta eso... Luego lo cuento...

Miércoles, 10 minutos calentando, incluyendo parada técnica, y luego un 6x1000 incluyendo paso por el puerto y llegando hasta el muro infranqueable que separa el Paseo Marítimo de Playa Papagayo. Para ser series de mil, ritmos poco más altos que mi ritmo objetivo de maratón... :( 4:28, 4:29, 4:21, 4:30, 4:18, 4:30. Complicado hacerlas a ritmo constante, por las subidas y bajadas y el viento. El cuerpo no tiraba más... El monitor de frecuencia cardíaca estuvo de fiesta y la única referencia buena que tengo es que acabé la última serie a 166bpm.

Jueves, último entrenamiento de las vacaciones. Como las series me dejaron mal sabor de boca, quise hacer unos kilómetros cochineros y apretar un poco al final. Los cochineros salieron muy bien, muy cochineros, qué poco mérito tiene eso... 6:17, 5:30, 5:25, 5:46, 5:04, 5:12, me iba animando, y por fin el Forerunner me marca 4 y pico el kilómetro en los últimos 3, 4:51, 4:48 y 4:59. Sensaciones un poco mejores, pero aún con esa sensación de andar algo pesado y con piernas y rodillas cargadas.

Y la anécdota de la semana... :) A mediodía, cada día, en el hotel hacían un juego chorra en la piscina... Como el del jueves no implicaba acabar en el agua, me apunté. La animadora me llamó por mi nombre, hice el capullo con el jueguecito de marras, y al acabar, veo que un chico se me queda mirando y me pregunta... ¿Eres Isidro? - Sí - ¿Corres? - Sí - ¿Y escribes un blog? - ¡Sí! Pues resulta que el muchacho es lector de este blog, leyó la entrada de el entrenamiento en el volcán, ¡y me reconoció! Me hizo mucha ilusión, cómo voy a negarlo... :)

Y el viernes descanso. En el hotel había partido de fútbol, y sí, mucho "la mejor liga del mundo", pero nadie se presentó a jugar... Ya me pasó algo parecido el martes, había partido de baloncesto, y sí, mucho "hemos sido plata en Londres", pero sólo me presenté yo... Nos echamos unos tiros y un one-on-one el animador y yo, mientras me contaba que él jugaba a fútbol de joven y que compartió equipo de tercera división con Pedrito, del Barça... El partidillo también supongo que influyó en la falta de chispa en las series, a quién se le ocurre jugar a baloncesto a 34 grados...

Y se acabaron las vacaciones. Las he pasado cuidando no excederme con las comidas, descansando mucho y estirando en la piscina, y complementando mi alimentación con cebada sin maltear, rectificada con bayas de enebro y aromatizada con cardamomo, angélica y otras hierbas, como la corteza de cassia, lirio o cáscara de naranja.

El viernes, vuelta de madrugada, cosas de los horarios. Por suerte, un pequeño incidente con las toallas en la piscina, sirvió para que usando todo mi charm nos dejaran la habitación hasta las 8 de la tarde como compensación, sin cargo adicional, así que apuré la piscina y el descanso hasta el último momento, me perdí el partido de fútbol por incomparecencia del rival y tras un vuelo tranquilo llegué a casa a las 3:30am...

Pero el sábado tocaba entrenar. Acostándome a las 3:30am y cansado por el viaje, hasta las 10:00am no tuve fuerzas para levantarme de la cama. Pero lo hice, desayuné, deshice maletas, puse una lavadora, llené un par de botellines de Aquarius, y en plena ola de calor salí al río a correr a las 12:43pm... Como una cabra hay que estar para salir a esa hora... Pero no quería perderme el entrenamiento. Salí muy tranquilo, sin pretender buscar un ritmo objetivo sino que controlando las pulsaciones e intentando sobrevivir y acumular unos kilómetros más para el plan. Los dos primeros kilómetros iba más o menos a 5:30 y con las pulsaciones por debajo de 140bpm. Pero entonces el monitor de frecuencia cardíaca se volvió loco de nuevo y me quedé sin referencia... El calor seguía apretando, los ritmos se iban ralentizando, y en un rango más o menos entre 5:30 y 5:45 completé 14 kilómetros por la ruta habitual hasta el puente del Fórum... Llegué medio derretido, muerto de calor, sediento... Pero vivo...

Y si ayer acabé vivo, hoy tocó morir... Ha sido una experiencia desoladora... No me había pasado nunca... Vistas estas temperaturas, me levanté a las 6:00am, tomé el mini desayuno catalizador del punto 8, y a las 7:39am ya estaba corriendo en dirección al litoral. A esas horas, haga calor o frío, ya suelo empezar bien de fuerzas, y he de controlar los ritmos si el calor amenaza. Pero hoy algo me pasaba, simplemente, las piernas no respondían... Aún tenía algo de molestias en las rodillas, no mucho más de lo habitual. Lo de ayer seguramente me dejó un poco tocado. Pero ya he corrido así otras veces...

Simplemente, el cuerpo no respondía, y punto. Un kilómetro a 6:29, que fue algo menos porque el Forerunner se lió. Pero luego, con buena temperatura y bien despierto, no avanzaba a más de 5:30 y las pulsaciones no pasaban de 130bpm. Respiraba bien, no estaba cansado, pero las piernas no se levantaban del suelo. Pensaba que era algo que duraría unos kilómetros, pero no, así seguía... El ritmo de 5:30 pasa a ser de entre 5:35 y 5:45... Mismas sensaciones. Piernas que no funcionan. Pulsaciones por debajo de 140bpm. Llego a las Torres Mapfre, 11 kilómetros y medio, y decido que no tiene sentido intentar hacer 25 ó 26 kilómetros, así que media vuelta y al menos 21 haré. Cambia el viento, pero no cambian las sensaciones. Bueno, sí, empeoran algo. Ritmos ya entre 5:45 y 5:55. Y las pulsaciones que se quedan atascadas en el 140.

Llego al río con una sensación extrañísima, no estoy cansado, no voy asfixiado, simplemente, me cuesta correr... :( Bebo en la fuente, sigo corriendo, todo igual, ritmos cerca de 5:50 por el río, intento animarme, apretar, ver si es algo psicológico, hago un kilómetro a 5:20 con pulsaciones de 147bpm, pero nada, no puedo mantener el esfuerzo y el último cae a 5:40...

21,17 kilómetros a 5:43 y pulsaciones medias de 136bpm. Repaso los datos del rubiTrack, y como era de esperar, nunca había hecho más de 20 kilómetros a menos de 140bpm. Ha sido un entrenamiento extraño...

Imagino que esto es producto de una serie de factores... El calor, seguro. Las rodillas, algo. Y tengo una tercera sospecha, que es la alimentación. Me temo que estos días de vacaciones, inconscientemente, he dejado un poco de lado los alimentos clásicos ricos en hidratos de carbono, los bocatas y platos de pasta habituales en mi dieta. Mi media barra de pan para desayunar, y mis dos o tres platazos de pasta semanales. Entre eso, el calor, los últimos entrenamientos, ¿habré sufrido un caso puntual de glycogen deplection? Pues me temo que algo de eso hay. Pues la sensación era muy parecido a la de "el muro" maratoniano. Aunque sin el tío del mazo dando en los cuádriceps... :)

Así que mañana me llevo un platazo de pasta a la ofi, lunes descanso total, y el martes probaré un cochinero suave y esta semana será de recuperación y mucha pasta y arroz.

martes, 7 de agosto de 2012

¿Es bueno machacarse 27 kilómetros con sol y acabar pidiendo la hora?

¿Es bueno machacarse 27 kilómetros con sol y acabar pidiendo la hora? Eso estaba pensando yo el domingo a partir del kilómetro 19 de la tirada larga... Y quiero pensar que hoy martes he visto que sí. Pero empezaré desde el principio, porque el sábado también tocaba entrenar, porque parafraseando a los grandes... Esto es maratón...

