Mi amigo Gabriel, que es muy sabio, dice cosas muy sabias. Entre esas cosas que dice hay una que me gusta especialmente y que es: "Ante la duda: Hacer", y como a mí me gustó cuando la dijo, sin decirle nada me la apropié y ahora la uso cada vez que estoy indecisa entre tomar cartas en el asunto o dejarme llevar por la pereza.
Ayer, mucha gente debió pensar lo mismo y salió a la calle a protestar.
Evidentemente es más fácil y supone mucho menos esfuerzo quedarse en casa viendo una película peeeeeero... no habríamos seguido ese sabio consejo y el resultado sería se-gu-ro el de la ruina total (en todos los sentidos). Por eso, ¡hagamos!. Si lo único que nos queda es quejarnos, quejémonos.
¿Será por ésto que un día mi mamá, jugando al Tabú (se debe describir una palabra sin decir aquéllas principales que la definen porque son tabú), para intentar que su compañero de juego adivinara "protestante", me señaló a mí ;-) ?
Y bueh... ¡protestémos entonces!
viernes, 20 de julio de 2012
jueves, 12 de julio de 2012
El equilibrio y la justicia
Intermitentemente aparece en la vida de las personas una especie de fuerza (divina o no) que intenta equilibrar la balanza de las cosas diarias. Lo de la arena y la cal, a diario.
Yo hoy tengo un día especialmente pesimista... o triste... o flojo, o lo que sea, pero no ideal. Y es un poco por todo. Por los funcionarios, por los desempleados, por los mineros, por los pensionistas, por los dependientes, por los jóvenes, por todos los que pierden la ilusión. A quien más quien menos le está tocando preocuparse por algo y ese sentimiento de falta de optimismo y perspectivas acaba resultando demoledor.
Bueno, se vé que para que el ánimo no me llevara a explotar (y ejercer por un ratito de drama queen), dando una vuelta encontré una página que de tan sencilla que es resulta fascinante, y que nos recuerda las muchísimas cosas simples (detalles) que nos hacen un poquito felices. Y son todas muy ciertas.
¿No les encanta cuando uno lee /oye / ve algo con lo que se siente identificado y dice: "¡Síííí, es verdaaaad!"?.
A mí, mucho.
Acá abajo van algunas que creo que nos pasan a todos para que, sea cual sea el grupo de los de arriba en el que estén metidos ahora mismo, puedan salir por un ratito a respirar.
...y así muchíiiiiiisimas más que da gusto leer (en inglés, eso sí).
La justicia divina, que se encarga de equilibrar las cosas. Mmmhh... No sé, digo yo.
Yo hoy tengo un día especialmente pesimista... o triste... o flojo, o lo que sea, pero no ideal. Y es un poco por todo. Por los funcionarios, por los desempleados, por los mineros, por los pensionistas, por los dependientes, por los jóvenes, por todos los que pierden la ilusión. A quien más quien menos le está tocando preocuparse por algo y ese sentimiento de falta de optimismo y perspectivas acaba resultando demoledor.
Bueno, se vé que para que el ánimo no me llevara a explotar (y ejercer por un ratito de drama queen), dando una vuelta encontré una página que de tan sencilla que es resulta fascinante, y que nos recuerda las muchísimas cosas simples (detalles) que nos hacen un poquito felices. Y son todas muy ciertas.
¿No les encanta cuando uno lee /oye / ve algo con lo que se siente identificado y dice: "¡Síííí, es verdaaaad!"?.
A mí, mucho.
Acá abajo van algunas que creo que nos pasan a todos para que, sea cual sea el grupo de los de arriba en el que estén metidos ahora mismo, puedan salir por un ratito a respirar.
- Cuando te suena el teléfono y es la persona que esperabas.
- Cuando arreglas algo que estaba roto.
- Cuando ves a alguien leyendo tu libro favorito.
- Cuando consigues que un bebé deje de llorar.
- Cuando ves una película que te hace reir a carcajadas.
