El caso que
han ido pasando los años y esas vías que veía como inalcanzables o simplemente
las aparté por desconocimiento o ignorancia se meten en mi lista de pendientes.
Poco a poco he visto como lo que creía imposible se aleja hacia otros horizontes.
Poco a poco he visto como lo que creía imposible se aleja hacia otros horizontes.
No ha sido
fácil en ocasiones encontrar al compañero y en otros casos puntuales ponerse al
nivel de la vía en cuestión. Por supuesto muchas de las que aparecen en el
índice me están pendientes por liberar (sobre todo las más difíciles como es
obvio). Pero solo el hecho de decidir ir a escalarlas me ha supuesto un gran
combustible en la motivación e ilusión en esto que llamamos escalar.
En el índice
aparecen vías y lugares ampliamente conocidos en el mundo de la escalada
deportiva... Cuenca, Patones o la Pedriza son un ejemplo de ello. No han sido
pocas las visitas a estas excelentes escuelas. Como tampoco han sido pocas, las
risas de mis aseguradores cuando me han visto sufrir en exceso en vías que se
me escapaban por su dificultad. Pero solo el hecho de llegar a la reunión de
alguna de ellas, me ha resultado un gran triunfo personal.
Nunca
olvidaré la vez que me subí por la mítica Mococlimbing. La escalamos en dos
largos un día de esos recios de frio y viento. En el segundo, tras varios
sartenazos y la desesperación de mis compis, logré lacear una seta y usando el
estribo conseguí finalmente alcanzar el ansiado descuelgue. Me supuso un enorme
esfuerzo en ese momento. Pero había dado un gran paso. Había roto una de esas
cadenas que me mantenían atrapado en el no puedes de muchas vías.
A día de hoy sigo sin haberme subido en libre por ella como por otras muchas claro. Pero acabé con el condicionante de no intentarlo o simplemente no atreverme a conocerlo. Muchas de estas vías deportiveras continúan en mi lista de pendientes, como los dos 8a de la selección, que reconozco son las únicas que me las apañé para probarlas en top rop. Aun así la ambición por pasar en libre por muchas de estas vías está presente todas esas tardes que salimos a escalar. Quien sabe, el tiempo dirá si esas vías duras algún día pasan de estar en la lista de escaladas a estar en la libreta de encadenadas.
En cuanto a
las vías de pared en el libro aparecen lugares tan fascinantes y mágicos como
el Barranco de la Hoz. Recuerdo la noche de antes de ir a escalar allí por
primera vez con mucha incertidumbre. ¿Habitarían realmente esos dragones y
monstruos que me habían contado? Lógicamente no. A día de hoy es un lugar que
me fascina. Pues le gané la batalla a fieros dragones que habitaban en mi
cabeza. Ya con unas cuantas escaladas por allí, reconozco que me he hecho amigo
de algún que otro dragón lugareño.
¿Qué decir de
la sierra de Gredos? El libro selecciona varios enclaves imprescindibles para
cualquier escalador de pared. Ya sean las vías del Circo, Galayos, Torozo,
Albujea o Villarejo los autores seleccionan calidad en casi todas. Sí, es
verdad que algunas están poco frecuentadas en estos tiempos modernos y el musgo
aparece en alguna de ellas, pero eso no es sinónimo de vía mala.
Como no podía ser de otra manera también aparecen varias rutas de la simpática Cabrera y Peñalara. Aquí el libro abrirá los ojos a más de uno para poder ver más allá de las clásicas de siempre.
Dicho todo
esto, está claro también que en la selección ni están todas las que son, ni son
todas las que están. Como para muchos creo que hay vías que no se merecen en
absoluto estar en esta selección, al igual que pienso que mezclar vías de
deportiva, bordillos de apenas 15m con largos itinerarios de gran peso en la
historia de escalada de la Zona Centro es un error al enfocar un libro así,
pero claro esta es mi más sincera opinión. Los autores no lo vieron así. Y así
lo plasmaron. Ellos seleccionaron esas...y esas son las que están.
No dejéis de
leer si tenéis oportunidad los relatos de algunos escaladores veteranos
contando historietas. No desmerecen en absoluto.
En
definitiva, decir que las 100 mejores de la Zona Centro es una buena guía de
escalada, sería un error. Es obvio que no lo es. Ya no solo por la mala calidad
de los croquis. Numerosas erratas (alguna resulta hasta graciosa... como el
descenso de la Mater) y contradicciones le ponen en entredicho. Es por ello que
dudo que los autores hayan escalado todas las vías seleccionadas en él. Es
cierto que esto último tampoco lo dicen, al igual que reconocen que su
intención no era hacer una gran guía.
Pues nada...
dicho esto aun así les felicito por aventurarse y atreverse con algo tan
difícil y ambicioso como es intentar seleccionar lo mejor del mundo de la
deportiva y la pared en la Zona Centro... Así que a pesar de mis críticas y
diferencias en cuanto al enfoque del libro, gracias por el trabajo y las buenas
ideas. Pues a mí y a los que me han acompañado nos han hecho pasar unas gratas
jornadas, deparándonos más de una bella sorpresa con algún que otro itinerario.
Insisto que me ha servido como estímulo o mejor dicho, ha sido un gran
aliciente para ponerme a la altura de ciertos itinerarios que quizá no hubiera
escalado nunca.
Para los que
penséis que solo escalo vías seleccionas en índices de libros... no es cierto
del todo. Escribo mis propias listas de motivación como yo las llamo. Y en ella
apunto lo que me recomiendan, me cuentan, me entero o leo. Así que ya sabéis!
Contad!!... llenad mi lista!! Uno siempre tiene que tener una lista más grande
de lo que en una vida pueda escalar.