crónicas flamencas en la prensa de siglos pasados

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viernes, 30 de mayo de 2014

Aficionados al jaleo

4 comentarios:
Lo que hoy y desde hace siglo y medio llamamos flamenco ha tenido diferentes denominaciones durante sus primeros años. Silverio por ejemplo casi siempre se anunció como cantaor del género andaluz.

Gil Blas 9/5/1867

Desde los años cincuenta del XIX, cuando se estaba confeccionando el repertorio y aun no se había establecido el nombre de flamenco, a los seguidores de ese tipo de música y baile nuevo se les solía llamar aficionados al jaleo. No se referían en concreto al género musical, los jaleos, sino a la música que se jaleaba, principalmente con el jaleo máximo de los españoles, el ole. Olé que alargaban toreros como Juan Belmonte

Crónica 11/12/1932

Aguda, con acento en la é, para los extranjeros y aquí para el matador, olé; y llana, sin acento, para los flamencos, ole. Jaleo éste que marca el primer tiempo del compás, que al ser acéfalo, deja un silencio en la música para el jaleo. Y el olé, con anacrusa, más para guiris, con el acento en la é. Algo así como alá pero en gadita. La palabrita dio nombre a su vez a un estilo, el Ole (u Olé).

El Globo 3/9/1912

Durante la transición de lo bolero a lo flamenco el jaleo fue el punto de unión entre dos expresiones andaluzas de diferente talante pero parientes carnales. Todos empezaron al condimentar el antiguo bolero con esencias de jaleos.

Pepita Vargas en Teatro del Instituto. El Heraldo 19/9/1852 

Como digo la expresión aficionados al jaleo parece referirse al grupo de primeros seguidores del género gitano, que acabaría llamándose flamenco.

La España 10/3/1850

Pepa Vargas, Nena Perea y Petra Cámara debieron ser las culpables, causando furor al adaptar el paso bolero al jaleado.

El Popular 28/3/1846

Los Ruiz, Pardo y Atané, nombres olvidados por la flamencología por no dar el perfil adecuado a algún personaje de su novela.

Correo de los teatros 6/4/1851

Eran las reinas, no cabe duda, las dueñas del jaleo macareno.

La Época 3/6/1851

Pasó de denominar un género (el jaleado con expresiones tales como ¡ole! ¡agua! ¡arsa! ¡tomaketoma! ¡huye!, una forma de hacer música y baile que creó afición, y que hoy reconoceríamos como flamenco, primitivo pero flamenco), a referirse solo al estilo musical (cantiñas, soleares y otros jaleos). En 1880 lo encontramos junto a una de sus presuntas hijas, la soleá.

Ernesto García Ladevese, El Liberal 7/3/1880

Y todo esto se lo cuenta usted a un historiador del flamenco, especie en continua expansión, y muchos le dirán que no, que eso no era puro, que aquello no era flamenco de verdad, que es en la casa donde se hace mejor, al calor de la lumbre, con una botella de fino, papelucho de chicharrones, cucurucho de pescao, con mi Tato, mi Diego, mi Curro y mi Ané. ¡Nos ha jodío mayo!

domingo, 27 de mayo de 2012

Curro Cocales, gitano de la Viña, bandido internacional

3 comentarios:
Aunque no tiene que ver con el flamenco, llama nuestra atención un fragmento de la novela La Estrella de la Tarde que Manuel Fernández González publicó por entregas en el periódico Cádiz citando, según dice el autor, el diario parisino Le Fígaro. En el número del 10 de abril de 1880 relata hasta qué punto llegaba la capacidad de transformación de un viñero. Aunque es ficción no nos extrañaría que de ese bendito barrio caletero saliese un gitano con tamaño 'talento'.
Saludos a los amigos de la Viña, Cascana, Lupo, Popo, Chuqui, Moi, Peral, Caca, Caqui, Adolfo, Mezquita, Matute, Juan Vargas, y uno especial a José Rebujina. Y al gafas de Pinto: que le vayan dando si, si...