- Cuando tienes todos los ingredientes que necesitas para la receta.
- Cuando te reencuentras con alguien querido en el aeropuerto.
- Cuando un profesor pone tu trabajo como ejemplo.
- Cuando encuentras algo que habías olvidado que tenías.
- Cuando te das una ducha después del deporte.
- Cuando hablas con un amigo de hace tiempo y ves que nada ha cambiado.
- Cuando tachas algo de tu lista de pendientes.
- Cuando estás contento con tu nuevo corte de pelo.
- Cuando vas en bici y el viento fresco te da en la cara.
- Cuando te das cuenta de que tienes más tiempo para hacer las cosas del que esperabas.
- Cuando ves que tienes sobras riquísimas del día anterior.
- Cuando te vas a la cama sabiendo que puedes dormir hasta la hora que quieras.
- Cuando se te cae algo y ves que no se rompió.
- Cuando alguien disfruta con algo que le recomendaste.
- Cuando plantas semillas y salen los brotes.
- Cuando encuentras el regalo perfecto para alguien.
- Cuando alguien viene corriendo a abrazarte.
- Cuando ves venir tu maleta en la cinta del aeropuerto.
- Cuando te quitas eso que te molestaba entre los dientes.
- Cuando te toca el turno después de haber hecho cola un rato.
- Cuando todo el mundo está de buen humor.
- Cuando recibes un paquete de algo que compraste on-line.
- Cuando alguien pregunta y eres el único que sabe la respuesta.
...y así muchíiiiiiisimas más que da gusto leer (en inglés, eso sí).
La justicia divina, que se encarga de equilibrar las cosas. Mmmhh... No sé, digo yo.
Café local
Hace poco el blog de Elephantine proponía un reto fotográfico que consistía en ir a una cafetería en la que nunca hayas estado y hacer fotos del lugar, de la comida y del nombre en el cartel.
En mi caso no se trata de un lugar al que nunca había ido antes pero sí uno al que hace poco que voy. Está muy cerca de donde vivo y tiene un aire especial. Si no me equivoco está empezando (o lleva relativamente poco tiempo abierto) y todavía no logró arrebatarle la clientela (o compartirla con ellos) a los bares tradicionales de los alrededores.
A mí me gusta porque el lugar es diferente. Si no me equivoco, en sus tiempos mozos fue un cine de barrio y el edificio está casi intacto. Y, la verdad, creo que tiene encanto. Además te atienden como si fueras alguien de la familia o de los amigos que pasa a saludar, y ellos te abren las puertas de su casa para que tomes un café o comas algo y charles un poco.
Pasen y vean.
En mi caso no se trata de un lugar al que nunca había ido antes pero sí uno al que hace poco que voy. Está muy cerca de donde vivo y tiene un aire especial. Si no me equivoco está empezando (o lleva relativamente poco tiempo abierto) y todavía no logró arrebatarle la clientela (o compartirla con ellos) a los bares tradicionales de los alrededores.
A mí me gusta porque el lugar es diferente. Si no me equivoco, en sus tiempos mozos fue un cine de barrio y el edificio está casi intacto. Y, la verdad, creo que tiene encanto. Además te atienden como si fueras alguien de la familia o de los amigos que pasa a saludar, y ellos te abren las puertas de su casa para que tomes un café o comas algo y charles un poco.
Pasen y vean.
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ésto es lo primero que ves al entrar |
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luego te giras y ves ésto (la entrada) |
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caminás un poquito y te volvés a girar para ver la sala entera |
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estás llegando a la parte de atrás para salir a la terraza |
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te comés algo rico en la terraza un día de sol |
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y al marcharte vuelves a mirar en la entrada el plan para hoy |
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y el cartel |
miércoles, 11 de julio de 2012
Me impresiona / No me impresiona
Y como el público lector hizo notar su
satisfacción con mi anterior entrada de la serie “Me impresiona/No me
impresiona”, acá va la segunda edición:
Me impresiona:
- La gente que procura no parar con el coche
en doble fila para no molestar a los demás aunque sea “sólo un momentito” (es
que escasean).
