Podemos tomar un primer plano de cualquier cosa, pero éste es todo lo contrario a "cualquier cosa"justamente por ser de lo más especial. Ya la conocen porque tiene, junto con Nela, su apartado exclusivo en este blog. Esta foto me parece preciosa. Es Lilly en un momento de relax, de esos que tanto le gustan. Estaba en su camita, muy pegadita a mí (es una lapita que nos persigue todo el día a todas partes), y que colocamos al sol como a ella le gusta.
Lilly tiene unos 4 años, según nos contaron en el refugio donde la adoptamos y, entre las escasísimas cosas que sabemos de su pasado nos enteramos que en algún momento de su vida fue mamá. Es curioso porque aún juega como si fuera un cachorro y tiene un espíritu dicharachero e infantil muy poco propio de su edad casi adulta. Si fuera una persona sería divertidísima, feliz, sin complejos y de lo más optimista. Cuando llegó a casa vino acompañada de una amiguita que vivió con nosotros durante unos dos meses hasta que en el refugio le encontraron un hogar en Alemania. Ella y Nela son como dos hermanas-amigas-compañeras de piso-amantes muy bien avenidas. Digamos que desparrama alegría por donde pasa y nos salpica a todos.
Por eso y por muchas cosas más, no hay mejor primer plano que éste.