El sábado, visita de rigor al puente del Fórum para comprobar si está abierto o no... :) Mis 14 kilómetros habituales, divertidos, un rato por el río con viento, unas rampas saliendo del parque fluvial, subidas y bajadas cruzando bajo el puente de Renfe, cruzando luego el puente del Besós, correr al lado de la playa, subir el puente del Fórum con las pulsaciones subiendo proporcionalmente, media vuelta, deshacer lo hecho, y volver a casa con 14 kilómetros más en las piernas como previa a la tirada larga del domingo. Acabó bien la cosa, inicio muy cochinero, lo normal a las 7:01am, 5:50, y luego ritmos muy estables entre 4:58 y 5:11, cuidando no abusar y controlando las pulsaciones, que quedaron en una media de 145bpm y el ritmo en 5:08. Si no hubiera cochineado vilmente los primeros 1000 metros habría sido de muy poco más de 5:00, pero lo importante es correr bien, administrar el esfuerzo, no hacerse daño y guardar fuerzas para el domingo...

Porque el domingo las iba a necesitar... :( Me equivoqué desde el principio. Estaba muy contento con la tirada larga de la semana anterior, regulando muy bien desde el principio y acabando fuerte y con un two more de bonus. Pero, oh iluso de mí, inconscientemente a lo mejor pensé que en 7 días iba a pasar de correr bajo un sol de justicia a 5:16 a correr a 15 segundos menos de media, además saliendo más tarde y por tanto con más calor... ¿Cómo se puede ser tan burro? Pues sí, así de burro fui... Empecé suave, a 5:34, hice un kilómetro más hacia Montcada antes de bajar al río, y luego me fui animando, entre el viento a favor y que iba fresco, cayeron 5 kilómetros al lado del Besós entre 4:52 y 4:57. Pero las pulsaciones ya estaban en 150bpm...

Salgo por el litoral, no quiero cuestas en el Fórum, y el ritmo, con viento lateral, se estabiliza entre 5:00 y 5:05... Qué bien, hacía una semana iba a 5:15 y ahora más o menos a 5:00 de media. Qué alegría, pero qué poco iba a durar... El sol empezaba a apretar. Iba bebiendo, me dio incluso por tomarme unos Sport Beans en carrera, y ahí empezó el desastre... No le voy a echar la culpa a los Beans, pero ir masticando mientras se corre a mí me destroza vivo, pierdo el ritmo de la respiración, me suben las pulsaciones, y además, quizá acostumbrado a los geles, me da la sensación de que no me han hecho mucho... Total, que sigo hasta llegar al Hotel W, ahí me tomo el gel, media vuelta con 14 kilómetros en las piernas, y 165bpm... Esto pinta mal.

Otras veces ese segundo tramo se me había hecho más llevadero, tras dar media vuelta. El viento, la moral, no sé, el caso es que los ritmos mejoraban, las sensaciones también, e incluso llegaba al río con fuerzas. Pero el domingo no... Los 5:05 pasaron a ser 5:25 sin visos de mejorar... Empiezo a parar en las fuentes... Kilómetro 20 a 5:44, pájara del quince... 5:34, 5:43 y vuelvo al río... Sufriendo, muerto de calor, después de haberme bebido tres fuentes enteras y rellenar los botellines con agua fría. Rezo por resucitar en el río, pero nada, ligera mejoría, terreno completamente llano, sombra, viento en contra que hace que cueste más correr y suban las pulsaciones, pero a cambio, disminuye la sensación de calor... Unos kilómetros a 5:37, 5:38 y 5:36, pero llega el bajón definitivo y voy arrastrándome a 5:50 y 5:52 hasta que logro llegar a casa como alma en pena...

La media es engañosa, sale un ritmo de 5:19, apenas 3 segundos más lento que hace 7 días, pero la diferencia es que el domingo habría acabado en el hospital si hubiera corrido 1000 metros más, y hace 7 días aún me habría animado a seguir a un ritmo suave algún kilómetro extra...

Después del castigo, comida familiar, y a recuperar largamente esas 2153 calorías que dice Garmin que me dejé en el entrenamiento... :) Un descanso el lunes, y hoy martes, quería hacer un entrenamiento de calidad y ver qué secuelas había dejado lo del domingo...

¿Semejante sufrimiento es un desgaste innecesario y contraproducente, o puede ser una manera de llevar al cuerpo a sus límites y empujarlos un poco más hacia delante?

Pues vamos a verlo... Me levanto pronto, café y galletas, Sport Beans, y a correr. A las 7:14 iba hacia el río, esta vez, dirección Montcada, con el castigo del domingo aún reciente quería evitar gestos forzados saltando la valla de acceso al río, así que correría apenas unos 300 metros menos pero sin saltos mortales. La primera mitad iba a ser con viento en contra, la segunda a favor, todos los ingredientes para un buen progresivo.

Salí más enchufado, 5:31 el primer kilómetro suele ser señal de que hay ganas de correr. Además, tenía a unos 100 metros a una pequeña manada de runners que iban en mi misma dirección, así que mi instinto de depredador de asfalto hizo el resto y los pasé fácilmente mientras el ritmo subía a 4:57 el segundo kilómetro, con viento en contra. Iba muy ligero, sorprendentemente ningún resto de cansancio en las piernas, fui enchufando un kilómetro tras otro arañando algún segundo y cayeron a 4:53, 4:54 y 4:51, ya habiendo girado en Montcada.

Y ahora, viento a favor, y aumentando poco a poco la cadencia de la zancada y la respiración, 4:38, sin ninguna sensación de dificultad y... ¡A 150bpm! Mantengo el ritmo, uno más a 4:34, ¡151bpm! Flipando, voy muy cómodo, pruebo a meter una marcha más, 4:23 y pulsaciones ya a 157bpm, y sensaciones excelentes. Uno más, ahora sí que aprieto, 4:09 y el corazón late 165 veces por minuto, y últimos metros llegando a casa a 4:07, sin pasar de 165bpm.

Una media poco habitual en mi ruta a esas horas, de 4:45, pero con unas pulsaciones medias de 146bpm. He consultado el histórico del rubiTrack, y ese ritmo a 146 pulsaciones no lo he hecho en mi vida. Puede ser una pequeña supercompensación después del castigo del domingo, o que quizá el esfuerzo va dando frutos. Visto el resultado, si toca volver a correr con calor, sufriré con alegría... :)

Mañana un cochinero más, y me voy. El jueves empezaré las vacaciones madrugando, y con sorpresa, prometo fotos... ;)

domingo, 29 de julio de 2012

Sudando la gota gorda y encuentros en el río

Vaya dos días de calor que han tocado en Barcelona. Me pareció oir por la tele que este fin de semana bajaban las temperaturas, pero supongo que se trataba de algún gracioso o un programa típico de chistes malos...

El sábado, pensando que la temperatura no sería muy terrible, iluso de mí, desayuné pronto, reposé y salí a correr a las 10:14am. Quería hacer mi ruta habitual de los sábados, para comprobar si el puente del Fórum estaba abierto o no... :) Me gusta esa ruta, son 14 kilómetros más o menos, hay que entrar y salir del río cuatro veces, con las consiguientes mini cuestas, y la subida por el puente le da un poco de emoción. Además, no hay un solo semáforo y hay varias escapatorias en caso de ataque de punto 8... :)

Saliendo se me complicaron las cosas. Ya es la segunda vez que me pasa, enciendo el Forerunner, y me dice que la batería está baja, tan baja que se apaga al minuto... :( La primera vez dudaba si lo apagué antes de guardarlo en el cajón o no. Esta vez creo que sí que lo apagué. Aunque dudo... El caso es que me quedé sin pulsaciones, quería controlar y no pasar de 150bpm, y además tampoco iba a tener claro el ritmo al que iba en cada momento. Sólo dependía del RunKeeper, lo que tiene correr con dos GPS... :)