domingo, 13 de mayo de 2012

Maximiliano de Austria, baile flamenco y toros en 1851

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Fernando Maximiliano José María de Habsburgo-Lorena fue emperador de México entre 1864 y 1867, año en que fue fusilado en Querétaro. Es bien conocido su espíritu humanista y su afición por las artes. Sabemos que estuvo en Sevilla y Cádiz en septiembre de 1851 y que en la capital del Betis fue huésped de Antonio de Orleans, el muy aficionado a lo español Duque de Montpensier, en su palacio de San Telmo.
El periódico alicantino El Constitucional publicó en 1880 un resumen de uno de sus muchos escritos (fueron recogidos bajo el título Recuerdos de mi vida. Memorias de Maximiliano. México, 1869. 2 tt.). Se trata del relato de una fiesta celebrada en Sevilla. 
Diario constitucional de Palma 03/10/1851

En sus escritos incluye los bailes que se ejecutaron aquella noche, con propina austriaca incluida.
El cronista del periódico alicantino tituló el artículo El baile flamenco y los toros por el emperador Maximiliano del que podemos destacar, entre otras cosas, lo referente al cante: Muchos de estos bailes fueron acompañador por el canto. Pretender que este sea bello y melodioso sería en verdad un exceso de entusiasmo, porque aunque aquel salga de los labios de una andaluza, no deja de ser sino un bárbaro gangueo de origen árabe, como tuve ocasión de conocer después.
El resumen completo contiene las apreciaciones acerca del baile y los toros del infeliz hermano del emperador austriaco Francisco José. El hombre que un día soñó con hacer de México una nación libre, los conservadores y los franceses, que lo habían puesto allí, no le dejaron. Les salió rana y acabaron con él.
Su defensa a ultranza de los toros y el arte andaluz es buena muestra de cómo apreciaban los extranjeros aquello que tanto se denigraba y denigra por estos lares.

sábado, 28 de abril de 2012

Así que hubo una época hermética ¿eh?

1 comentario:
El malagueño Tomás Rodríguez Rubí publicó en 1838 'El Jaque de Andalucía' obra de costumbres gitanescas al estilo de la época, valiosa fuente de información para indagar los orígenes del género flamenco. El Semanario Pintoresco Español era el lugar apropiado para dar a conocer estas obritas. Ahí va un interesante fragmento del Jaque que apareció el 21 de octubre de 1838, una escena en la malagueña y flamenca calle Mármoles*
El bolero y la cachucha, el ole y otros jaleos, con cañas, polos y rondeñas forman parte del repertorio del naciente género flamenco.
Textos como este muestran que lo doméstico y lo público no estaban reñidos. Mientras en las casas resonaba lo indígena, en las tablas se atemperaba el acento, para todos los públicos. Pero que nadie intente convencernos de que lo hecho en teatros, cafés y ventas era menos arte que el que se interpretaba entre primos.
El periódico jerezano Asta Regia publicó el 13 de septiembre de 1880 un breve poema titulado 'Sobre un asiento' (osea sentado) que nos ha llamado la atención.  Se refiere a Dolores la Zarceta y nos ha hecho pensar en Mercé la Serneta jerezana que contaría entonces 40 años y, en otro verso, el macareno afirma te quiero más que al teatro quiere a la gente flamenca'.

