Este fin de semana no hemos hablado de otra cosa los runners... ¡Qué calor! Más que calor, bochorno, humedad, sensación térmica, no es que la temperatura haya sido excesivamente alta, al menos en Barcelona, sino que era un suplicio correr con la combinación de calor y humedad que hemos tenido estos días...
Por suerte, entre semana suelo cambiar el calor por el sueño. A las 6:00am no es que haga frío precisamente, a los 5 minutos de haber empezado a correr ya estoy sudando como un pollo, pero al menos llego entero a casa. 9 kilómetros y medio de rigor el martes, a 5:46 y 140bpm, otros tantos el miércoles, a 5:35 y 141bpm... Y el mismo miércoles por la noche, entrenamiento cruzado... Partidillo de fútbol de Social Point... Esta vez fui bueno y jugué de portero... Casi todo el partido... Hacía un calor insoportable, veía como mis compañeros dejaban el partido para ir a comprar un Aquarius, que las fuerzas iban fallando, y entre la tentación de dar un par de patadas al balón y dar un respiro a un compi con los gemelos subidos, jugué la última media hora y así acumulé un poco más de entrenamiento cruzado... ;)
Jueves y viernes descanso, porque el viernes... Volvía a haber actividad deportiva... Otro evento de empresa, fuimos todos a una especie de Club, al lado de la playa, unos juegos por equipos antes de comer, fútbol, voley, el pañuelo, castillos, natación... Ataviados de esta guisa...
Aperitivos, cervecitas... Entrantes variados, más cervecitas... Chuletón, vino, más chuletón, más vino... Café... Copas... Piscina... Un entrenamiento poco ortodoxo que, entre comida, ejercicio y sol, me dejó tocadillo al día siguiente, tanto que hasta las 10 de la mañana no me levanté de la cama, mi MMP en muchos años... :)
La conciencia era lo suficientemente mala como para no dudar de salir a correr por la tarde sin excusa... Poco antes de las 6 de la tarde, a 30 grados y sensación térmica de casi 40, corrí 8 kilómetros por la hierba del Besós maldiciendo al calor, a un ritmo de 5:34 y 154bpm. Llegué a casa deshidratado y con la conciencia algo más tranquila... Aunque pensando que al día siguiente nadie me libraba de la tirada larga...
Con el calor que pasé el sábado, el domingo decidí levantarme a las 6:00am y salir a correr en ayunas y evitando el sol. Después de mis galletas, café y punto 8, a las 7:30 empecé a correr, y no necesité más de 5 minutos para comprender que iba a sufrir de lo lindo pese a la hora que era...
Intenté hacer algo parecido a una tirada larga a ritmo muy cochinero, mi cuerpo no está acostumbrado a correr un día por la tarde y al siguiente por la mañana, y menos con este calor. 5 kilómetros por el río, isotónica, parada a beber en una fuente, otros 5 por el litoral, hasta casi las Torres Mapfre, media vuelta, un gel, más agua, más isotónica, mucho calor, más calor, más isotónica, agua en el Fórum, camino al río, parada otra vez en una fuente antes de volver al río, isotónica, me muero de calor, y cuando después de cochinear durante más de 1 hora y 45 minutos, no me vi con fuerzas de subir la rampa de salida del río corriendo, y paré el reloj a los 18,7 kilómetros, que hice a 5:48 y 153bpm, destrozado... 30 grados y sensación térmica de 38, decía WeatherPro al llegar a casa...
Al menos, acabé una tirada de más de 18 kilómetros, algo que hacía muchísimas semanas que no ocurría en asfalto, desde que volví de la maratón de Madrid para ser más exactos... Queda aún mucho trabajo por hacer, más de tres meses pero menos de 100 días, según como se mire. Pero bueno, no hay prisa, el calor está ahí y no puedo hacer locuras, voy a empezar a meter calidad entre semana y dejar que los ritmos vayan llegando solos, y si el calor respeta, septiembre y octubre van a ser divertidos...
lunes, 29 de julio de 2013
lunes, 22 de julio de 2013
Primera semana, primeras mejoras
Empieza lo divertido. Tener un plan, copiar los entrenamientos cada día, comparar ritmos, analizar sensaciones, planificar ligeras variantes... La novena vez que lo hago, y con más ganas que nunca, después de haber disfrutado mucho en mis tres últimas maratones y con ganas de hacerlo aún más en la carrera soñada...
Los primeros días, por ahora, no son ningún reto, sino trabajo constante, sin precipitarse, buscando que el cuerpo empiece a entender que ya se acabaron los volcanes, el fútbol y las tardes tumbado al sol... Vuelven los madrugones entre semana, y el calor y las tiradas largas el fin de semana. El proceso ha sido lento y costoso, pero empiezan a verse los primeros resultados. Paciencia no me falta, la preparación para la maratón se hace a fuego lento, ya vendrá el rock'n'roll más adelante.