Salí tranquilo, cogiendo ritmo, 5:43 y 5:12, y ya me notaba suelto y tocaba empezar a controlar el ritmo para que el calor no acabara conmigo. Sobre el segundo kilómetro vi a un runner delante, un tipo fuerte, buena pisada, ritmo más o menos de 5:00, que iba descamisado y haciendo las delicias de las marujas a las que iba adelantando... :) Me hizo de liebre un rato, fui recortando metros poco a poco y en el kilómetro 4 ya iba por debajo de 5:00 y le pasé, el muchacho, en plan broma, me preguntó si no tenía una cuerda para ir tirando de él, y le dije que yo acababa de empezar y que ya la necesitaría dentro de unos minutos... :) Me alegra mucho ese buen rollo y simpatía que suele surgir en los encuentros runners. Las pocas ocasiones en las que he hablado con alguien corriendo siempre ha sido así, como me pasó también hoy domingo. Pero aún estoy contando la salida del sábado y estoy todavía en el río... :)

Ya he entrado en calor y con el viento a favor me sale el quinto kilómetro a 4:40, saliendo del río. Cruzo el puente del Besós, paso por detrás de la central térmica, y llego al puente del Fórum, tras la consiguiente subida, a ritmos de 5:10. Esta vez estaba abierto, crucé al otro lado para dar la vuelta en el kilómetro 7 y acabar haciendo 14 justos. Ritmos parecidos volviendo al río, y ya en el río, con el calor apretando y el viento en contra, y guardando fuerzas para hoy, hice los últimos 5 kilómetros algunos a 4:59 y otros a 5:12. Salieron 14,07 a 5:07, con algunas subidas y mucho calor y sed. Me llevé un bidoncillo de mano del Decathlon, pero para 14 kilómetros me va un poco justo.

Pasé tanto calor que decidí volver a las tiradas largas del domingo en ayunas... Así que hoy me levanté a las 6:00am, me tomé el café, galletas y Sport Beans, punto 8 correcto, cinturón con dos botellines, y al río muy poco después de las 7:00am. Hablando de cinturones, me habéis preguntado por la capacidad del bolsilo, que es ideal. He probado y cabe incluso un iPhone. Para llevar dos o tres geles y las llaves va sobrado.

Empecé a correr sin las ideas claras. Pensaba que 26 kilómetros era una buena distancia, aunque al final el calor ya habría hecho acto de presencia y podría pasarlo mal. De todas maneras, la idea era ir hasta el Hotel W si me veía con fuerzas, y una vez ahí, no había vuelta atrás, son 13 kilómetros de ida y por tanto los mismos de vuelta.

Primeros 5 por el río, viento a favor pero voy medio dormido y frío... El primero a 5:52, y 4 más entre 5:09 y 5:15, un poco conservador, a 140bpm. Ya hacía calor, estaba sudando como un pollo y bebiendo frecuentemente. Salgo del río, litoral hasta el hotel, viento lateral, y ritmos entre 5:11 y 5:17, muy regular, viendo como las pulsaciones llegan a 160bpm justo en el hotel, donde me tomo el gel. Media vuelta, no iba mal de fuerzas, el calor empezaba a apretar, iba alrededor de 165bpm, y los ritmos entre 5:09 y 5:22, más o menos en la misma media. Hace mucho calor, sudo a cántaros, pero no me siento tan destruido como otros días con esa temperatura. ¿Me estaré adaptando al calor?

Vuelta al río, incluso me salto la fuente que hay en la entrada, y con el viento en contra hay que aumentar el nivel de esfuerzo para mantener el ritmo, pero por otro lado la sensación de calor disminuye... Pero aún había un factor que iba a condicionar este último tramo...

Voy corriendo bien, mucho mejor de lo que esperaba, un primer kilómetro a 5:19, producto de los giros, las vallas y subidas, pero luego cojo velocidad de crucero alrededor de 5:10. Aunque hay algo extraño... Me parece escuchar un pitido electrónico por detrás de mí... Me miro el Forerunner, me miro el RunKeeper, todo bien... Sigo a buen ritmo, voy mucho más entero de lo que pensaba, pero el pitido no deja de sonar, no sé qué está pasando... Normalmente no miro atrás cuando voy corriendo, aunque siento una presencia cerca que puede ser el origen del pitido... Yo a lo mío, sigo a mi ritmo, mucho más entero de lo que pensaba, pero el pitido continúa haciendo de las suyas...

Un par de kilómetros después, ya noto claramente el sonido de unas zapatillas que se me aproximan. En pocos segundos aparece un runner a mi lado, y me pregunta que a qué ritmo voy... Miro el Forerunner y le digo que a 5:15, y entonces me explica que su Forerunner 405 se ha quedado sin batería y que no sabía a qué ritmo iba... :) ¡Eso era el pitido, su Forerunner probablemente había entrado en el bucle de la muerte!

Seguimos corriendo juntos, y como suele pasar en estos casos, contándonos nuestra vida runner... :) Pese a los 24 kilómetros que llevaba encima, a 170bpm y con el calor que había pasado, voy hablando y animado, tanto que le digo que mi idea es salir del río y acercarme a la fuente que hay en dirección a Montcada. Cuando nos dimos cuenta completé el kilómetro 25 a 5:04, uno más a 5:07, y paramos en la fuente a beber agua y refrescarnos. Ya había hecho los 26 kilómetros previstos, pero tras una ligera parada en la fuente, seguimos corriendo de vuelta hacia Santa Coloma, Jaume, el runner con el que coincidí, está viviendo ahí ahora, nos separamos a la altura del Parque Europa, haciendo el kilómetro 27 a 4:59, y los últimos 550 metros me dejé llevar callejeando hasta casa...

Al final salieron 27,55 kilómetros, con un calor terrible, pero acabando mucho más entero de lo que pensaba. El ritmo quedó en 5:16, sin ese primer kilómetro a 5:52 había arañado algunos segundo más a la media, las fuerzas y sensaciones bien, pero claro, las pulsaciones, en esas circunstancias, quedaron a una media de 157bpm, que tampoco son tan elevadas, aunque ya al final iba a más de 170 y no podría haber mantenido ese esfuerzo mucho más.


Mañana descanso... Una semana más de trabajo... Acabando de adaptarme... Ya contaré con más calma, todo muy bien... :) Y luego... Cambio de aires y vacaciones. Como tengo en mente correr la maratón de Gran Canaria en enero, y como en las Islas Afortunadas el clima es muy parecido todo el año... Pues qué mejor que irme unos días a Lanzarote y descansar y entrenar con el clima insular. ¿Alguien de por ahí cerca conoce rutas guapas cerca de Playa Blanca? :)

domingo, 15 de julio de 2012

Pollo al horno y cochino deconstruido

Así podría resumir mis últimos tres entrenamientos: Pollo al horno y cochino deconstruido...

Vamos por partes...

Primero el pollo. Tras la jubilación anticipada de las Brooks Cascadia, no podía dejar mis nuevas Asics Gel Fuji Sensor mucho tiempo en la caja... Así que el jueves decidí volver al Turó del Pollo. El lema era claro: Gel al pollo que es de tierra. Y con esa idea en mente, salí de casa dispuesto a probar el rendimiento de las Asics en terreno propicio. Fue un pollo clásico, ni MPP ni PPP, más bien un TPP (típico pollo personal), ruta completa en 51:22, lejos de los 49:51 de mi MPP y también lejos de los 53:47 de mi PPP. Con un último dato que me deja muy buenas vibraciones. Pulsaciones medias de 144bpm. Las mismas que el día de mi PPP, y más de 10 bpm más bajas que el día de mi MPP.