- La gente que cuando va a hacer la compra se ciñe
a meter en el carro lo que lleva escrito en la lista (yo hago la lista, me la
olvido en casa, voy a comprar con hambre y traigo lo que me da la gana
olvidándome leche, huevos, papas y pan… ya saben).
- La gente que en un ascensor te saca un tema
de conversación interesante.
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-¿Bajas? - Sí, mi sargento, hemos perdido 9 hombres y el sargento está herido. |
- La gente que cuando se mete en una charla
sobre la crisis sabe argumentar sus opiniones sin caer en las gastadísimas frases
de siempre (“es que nos roban por todos lados”, “son todos iguales”, etc.).
- La gente que hace deporte to-di-tos los días
(yo no siempre tengo la misma energía: hoy sí, hoy no).
- La gente que escribe libros que te atrapan
(eso es un don, no me digan).
- La gente que sabe leer/hacer/tocar música
(otro don).
- La gente que sabe educar bien (también
escasean).
- La gente que hace papiroflexia (¿no es
alucinante?).
No me impresiona:
- La gente que cada vez que habla se cree que
te da una clase (de lo que sea).
- La gente que tiene la casa limpísima porque
no tiene perros.
- La gente que no se compra ropa barata porque
es barata (¿?).
- La gente que dice que adivina el futuro (¿no
era incierto?).
- La gente que, cuando escribe, abusa de
palabras que cree que quedan bien como “del mismo/de la misma”.
- La gente que sale con melenas espectaculares
en los anuncios de champú (no es verdad, el pelo no queda así).
- La gente que come fuá (si, foie, ése… -no me hagan hablar-).
- La gente que dice de sí misma que es ‘moderna’,
‘eficiente’, ‘buena cocinera’, ‘imprescindible en su trabajo’ o ‘muy amiga de
sus amigos’ (¿no son esas cosas que debieran decir los demás?).
martes, 10 de julio de 2012
La mesa
A todo el mundo le gustaba posar su taza de café,
revolverlo suavemente y beberlo a sorbos pequeños para saborearlo gota a gota
en torno a ella. Todos querían sentarse a su alrededor y charlar sobre las
cosas de la vida, pasar la tarde junto a la ventana donde estaba, reír y dejarse
llevar por la conversación. Era lindísima, quedaba bien en cualquier sitio y
resultaba francamente llamativa. Parecía fuerte y sólida y con el tiempo se
había convertido en el centro de toda reunión. Cada uno de sus rasgos hacía que
se viera estable y consistente. Todas sus piezas formaban un conjunto perfecto
que la mantenían erguida y firme. Siempre había dado la impresión de ser maciza
y de adaptarse a cualquier circunstancia lo que la hacía no sólo versátil sino
también imprescindible. Junto a ella se vivían momentos felices, millones de
risas y veladas divertidas. Comidas, meriendas, charlas, planes,... Todo era
interesante y prometía serlo aún más. Se discutía, se debatía, se hablaba, de todo
sucedía donde ella estaba.
Pero un día algo la desestabilizó. Algunas de
sus bases cedieron, y esa repentina debilidad la hizo resquebrajarse. Nadie supo
muy bien por qué. Realmente, ninguno fue capaz de identificar lo que le había
pasado. Su estructura, esa que la convertía en algo tan especial, se había roto. Parecía
haberse quedado coja. Quizás una simple cuña hubiera bastado para volverla a
levantar, o para dar tiempo a encontrar una solución definitiva que la volviera
a convertir en aquella pieza formidable que había sido desde un principio. Pero, en realidad, se había partido en dos.
Casi destruida, encontró en su división la
forma de sobrevivir y cada una de esas mitades cobró una nueva vida y tomó un
rumbo distinto. Por separado no servían para las mismas cosas que antes, pero
ambas partes hallaron la manera de reconstruirse y continuar cumpliendo su
función a pequeña escala.