Tras la vuelta de las vacaciones, he ido haciendo tiradas de 9 kilómetros y medio, la ruta clásica por el Besós, corriendo por la hierba si los aspersores lo permitían, dando media vuelta al llegar al puente de las vías de la Renfe, y otra vez a casa. Ritmos mejorando muy poco a poco, pulsaciones bajando lentamente, y el cuerpo que se quejaba un poco de tanto cambio horario, pero ya empieza a entender que el despertador suena a las 5:00am y que esto es maratón... :)
Ayer tocó un Turó del Pollo - Cruz de Montigalá, y por suerte noté una mejoría respecto a lo que hice 7 días atrás. Después de dos cochineros por el río, no se me ocurrió otra cosa que salir a hacer esa ruta hace 8 días... A las 11 de la mañana y con casi 30 grados... No, las piernas no estaban para eso todavía... Las primeras semanas me gusta meter algo de montaña, pero el calor y la discontinuidad de los entrenamientos los días anteriores me dieron el primer aviso subiendo al Turó del Pollo, tuve que acabar el último tramo andando... Y ya de vuelta, antes de desviarme hacia la Cruz de Montigalá, en una pequeña subida también tuve que echar los dos pies a tierra. Así que no me lo pensé dos veces, no era el día, y me volví a casa dejando la salida en un Classic Chicken de ida y vuelta, sin pasar por la Cruz, 10 kilómetros y medio por montaña, mucho calor, mucha sed, y lección aprendida.
Después del domingo fallido, al día siguiente decidí salir a cochinear, el viernes descansé, el sábado sólo hice 8 kilómetros y el domingo el Pollo frustrado, así que decidí salir a correr suave para también recuperar un poco. Salió un entrenamiento muy feo, a 6:08 de media, y el martes descanso total a las piernas y un poco de abdominales matutinas.
Miércoles, cuerpo más recuperado, pero me costó mucho ponerme en marcha, supongo que la adaptación al horario no es fácil... Primer kilómetro casi a 7:00, segundo a casi 6:00, y luego ya fui entrando en calor y el penúltimo acabó a 5:15. Y el jueves, también con dificultades para arrancar y coger ritmo. Al menos, las pulsaciones van bajando, hice los 9 kilómetros y medio a 5:39 y 141bpm... Cochino, cochino...
El sábado, la ruta del puente del Fórum, a las 7:11am, sin sol pero con un bochorno terrible, dos paradas en la fuente que hay saliendo del río, a la ida y a la vuelta, y ritmo medio de 5:34 y 146bpm. Poquito a poquito...
Y el domingo, the Chicken Revenge. Esta vez el Pollo y el sol no iban a poder conmigo. Otra vez sufriendo con la temperatura, saliendo algo más conservador, rodeé el Turó del Pollo sin tener que parar, volví sobre mis pasos resistiendo el calor y las cuestas, y esta vez sí, giré hacía Montigalá y llegué a la Cruz, muerto de calor y controlando el esfuerzo, pero contento por haber resistido. Me volví a pegar una buena torcedura de tobillo bajando, tuve que parar un minuto porque el dolor era terrible, pero seguí y aguanté bien. Tengo que mejorar esa pisada en las bajadas y no emocionarme... Entreno para correr una maratón de asfalto, a ver si no se me olvida... :)
Los últimos tramos se me hicieron eternos, el sol pegaba con mucha fuerza, pero salieron los casi 14 kilómetros a un ritmo medio de 6:27 y con mejores sensaciones que una semana antes.
Hoy descanso, y mañana vuelta al río. A recuperar pulsaciones y ritmos poco a poco, y a acostumbrar al cuerpo a mi horario clásico de entrenamiento. Que esto se hace despacio y con buena letra.
Los primeros días, por ahora, no son ningún reto, sino trabajo constante, sin precipitarse, buscando que el cuerpo empiece a entender que ya se acabaron los volcanes, el fútbol y las tardes tumbado al sol... Vuelven los madrugones entre semana, y el calor y las tiradas largas el fin de semana. El proceso ha sido lento y costoso, pero empiezan a verse los primeros resultados. Paciencia no me falta, la preparación para la maratón se hace a fuego lento, ya vendrá el rock'n'roll más adelante.
Tras la vuelta de las vacaciones, he ido haciendo tiradas de 9 kilómetros y medio, la ruta clásica por el Besós, corriendo por la hierba si los aspersores lo permitían, dando media vuelta al llegar al puente de las vías de la Renfe, y otra vez a casa. Ritmos mejorando muy poco a poco, pulsaciones bajando lentamente, y el cuerpo que se quejaba un poco de tanto cambio horario, pero ya empieza a entender que el despertador suena a las 5:00am y que esto es maratón... :)
Ayer tocó un Turó del Pollo - Cruz de Montigalá, y por suerte noté una mejoría respecto a lo que hice 7 días atrás. Después de dos cochineros por el río, no se me ocurrió otra cosa que salir a hacer esa ruta hace 8 días... A las 11 de la mañana y con casi 30 grados... No, las piernas no estaban para eso todavía... Las primeras semanas me gusta meter algo de montaña, pero el calor y la discontinuidad de los entrenamientos los días anteriores me dieron el primer aviso subiendo al Turó del Pollo, tuve que acabar el último tramo andando... Y ya de vuelta, antes de desviarme hacia la Cruz de Montigalá, en una pequeña subida también tuve que echar los dos pies a tierra. Así que no me lo pensé dos veces, no era el día, y me volví a casa dejando la salida en un Classic Chicken de ida y vuelta, sin pasar por la Cruz, 10 kilómetros y medio por montaña, mucho calor, mucha sed, y lección aprendida.