Me sentí muy bien, y las zapas, de lujo. Ni un roce, ni molestia, ni amago de ampolla, ni nada de nada. Normalmente el primer día suelo tener algún roce en el pie, que no siempre acaba en ampolla. Esta vez ni eso. Otras veces, al apretarme los cordones, noto algo en la parte de la lengua de la zapatilla, pero tampoco. Simplemente, parecían hechas a medida. Ya he oído que en Asics están pensando en cambiar el nombre a las zapatillas y llamarlas Asics Gel Zydro Sensor... :)

Las sensaciones, zapatillas aparte, geniales. Pensaba que había hecho mucho mejor tiempo por lo bien que me había sentido, así que una vez en casa, filtré mis actividades en el rubiTrack usando el keyword "pollo", y analicé mis últimos entrenamientos que incluían pollo... Vi algo curioso, cuando hago un tiempo total muy bajo, la mayor diferencia se produce en los primeros 3 kilómetros. Es más, los parciales de los últimos 6 kilómetros fueron los mismos el jueves que el día de mi MPP, incluso algunos más bajos. Y eso seguramente tiene mucho que ver con cómo estoy planteando mis entrenamientos... Prefiero empezar muy tranquilo, dosificar, y llegar fuerte al final. ¿Os recuerdo eso a una maratón? :) Creo que es mucho mejor acostumbrar al cuerpo a esta manera de administrar las energías.

El viernes, otro viaje en AVE y descanso. De nuevo se me descuajaringó el horario de comida y el sábado no andaba tan ligero como de costumbre. Además, el sábado iba a tocar tirada larga. El domingo teníamos planes de ir al parque con un amigo de mi cachorro mayor, incluso subir al Turó del Pollo con su padre mientas los niños y esposas disfrutaban del parque... Así que elegí hacer la tirada larga el sábado. Volví a insistir en la táctica de levantarme pronto, desayunar, y salir a correr a media mañana ya con la digestión bien hecha. Animado también por el día algo nublado. A las 10:49 ya estaba corriendo hacia el río. Después de casi 10 minutos estirando y sufriendo en mis propias carnes el síndrome del tonto del GPS, como contaba Gonzalo hace ya unos meses... :) Nubes, pero mucho calor. Cuatro botellines de Aquarius (caramañolas, como dicen los traductores de Wiggle), y la certeza de que tocaba sufrir...


5 kilómetros por el río entre 5:10 y 5:13, con viento en contra, pulsaciones por debajo de 150bpm, todavía nublado. Salgo del río, ¡y cruzando el puente me cruzo con Manu! Me hizo un gesto de esos que los runners entendemos perfectamente... Algo así como "estoy hecho polvo, ya verás tú dentro de un rato"... :) Poco después empezó a salir el sol, y se acabó lo que se daba... Seguí con mi nueva ruta, cruzando el puente del Forum y dando un poco de alegría a las piernas con una buena subida, siguiendo por la costa, por detrás del Forum, incluida una parada por aguas menores, con viento ligeramente favorable que permitía que el ritmo fuera algo más vivo, entre 5:08 y 5:20, pero aumentando a sensación de calor... Consigo llegar al kilómetro 12 por debajo de 160bpm.


Gel y media vuelta, ahora viento en contra, la sensación de calor disminuye, me voy hidratando y mirando de reojo las pulsaciones. Ritmos entre 5:22 y 5:35, para no pasarme de 160bpm y no morir por el camino. Luchar contra el viento con ese calor habría sido simplemente un suicidio...


Llego al río, paro y me bebo una fuente entera. Ahora tengo el viento a favor, así que noto que voy más rápido pero la sensación de calor aumenta drásticamente. Nada más llegar al río, veo delante a un runner que va prácticamente a mi mismo ritmo, alrededor de 5:15. Voy detrás de él casi todo el tiempo, lo tengo a 10 metros, se me va a 20, vuelve a estar a 15... Así, bebiendo constantemente y viendo cómo  las pulsaciones se van yendo a casi 170bpm al final, llego al kilómetro 23 a ritmos de 5:15...


Y claro... Un animal de asfalto conserva algo de instinto asesino... Y digo... Como se trata de llegar fuerte al final, habiendo dosificado un poco las fuerzas... Vamos a ver si alcanzo al de delante... Lo tenía como a 20 metros. Así que empiezo a apretar un poco... Me voy acercando, poco a poco, las pulsaciones aumentan, 172bpm y lo tengo a tiro... Supongo que se oyen mis pasos acelerados, y espontáneamente, el runner decide aumentar también su ritmo cuando lo tengo a menos de 10 metros... Quedan unos 200 para llegar a la salida del río, meto una marcha más, alargo la zancada, miro de reojo el Forerunner, joder, 178bpm, no hay otra palabra más exacta, simplemente, voy picadísimo, el runner que llevo delante creo que ha llegado a su límite, voy recortando centímetro a centímetro, y justo cuando llegamos al inicio de la subida, zas, le paso... :)


Subo la rampa todavía corriendo, salgo del río y el Forerunner me marca 181bpm, lo nunca visto en un rodaje de entrenamiento... Sigo trotando muy suave... El otro runner también ha salido por la rampa, él por las escaleras, yo sigo trotando, miro de reojo, él hace lo mismo, pienso, "ya verás, como se ponga a correr estoy jodido"... Pero no, baja la mirada, no puede más, sigue andando, el Forerunner me marca el kilómetro 24 y decido pararlo y seguir también andando, aunque mirando de reojo que no me quiera pegar un hachazo... :D


Al final, 24 kilómetros a un ritmo medio de 5:19, corriendo a ratos en un horno y a ratos en un túnel de viento. Pulsaciones medias de 155bpm y un máximo de 182, justo saliendo de la rampa del río tras el pique final. Pique sano, que me ha servido para ver que empiezo a ser capaz de dosificarme en las condiciones más desfavorables y dejar todavía algo de fuerzas para el final. Algo queda de Jack Daniels y sus exprime limones... ;)




Después de beber litros y litros de Aquarius y reposar un poco, hoy domingo, alergias y diferentes amagos de resfriado cancelaron la visita al parque... Así que me levanté pronto, y sin desayunar, salí a hacer un rodaje cochinero por el río. Inicio muy suave, a 5:51, con calor, eran las 8:22am pero el sol ya pegaba fuerte. Por suerte, se volvió a nublar y fui haciendo poco a poco un cochinero que se deconstruyó y se volvió un progresivo, 5:29, 5:18, 5:18, 5:10, 5:09, 5:10, 5:06, 4:59, y 270 metros más probando si quedaban fuerzas que salieron a un ritmo de 4:20, lo que me dejó muy buenas sensaciones. Resumidamente, 9,27 kilómetros a 5:15 y pulsaciones de 144bpm con final feliz a 162bpm.


Un triple entrenamiento de pollo al horno y cochino deconstruido que me ha servido para darme cuenta que, casi inconscientemente, el cuerpo se va autoregulando para empezar suave, dosificar el esfuerzo según las condiciones, ya sea el calor, la pendiente o el cansancio, y acabar fuerte. Mola.

domingo, 8 de julio de 2012

Sudor y rayos UVA

Por suerte, desde el miércoles no se ha hecho más grande la leyenda de Isidris entre los habitantes del Besós... El jueves hice un rodaje suave, bajo de pulsaciones, 9,61 kilómetros a 5:14 y 143bpm, que habría salido mucho mejor si el primer kilómetro no lo hubiera hecho a 6:06.

El viernes, descanso, se me acabó Game of Thrones y el madrugón de cada día fue en este caso para ver Falling Skies, que no está mal, pero por favor, que empiecen pronto la tercera de The Walking Dead y Game of Thrones, que vamos, Falling Skies no es lo mismo... ;)

El sábado, siguiendo el guión, un rodaje suave previo a la tirada larga de hoy. Salí sin tener muy clara la distancia y el ritmo, el cuerpo pedía un poco más de intensidad y creo que debí echar el freno, hoy lo he pagado. Además, acabé con un cabreo monumental... Salí a las 10:02am camino al litoral, por el río iba muy cómodo, primer kilómetro a 5:28 pero los demás, todos por debajo de 5:00 y a menos de 150bpm.

El cuerpo pedía guerra, así que para que se le bajaran los humos, opté por bajar hasta la playa al cruzar el puente en vez de ir hacia la Diagonal. Esa ruta tiene un tramo con una buena subida antes de cruzar el puente que da al Fórum. Ya conocía el horario así que fui hacia allá muy confiado.


