...os escribo esta entrada, no sin cierto mosqueo y rabia. Rabia hacia el inmunólogo que me había llevado antes de "estrellarnos" con este cuarto aborto; la persona en quien tenía depositadas muuuchas esperanzas pero que con nosotros FALLÓ.
¿Qué pasa con mi paciente en cuestión? Para no enrollarme, cosa habitual en mis entradas, os lo resumiré:
- Paciente varón con tratamiento anticoagulante de base (el famoso Sintrom) por problemas vasculares a quien se le administra, a más a más, cortisona vía oral en dosis relativamente elevadas por otras causas.
- Acude a control del anticoagulante, estando estable desde hacía meses, y se ven obligados a modificarle la dosis al alza y reprogramarle al cabo de una semana por estar extrañamente descompensado, estando su sangre más espesa de lo que tocaría en dichas circunstancias.
- El personal sanitario que lo atendie en el departamento de Hematología-Hemostasia coincide en achacar las culpas a la toma de prednisona (cortisona) de los últimos días.
- El paciente finalmente dejó el tratamiento con cortisona y tuvieron que bajar la dosis de anticoagulante porque pasó a ser demasiado fuerte e ir demasiado descoagulado.
Sintetizando por si mi redacción es un poco liosa: la prednisona que tomaba el caballero en cuestión reducía el potencial medicamentoso del anticoagulante, que ya es fuerte de por sí.
Y no penséis que estoy mezclando peras con castañas; este blog trata sobre nuestros problemas de infertilidad, pero a veces la inspiración llega por otros lares.
Para nuestra última intentona, uno de los fármacos que había en mi pastillero era, precisamente, la prednisona pautada a dosis de 15mg/día desde antes de la búsqueda. A parte del famoso Adiro 100 y Clexane 40, ambos a dosis profilácticas pero con el propósito de generar una leve descoagulación.
Sin control alguno de la coagulación (del famoso Factor Xa), sin seguimiento en los momentos más delicados de nuestro caso, sin pararse a pensar en la incongruencia médica de generar una leve descoagulación si a la vez se administraba un fármaco que posiblemente iba a interaccionar alterando los efectos. Si él, el inmunólogo de Barcelona, creía que hacía falta tomar la prednisona, ¿A CASO NO HUBIESE TENIDO QUE RECONSIDERAR LAS DOSIS DE ADIRO Y HEPARINA? Digo yo..., porque 15mg/día de cortisona no están nada mal... Además, que ya habíamos hecho este tratamiento con el tercer aborto y ya sabéis como acabó.
Con esto, y alguna que otra cosa más, tenía de ir haciendo hasta llegada la semana 8, momento en el cual debiera de visitarme dicho doctor. Si ya llevábamos 3 pérdidas, ninguna llega a esa semana ni hartos de vino... ¿¿¿POR QUÉ NO ME PAUTÓ ANTES EL CONTROL???
Esta es mi otra queja, pero sabéis que para Dr. S tampoco hacen falta controles hasta la semana 8-10, así que quizá tendrían que plantearse que la cuestión empieza por intentar que servidora llegue a esas semanas con lo que tocaría por manual de medicina: un embrión con el corazón latiendo a mil por hora, y no muerto o con un simple saco vacío.
La potencia del fármaco que tomaba mi paciente es muchísimo superior a la de una triste aspirina infantil, así que imaginaros que el Adiro haría poco menos que nada de efecto. Cosa que me lleva a entender...
...porqué desde la falta empecé con los dolores de regla a modo de rechazo aún con todo lo que llevábamos.
...porqué la cosa se calmó, aún no habiéndose desprendido el saco, cuando decidí ir reduciendo la cortisona de las narices.
...porqué mi útero se llenó de coágulos en 36 horas cuando las veces anteriores la cosa acababa igual pero con meros hematomas y poco más.
Si me pongo a pensar más me entran todos los males pues, hasta ahora, no entendía como con la gestación más medicalizada la cosa había ido igual de mal, o proporcionalmente peor, que con el primer embarazo de todos. Si mi problema realmente es un SAF, ni la prednisona deprimió suficientemente mi sistema inmune ni atinaron con la dosis profiláctica ante tal cóctel, las cosas mal hechas y dejando el rigor médico en el contenedor de la esquina.
¿Lo llamo dejadez médica? ¿Pasotismo? ¿Debo creer que les supera y hacen conmigo cual cobaya? Mientras escribo estas líneas me vuelvo a sulfurar, he tenido que tomarme un tiempo de calma e investigación antes de redactar esta entrada que acaba con esta conclusión (y disculparme la expresión):
¡¡¡LA CAGARON DE MANERA SOBERANA CON MI ÚLTIMA GESTACIÓN!!!
Para aquellas a quienes les haya picado la curiosidad y quieran leer sobre los efectos de la cortisona sobre los anticoagulantes, aquí os dejo una serie de enlaces:
- Onmeda
- TQFarma
Y si este escrito llega a manos de algún doctor o especialista en la materia y tiene argumentos para decir todo lo contrario, por supuesto, serán bien recibidos y enmendaremos el error, pero tras investigar y leer y releer he llegado a lo expuesto aquí.