Después del domingo fallido, al día siguiente decidí salir a cochinear, el viernes descansé, el sábado sólo hice 8 kilómetros y el domingo el Pollo frustrado, así que decidí salir a correr suave para también recuperar un poco. Salió un entrenamiento muy feo, a 6:08 de media, y el martes descanso total a las piernas y un poco de abdominales matutinas.
Miércoles, cuerpo más recuperado, pero me costó mucho ponerme en marcha, supongo que la adaptación al horario no es fácil... Primer kilómetro casi a 7:00, segundo a casi 6:00, y luego ya fui entrando en calor y el penúltimo acabó a 5:15. Y el jueves, también con dificultades para arrancar y coger ritmo. Al menos, las pulsaciones van bajando, hice los 9 kilómetros y medio a 5:39 y 141bpm... Cochino, cochino...
El sábado, la ruta del puente del Fórum, a las 7:11am, sin sol pero con un bochorno terrible, dos paradas en la fuente que hay saliendo del río, a la ida y a la vuelta, y ritmo medio de 5:34 y 146bpm. Poquito a poquito...
Y el domingo, the Chicken Revenge. Esta vez el Pollo y el sol no iban a poder conmigo. Otra vez sufriendo con la temperatura, saliendo algo más conservador, rodeé el Turó del Pollo sin tener que parar, volví sobre mis pasos resistiendo el calor y las cuestas, y esta vez sí, giré hacía Montigalá y llegué a la Cruz, muerto de calor y controlando el esfuerzo, pero contento por haber resistido. Me volví a pegar una buena torcedura de tobillo bajando, tuve que parar un minuto porque el dolor era terrible, pero seguí y aguanté bien. Tengo que mejorar esa pisada en las bajadas y no emocionarme... Entreno para correr una maratón de asfalto, a ver si no se me olvida... :)
Los últimos tramos se me hicieron eternos, el sol pegaba con mucha fuerza, pero salieron los casi 14 kilómetros a un ritmo medio de 6:27 y con mejores sensaciones que una semana antes.
Hoy descanso, y mañana vuelta al río. A recuperar pulsaciones y ritmos poco a poco, y a acostumbrar al cuerpo a mi horario clásico de entrenamiento. Que esto se hace despacio y con buena letra.
domingo, 14 de julio de 2013
¡Se acabaron las vacaciones, empieza el plan NYC 2013!
Estamos a mediados de julio, y este año, la palabra vacaciones ya es historia muy remota... :) Se acabaron los días de relax, piscina, Gin Tonics y montaña entre amigos. Vuelta a la normalidad, el trabajo, los entrenamientos de madrugada, y otra vez a apuntar ritmos y distancias en mi hoja de cálculo en la que iré reflejando los avances en al plan NYC 2013. Para los más curiosos, la tengo online y se puede consultar en la pestaña Mi Plan del blog, acepto consejos y si alguien quiere saber más, encantado estaré de explicarlo... :)
Pero las aventuras en Lanzarote no acabaron con el trail y la última caminata al volcán... Quedaba lo mejor... Primero, unas fotillos más del trail...
Fotos del III Trail San Marcial
Y luego... Desde que llegué a Lanzarote, esta montaña no dejaba de decirme "sube... sube... sube..." ;)
El Hacha Grande lo llaman, 562 metros de altura, la montaña más alta del sur de la isla si ningún conejero me corrige... ;)
Mirando rutas en wikiloc... Apareció una ruta que salía desde la puerta del hotel en el que estaba, y subía y bajaba de la montañita de marras... Se lo comenté a Antonio, inocentemente... ;) Y después de pensarlo un poco y valorar las heridas de guerra del trail de dos días antes, el martes, poco después de las 17:00, con el sol a todo lo que da, Antonio y Gerardo llegaban al hotel prestos a morirnos de calor y pasar un rato en grande subiendo al Hacha Grande... :)
Después del trail juré y perjuré que no quería ver una piedra más en toda mi vida... :) Y nada más salir, empezamos a correr en dirección a la carretera de Femés, pisando piedras de todas las formas y tamaños posibles...
Antonio y yo íbamos mirando los GPS, como este vez Antonio no iba tirando fotos, iba tirando de nosotros a un ritmo exigente... Después de pisar y pisas piedras durante 3 kilómetros, llegamos a la carretera, y seguimos paralelos a ella, con piedras por todos lados pero al menos una especie de camino casi plano... Y cuando ya casi llevábamos 5 kilómetros, muertos de calor y con los primeros síntomas de cansancio, empezó lo divertido...
Giramos a la derecha, en dirección al Hacha Grande. Y comienza la subida... Primero, un kilómetro y medio, comenzando en línea recta y luego en zigzag por la montaña. Primeras paradas para caminar pues la pendiente era infernal, más del 10% de media.