Se entiende bien, ¿no? Las puertas del puente están abiertas cada día, de 7 de la mañana a 10 de la noche... Pues bien, después de una buena subida, bien de ritmo y de fuerzas, me encuentro con una enorme puerta completamente cerrada... :( Me cabrea no poder seguir corriendo por donde quería, pero más me cabrera pensar el dinero que habrá costado el cartel, y lo poco que le habrá importado al encargado de abrir las puertas no hacerlo ese día... Seguro que el señor no estaba resacoso o se había quedado dormido, estoy convencido (jajaja) de que tenía una razón de peso para no haber hecho su trabajo. ¿Pero sabéis qué es lo que más me molesta? Pensar que si en mi empresa pasa algo así, soy yo el que se levanta, coge las llaves y abre el puente, el servidor o el programa de correo que no se ha puesto en marcha porque alguien no ha podido acudir a su puesto... :( Pero no, con las puertas del puente no fue así...

Cabreado, di media vuelta, y quizá fruto del cabreo el ritmo aumentó un poco y también levemente las pulsaciones, de vuelta a casa, completando 13,44 kilómetros a un ritmo medio de 4:58 y pulsaciones de 149bpm.

No fueron ritmos para tirar cohetes, pero sí que noté hoy un poco el esfuerzo del sábado... Tocaba tirada larga, ya estaba sobre aviso de que hacía bastante viento y, aunque el día amaneció algo nublado, la sensación de bochorno era muy intensa y a los rayos UVA no les importa mucho que haya nubes si se trata de fastidiar...

Empecé a correr a las 10:29, salí sólo con dos botellines de Aquarius por un problema logístico, y nada más empezar a correr me notaba más pesado que de costumbre. No pesado de peso, salí con mis 74 kilos de siempre, pero sí pesado de movimientos... Primer kilómetro a 5:23 y el resto pocos segundos por encima de 5:00 mientras iba hacia el litoral, con viento a favor. Crucé el puente y seguí por la ruta de las puertas cerradas, esta vez abiertas... Subidas y bajadas que hacían pupita, seguía notándome pesado y algo cansado, y fui casi clavando los tiempos alrededor de 5:10, con viento lateral y levemente favorable. Media vuelta cerca de las Torres Mapfre, sed, sensación de bochorno, piernas pesadas, viento ahora un poco en contra, y ritmos más cercanos a 5:15.

Llegué al río muerto de sed... Paré y me bebí una fuente completa, rellené los botellines y bajé al Besós, casi en el mismo momento en que, para acabar la fiesta, empezó a salir el sol... Iba reventado, cansado pero el viento favorable y subir a 170bpm me permitió acabar el último tramo alrededor de 5:10, aunque yendo casi al límite, tanto que una vez que subí la rampa para salir del río, fui incapaz de correr a menos de 5:30...

Al final, 22,79 kilómetros a un ritmo medio de 5:12, pulsaciones de 157bpm y pérdida de 3 litros y medio de líquido, la báscula marcaba en casa 70,5... La ropa chorreaba, me bebí un Powerade sin respirar y he estado todo el día con una botella de litro y medio de Aquarius al lado... Me estoy pensando seriamente llevar una mochila de hidratación si voy a hacer tiradas largas en agosto a media mañana...

Y con un poco de retraso, un par de fotos de la carrera del sábado pasado, que encontré gracias a Salva, que diga lo que diga, tiene un sub 40 en 10K muy cerquita... ;)


En ese tierno momento en el que, unos minutos antes, iba por el lado izquierdo, viendo a los runners que ya habían dado media vuelta y pensando cuántas horas de entrenamiento había en esas piernas que iban tan rápido... Y poco después era yo el que ya venía de vuelta, pensando que son ya unas cuántas horas las que llevo de entrenamiento y no me estaba saliendo tan mala carrera... :)



En la última subida... Ya conté que se me hizo muy dura... Eché el resto buscando los 42 minutos, pero pese a la cara de sufrimiento y el sufrimiento real, no pudo ser. No se me iba a olvidar esa cuesta, pero ahora todavía menos, casi me duele verme la cara...

lunes, 2 de julio de 2012

El dorsal y el cambio climático

Vaya dos días que nos ha tocado de clima variado... Además, el sábado, con dorsal incluido. Un carrera de última hora que, por designios del azar, acabé corriendo aunque no lo tenía planeado en primera instancia.

Pero antes del ajetreado fin de semana, el jueves hice un cochinero suave, a 5:12 de rito y pulsaciones de 144bpm, recuperando un poco de las cuestas del miércoles y pensando en descansar para la carrera del sábado.

Que no es otra que la Cursa de Premiá, una 10K a pocos kilómetros de casa. Una carrera que ya he corrido dos veces, aunque con dos recorridos distintos. La primera vez, bajando hasta la playa, yendo y viviendo por la costa a media mañana, con un solazo de justicia, y volviendo al punto de partida tras una subida terrible durante el kilómetro 9. Un tiempazo de 18:19... La segunda, ya por la tarde, no tanto calor pero sí mucha humedad, con un recorrido parecido, bajar, playa subir, pero esta vez dando dos vueltas a un circuito de 5 kilómetros. Se hizo mucho más llevadero dar dos vueltas, me pilló en un buen momento, y acabé en 42:42.

Y esta vez, la tercera, otro recorrido distinto, una sola vuelta, también bajar, playa y subir, pero alargando la última subida durante los últimos 4 kilómetros con algunos toboganes. Cosa que descubrí ya estando en la salida, porque como decía antes, corrí casi de rebote, después de decidir no ir a la Cursa de la Vila Olímpica y al final acompañar a Toni y usurpar un dorsal que había quedado libre... :)

La carrera empieza en el pubelo, a 53 metros de altura sobre el nivel del mar, y se baja en picado durante los dos primeros kilómetros. El primero, muy animado, a 3:32... El segundo, un poco menos animado, a 3:45. Y el tercero, todavía bajando un poco pero empezando ya a llanear por la playa, a 4:04. Fue llegar a la costa, y recibir un golpe de humedad y bochorno que acabó con mis energías... Dos kilómetros llanos, pero inhumanos, viendo a la gente tomar el sol y bañarse, a 4:21 y 4:23. El sexto, todavía en llano al principio pero subiendo al final, sale según el Forerunner a 4:38, pero debió ser algo más rápido, ya que tras pasar por un túnel el reloj se tragó unos cuántos metros. Y luego, el suplicio...

Kilómetro 7, empapado de sudor, muerto de calor, cansado, subiendo mucho y bajando un poco al final, a 4:32. Otro más, mitad bajad, mitad subida, a 4:30. Y los dos últimos, ya de subida constante, gastando las últimas fuerzas a 4:35 y 4:40. No me quedaron energía para intentar apretar un poco más al final, y me quedé en 42:11, tenía en mente bajar de 42:00, pero no pudo ser, el bochorno y la humedad pudieron conmigo.

De todas maneras, con el tiempo oficial y los 10 kilómetros reales de carrera, me sale una media de 4:13, que dada la temperatura y el perfil me deja muy satisfecho. Corrí a 173bpm de media, llegando a ponerme a 186 al final. Posición 79 de 626 finishers.


Pero como estoy entrenando para la maratón de Berlín, el domingo, aunque apetecía descansar, salí a hacer un cochinero suave de unos 15 kilómetros por el río y acercándome al litoral. Se está muy bien en casa, corría un aire fresquito y era muy complicado levantarse del sofá, pero conseguí hacerlo y a las 10:43 ya iba hacia el río.

Buena temperatura, cielo nublado, perfecto para correr, pero un cambio climático súbito hizo que durante unos 15 minutos apareciera un solazo por el río que no esperaba... Ritmos clásicos de rodaje suave de domingo, algo por encima de 5:00. Salí del río, camino al litoral, y otro pequeño cambio climático devolvió las nubes y bajó la temperatura... Incluso cayeron cuatro gotas...

Ya llegando al litoral, kilómetro 7,5 di media vuelta pensando en acabar 15 kilómetros a ritmo cochinero. El cielo se iba cerrando... La temperatura bajaba y la sensación de humedad era muy alta... Me animé un poco y llegando al río cayeron los primeros parciales por debajo de 5:00...

