crónicas flamencas en la prensa de siglos pasados

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viernes, 9 de mayo de 2014

El ritmo propio de las tonás

10 comentarios:
Llevo tiempo dándole vueltas a dos comentarios de Antonio Chacón acerca de las livianas y las tonás. El primero se encuentra en la conocida entrevista de Luis Bagaria durante el concurso de Granada en junio de 1922.

La Voz 28/6/1922

Las livianas hoy se cantan, generalmente, a guitarra sobre el aire de la seguiriya, impuesto quizás por la serrana, cuando comenzaron a servir de preparación del cante valiente en la tanda que hacía ¿Silverio?

Que hable la prensa histórica: Lázaro Quintana en 1827 canta las seguidillas de Pedro Lacambra* para ser bailadas; en 1842 Estébanez cita a María de las Nieves cantando livianas junto a las tonadas sevillanas. Hasta aquí una bailable y otra supuestamente a palo seco junto a las tonás sevillanas.

En 1846 aparece con las tonadas y con la serrana, éstas suponemos que con guitarra; en 1847 se cantan de nuevo junto a las tonás. Ya en el '74 se mencionan las livianas y tonadas de Molina.**

Habría entonces dos maneras de interpretarlas: unas livianas cantadas a palo seco, a modo de tonás, esto es, en vez hacerse sobre una cuarteta octosilábica se cantaban en seguidillas (7-5-7-5), y que también se podían acompañar a guitarra como preparación de la serrana, sobre el aire de seguiriya, que es la que hoy se cultiva.

En otra entrevista cinco años después el mismo Chacón, contestando a la pregunta de José Mayral, contradice totalmente lo dicho en 1922.

José I. Mayral La Voz 20/7/1927

La regla de arte, esa es la cuestión. El flamenco tiene múltiples reglas de arte con las que los artistas confeccionan su estética. Después volveremos sobre esto.

Donde dije ritmo propio, digo arbitrario, donde dije ni más alla ni más acá, digo alargando y acortando tercios, como uno quiere. Quizá ambas explicaciones tenga algo en común.

Con lo de ritmo propio Chacón no se refiere al compás, ya que los cantes sin guitarra suelen hacerse sin sujeción métrica alguna, aunque hoy muchos se agarran al aire de seguiriya, seguramente desde que Antonio Ruiz eligiera la clave seguiriyera para su martinete.

Y cuando dice no hay manera de salirse de él, ni más allá ni más acá (salirse era precisamente la especialidad del gran compositor jerezano) se debe referir entonces al ritmo de la melodía, que es lo único que suena en esos cantes, la rítmica empleada al decir los tercios (versos melódicos).

En cuanto al modo especial y arbitrario, alargando y acortando los tercios habla de improvisar, algo que a muchos ilustres cantaores se les ha dado la mar de bien. Imposible fundir ambas aseveraciones si no es que las tonás tienen una forma de decir propia, la que sale de pronto.

¿Será este ritmo el que conocemos?



Entre las pocas livianas sin guitarra grabadas están las deliciosas del Chaqueta, que las marca por seguiriya. Aunque prescinde del instrumento no así del compás seguiriyero que las gobierna.


Digamos entonces que las livianas eran unas tonás que tenían su propio ritmo externo, que no eran 'esclavas' del instrumento músico, que se interpretaban con el ritmo propio de los cantos a solo, ni más allá ni más acá, y que en realidad eran improvisaciones.

Es probable que la fusión de esas tonás*** y livianas, con la guitarra encendiera la espita del flamenco, siguiendo las reglas de arte, como hiciera Mairena con la Toná-Liviana.

Me da que si no es por la sonanta esos cantes lo más probable es que fueran hoy exóticas reliquias del Puerto, Sanlúcar, Jerez o Rota. Los Pagés de Cádiz tuvieron la culpita, será que le regalaron una al carnicero Cantoral.