Coronamos una pequeña cima, en la que nos encontramos un animado público y aprovechamos para hacer unas fotos...
En las fotos ya se puede ver lo que habíamos sudado... Mucho calor, algo de calima... Pero los ánimos por las nubes. Nos despedimos de las cabras, y aprovechamos una pequeña bajada para correr un poco. Unos 700 metros bajando para soltar las piernas... Y vuelta a subir...
1 kilómetros más y estaríamos en lo alto del Hacha Grande. Pero vaya kilómetro... Empezamos a subir... Seguimos subiendo... Hasta que llega un momento en el que digo... ¿Por ahí hay que subir? Sí, por ahí había que subir... Ya hacía rato que íbamos andando, y en ese trozo, casi reptando... Y Antonio me comentaba que en los trails que hacen en Lanzarote, por ahí los más bestias suben corriendo...
Pasito a pasito, y bromeando sobre el efecto que producen los callos con garbanzos que comí ese día, el esfuerzo y los cambios de presión en la montaña, llegamos a lo alto del Hacha Grande. Las vistas, impresionantes, se puede intentar explicar, pero qué mejor que un vídeo...
Paramos un rato a recuperar el aliento, hacer unas fotos y deleitarnos con el paisaje, pero el tiempo corría y había que volver... Así que... Miré la ruta del GPS y pregunté...
¿POR AHÍ HAY QUE BAJAR?
Sí, por ahí había que bajar... 2 kilómetros que nos llevaron casi 40 minutos, resbalones y caídas de culo incluidas... :) También me comentó Antonio que por ahí los más entrenados bajan corriendo......... Menos mal que Gerardo venía con nosotros, fue abriendo camino mientras Antonio y yo resbalábamos y caíamos una vez tras otra...
Nos fuimos alejando de la cima y llegando de nuevo a terreno más practicable... Mi rodilla izquierda empezó a quejarse bastante y no pude correr a gusto esos últimos 2 kilómetros con ligera pendiente descendente, pero con dolor, cansado y muerto de hambre estaba disfrutando como un niño... :)
Llegamos al punto donde Antonio dejó el coche, y como los GPS marcaban algo menos de 12 kilómetros, aprendí una curiosa costumbre de la isla, que consiste en seguir corriendo cerca del coche hasta que se completaran los 12 kilómetros... :) Y luego pienso que el raro soy yo... ;)
12 kilómetros en 2:04:25, contando la parada en la cima. Y unas caras de felicidad que explica lo bien que lo pasamos subiendo y bajando el Hacha Grande...
Por la noche casi me echaron del self service del hotel... :) Y al día siguiente, vuelta a casa...
Y a empezar a entrenar para mi próximo objetivo. La ING New York City Marathon 2013... Pero eso es otra historia para otro día...
Pero las aventuras en Lanzarote no acabaron con el trail y la última caminata al volcán... Quedaba lo mejor... Primero, unas fotillos más del trail...
Fotos del III Trail San Marcial
Y luego... Desde que llegué a Lanzarote, esta montaña no dejaba de decirme "sube... sube... sube..." ;)
El Hacha Grande lo llaman, 562 metros de altura, la montaña más alta del sur de la isla si ningún conejero me corrige... ;)
Mirando rutas en wikiloc... Apareció una ruta que salía desde la puerta del hotel en el que estaba, y subía y bajaba de la montañita de marras... Se lo comenté a Antonio, inocentemente... ;) Y después de pensarlo un poco y valorar las heridas de guerra del trail de dos días antes, el martes, poco después de las 17:00, con el sol a todo lo que da, Antonio y Gerardo llegaban al hotel prestos a morirnos de calor y pasar un rato en grande subiendo al Hacha Grande... :)
Después del trail juré y perjuré que no quería ver una piedra más en toda mi vida... :) Y nada más salir, empezamos a correr en dirección a la carretera de Femés, pisando piedras de todas las formas y tamaños posibles...
Antonio y yo íbamos mirando los GPS, como este vez Antonio no iba tirando fotos, iba tirando de nosotros a un ritmo exigente... Después de pisar y pisas piedras durante 3 kilómetros, llegamos a la carretera, y seguimos paralelos a ella, con piedras por todos lados pero al menos una especie de camino casi plano... Y cuando ya casi llevábamos 5 kilómetros, muertos de calor y con los primeros síntomas de cansancio, empezó lo divertido...
Giramos a la derecha, en dirección al Hacha Grande. Y comienza la subida... Primero, un kilómetro y medio, comenzando en línea recta y luego en zigzag por la montaña. Primeras paradas para caminar pues la pendiente era infernal, más del 10% de media.
Coronamos una pequeña cima, en la que nos encontramos un animado público y aprovechamos para hacer unas fotos...
El público... No sé qué comen... Pero nos miraban con una cara de hambre...
Con Antonio
Con Gerardo
Con las cabras... :)
1 kilómetros más y estaríamos en lo alto del Hacha Grande. Pero vaya kilómetro... Empezamos a subir... Seguimos subiendo... Hasta que llega un momento en el que digo... ¿Por ahí hay que subir? Sí, por ahí había que subir... Ya hacía rato que íbamos andando, y en ese trozo, casi reptando... Y Antonio me comentaba que en los trails que hacen en Lanzarote, por ahí los más bestias suben corriendo...