Y ya en el río... El cielo se cubrió completamente. Y de repente cayó un rayo espectacular, quizá a un kilómetro de distancia... Luego el segundo, impresionante, por el tiempo que tardé en escuchar el trueno, tuvo que caer a menos de 500 metros de donde estaba, vaya susto... Por unos segundos al aire olía a quemado... Y eso no fue más que el anuncio de lo que venía... La madre de todos los chaparrones... Empezaron a caer unas gotas enormes, y en cuestión de segundos, una espectacular cortina de agua empezó a caer bravamente en el río y alrededores... No era el final previsto, pero los dos últimos kilómetros, visto el panorama, apreté un poco y el entrenamiento acabó siendo de 13 kilómetros suaves y 2 de hachazo final intentando no mojarme menos, pues ya estaba empapado, sino mojarme durante menos tiempo... :)

Al final salió una media de 5:06 y pulsaciones a 149bpm, pese al susto... Y un fin de semana bien completo de dorsales, calor, humedad, fresco y tormenta...

domingo, 24 de junio de 2012

Y aún estamos en junio...

A ver qué verano nos espera. Aún no estamos en julio y ya empieza a apretar el calor... No es la primera vez que oigo que uno de los principales problemas de la maratón de Berlín, mi próximo objetivo, es tener que prepararla en verano. El calor afecta a nuestro rendimiento, eso es un hecho incontestable. Compitiendo, el calor es un handicap tremendo. Pero no tengo claro que sea tan negativo durante el entrenamiento.

Quizá por mi perfil como corredor o por mis horarios de entrenamiento, mis ritmos entrenando están muy lejos de los que hago compitiendo. Y cuanto más larga es la distancia, más se alejan. Por ejemplo entrenando series cortas si que estoy en tiempos de 10K o algo más rápidos, pero mis tiradas largas o  entrenamientos a ritmo maratón se alejan mucho del ritmo de carrera en esa distancia cuando me pongo un dorsal.

Entrenar es en buena parte to push boundaries. Trabajar en la frontera para que algunos de nuestros límites aumenten o nos sea más fácil llegar a ellos. Trabajar en la frontera o al límite no quiere decir correr cada día dándolo todo como si quisiéramos superar nuestra marca, sino que se refiere a trabajar aspectos muy concretos que influyen en nuestro rendimiento y hacerlo en la situación en la que el cuerpo alcanza su límite. Por ejemplo, nuestro umbral aeróbico influye mucho en el ritmo de carrera que podemos llevar durante 42 kilómetros. Nuestra frecuencia cardíaca es lo que nos permite alimentar nuestros músculos para mantener un ritmo objetivo durante mucho tiempo. Y con cierto tipo de entrenamientos trabajamos estos aspectos y otros más para que el día de la carrera, el día que lo vamos a dar todo, tengamos la preparación necesaria y podamos acertar con el ritmo de carrera y mantenerlo.

¿A qué viene este tostón? Pues a que creo que, entrenando en circunstancias adversas, si tenemos en mente que lo que debemos trabajar son nuestros límites, escuchando por supuesto a nuestro instinto de supervivencia, podemos conseguir un muy buen resultado. Nunca el ritmo de una tirada larga será el mismo a 18 grados que a 29, pero si conseguimos regular el esfuerzo, correr en las frecuencias cardíacas correctas, teniendo en cuenta que el calor nos roba unos cuántos latidos por minuto, y dosificamos el esfuerzo para completar los entrenamientos vivos, el resultado será bueno y trabajaremos por que nuestros límites sean mucho mayores.

Con esta idea en mente, hoy domingo y ayer sábado tocó acumular kilómetros a ritmos todavía suaves aunque no cochineros...

El sábado salí a buscar el calor... Me levanté relativamente pronto, desayuné y me quedé dormitando en el sofá. Os aseguro que es mucho más duro un sábado a media mañana levantarse del sofá y salir a correr que hacerlo cada día a las 5:00am... :) Al final lo conseguí y a las 10:43am ya estaba corriendo hacia el río. Recuperé un clásico por el río, que consiste en ir a Montcada, dar media vuelta, y en un punto estratégico que tengo bien localizado y que está justo a un kilómetro de casa, calcular cuántos one more tengo que hacer para completar el kilometraje. Quería hacer unos 14 kilómetros, que acabaron siendo muy regulares en función del viento. 2 kilómetros calentando, luego ritmos entre 5:03 y 5:07 con viento en contra, entre 4:48 y 4:59 con viento a favor, un par de one mores cuando llegaba al punto estratégico en el kilómetro 9, y de nuevo por encima de 5:00 con viento en contra y volviendo a casa. Salieron 14,33 a 5:02 y pulsaciones de 156, lógicamente más altas que de madrugada por el calor.

Pasé mucho calor pero con dos botellines de Aquarius se aguanta bien. Cuando el calor ya empezaba a hacer estragos estaba casi en casa. Pero hoy domingo quería volver a hacer unos 24 kilómetros y no iba a ser tan sencillo... Así que opté por madrugar un poco más, desayunar bien y en vez de caer dormido viendo el Canal 24 Horas me puse un capítulo de Game of Thrones (madre la que se está liando...) y salí a correr bastante antes y bastante más despierto.

A las 9:14 ya estaba yendo hacia el río. Ya hacía calor... Dos botellines de Aquarius, dos de agua y un gel. Empiezo a dudar si sale a cuenta llevar tanto líquido, porque a la hora de carrera el agua ya no hay quien la beba... Me parece que saldré sólo con Aquarius y rellenaré el agua de vuelta la próxima vez...

Primeros kilómetros por el río en dirección al litoral, con viento favorable, pero no iba suelto. Me notaba algo pesado, supongo que los 14 kilómetros y el calor de ayer algo tienen que ver, pero insistiré en correr sábado y domingo, creo que me irá bien. Ritmos alrededor de 5:05, pulsaciones llegando a 150bpm, y salgo hacia el litoral.

El domingo pasado los semáforos se aliaron contra mí y tuve que parar dos veces. Ya hay mucha gente yendo a la playa y un semáforo en rojo significa que no hay otro remedio que parar... Así que opté por cambiar un poco la ruta e ir por detrás de la central térmica y ahorrarme todos los semáforos, a cambio de un par de subidas y bajadas que también me sentaron bien, así que creo que ya tengo nueva ruta oficial. Mirando de reojo las pulsaciones fueron cayendo los kilómetros a ritmos entre 4:56 y 5:18, en función del viento, subidas y accidentes... Poca cosa los accidentes, sólo que se me cayó el cinturón con los botellines dos veces... :( Indirectamente creo que por culpa del calor... Me va un poco grande, y se ajusta con velcro. Para que no vayan saltando mucho los botellines, me lo aprieto un poco, pero no me coincide del todo el velcro. Y creo que entre el sudor que moja la zona donde se ajusta el velcro, y los centímetros de cintura que se pierden por culpa del sudor, se me fue todo al suelo... Creo que me buscaré otro con cierre que no sea de velcro. Hace tiempo que no me paso por Wiggle... ;)

Y digo lo de los centímetros que se pierden porque hoy ha sido exagerado. Me bebí el Aquarius, paré en una fuente saliendo del río, llegué a casa y me bebí un Powerade y casi medio litro más de agua, me fui a la báscula por curiosidad... ¡Y la báscula marcaba 71.9! No me pesé antes de salir, pero ahora mismo me marca 73.8, así que calculo que se me fueron por lo menos 3 litros de sudor en el entrenamiento de 24,7 kilómetros, a ritmo medio de 5:10 y 157bpm.


Mañana descanso, aunque respetaré el horario y me regalaré un rato de Baratheons, Lannisters, Starks y Targaryens, que están liando una... :)

jueves, 21 de junio de 2012

¿Asentando el ritmo?