* De quién son esos machos / con campanillas / son de Pedro Lacambra / van pa Sevilla.  Una seguidilla sobre la que entona Matrona la liviana que precede a la Serrana.
** Guillermo Castro explica aquí a diferentes extremos sobre el origen de la seguiriya y, cómo no, se refiere a las livianas.
*** Melodías en andaluz.

martes, 30 de julio de 2013

Doña Manuela Valle

1 comentario:
El DEIF nos dice de Manuela Valle. Cádiz, siglo XIX. Bailaora. En el Teatro Bretón de su ciudad natal, recibió un homenaje consistente en una función a su beneficio, el día 10 de abril de 1874, anunciándose como «aplaudida bailarina». En el programa del citado espectáculo hace constar: «Invitada por innumerables personas de esta hermosa ciudad, las cuales me honran con sus simpatías aplaudiendo continuamente desde mi aparición en la escena de este lindo coliseo mi escaso mérito artístico, para que hiciera una función en mi beneficio, y de acuerdo con la empresa he combinado para este día una variada que espero sea del agrado de mis galantes favorecedores: si lo consigo, se verán colmados los deseos de su atenta servidora». Entre dramas breves y piezas de costumbres andaluzas, Manuela Valle, de quien se dice en el citado programa: «Quien no conozca a esta mujer de gracia, debe esta noche acudir al Teatro Bretón a quedarse bizco admirando la sandunga de Manuela Valle», se proponía interpretar los bailes La sal de Sevilla, una coreografía, soledá y cantiñas y el zapateado de Cádiz «donde dará bravos muletazos con más arranque que El Gordito y Lagartijo». La acompañó al cante Ildefonso Valle «acompañado de otro tocaor». Por el programa, se deduce que se dedicaba a la enseñanza, dado que presentaba en el espectáculo a una discípula suya de ocho años.
Tengo el programa (archivo Antonio Barberán) y la noticia aparecida en el diario gaditano El Comercio del beneficio de la bailarina Manuela Valle en el Teatro Bretón de la Plaza de Jesús Nazareno (entre el Balón y La Viña) 

El Comercio 10-4-1874

1874 Teatro de Bretón.- situado en la plaza de Jesús Nazareno.- Función para hoy, a beneficio de la bailarina doña Manuela Valle.- El drama en un acto El Arcediano de San Gil.- Por la beneficiada el baile andaluz La sal de Sevilla.- La comedia en un acto La mujer de Ulises.- La pieza andaluza La cigarrera de Cádiz, en la que la beneficiada desempeñará la protagonista, y a su tiempo bailará una niña de ocho años Soledá y cantiñas, y además ejecutará el ¡¡Zapateado de Cádiz!!.- D. Ildefonso Valle acompañado de otro tocador cantará Soledá y catiñas, en la que la señora Valle bailará La Soledá.- Dando fin con el Can can de la bella Elena.- A las ocho en punto.
Entrada y butaca 4 rs.

Sin embargo, tres años antes Manuela Valle ya bailó soledá y cantiñas haciendo el personaje de Soledad en La Flor de la Canela, esta vez fue en el Balón y también en un beneficio.

El Comercio 22/9/1871

¿Será ésta la misma Srta. Valle que veinte años antes bailó El Vito en 1850 y 1853, la jácara, el jaleo de Jerez, el zapateado de Cádiz y los panaderos en 1854, la corraleras de Triana y el zapateado macareno en 1857, y que aparece como primera bolera en 1859? Sin duda es ella quien en 1872 baila el Ole de la Esmeralda junto a Valladares

El Nacional ?/?/1850

Aunque es imposible que sea la misma que la que aparece anunciada en 1899. ¿Su hija? ¿Una sobrina? Un lío.

El País 13/8/1899

El apellido Valle no dice mucho en el flamenco, exceptuando claro está a Alfonso Valle Sacapachini 'Bendito', el cantaor y bailaor gaditano, quién junto a Cascarilla y su esposa Conchita Aranda 'La Bendita', como la llamaba Caracol, formara el cuadro 'Los gitanillos de Cádiz'. Sabemos, gracias al amigo Fermín Lobatón, que el abuelo paterno de Bendito fue cantaor, y se llamaba Alfonso Valle. Y como junto a Manuela aparece un Ildefonso Valle pensamos que podrían tener parentesco. Seguiremos indagando. Seguramente Antonio Barberán nos podrá sacar de dudas.

martes, 5 de marzo de 2013

La Neguita, tango americano: lotería y limoná

5 comentarios:

Mi compañero Guillermo Castro me insta, de buen rollo, a que me cante la partitura que guarda la BNE de un tango americano refundido por Iradier con el título La Neguita, editado en 1874. Iradier debió componerla entre 1850 y 1860.