Pasito a pasito, y bromeando sobre el efecto que producen los callos con garbanzos que comí ese día, el esfuerzo y los cambios de presión en la montaña, llegamos a lo alto del Hacha Grande. Las vistas, impresionantes, se puede intentar explicar, pero qué mejor que un vídeo...
Una foto...
Otra foto...
La prueba del delito...
Paramos un rato a recuperar el aliento, hacer unas fotos y deleitarnos con el paisaje, pero el tiempo corría y había que volver... Así que... Miré la ruta del GPS y pregunté...
¿POR AHÍ HAY QUE BAJAR?
Sí, por ahí había que bajar... 2 kilómetros que nos llevaron casi 40 minutos, resbalones y caídas de culo incluidas... :) También me comentó Antonio que por ahí los más entrenados bajan corriendo......... Menos mal que Gerardo venía con nosotros, fue abriendo camino mientras Antonio y yo resbalábamos y caíamos una vez tras otra...
Nos fuimos alejando de la cima y llegando de nuevo a terreno más practicable... Mi rodilla izquierda empezó a quejarse bastante y no pude correr a gusto esos últimos 2 kilómetros con ligera pendiente descendente, pero con dolor, cansado y muerto de hambre estaba disfrutando como un niño... :)
Llegamos al punto donde Antonio dejó el coche, y como los GPS marcaban algo menos de 12 kilómetros, aprendí una curiosa costumbre de la isla, que consiste en seguir corriendo cerca del coche hasta que se completaran los 12 kilómetros... :) Y luego pienso que el raro soy yo... ;)
12 kilómetros en 2:04:25, contando la parada en la cima. Y unas caras de felicidad que explica lo bien que lo pasamos subiendo y bajando el Hacha Grande...
Por la noche casi me echaron del self service del hotel... :) Y al día siguiente, vuelta a casa...
Y a empezar a entrenar para mi próximo objetivo. La ING New York City Marathon 2013... Pero eso es otra historia para otro día...
viernes, 12 de julio de 2013
Lanzarote trail!
Me fui de vacaciones un poco tocado del aductor, pero inscrito a un trail de casi 20 kilómetros por el sur de Lanzarote... Y estando por ahí Antonio Navas, y con tantas piedras y volcanes, me fui también con la idea que no sería la única locura que haría por esos montes... ;)
Después de unos entrenamientos variados, tras una pausa de 12 días, no me encontraba en mi mejor estado, pero para disfrutar de un trail no es tan importante la forma como las ganas de pasarlo bien y la buena compañía. Así que llegó el domingo, y tras un sábado de abstinencia de fútbol y Gin Tonics, poco antes de las 8:00am estaba llegando Antonio con el coche para recogerme e irnos a Femés.
Aunque eso sí... La noche antes tuve un pequeño incidente, consecuencia del fatídico partido de fútbol de hace dos meses... Dejo el link y no la imagen directamente, pues aviso, puede herir susceptibilidades... Pero no me fastidió la carrera, la verdad es que aunque es impactante, no duele... ;)
Y en Femés, el 7 de julio de 2013, se celebraba el III San Marcial TRAIL
20 kilómetros que no llegaron a 19, por caminos de cabras, textualmente, fueron cabras todo el público que tuvimos... :) Mientras esperábamos la entrega de dorsales, llegó Gerardo, amigo de Antonio, y como es habitual pero no deja de maravillarme, la conexión fue inmediata y mientras llegaba la hora de la salida, con bastante retraso por cierto, estuvimos charlando como si nos conociéramos de toda la vida...
Último café con leche, punto 8 obligatorio, y bien pasadas las 10:00am se dio la salida. El primer tramo, apenas unos 300 metros de subida en zig zag, para entrar en calor de golpe y ponerse a 160 pulsaciones en apenas 2 minutos... Atravesamos un grupo de cabras que nos miraban con desdén, y luego, una bajada por caminos estrechos, con un barranco al lado y la montaña al otro, en la que fui inmortalizado en una pose poco habitual en las fotos de carreras... :)
Después de sofocón inicial de la subida y recuperando algo en la bajada, a partir del kilómetro 3 empieza lo divertido... Más de 1 kilómetro y medio de subida asesina, que sólo pude completar andando... Por suerte el sol no pegaba fuerte, estaba algo nublado, pero ya me di cuenta de que lo iba a pasar mal por el calor... Luego casi 4 kilómetros de toboganes y otros 3 de bajada, se podía correr y aproveché para intentar hacerlo, me alcanzó Gerardo y fuimos un ratos juntos y hasta le hice un relevo, antes de que volvieran las cuestas y le perdiera de vista... :)
La segunda ración de cuestas ya fue demasiado para mí... El calor empezaba a hacer estragos, y las piernas no respondían como al principio. Una primera subida demoledora para entrar en calor de nuevo, 1 kilómetro llano, y luego la subida asesina a la montaña con las antenas, que veía cada día desde el hotel, Gin Tonic en mano, y que en ese momento se convirtió en un auténtico suplicio... Otra vez andando, y viendo como los corredores que llevaba delante se iban haciendo pequeñitos... :)
Pero después de tanto sufrimiento, comenzó la bajada final, 2 kilómetros por un terreno mucho mejor... Recuperé una posición que perdí en la subida, pero cuando más emocionado estaba bajando, me torcí el tobillo y vi las estrellas, de manera que tuve que prácticamente parar un minuto mientras iba bajando un poco el dolor, incapaz de correr... Y volví a perder la posición que gané en la primera parte de la bajada, pero por suerte, poco después pude seguir corriendo aunque sin hacer mucho el bruto...
