Llega sangre
joven y , como cada día, damos vueltas a posibilidades y mas posibilidades, nadando
entre olas de reseñas y guías de todas las paredes de la zona.
Yo tengo mi lista
de pendientes, que es extensa y variada, por lo que no será muy difícil ponernos
de acuerdo.
Encaminaremos
hacia el Cabezón. Mija junto a David bajan el listón y se dirigen a la
ultraclásica de la zona Gené, preciosa alternativa de IV y V grado.
Mientras Marc y
yo iremos a una de las que tengo muy recomendadas: Navarro-Giner.
Hasta ahora mi
relación con el Cabezón es un poco así así. Hace años abrimos una vía de
artificial, invirtiendo unos cuantos días bajo un intenso viento invernal. No
volví hasta muchos años después, para repetir también la Gené, que me gustó mucho.
Después dos de las recomendables en algunos libros: La sombra del sol y El don
de volar, no me gustaron nada de nada, pero nada. Le cogí manía a esta montaña.
Pero tenía que
darle una segunda oportunidad y confié en las recomendaciones de Nacho, Sonia y
Makoki.
Este itinerario
estaba únicamente equipado con clavos y algunos buriles en las reuniones (al
parecer tampoco eran originales de la vía), siendo necesario armarnos con un
buen surtido de pitones para su repetición. Aventurarse en medio de esas
tremendas placas sin expansiones debía ser una gran aventura, pero no todo el
mundo comparte la idea.
Entonces viene
el gran debate: dejamos la vía en su estado original y que se la coman las
telarañas, viendo únicamente una repetición cada 10 años? O por el contrario la
equipamos por completo con chapas para que pueda disfrutarla gran parte de la
comunidad? Tremenda disputa en la que nunca nos pondremos de acuerdo.
Personalmente mi
postura tampoco deja de ser ambigua, no lo tengo claro del todo. Creo que según
la vía y según el lugar, pero sin tenerlo claro del todo.
Quizás un
reequipamiento parcial de reuniones y tramos conflictivos, quizás no. A lo
mejor solo limpiarla de hierbas y tierra, aunque entonces seguirá sin
repetirse. Pues que no se repita, tienen que existir vías de aventura total para
quién quiera vivirla.
Un equipamiento
total que propicie la escalada masiva, además deteriora prematuramente la roca
y la vía deja de ser bonita para convertirse en una maldita pista de patinaje
sin mas gracia que la de no irse abajo al mínimo descuido.
Un equipamiento
parcial, mantiene ese equilibrio entre aventura y seguridad, que parece un
punto intermedio interesante.
Por otro lado
cualquier actuación que vaya mas allá del estricto cambio de expansiones viejas
por expansiones nuevas atenta contra la historia de la escalada, de la vía y es
un menosprecio hacia los primeros ascensionistas. Aunque, a veces a ellos les
parece bien.
Pero claro,
luego voy y lo chapo todo y, ademas, me lo paso en grande y digo que es una vía
super bonita y recomendable.
Tremenda
discusión interna entre al ángel y el diablillo que todos llevamos dentro.
En lo que a mi concierne,
cuando he reequipado alguna vía larga he respetado siempre el número de
expansiones, salvo pequeñas concesiones de desplazarlas para facilitar el
chapaje, añadir alguna variante para que gane en calidad de roca o alguna reunión
puntual que no ofrecía la suficiente seguridad o estaba colocada en lugares
ilógicos.
En cuanto al reequipamiento
de vías deportivas, si son mías, en ocasiones la diferencia es sustancial, pero
esa ya es otra historia y no viene al caso.
Lo suyo sería un
consenso entre los habituales y los aperturistas, consenso muy difícil…y aún
así, éticamente discutible.
Volviendo a la
vía, tal y como está en la actualidad: definitivamente me he reconciliado con
estas paredes. Veo que si que existen muy buenas alternativas a las placas
totalmente lisas, resbalosas y con microregletas infames y alejadas. Este es un
claro ejemplo, sostenida en el 6a y con algún paso de 6b, nos brinda una
escalada en placa de muy buena calidad.
Es curioso
porque la vecina sombra del sol no cuenta con esta misma calidad y además es
mucho mas famosa y clásica. Mejor, así se conservará mejor.
A pesar de que
por ahí ponga que está totalmente equipada, la alegría entre anclajes, en
ocasiones es un tanto excesivamente alegre y os recomiendo que llevéis algunos
friends variados.