 
Que el teatro adoraba a la gente flamenca no cabe duda, y el jerezano si cabe aun más, donde los flamencos según sabemos daban auténticos recitales en el Eguilaz. Sin embargo seguramente el poeta Pepito se refiera a lo teatreros que son los flamencos, en su calidad de actores en la vida real. Si el sentido fuera el primero la noticia viene al caso debido a las continuas afirmaciones por parte de ciertos 'estudiosos' respecto a que el flamenco se vio empobrecido cuando, en las primeras décadas del siglo XX, se hizo comercial y fue arrancado de los hogares gitanos y las casas de vecinos. ¡¡Hasta cuándo!! Cuánto tiempo habrá que esperar para que se deje de repetir semejante historieta. Desde los tiempos de Antonio Monge (sea o no El Planeta) y Lázaro Quintana su actividad profesional era notable y si subían a las tablas de los teatros qué no harían en los cafés, ventorrillos, barberías y tabernas. En casa también, claro está, y entre ellos más a gusto que cantarían, pero de ahí a la 'época hermética' que nos han querido vender va un trecho, grande no, enorme.
*Gracias a mi amiga Esperanza Galán por el dato y la foto
calle Mármoles  1907, tras la inundación del Guadalmedina

martes, 8 de noviembre de 2011

¡¡España-Jeré!!

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A un indignadísimo reportero le tocó asistir en octubre de 1880 a un Gran concierto de cante y baile andaluz celebrado en el jerezano Teatro de Eguilaz bajo la dirección de José Romero. Si leemos el detallado anuncio podemos encontrar a las primeras figuras del cante jerezano de aquellos tiempos, cuando el género estaba en la cumbre. La gran mayoría han pasado a la historia, algunos como forjadores de valiosos estilos de la tierra. Manuel Torre contaba entonces dos añitos, Chacón once.
La noticia es bien conocida por los aficionados (Blas Vega y Ríos Ruiz dieron buena cuenta de ella en el DEIF) sin embargo la subo por su interés. Apareció en el diario Asta Regia del 11 de octubre de 1880, después del concierto con la consiguiente indignación el periodista que aprovecha para poner a caldo el flamenco y su gente. Si levantara la cabeza y viera como 121 años después ha prosperado el género, descubriría asombrado que aquellos cantes llegaron mucho más lejos que la música de Arrieta o Marqués.
Me ha llamado la atención, entre otras cosas, Paquiro de Cádiz bailando por soleá y haciendo la Tonta, Antonio Monje (Moneo) bailando el pericón (baile nacional uruguayo), o el baile por falsetas.
Nota: Veo después de redactar la entrada que el compañero David de 'Papeles flamencos' ya subió esta noticia el pasado año. Ahí va el enlace
http://www.papelesflamencos.com/2010/06/jerez-9-de-octubre-de-1880.html

domingo, 9 de mayo de 2010

¡¡Hasta cuando compay!!

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Vengo leyendo, por casualidad, en los últimos días algunas referencias a la sempiterna cantinela de que el flamenco se está perdiendo, que su pureza se diluye en el efectismo comercial, menos mal que coincide con la nueva edición del 'Alegato contra la pureza' del poeta de Archidona Ortiz Nuevo. Quienes eso afirman suelen alegar que, ¡claro!, como el flamenco antes era andaluz y doméstico y ahora es mundial, se va perdiendo la esencia. A quienes así piensan les aconsejo la lectura del austriaco Gerardo Steingress 'Y Carmen se fue a París'. Por su parte conviene no olvidar que la popularidad del flamenco tiene una importante deuda con el baile y el toque, aunque el cante haya sido esencial para el nacimiento del género. ¿Dónde hubiera llegado con el cante? Si no es por los extranjeros ¿de qué iban a vivir los flamencos? No será de los múltiples tablaos que llenan las ciudades españolas. Y ya se sabe que a los responsables públicos, aunque hagan en Berklee doctor a Paco de Lucía, no se les cae la cara de mármol que tienen por nada del mundo. Siga considerando la 'cultura oficial española' el flamenco como hasta ahora y otro siglo más durará la presencia en las instituciones tanto de antiflamencos como de talibanes de lo jondo. Como este blog es de noticias ahí va una que viene al caso. Es de 1880 y aparece en el diario El Comercio. La pasión por lo andaluz viene de muy lejos, lean por ejemplo en este blog la carta de Alejandro Dumas. Saludos y gracias por comentar.