Creo que ya estoy bastante convencido de volver al modelo de dos nanociclos por semana, el ciclo de fin de semana, cochino el sábado y tirada larga el domingo, y el ciclo del sueño, martes, miércoles y jueves mezclando cochinos con calidad, alguna serie y hachazos varios de madrugada...

A estas alturas todavía no he definido del todo el plan. Como en Sevilla, será un plan adaptativo escrito en lápiz, como dirían los clásicos, o en celdas de Google Docs no protegidas contra escritura, que se lleva más hoy. Quiero ver qué tal me desenvuelvo estas semanas previas a que empiece lo duro para pensar en ritmos, en días de calidad, etc. A ver qué tal me adapto a un calzado más ligero, a ver cuál es el ritmo cochinero que sale solo y a ver cómo nos trata el verano, que hoy ha decidido avisar de lo que nos espera...

Pero retrocedamos unos días...

Martes, el cochino y el hachazo, un clásico para estas semanas de aclimatación. Incluyendo parada técnica en el puente habitual... Como iba bien de tiempo, y como el resultado del punto 8 fue abundante, hice un par de kilómetros más sabiendo que no iba a necesitar otra parada en casa antes de salir para la oficina. 5 kilómetros suaves, y un cambio de ritmo que no llegó a ser hachazo los 6 últimos. Sale una media de 5:01, 11,15 kilómetros y 147bpm de media.

El miércoles, un problema técnico... :( Cuando ya estoy en la calle, como de costumbre, enciendo el Forerunner... Y me avisa inmediatamente de que la batería está baja. Juraría que tenía batería de sobra... No es la primera vez que oigo hablar de descargas espontáneas de batería nada más empezar un entrenamiento. Y sí, veo que es cierto. Éstos de Garmin son unos cabroncetes, vaya porquería de cacharros que hacen, que se descargan solos. Veinte horas de autonomía, sí, lo que ellos digan, y luego se te acaba la batería de repente cuando aún quedaba mucha. Porque... Estoy seguro de que quedaba bastante... Y de que lo guardé después de apagarlo, no se me ocurriría meterlo en el cajón encendido... No... Creo que no... Vamos, que no... ¿O no? Pues... Creo que no... Aunque no sé si seguro que no... Que no, que es una descarga espontánea, que yo no lo guardé encendido... O sí...

El caso es que se apagó a los 500 metros y corrí sólo con el RunKeeper, de manera que no iba viendo el ritmo tan frecuentemente como con el 310XT. Y no me fue tan mal, al final salió un progresivo majo, de 9,5 kilómetros, empezando a 5:18 después de un kilómetros de calentamiento y acabando a 4:48, saliendo una media de 5:04 y sin referencia de pulsaciones.

Y hoy, el cuerpo pedía ir un poco más ligero y a un ritmo más constante. No sé si fue la temperatura, el caso es que a las 6:00am no es que se estuviera algo fresco o no hiciera mucho frío, no, ¡es que simplemente hacía calor! Sudando desde el primer momento, sintiendo que el aire se podía cortar con un cuchillo, empecé a correr un poco más rápido desde el primer kilómetro, y mantuve el ritmo mucho más constante, sin cambios de ritmo o intentos de hachazo. El tercer kilómetro ya salió a 5:00, y el resto a unos ritmos sorprendentemente estables, 4:48, 4:50, 4:50, 4:50, 4:48 y 4:50, últimos 500 metros a 4:44. Sin cambios de ritmo, salió una media mejor que los dos días anteriores, 4:59, y las pulsaciones se quedaron en 145bpm, también más bajas.

Mañana me apetece correr, pero toca descansar. Las articulaciones lo necesitan, pero la cabeza me está pidiendo kilómetros y acabo los entrenamientos con ganas de más. Estoy contentísimo con las Kinvara 2, voy mucho más cómodo y suelto, y parece que no hay efectos colaterales. También ayuda que la báscula ya ha dejado de insultarme con un 7 y un 5, y ahora hasta me guiña el ojo con un 7 y un 3... ;)

lunes, 18 de junio de 2012

La tirada larga del infierno

El domingo todos los twitters, facebooks y blogs de amigos runners hablaban de lo mismo... ¡Qué calor! No fue el día más caluroso del año y probablemente los habrá mucho peores, pero seguramente nos pilló a todos un poco desprevenidos por los días tan suaves que estábamos teniendo.

Habiendo visto el pronóstico del tiempo, mi primera intención era no salir muy tarde. Pero salir bien desayunado y con la digestión hecha. Me levanté tarde, a las 6:45am, desayuné, y el apasionante programa Europa y las noticias del Canal 24 Horas hicieron efecto de inmediato y me quedé profundamente dormido después del desayuno...

Se estaba tan bien en el sofá que estuve dormitando más de lo que había previsto, y entre que no acababa de llegar el punto 8 el tiempo iba pasando y el sol iba apretando un poco más... De manera que hasta las 10:52am no estaba en la calle empezando a correr, con el sol ya dándolo todo.

Ya he pasado por esto y sé que salir a buscar un ritmo objetivo de carrera con un calor así es ir directamente al matadero... Lo que mejor me funciona en estos casos es ir regulando las pulsaciones y no dejar que el ritmo me ciegue. Sé que acabaré a 170bpm, pero si llegan poco a poco puedo sobrevivir. Así que enfilé la ruta del río hacia el litoral a ritmo suave, vigilando el ritmo cardíaco... Por el río todo bien, sin pasar de 150bpm y ritmos por debajo de 5:10. Saliendo, las pulsaciones suben un poco por la rampa de la salida del río, el paso por debajo del puente de la Renfe y la subida del puente sobre del Besós. Y como la historia la conozco, intentar mantener el ritmo en esta situación supone que las pulsaciones se disparen, así que me lo tomo con calma, e incluso una parada en un semáforo se pone esta vez de mi lado...

Por el litoral el sol empieza a apretar, y con el ritmo aún por debajo de 5:10 de media me planto en el kilómetro 12, todavía por debajo de 160bpm, me tomo el gel y doy media vuelta. Ya veo que me voy a quedar corto de líquido...

Ya con una hora corriendo y el sol en su máximo apogeo, ya sabemos la historia... El corazón debe esforzarse cada vez más para bombear más sangre e intentar refrigerar nuestro cuerpo, así que las pulsaciones van subiendo, el ritmo va bajando, y empezamos a pensar que por qué leches no nos hemos quedado en casa... :)

Así que los ritmos van siendo de 5:12, 5:15, 5:18... Llego a la entrada del río seco, sudando a litros, después de haberme acabado el Aquarius y no atreverme a beber al agua, que estaba ardiendo... Las pulsaciones ya andaban coqueteando con el 165, así que paré en la fuente, me refresqué y rellené los botellines de agua casi fría, y rápidamente al río a hacer los últimos 5 kilómetros.

Ya son casi las 13:00, el sol pega con toda su fuerza, no llego a tener alucinaciones pero sí que cierro los ojos y visualizo un litro de Aquarius helado y una ducha fría... :) Tres kilómetros durillos, entre 5:22 y 5:25, y en el penúltimo decido armarme de valor e intentar un cambio de ritmo, que no llega a hachazo ni de lejos... Consigo hacer un kilómetro a 5:16, intento mantener ese ritmo un kilómetro más, pero cuando el Forerunner me marca 179bpm decido que no merece la pena el desgaste y me dejo llevar...


Al final casi 24 kilómetros, a un ritmo medio de 5:14 y pulsaciones medias de 158bpm. Mucho calor, hombros quemados, marca del iPhone en el brazo, y un entrenamiento de los que solía acabar arrastrándome hace un año pero que ahora me tomo de otra manera, por mi bien... :)

domingo, 4 de septiembre de 2011

Escribe 1000 veces... No correré a ritmo M a 28 grados...

No sé si voy a tener que replantear los entrenamientos del primer día de la semana, el domingo, la Q1, la tirada más larga y normalmente dura de la semana.

