Chocolate y menta, no se a vosotros, pero a mi me chifla esa combinación. Así que ya podéis imaginar lo que me gustan las famosas chocolatinas After Eight, me comería la caja entera!!
Hace tiempo que llevo dándole vueltas a esta tarta. En los comienzos del blog, hice un bizcocho relleno de After Eight que no he vuelto a repetir, dicho sea de paso, no porque no nos gustara, más bien porque no he tenido tiempo de repetirlo, pero todo se andará...Y es que ya os digo, me encanta la combinación menta y chocolate.
He preparado un frosting como el que hice para la carrot cake pero justo la mitad de la receta, para que no resulte muy pesado, pero si os gustan las tartas con mucho frosting podéis doblar los ingredientes. Además le he añadido colorante verde y un poco de extracto de menta. De todas formas ambos ingredientes se pueden omitir.
He usado un molde redondo desmontable de 18 cm de diámetro, tonta de mi porque tenía que haber usado dos moldes de ese diámetro que además tengo, y así me habría ahorrado el tener que cortarlo por la mitad y además, en lugar de una hora de horno habrían tardado la mitad, pero bueno, no sé en que estaba pensando ese día. Sí usáis un molde mayor tardará menos tiempo y os saldrán las capas más finitas.
Por cierto, sí os queréis ahorrar un dinerillo, en el Lidl tienen unas chocolatinas que imitan a los After Eight y que no tienen nada que envidiar, yo últimamente son las que compro y me encantan, puede que hasta más que las originales, y cuestan la mitad!
La tarta está muy rica, me encanta encontrar los tropezones de chocolatina en cada bocado. Yo le he pueto 100 gr pero creo que para la próxima vez que la haga le pondré más. Si, muchos tropezones de after eight!!
Sí pasáis de frosting, podéis hacer solo el bizcocho y ya vereis que rico también. Por cierto, que el sabor a menta es muy sutil, y si además no le añadís el extracto de menta del frosting pues será menos mentolado aún.
Vamos a la receta