El tiempo pasó y los acontecimientos también.
Acontecimientos de todo tipo; alegrías en todas sus tonalidades, decepciones
del agrio al amargo, logros dulces, lágrimas ácidas y risas de colores que cada
media porción vivió por su lado. Muchas fueron las aventuras y desventuras de
las que fueron testigos y protagonistas a la vez. Pero, como hay cosas que
suceden así de repente y sin explicación, un día alguien cuyo
oficio debía ser observar las cosas torcidas y enderezarlas, las rotas y
repararlas o las incompletas y completarlas, se detuvo un instante a mirar e inmediatamente se percató de que ambas fracciones seguían teniendo grabada la
muesca que las hacía encajar. Esa marca que había permanecido imborrable a
pesar del tiempo y que las podía volver a unir en una sola nada más acercarlas.
Esas hendiduras del derecho y del revés que al juntarlas convertían la división
en invisible y la tornaban en una sola inmensa otra vez.
Y sólo hizo falta reunirlas en el mismo espacio y en el mismo instante para que todos apreciaran a simple vista, que aquélla debía volver a ser una única pieza de valor incalculable como lo había sido una vez.
Y sólo hizo falta reunirlas en el mismo espacio y en el mismo instante para que todos apreciaran a simple vista, que aquélla debía volver a ser una única pieza de valor incalculable como lo había sido una vez.
A mi amiga M porque no soporta que
las mesas cojeen y quiere que todas llevemos siempre una cuña en el bolso.
A mi otra amiga M porque hubo un día en que ejerció ese oficio raro.
Y a mi otra amiga M porque es el pegamento más eficaz.
M.
A mi otra amiga M porque hubo un día en que ejerció ese oficio raro.
Y a mi otra amiga M porque es el pegamento más eficaz.
M.
lunes, 9 de julio de 2012
Detalles que hacen un todo
Haciendo honor al nombre de este blog, seguimos en la tónica de destacar los detalles en cada cosa que vemos. Fíjense bien: el banderín del salón, las láminas sobre una repisita encima del sofá,
el colgante entre las ventanas, los candelabros negros sobre la mesa
blanca, el cuadro de la cocina, el balcón que se ve desde la ventana, el
trapo de la cocina, el ojo en el pasillo, las fotos en blanco y negro
en la habitación, el silloncito de la entrada y el armario elevado en el
baño para poder barrer bien.
¡Si es que me gusta todo! El suelo, los ventanales, los muebles mínimos, las plantas, el blaaaanco, la sencillez, el perrito ;-)
Hoy no estoy inspirada para escribir y, como una imagen vale más que mil palabras, con lo que viene a continuación tampoco va a hacer falta que diga nada.
Para ver las fotos en su tamaño original (mucho mejor) hagan click acá.
¡Si es que me gusta todo! El suelo, los ventanales, los muebles mínimos, las plantas, el blaaaanco, la sencillez, el perrito ;-)
Hoy no estoy inspirada para escribir y, como una imagen vale más que mil palabras, con lo que viene a continuación tampoco va a hacer falta que diga nada.
Para ver las fotos en su tamaño original (mucho mejor) hagan click acá.
Publicado por
Mariana
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decoración,
detalles,
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inspiración,
interiorismo
4 comentarios:
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viernes, 6 de julio de 2012
Felicidades
La RAE define la palabra así:
hermano, na.
1. m. y f. Persona que con respecto a otra tiene el mismo padre y la misma madre, o solamente el mismo padre o la misma madre. (el primero de los casos)
4. m. y f. Persona que con respecto a otra tiene el mismo padre que ella en sentido moral; p. ej., un religioso respecto de otros de su misma orden, o un cristiano respecto de los demás fieles de Jesucristo.
5. m. y f. Persona admitida por una comunidad religiosa a participar de ciertas gracias y privilegios.
1. m. y f. hermano de padre.
1. m. ganapán (‖ hombre que lleva recados o bultos).