Acabé cansado, destruido pero muy contento, puesto 38 de 51 finishers, en la línea de mis clasificaciones en las carreras de montaña...
Sigo siendo un animal de asfalto, mis rodillas me odian cuando las saco a pasear por la montaña... :) Pero acabé muy contento como se puede ver en la foto cerveza en mano... :)
Si queréis leer una crónica de verdad de esta carrera... Pasado por el blog de Antonio y os deleitaréis con las fotos y los detalles... :)
Post carrera muy animado, con cerveza, paella, y conversaciones sobre python y programación... :) Obviamente no nos llevamos ningún trofeo ni nos tocó nada en los sorteos, mi única esperanza es que la organización tuviera un premio especial para el runner que hubiera venido desde más lejos, pero no lo hubo... ;)
Vuelta al hotel con Antonio, hablando de nuestras cosas, y luego, el Gin Tonic que mejor me supo de todas las vacaciones y el baño en la piscina más relajante de todos... Que resulta que estaba de vacaciones, ya no me acordaba... ;)
Al día siguiente, le debía a mi hijo una visita al Montaña Roja, así que cogimos un taxi, nos plantamos en la base del volcán, subimos andando, bajamos al cráter, volvimos al punto de partida, y otro taxi que pasaba por ahí nos llevó de vuelta al hotel... Una aventura corta pero intensa que mi cachorro mayor no olvidará... ;)
Pero esto no es todo... El martes por la tarde lo pasé en grande con las zapatillas... Pero creo que esta entrada ya ha salido demasiado larga... More info to come... ;)
Después de unos entrenamientos variados, tras una pausa de 12 días, no me encontraba en mi mejor estado, pero para disfrutar de un trail no es tan importante la forma como las ganas de pasarlo bien y la buena compañía. Así que llegó el domingo, y tras un sábado de abstinencia de fútbol y Gin Tonics, poco antes de las 8:00am estaba llegando Antonio con el coche para recogerme e irnos a Femés.
Aunque eso sí... La noche antes tuve un pequeño incidente, consecuencia del fatídico partido de fútbol de hace dos meses... Dejo el link y no la imagen directamente, pues aviso, puede herir susceptibilidades... Pero no me fastidió la carrera, la verdad es que aunque es impactante, no duele... ;)
Y en Femés, el 7 de julio de 2013, se celebraba el III San Marcial TRAIL
20 kilómetros que no llegaron a 19, por caminos de cabras, textualmente, fueron cabras todo el público que tuvimos... :) Mientras esperábamos la entrega de dorsales, llegó Gerardo, amigo de Antonio, y como es habitual pero no deja de maravillarme, la conexión fue inmediata y mientras llegaba la hora de la salida, con bastante retraso por cierto, estuvimos charlando como si nos conociéramos de toda la vida...
Último café con leche, punto 8 obligatorio, y bien pasadas las 10:00am se dio la salida. El primer tramo, apenas unos 300 metros de subida en zig zag, para entrar en calor de golpe y ponerse a 160 pulsaciones en apenas 2 minutos... Atravesamos un grupo de cabras que nos miraban con desdén, y luego, una bajada por caminos estrechos, con un barranco al lado y la montaña al otro, en la que fui inmortalizado en una pose poco habitual en las fotos de carreras... :)
Después de sofocón inicial de la subida y recuperando algo en la bajada, a partir del kilómetro 3 empieza lo divertido... Más de 1 kilómetro y medio de subida asesina, que sólo pude completar andando... Por suerte el sol no pegaba fuerte, estaba algo nublado, pero ya me di cuenta de que lo iba a pasar mal por el calor... Luego casi 4 kilómetros de toboganes y otros 3 de bajada, se podía correr y aproveché para intentar hacerlo, me alcanzó Gerardo y fuimos un ratos juntos y hasta le hice un relevo, antes de que volvieran las cuestas y le perdiera de vista... :)
La segunda ración de cuestas ya fue demasiado para mí... El calor empezaba a hacer estragos, y las piernas no respondían como al principio. Una primera subida demoledora para entrar en calor de nuevo, 1 kilómetro llano, y luego la subida asesina a la montaña con las antenas, que veía cada día desde el hotel, Gin Tonic en mano, y que en ese momento se convirtió en un auténtico suplicio... Otra vez andando, y viendo como los corredores que llevaba delante se iban haciendo pequeñitos... :)
Pero después de tanto sufrimiento, comenzó la bajada final, 2 kilómetros por un terreno mucho mejor... Recuperé una posición que perdí en la subida, pero cuando más emocionado estaba bajando, me torcí el tobillo y vi las estrellas, de manera que tuve que prácticamente parar un minuto mientras iba bajando un poco el dolor, incapaz de correr... Y volví a perder la posición que gané en la primera parte de la bajada, pero por suerte, poco después pude seguir corriendo aunque sin hacer mucho el bruto...
