Seguimos
buscando las sombras. Esta vez en una pared nueva para nosotros. La novedad
siempre es motivante, esta además no es nada frecuentada, extrañamente… o no.
Aproximación y descensos rarillos.
De momento hay
que llegar al pie de la pared. Tenemos dos referencias. Por un lado un mapa,
creo que de Sonia, que accede de forma directa, a saco. La verdad es que no se
ve muy atrayente.
La otra forma es
la que describen los Edwards en su reseña, mas arriba y como mas de lado, con
algunas marcas.
Como no, está
escrita en Inglés y sin mapa alguno (lo que hubiera facilitado mucho las
cosas). Leemos nosecuantas veces la explicación y hacemos una traducción en
otra hoja.
Yo ya veo que
con tanta palabra no vamos a encontrar nada y si lo hacemos será de casualidad,
pero lo intentaremos.
Llegamos al
lugar y, como era de prever, con la explicación no entendemos nada, así que nos
dejamos llevar por el terreno y el instinto.
Comenzamos con
un buen camino, en dirección contraria a la pared, cruza el río (sequísimo) y
encarrila bien. Se va perdiendo pero, finalmente, sube siguiendo un lomo
despejado. Al final de estae se vuelve a decantar claramente hacia la
izquierda. Malo, es dirección contraria, así que tras varios tira y afloja y un
debate entre volver al coche y subir por el otro lado o seguir por este, logro
engañar a Almu y continuamos campo a través, sin camino, pero siguiendo
pequeños ratros de cabras por el bosque hacia la derecha.
En un momento
dado encontramos unos pequeños plásticos blancos clavados en lo árboles, son las
marcas de los Edwards, casualmente hemos ido a parar a la aproximación
correcta. El camino no está nada marcado pero , siguiendo las marcas llegamos a
la base de la primera pared (sin vías, pero podria perfvectamente tenerlas) amos a la base de la primera pared
(sin v a la aproximacia.
do o seguir por este, logro engañar a Alía perfectamente tenerlas) y después a la
segunda, que es la nuestra.
Ha sido una hora
y la verdad es que por dónde hemos venido está bastante bien. Yo creo que si se
marca bien y va yendo gente es una muy buena forma de llegar. Porque la vía
realmente merece la pena.
Entre una cosa y
otra hemos estado una hora.
La vía también
la tenía recomendada por alguno de los escasos repetidores.
El estilo es
variado, combinando excelentes fisura y algunas placas para llegar a la cima de
la forma mas digna posible. Un itinerario brillantemente resuelto y que
consigue una dificultar homogénea, entorno al V+/6a durante todo el recorrido,
teniendo a ambos lados muros y desplomes dónde el grado se dispararía
rápidamente. Me ha gustado mucho y la veo al nivel de las grandes clasicas recomendables dedo mucho y la veo al
nivel de las grandes cl dpara llegar a la cima de la forma mas digna posible.
Un itiásicas recomendables de la zona. Y, sobre todo, a la sombra, bien
muy preciado en estos calurosos tiempos que corren.
Únicamente en el
primer largo mosquea un poco la roca y en el centro atravesaremos una zona
herbosa, pero nada alarmante.
La bajada es un
poco infernal, la hacemos de forma directa, primero por terreno despejado y
después por el bosque, buscando indicios de viejos caminos, alguno encontraremos,
que nos remonte de nuevo para encontrar el paso por el río. Mucha calor y casi
dos horas de agonía. Además después hay que subir por la carretera hasta el
otro aparcamiento a buscar el coche.
Sin duda alguna
sería preferible un descenso en rapel y regresar por el camino de aproximación,
pero para ello, este tendría que estar mas marcado y los rápeles un poco mejor
acondicionados (encontraremos dos de un solo anclaje….).
Aún así merece
la pena pasar un día en este bonito y tranquilísimo rincón situado entre el
Divino y el Puigcampana.
En resumen: si
se marca medianamente bien el camino y se equipan correctamente los rápeles por
la misma vía, podría convertirse en una de las grandes clásicas de la zona.