1. m. y f. pariente pobre.
1. m. y f. hermano de madre.
□ V.
Pero, según mi parecer, faltan las siguientes acepciones:
- (inmejorable) compañera de estudios
- (más reciente y mejor bienvenida) colega profesional (¡sí señor!)
- (moderna) asesora de moda
- (infalible) detectora de gangas
- (brillante) organizadora de viajes
- (la mejor) compañera de viajes
- (cariñosísima) tía de mis princesas
- (imprescindible) tercio de las tres mosqueteras
- (implacable) correctora ortográfica
- (imbatible) observadora del mundo mundial
- (genial) imitadora de bailarines familiares
- (generosísima) anfitriona
- (la mejor dispuesta) compinche para todo
- (la más adaptable) socia del club de las improvisadoras
- (la mejor) escuchadora
- (la más abierta) aprendiz de todo
- (la mejor) compartidora de curiosidades
...y muchas otras que debería ir resumiendo para que no se me alargue el post hasta el infinito.
¡¡¡¡¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!!!!!!
martes, 3 de julio de 2012
Hambre de saber
A veces una tarde aburrida charlando entre
amigos puede dar lugar descubrimientos insospechados y a un fenómeno más que inusual.
Tengo un amigo que dice que todas las frases
que empiezan con "¿A que no…?" acaban complicándole la vida a alguien y me parece
una reflexión genial.
Al parecer ésa tarde dos amigos comenzaron una
discusión tonta sobre si los paquetes de pasta para sopa de letras las contenían
todas, de la A a la Z. Ella insistía en que no, él en que sí. Como hay
preguntas de muy difícil respuesta y testarudos hasta la médula él decidió,
después de la inevitable apuesta, que iría a comprar un paquete y harían las comprobaciones
oportunas. Y así lo hizo. Compró un paquete y empezó a separar las letras por
montones sobre la mesa.
Todas las A juntas, todas las B, todas las C, todas
las D, parecía que la cosa iba bien. Iban
a estar todas y él ya se frotaba las manos pensando en su recompensa, hasta
que llegó a la U. No aparecía. Quizás no la había buscado bien. Otro montón y a
rebuscar otra vez. No. Nada. Siguiendo vio que la W tampoco aparecía. Las demás
sí, pero esas no. Acabado el paquete e invadido él por un
sentimiento de decepción, decidió escribir una carta a Pastas Gallo para pedir
explicaciones. La carta contaba lo anterior y además planteaba esta cuestión:
"Por eso me pongo en contacto con vosotros, para que deis
un poco de luz sobre el tema. Debo seguir volcando más montoncitos encima de la
mesa, puesto que dichas letras sí existen en el interior del paquete? O por el
contrario, estoy perdiendo el tiempo? Y si la respuesta correcta es la segunda,
a qué es debido que dichas dos letras no aparezcan en el envase? Su proceso de
fabricación difiere mucho de una O, o de una V? Por favor, quiero saber el
motivo.
Os adjunto una fotografía del collage que hice. Podréis ver que faltan las dos letras comentadas. Mi amiga ha ganado la apuesta, o por el contrario aún queda una posibilidad de que sea yo quien gane, y que no sea poniendo una M al revés o rompiendo un poco una O?".
Os adjunto una fotografía del collage que hice. Podréis ver que faltan las dos letras comentadas. Mi amiga ha ganado la apuesta, o por el contrario aún queda una posibilidad de que sea yo quien gane, y que no sea poniendo una M al revés o rompiendo un poco una O?".
![]() |
ésta es la foto que adjuntó a la carta como prueba irrefutable |
Lo curioso es que, ante esta inquietud, al
impulsor de la iniciativa se le ocurrió abrir un blog para contar su hallazgo y
el desarrollo de los acontecimientos a partir de su reclamación. Al cabo de
pocos días, escribía una entrada en la que contaba su sorpresa ante la
inmensa repercusión que había alcanzado el tema. Muchos decían que se trataba de una campaña de
marketing viral emprendida por la propia Pastas Gallo, otros se unían a la
causa prometiendo comprar un paquete de pasta y someterlo a examen exhaustivo y
también habían quienes se reían de él.
