Escrito por Luis Roca Jusmet
Nos encontramos frente a una película que no puede dejar indiferente. En primer lugar por la calidad del film. Montxo Armendáriz, uno de los grandes directores del cine español, nos muestra su capacidad para narrar con un pulso excelente una historia creíble e interesante, con una extraordinaria interpretación de Michelle Jenner, de LLuís Homar y de Belén Rueda. Todo el conjunto técnico se pone al servicio de este buen cine, que combina la calidad cinematográfica con la capacidad de transmitir una problema social tan oculto como arraigado.
Estamos hablando de los abusos sexuales en una relación incestuosa. Un padre que abusa de su hija, Silvia, desde los ocho años. Pero no es el padre violento, primario, que tiene aterrorizada a su familia. No es este el perfil. Es un dentista, miembro de la clase media-alta madrileña. Que mantiene una relación distante con una mujer que se acaba separando de él. Una mujer que no quiere saber nada de lo pasa entre su marido y la niña, que cierra los ojos porque quiere vivir su vida y los dos son para ella un estorbo. Un padre cariñosos frente a una madre que siempre ha sido muy fría con su hija. Un padre que es el que se ocupa de su hija. Este padre es el que un día, entre caricias, empieza a hacer cosas extrañas con la niña. Cosas que ella no entiende pero que, confusamente relaciona con lo prohibido, con algo tan difuso como la sexualidad. La película muestra de manera magistral el antes y después de esta experiencia para la niña. La niña alegre y extrovertida pasa a ser una niña triste e introvertida.
Y los abusos se reproducen a lo largo de los días, las semanas, los meses y los años. Sobre todo a partir del momento que sus padres se separan y ella, increíblemente, queda bajo custodia del padre. ¿Qué mejor que este padre amoroso para ocuparse de "su princesa" ?
¿ Hay violencia ? Claro que hay violencia, aunque no se manifiesta de manera agresiva. La violencia de este Otro en el que confía, el que debería ofrecerle seguridad y confianza y que le convierte en un objeto, en el objeto de su goce.