Hace una semana descubrí, para mi sorpresa y por casualidades de la vida, que este blog estaba dentro de los 30 presentados/propuestos para los Premios Madresfera 2016 dentro la categoría de Infertilidad.
En 2015, creo, me presenté, y recuerdo muy por encima que la gente debía votarte y tal... Este año ni me acordé, ni me lo había planteado, y con el panorama hasta que nació B vivía en una dimensión paralela (y para acabar lela...).
Siempre os he dicho que, con este rinconcito que creé hace 3 años, quería compartir nuestra experiencia para desahogarme y, sobretodo a medida que avanzaba todo, INTENTAR seros de ayuda.
Me llena cada vez que os he sido útil.
Me llena cada palabra que me habéis dedicado en este viaje.
Y me ha llenado que lo considerarais como meritorio a tal reconocimiento.
Sonará a tópico pero todo lo anterior es el mayor premio que puedo recibir; que quien realmente pueda necesitar algo sobre el tema lo pueda encontrar aquí, que quien esté pasando por lo mismo pueda acortar su camino con ello.
Hace tres años no aspiraba a ser más que un diario sin mayor público que cuatro despistados que llegaran por error. Ahora aspiro a que pueda seguir siendo un sitio donde, si más no, sentirse un poco más comprendida en un momento duro y en el que una se puede llegar a encontrar muy sola.