En poco tiempo numerosoísimos medios se hacían eco
de su iniciativa. Múltiples blogs dedicaban sus entradas al tema, los periódicos una columna y las radios unos minutos de entrevista en antena. La polémica no paraba de crecer. Todo un fenómeno.
Al cabo de unas semanas, la empresa respondió haciendo
gala de muy buen humor:
Apreciado consumidor,
A pesar de que existe una justificación técnica para que no hayamos fabricado la "U" y la "W" ( y es que son dos letras sin puntos de apoyo suficientes para asegurar que no se deformen durante su producción), podemos invitarle a que visite nuestras instalaciones y compruebe, in situ, cómo se fabrica la pasta y que no tenemos escondidas esas consonantes por ninguna parte.
Lamentamos, profundamente, que las Ursulas, Eustaquios, Wenceslaos, Eusebios, etc... tengan dificultades para escribir su nombre y que Vd. haya perdido la apuesta, no obstante, les sugiero a todos que usen la M al revés como W. Con la U sólo se me ocurre recurrir a la C, aunque, la verdad, cuela poco...
S.E.
Directora de Comunicación
Ni se imagina la tentación que he tenido de escribir toda la parrafada anterior sin ninguna "u"...
A pesar de que existe una justificación técnica para que no hayamos fabricado la "U" y la "W" ( y es que son dos letras sin puntos de apoyo suficientes para asegurar que no se deformen durante su producción), podemos invitarle a que visite nuestras instalaciones y compruebe, in situ, cómo se fabrica la pasta y que no tenemos escondidas esas consonantes por ninguna parte.
Lamentamos, profundamente, que las Ursulas, Eustaquios, Wenceslaos, Eusebios, etc... tengan dificultades para escribir su nombre y que Vd. haya perdido la apuesta, no obstante, les sugiero a todos que usen la M al revés como W. Con la U sólo se me ocurre recurrir a la C, aunque, la verdad, cuela poco...
S.E.
Directora de Comunicación
Ni se imagina la tentación que he tenido de escribir toda la parrafada anterior sin ninguna "u"...
No contento con esta respuesta, siguió su
lucha a favor de la inclusión de las letras perdidas. Durante el tiempo que
duró su emprendimiento la iniciativa se propagó de tal modo que invadió los
medios como una onda expansiva hasta convertirse, sin pretenderlo, en una efectiva, original y
divertida campaña publicitaria.
Al cabo
de unos meses el curioso en cuestión recibió en su casa un lote de pastas para
sopa con unas cuantas U y W “por si las necesitara” junto con una promesa:
Y respecto a si incluiremos la "u" y
la "w", el maestro tornero no sólo tiene preparadas esas, sino que,
en previsión de futuras polémicas está trabajando sobre la "Ñ" y la
@...¡¡¡¡¡Hay que adaptarse a los tiempos!!!!!!!
¡Qué bueno que hoy en día alguien "se mueva" gracias a una inquietud por muy insignificante que parezca! Me encanta la gente así.
Comadreja (palabro que utilizamos Ceci y yo para decir "moraleja"): Cualquier idea llevada a la práctica puede desencadenar en algo mucho más importante de lo que parecía en un principio.
Ah! conocí la historia gracias al blog CaraTortuga (que pienso seguir a partir de ahora!).
![]() |
La real academia de las sopas |
Comadreja (palabro que utilizamos Ceci y yo para decir "moraleja"): Cualquier idea llevada a la práctica puede desencadenar en algo mucho más importante de lo que parecía en un principio.
Si tienen curiosidad por ver la cantidad de medios que mencionaron el fenómeno, dense una vuelta por el blog porque se van a quedar de piedra.
Ah! conocí la historia gracias al blog CaraTortuga (que pienso seguir a partir de ahora!).
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