Acabé cansado, destruido pero muy contento, puesto 38 de 51 finishers, en la línea de mis clasificaciones en las carreras de montaña...
Sigo siendo un animal de asfalto, mis rodillas me odian cuando las saco a pasear por la montaña... :) Pero acabé muy contento como se puede ver en la foto cerveza en mano... :)
Si queréis leer una crónica de verdad de esta carrera... Pasado por el blog de Antonio y os deleitaréis con las fotos y los detalles... :)
Post carrera muy animado, con cerveza, paella, y conversaciones sobre python y programación... :) Obviamente no nos llevamos ningún trofeo ni nos tocó nada en los sorteos, mi única esperanza es que la organización tuviera un premio especial para el runner que hubiera venido desde más lejos, pero no lo hubo... ;)
Vuelta al hotel con Antonio, hablando de nuestras cosas, y luego, el Gin Tonic que mejor me supo de todas las vacaciones y el baño en la piscina más relajante de todos... Que resulta que estaba de vacaciones, ya no me acordaba... ;)
Al día siguiente, le debía a mi hijo una visita al Montaña Roja, así que cogimos un taxi, nos plantamos en la base del volcán, subimos andando, bajamos al cráter, volvimos al punto de partida, y otro taxi que pasaba por ahí nos llevó de vuelta al hotel... Una aventura corta pero intensa que mi cachorro mayor no olvidará... ;)
Pero esto no es todo... El martes por la tarde lo pasé en grande con las zapatillas... Pero creo que esta entrada ya ha salido demasiado larga... More info to come... ;)
viernes, 5 de julio de 2013
Running holidays!
Pero si resulta que yo tenía un blog... Casi se me había olvidado durantes estos días, en los que me ha pasado de todo un poco, pero aquí sigo, disfrutando de las vacaciones con los míos, y por supuesto, corriendo... :)
Estábamos a mediados de junio cuando publiqué mi entrada de Python for runners... Desde que acabé la maratón de Madrid, no había conseguido entrenar bien dos semanas seguidas. Y cuando empezaba a coger un buen ritmo, no se me ocurre otra cosa que ir a jugar a fútbol otra vez... Partido con los compis de Social Point, todo empieza bien, pasa un rato, me pongo de portero, y resulta que lo paro casi todo... ;) Va pasando el tiempo, sigo parando, me enfrío, un compañero me da el relevo, salgo con ganas de jugar y zas, dolor monumental en el aductor, la clásica lesión de cuando era joven y jugaba en serio, que me daba un par de veces por temporada, pero a mi edad era tentar mucho a la suerte pensar que no me iba a pasar... No podía estirar la pierna, pero claro, en medio del partido, cualquiera recoge los trastos y se vuelve a casa... Decidí ponerme otra vez de portero, en plan tranqui, pero es que de tranqui yo no puedo hacer nada... Acabé el partido, intentando no forzar, pero el daño ya estaba hecho... Doce días me pasé en el dique seco, a base de hielo y Voltarén... :( Pero me lo pasé muy bien...
Coincidió también con la llegada de mis inmerecidas vacaciones de verano. Mis nuevas responsabilidades profesionales me consumieron bastante tiempo los días previos al viaje, y entre eso y la lesión dejé un poco abandonado mi blog... :( Pero hoy he sacado un rato, y Gin Tonic en mano, aprovechando el WiFi del hotel, intentaré ponerme al día de mis últimas aventuras runner, aunque lo mejor está por llegar.
Dos días estuve de vacaciones sin correr, un pecado para mí... :) Pero el dolor fue remitiendo, y el 30 de junio me atreví a salir a correr por la costa de Playa Papagayo y Playa Blanca. Pensando en lo que me espera el domingo, 20 kilómetros de trail por montaña y desierto con ola de calor incluida, opté por salir a media mañana, cuando el sol aprieta de verdad, a hacer 10 kilómetros con el mar a un lado y piscinas y chiringuitos al otro... Todo un ejercicio de sufrimiento que no acabó mal del todo, ritmo medio de 5:25 y pulsaciones un poco altas, normal después de tanta inactividad y con tantísimo calor.
Volví a repetir al día siguiente, un poco peor de ritmo pero mejor de pulsciones, más calor y algo de cansancio acumulado... Pero aprendiendo a sufrir con el sol...
Descanso el martes... Bueno, descanso... Había fútbol en el hotel... No contaré más porque seguro que me reñís... ;)
Y el miércoles decidí cambiar de tercio. Como me espera calor y piedras, montaña y desierto, esta vez cambié el calor de mediodía por el fresco matinal pero una ruta auténticamente rompepiernas, un vuelta por Punta Papagayo, mezclando arena de playa, roca volcánica, piedras y más piedras, y un paisaje único que os recomiendo si pasáis por el sur de Lanzarote. Esta ruta sí que la pongo, me encantó, además en el enlace de RunKeeper hay unas cuantas fotos del paisaje espectacular con el que me encontré...
