FE: (del latín fides) es la seguridad o confianza en una persona, cosa, deidad, opinión, doctrinas o enseñanzas de una religión.[1] También puede definirse como la creencia que no está sustentada en pruebas,[2] [3] además de la seguridad producto en algún grado de una promesa.[4] [5]
No hacen falta muchas luces para darse cuenta que este quinto intento empieza a parecer poco menos que una agonía, y me gustaría poderlo ver con otros ojos, creer que hasta ahora habíamos topado con ineptos y que a partir de ¡ya! nuestra suerte va a cambiar, ¡pero no puedo! Mi inocencia e ingenuidad se esfumaron hace ya un tiempo, no nos vamos a engañar. ¿Qué es lo único que nos queda entonces?
1. CERRAR UNA ETAPA de intentos infructuosos, de complicaciones, de desilusiones, frustración, tristeza inmensa y decenas de visitas médicas, con sus tantas muchas hipótesis, para dar paso a un encuentro con la maternidad por otros caminos que no formaban parte de nuestro plan de ruta inicial.
2. HACER UN ACTO DE FE, sin más, sin preguntas, sin cuestionar, simplemente hacer, tener la esperanza que algún ente o fuerza superior sienta pena por nosotros y decida que las cosas vayan por otros derroteros.
Lo primero requiere de una inversión económica importantísima, asimilar conceptos un tanto "surrealistas" para nosotros y mentalizarse sobre futuras explicaciones que pueden resultar confusas / problemáticas para ambas partes de una familia (padres e hijo/s).
Lo segundo implica que servidora desconecte el "disco duro" que tanto procesa constantemente y busque donde metió la fe, pues hace tiempo que la perdió de vista, aunque supongo que por algún recóndito lugar andará entachonada.
Seguiré deshojando...
1. CERRAR UNA ETAPA de intentos infructuosos, de complicaciones, de desilusiones, frustración, tristeza inmensa y decenas de visitas médicas, con sus tantas muchas hipótesis, para dar paso a un encuentro con la maternidad por otros caminos que no formaban parte de nuestro plan de ruta inicial.
2. HACER UN ACTO DE FE, sin más, sin preguntas, sin cuestionar, simplemente hacer, tener la esperanza que algún ente o fuerza superior sienta pena por nosotros y decida que las cosas vayan por otros derroteros.
Lo primero requiere de una inversión económica importantísima, asimilar conceptos un tanto "surrealistas" para nosotros y mentalizarse sobre futuras explicaciones que pueden resultar confusas / problemáticas para ambas partes de una familia (padres e hijo/s).
Lo segundo implica que servidora desconecte el "disco duro" que tanto procesa constantemente y busque donde metió la fe, pues hace tiempo que la perdió de vista, aunque supongo que por algún recóndito lugar andará entachonada.
Seguiré deshojando...