Ya sé que no está el horno para bollos... que con este calor no apetece encender el horno, pero yo no puedo resistirme y ayer domingo me levante muy temprano, más de lo que me habría gustado, y con el fresquito entrando por la ventana y todo el mundo durmiendo, a excepción de mi perro y mi hija mayor dándole el último repaso para la selectividad, me lié con un pan integral y unas magdalenas de chocolate con galletas y sin harina.
La masa del pan ya la tenía preparada de la tarde del sábado así que fue pan comido, y nunca mejor dicho!! Las magdalenas no las tenía en mente pero pensé en darles una sorpresa para el desayuno. Magdalenas, bizcocho o galletas?? Pero cual fue mi sorpresa cuando vi que no tenía harina de trigo, nada de nada!! De espelta integral, semolina, de fuerza, de avena, de centeno integral... pero harina normal y corriente ni mijita 😱
Podía haberlo dejado y que se hubieran tomado unas tostadas o unas galletas del super, pero no, es que no puedo estar quieta ni un minuto!! Galletas!! Galletas? Pues si, había oído lo de hacer bizcochos con galletas molidas en sustitución de la harina, y ni corta ni perezosa me puse con la receta.
He usado unas galletas que me encantan, aunque por desgracia llevan el temido aceite de palma, pero que siempre tengo en casa un paquete porque son mi perdición y en mi bolsa del hospital no faltan junto con las pipas, el bote de mermelada y alguna cosilla más para acompañar a mi tupper. Así las 14 horas de curro las llevo mucho mejor. De siempre me han encantado las galletas Chiquilin, hasta que probé una imitación de la marca Carrefour que, ya os digo, me tienen enviciada, y a falta de galletas caseras me abro un paquetito y me quedo tan pancha.
Esta receta se puede hacer con vuestras galletas preferidas, incluso es perfecta para usar en intolerantes al gluten usando galletas sin gluten claro. Galletas maría, napolitanas, chiquilín..... vuestras preferidas. Y si no queréis hacer magdalenas, pues un bizcocho, pero entonces hornear a 180º y no es necesario meter la masa en la nevera, ya que eso lo hacemos para conseguir el envidiado copete magdalenero.
Ya sabes, sí alguna vez te quedas sin harina, y tienes antojo de bizcocho o magdalenas, toma nota de esta receta.