Empecé el plan de mi primera maratón en las mismas fechas que éste, hace 12 meses. Corría de madrugada entre semana, y cuando llegaba el fin de semana, entrenaba sábado y domingo, el sábado una tirada media y el domingo me metía la larga en el cuerpo. Y ambos entrenamientos los hacía a la hora habitual. Como muy tarde, algún día salía a las 7:30, pero nunca más tarde. Porque es de locos correr cuando el sol está dándolo todo en verano.

Este año pensé que sería buena idea meter un día de entrenamiento a media mañana. En la maratón de Barcelona lo pasé fatal y lo achaco al calor. En las 10K que he corrido a partir de mayo, también he sufrido mucho cuando la temperatura era un poco alta. Además, corriendo recién levantado, sin desayunar, nunca doy lo mejor de mí.

Pero por otro lado, hace un año, los entrenamientos me salieron muy regulares, no pinché en ninguno, y teniendo en cuenta que era la primera maratón, no me salió mal.

Para la segunda maratón, entrenando en invierno, seguí saliendo pronto, aunque no tanto. Correr a las 6:00am en invierno es mejor que hacerlo a las 10:00am en verano, pero puestos a elegir, hice bastantes entrenamientos de calidad sobre las 8:00 y las 9:00am. Como es época de medias maratones, corrí algunas sustituyendo sesiones de calidad.

Y al correr la maratón de Barcelona, empecé muy fuerte, creo que demasiado. Salió el sol... Y a partir del kilómetro 30 supe lo que es el infierno... :)

Y ahora empiezo a pensar si he hecho bien intentando correr con más calor a cambio de hacerlo bien alimentado. Creo que no, que no he hecho bien. Quizá debía haberlo hecho preparando Barcelona. Pero para Bilbao, que se corre en octubre a las 20:00, probablemente no haga falta. Está más que demostrado que el calor afecta muy negativamente al rendimiento. Pensé que intentando adaptarme a unas circunstancias más desfavorables, mi cuerpo mejoraría su resistencia en general y al calor en particular. Pero creo que no, que la adaptación al calor, en caso de plantearla como una necesidad, no se hace corriendo toda la semana a las 6:00am a ritmo E, y luego corriendo el domingo a 28 grados y ritmo objetivo de maratón.

En cambio, sí que creo que ha sido buena idea hacer un entrenamiento nocturno. Los viernes, si no hay accidentes, me suele salir un buen entrenamiento, y además, en las condiciones más parecidas a las del día de la maratón. Ya se está acabando el "buen tiempo", por llamarlo de alguna manera, quizá sea un poco tarde, pero quizá la idea buena habría sido contar las semanas de viernes a viernes, y hacer la Q1 el viernes por la noche. Me lo pensaré...

Y hoy he vuelto a sentir en mis huesos el daño que me puede hacer el calor. A lo mejor ha influido algo la cafrada que hice esta noche, creo que no... Pero la cuento... Me fui a dormir poco después de las 22:00... Y puse el despertador a a 1:55am... Me levanté, vi la maratón del campeonato del mundo de atletismo, desayuné a las 4:45am, me eché una cabezadita de tres horas en el sofá, y me levanté sobre las 7:45 para salir a correr... Sí, como una cabra, lo sé... :)

La llegada del punto 8 se alargaba, los preparativos, los niños se despertaron, total, mis planes de salir pronto se complicaron, y hasta las 9:00am no estaba en la calle corriendo. Ayer hizo fresco, incluso llovió por la noche, hoy la previsión decía que podía llover... Amaneció el día muy fresco, nubes, aire, todo pintaba de maravilla... Pero con los 3 kilómetros de calentamiento, 24 a ritmo objetivo de maratón y otros 3 de enfriamiento, saliendo de casa a las 9:00am, había demasiadas posibilidades de que el calor hiciera acto de presencia.

Empiezo a correr con una temperatura ideal. Calentamiento a 5:28 en el río, y pongo la directa buscando un ritmo aproximado de 4:50. Voy corriendo cómodo entre 4:52 y 4:54, salgo del río, sigue la media igual, 4:50, 4:52... El cielo sigue nublado y la temperatura agradable... Voy enfilando el puente que cruza el Besós...

Y de repente noto que me dan un toque en la espalda, y alguien se me pone al lado y se me queda mirando... ¡Ostras, el Manu! No es la primera vez que nos cruzamos en el tramo que va entre el río y el litoral, y digo bien, nos cruzamos, cada uno en una dirección. La probabilidad de cruzarse con alguien que viene en dirección contraria es bastante alta si se conoce el horario del otro... Pero hoy, sin saber a qué hora íbamos a salir, ni siquiera el recorrido, viniendo él de Masnou y yo de Santa Coloma, hemos coincidido justo en el punto en el que nuestras rutas confluyen en dirección al litoral, yendo los dos en el mismo sentido, ¡increíble!

Le comenté que iba a ritmo M, él iba un poco más relajado, pero me dijo que me acompañaba un rato, le faltaban apenas 3 kilómetros para dar la vuelta. El efecto dorsal es de todos conocido, pero el efecto de correr con alguien probablemente también sea digno de estudio. Intentas ir a un ritmo, quizá vas un poco más rápido, bajas un poco, con la inercia el otro sigue más rápido, entonces aprietas un poco... Y cuando nos dimos cuenta, hicimos un par de kilómetros a 4:39 y 4:35... Animados, hablando, el tiempo seguía siendo apacible... Pero cruzando la ronda ya vimos que en cuando se moviera un poco la nube que tapaba el sol, el panorama era bastante desolador. Bueno, al revés, totalmente solador. Ni una nube cerca, así que todo hacía indicar que iba a apretar el calor.

Manu dio media vuelta hacia casa, y yo segui en dirección al hotel W. Un kilómetro más a 4:50 mientras salía el sol... Y en cuanto el sol tomó posición, se empezó a complicar todo. Además se me olvidó ponerme el pulsímetro, así que no tenía referencia de pulsaciones, pero imagino que ya debía ir a demasiadas. Llevaba 11 kilómetros encima, 8 a ritmo M, pero ya no podía con ese 4:50. 5:01, 5:09... Me tomo un gel, parece que a 5:10 aguanto un poco... Doy la vuelta corriendo a 5:17. Pero el sol ya está muy alto y debíamos estar a unos 27 grados. Ni una sombra... La playa llena de gente disfrutando del sol. Los chiringuitos llenos de gente refrescándose. Y yo maldiciendo en arameo... Empiezo a quedarme sin fuerzas. Me paro en una fuente. Vuelvo a arrancar... 5:21, 5:25, 5:36... Me paro en otra fuente... Vuelvo a arrancar... 5:53... Lo estoy pasando fatal...

Hago algún kilómetro a 6:01. Me bebo casi todo el Aquarius y me tomo otro gel. No veo el momento de llegar al río, pero llego corriendo a 5:50. Me vuelvo a parar el la tercera fuente, me refresco de nuevo la cabeza, bebo (ésta sí que estaba un poco fresca) y me pongo en marcha hacia el río. 5:49, 6:16, me estoy muriendo de calor y cansancio, en el río no hay una sola sombra, pero aún me quedan 4 kilómetros hasta casa. Decido que en el 27 paro, esto quedará en 3 kilómetros de calentamiento, 9 a ritmo M, y el resto hasta cumplir 27 a ritmo S, de supervivencia... :(

Esos 4 kilómetros en el río son de los peores que recordaré en mi vida. Ni una sombra, agotado, sin líquido, muerto de calor. 6:27, 6:22, 6:57 y 7:00. Me paro a unos 10 minutos de casa, paro el reloj y sigo andando. Me encuentro una fuente en el camino y paro por cuarta vez, me bebo media fuente y llego a casa...




En casa me bebo un litro y medio de Aquarius, una cerveza con la comida y otro litro de agua. Cuando ya no queda nada fresco, me bebo la orchata de mis niños... :) Y después de todo lo que he bebido, la báscula marca 72,5. No quiero pensar cuánto líquido he perdido y cuánto he sufrido. Pero sí que recordaré el día de hoy como uno de los más jodidos desde que corro.