Escrito por Luis Roca Jusmet
¿ Qué podemos afirmar hoy sobre el psiquismo humano ? Que por definición no existe una ciencia posible porque el psiquismo humano porque éste es siempre singular y nunca puede objetivarse. la psicología es, en todo caso, un arte. Un arte que cada cual va conformando con lo que quiere o lo que puede. Ya he explicado mis instrumentos.
Hace una semana ví en "Versión española" la película La herida y el debate posterior de la presentadora, Cayetana Guillén Cuervo, con el director ( Fernando Franco) , con la actriz protagonista (Marián Álvarez) y con el principal actor secundario ( Manolo Solo).
Empecemos por la película. Se trata de filmar un tiempo de la vida cotidiana, de una chica de 28 años llamada Ana. Ella vive con su madre, trabaja en una ambulancia y acaba de romper con su novio. No tiene amigos ni amigas y solo se comunica con un internauta, que es el único que le despierta confianza. Esta es la dimensión objetiva. Vemos la relación con su compañero de ambulancia y con los pacientes. Va a la boda de su padre, al que hace años que no veía, se compra un coche y visita a su antiguo novio para volver a establecer una relación, a lo que este se niega. Intenta restablecer también contacto con su amigo internauta, al que había dejado de escribir y comprueba que hace meses que se ha desconectado.
Lo que acabo de decir ni tiene nada de interesante ni tampoco de peculiar. Pero lo que es singular es la manera como Ana vive su vida, su experiencia de la vida. Marian Álvarez interpreta su personaje de una manera excepcional. La expresividad de la actriz nos permite una inmersión total en el personaje, en su vivencia. La manera como el directo filma sus movimientos y acciones es igualmente genial. ¿ Qué le pasa a la protagonista ? Vive en un estado de ansiedad, es muy narcisista ( está siempre pendiente de lo que siente ella, no los demás), tiene respuestas agresivas y se le cruzan los cables con facilidad ante algunos comentarios que no son malintencionados. Tiene pulsiones autoagresivas muy fuertes y se lesiona o se humilla a sí misma con su manera de comportarse. Podríamos decir que casi toda su vida está regida por lo que Lacan llamaba "el dolor de existir".