Una hora y cinco minutos a un ritmo de casi 7:00 el minuto, pero una experiencia increíble...
Jueves, de nuevo la ruta por la costa, más calor, la ola de calor a todo lo que da, ritmos suaves, pulsaciones mejorando, y sensaciones a más...
Y hoy, cambio de entrenamiento. Calor, mucho calor, y cuestas, algo de cuestas. Mezclando tierra, piedras y asfalto, salieron 10 kilómetros hacia Femés, mejorando el ritmo, sufriendo en las subidas y con el viento en contra, soltando un poco las piernas en la bajada... Moló mucho... :)
Mañana descanso, sin fútbol, y el domingo, con mi amigo Antonio Navas, una ruta que seguro que será divertida, poca gente, fiesta local, comida después de la carrera, y 20 kilómetros sin una sombra o cobijo... Ya os contaré... ;)
Estábamos a mediados de junio cuando publiqué mi entrada de Python for runners... Desde que acabé la maratón de Madrid, no había conseguido entrenar bien dos semanas seguidas. Y cuando empezaba a coger un buen ritmo, no se me ocurre otra cosa que ir a jugar a fútbol otra vez... Partido con los compis de Social Point, todo empieza bien, pasa un rato, me pongo de portero, y resulta que lo paro casi todo... ;) Va pasando el tiempo, sigo parando, me enfrío, un compañero me da el relevo, salgo con ganas de jugar y zas, dolor monumental en el aductor, la clásica lesión de cuando era joven y jugaba en serio, que me daba un par de veces por temporada, pero a mi edad era tentar mucho a la suerte pensar que no me iba a pasar... No podía estirar la pierna, pero claro, en medio del partido, cualquiera recoge los trastos y se vuelve a casa... Decidí ponerme otra vez de portero, en plan tranqui, pero es que de tranqui yo no puedo hacer nada... Acabé el partido, intentando no forzar, pero el daño ya estaba hecho... Doce días me pasé en el dique seco, a base de hielo y Voltarén... :( Pero me lo pasé muy bien...
Coincidió también con la llegada de mis inmerecidas vacaciones de verano. Mis nuevas responsabilidades profesionales me consumieron bastante tiempo los días previos al viaje, y entre eso y la lesión dejé un poco abandonado mi blog... :( Pero hoy he sacado un rato, y Gin Tonic en mano, aprovechando el WiFi del hotel, intentaré ponerme al día de mis últimas aventuras runner, aunque lo mejor está por llegar.
Dos días estuve de vacaciones sin correr, un pecado para mí... :) Pero el dolor fue remitiendo, y el 30 de junio me atreví a salir a correr por la costa de Playa Papagayo y Playa Blanca. Pensando en lo que me espera el domingo, 20 kilómetros de trail por montaña y desierto con ola de calor incluida, opté por salir a media mañana, cuando el sol aprieta de verdad, a hacer 10 kilómetros con el mar a un lado y piscinas y chiringuitos al otro... Todo un ejercicio de sufrimiento que no acabó mal del todo, ritmo medio de 5:25 y pulsaciones un poco altas, normal después de tanta inactividad y con tantísimo calor.
Volví a repetir al día siguiente, un poco peor de ritmo pero mejor de pulsciones, más calor y algo de cansancio acumulado... Pero aprendiendo a sufrir con el sol...
Descanso el martes... Bueno, descanso... Había fútbol en el hotel... No contaré más porque seguro que me reñís... ;)
Y el miércoles decidí cambiar de tercio. Como me espera calor y piedras, montaña y desierto, esta vez cambié el calor de mediodía por el fresco matinal pero una ruta auténticamente rompepiernas, un vuelta por Punta Papagayo, mezclando arena de playa, roca volcánica, piedras y más piedras, y un paisaje único que os recomiendo si pasáis por el sur de Lanzarote. Esta ruta sí que la pongo, me encantó, además en el enlace de RunKeeper hay unas cuantas fotos del paisaje espectacular con el que me encontré...
Una hora y cinco minutos a un ritmo de casi 7:00 el minuto, pero una experiencia increíble...
Jueves, de nuevo la ruta por la costa, más calor, la ola de calor a todo lo que da, ritmos suaves, pulsaciones mejorando, y sensaciones a más...
Y hoy, cambio de entrenamiento. Calor, mucho calor, y cuestas, algo de cuestas. Mezclando tierra, piedras y asfalto, salieron 10 kilómetros hacia Femés, mejorando el ritmo, sufriendo en las subidas y con el viento en contra, soltando un poco las piernas en la bajada... Moló mucho... :)
Mañana descanso, sin fútbol, y el domingo, con mi amigo Antonio Navas, una ruta que seguro que será divertida, poca gente, fiesta local, comida después de la carrera, y 20 kilómetros sin una sombra o cobijo... Ya os contaré... ;)
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