Entre otros lleva insertado el tango del chupa rechupa y chupa, del que ya supimos en 1850 dentro de La flor de la canela que llevaba la compañía de José María Dardalla en su repertorio


Diario Oficial de Avisos, Madrid 12/5/1850

Algo muy interesante es que esta Neguita refundida por el gran Iradier, además del Chupa, contiene las letras de la guanábana (aquí guanak), lotería y limoná que encontró Ortiz Nuevo y que publicó en el libro La Rabia del placer, escrito a dos manos con un servidor. A cada letra le corresponde su estribillo en afro-español tan popular en la escena hispana desde el siglo XVI.

En 1870 Antonio Mercé hace un arreglo del tanguito cambiando levemente la rítmica vocal con respecto a la de Iradier, en 6/8 aunque escrito en 2/4. He aquí la partitura




Y aquí el audio que he grabado para hacernos la idea de cómo es el dichoso tanguito

lunes, 5 de marzo de 2012

Feria flamenca en Sevilla, abril 1874

1 comentario:
Creemos que no es muy conocido entre la afición el interesante artículo de José Navarrete Sevilla en el mes de abrí publicado en 1874 en varios diarios. Lo hemos encontrado en La América del 28 de mayo. Seleccionado los fragmentos que consideramos de mayor interés, donde se menciona el Polo de Tobalo y las javeras, y las seguiriyas de Cantoral y Curro Dulce, serranas de Silverio, livianas y tonadas de Molina, soledá de Juraco* y el Torrijos del Granaíno. Primero la extendida referencia al Fillo como el Rubini del cante flamenco, según Navarrete
*A Juraco lo cita Demófico sin especificar que estilo cultivaba, ahí están las soleares y que siendo de Alcalá de Guadaira bien podría tratarse de un antecedente del extendidísimo cante de Joaquín el de la Paula.

viernes, 13 de enero de 2012

Francisco Tapia, playeras a guitarra 1842

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Domingo Prat en su Diccionario de guitarristas de 1934 se refiere a Francisco de Borja Tapia, fallecido en Madrid el 18 de febrero de 1845. Tres años antes actuó en Pamplona un Francisco de Paula Tapia que suponemos se trata de la misma persona.Quien por cierto compuso el polo incluido en el los Cantos Españoles de Eduardo Ocón, Málaga 1874.

La noticia de los conciertos de Tapia en Pamplona aparece en el diario madrileño El Espectador del 26 de abril de 1842. Destacó en la interpretación de playeras (seguiriyas, a guitarra sola según parece), corraleras de Triana (seguidillas sevillanas) y Rondalla aragonesa (jota ¿alegrías?). El éxito fue rotundo elogiando el público su habilidad y destreza, y todo esto en la tierra natal de Sabicas.




Baltasar Saldoni, en su Diccionario biográfico-bibliográfico de efemérides de músicos españoles de 1868, nos habla de un Francisco de Borja Tapia, fallecido el día que indica Prats, pero no se refiere a él como guitarrista sino como famoso ventrílocuo, autor de canciones españolas y cantante que se acompaña a la guitarra.

Y como ventrílocuo aparece en algunos periódicos de la época, como en esta reseña que también cita su faceta de guitarrista
Eco del Comercio 11/2/1842
Otras lo citan como ventrílocuo y cantante
Eco del Comercio 24/6/1841
Hemos encontrado en el diario El Espectador del 30 de septiembre de 1841 un semblante de Tapia con varios detalles interesantes de su biografía artística, refiriéndose a él como el célebre cantor don Francisco de Borja Tapia preferentemente de aires andaluces que los ha cultivado con tanta constancia y buen éxito que ha logrado adornar sus composiciones de toda la gracia y de toda la perfección que es susceptible en ese género de música.

Para concluir diremos que la flamencología se refiere a un gaditano maestro Tapia como acompañante de El Mellizo cuando en 1886 Patiño le tocaba a Chacón. ¿será familia de Francisco? Gracias por seguir el blog.