Recorriendo sus calles veremos hermosos rincones rústicos y algunas casas con soportales con columnas de piedra protegiendo la entrada. Y en la parte más alta se encuentra el castillo con su doble recinto amurallado, ubicándose el cementerio dentro del primero, y algunas casas y su rústica plaza de toros en el segundo.
Cadalso es otra localidad que bien merece un paseo para ver sus bonitas calles con casas de piedra en la planta baja y encaladas las superiores, y buenas balconadas de madera o de piedra con rejería. El ayuntamiento presenta una bonita fachada blanca con columnas, ventanas y barandilla de madera.
En Descargamaría destaca su bonito ayuntamiento color plátano, con su torre-reloj y sus arcos rebajados en la planta superior. Saliendo del pueblo hacia Robledillo veremos la espléndida piscina natural sobre el río Arrago, con buenos muros de piedra dotados de escaleras metálicas para bajar al agua, y potentes compuertas para retenerla durante la época de uso. Además la entrada de agua a la piscina se adorna en una pequeña pero bonita cascada.
Cerquita de Descargamaría se encuentra Robledillo de Gata, última parada en esta sierra. Se trata, sin duda, del pueblo más bello de estas montañas, donde la naturaleza y la arquitectura popular se unen ofreciéndonos un precioso espectáculo.
Tras estacionar en el aparcamiento de la parte baja del pueblo, junto a la ermita del Humilladero, nos introducimos en sus calles estrechas y empinadas, y vemos las buenas casas de piedra, más labrada en unos casos y menos en otros, conformando todas un casco urbano de gran belleza, con abundantes pasadizos bajo las viviendas.
Mención especial merece el ayuntamiento, gran caserón de piedra, con el escudo de la villa, buhardillas y torre-reloj con pequeña espadaña. Otro edificio cuya visita es imprescindible es el Museo del Aceite "Molino del Medio", antigua almazara bien conservada donde veremos el proceso de elaboración del aceite. Decir también que la iglesia es muy bonita por dentro.
Una vez recorrido el casco urbano, del que no conviene perderse prácticamente nada, podemos dar un paseo por el perímetro del pueblo, que nos permitirá tener otras perspectivas del mismo, y disfrutar del precioso entorno natural y de los múltiples arroyos que lo bañan. Para ello, subiremos por detrás de la iglesia para salir a una senda que recorre la parte alta, donde tenemos magníficas panorámicas del pueblo y de las montañas de alrededor. Caminando entre frondosidad vegetal, enseguida atravesamos por una pasarela de madera un arroyo que unos metros aguas arriba exhibe una bella cascada.
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