Viaje a Darjeeling
Las actuaciones de los tres protagonistas son muy buenas. A pesar de ser físicamente muy distintos entre sí, logran transmitir una sensación de vínculo que hace totalmente creíble su relación de hermanos. Y como siempre, la banda de sonido es excelente. Así como en Vida acuática sonaba David Bowie de manera constante, en esta oportunidad son los Kinks (otros de mis favoritos) quienes aparecen en los momentos más destacados.
Regresados
Este es un film que me generaba expectativas importantes ya que su dupla de directores, Christian Bernard y Flavio Nardini, había realizado previamente una de mis películas favoritas del cine nacional de los últimos años: 76-89-03. Sin embargo, aquí no terminaron de colmar mis ilusiones previas.
El punto de partida de la película es una reunión de egresados en la que los protagonistas se reencuentran veinte años después de haberse graduado. A partir de allí se desarrollarán, durante la misma noche, tres historias simultáneas. La de Guido y Melina, ex novios del curso, quienes tratarán de comprobar qué quedó de aquel amor adolescente, y de replantearse el camino que sus vidas fue tomando. Luego está la historia de Luis María, el ex chico malo de la clase, el pendenciero, quien ahora es fanático de Paulo Coelho y sólo quiere hacer el bien. Con eso en mente, concurre a la reunión con el único objetivo de pedirle perdón a Germán Pequeño, el débil compañero al que torturó durante toda la secundaria. Pero como Pequeño no concurre, decide averiguar dónde vive y va a buscarlo. Y por último esta la historia de Lito, que se fue a vivir a España con sus padres ni bien egresó. Y vuelve 20 años después como un exitoso y frío financista, pero con mucha nostalgia. Con la emoción como objetivo, “recluta” a sus dos mejores amigos del colegio, Alexis y Franco, para salir de gira por Bs. As. Allí se producirá el contrapunto entre el tipo exitoso y los otros dos que son unos fracasados (uno cineasta; el otro un ingeniero mecánico).
Le peli tiene varios puntos de contacto con 76-89-03. Al igual que aquella es una película muy argentina. Hay temas recurrentes como la nostalgia, la amistad, el paso de los años, la crisis financiera (personal y general). Uno, como argentino, no puede evitar reconocerse en un montón de cosas. Además, la historia tiene lugar en el año 2002, en plena crisis económica. Y las alusiones a la realidad de aquel momento son permanentes. En algunos casos, lindantes al lugar común. Planos de cartoneros, de pibes en los semáforos, comentarios sobre el corralito, la gente que se va a España, etc.
Hay que admitir que Regresados tiene una premisa y un arranque muy buenos. La presentación de los personajes es muy clara y está bien resuelta. Y el tono sentimental que tiene gran parte de la película está muy bien acompañado por la música melancólica jazzera de Adrian Iaies. Además, algunos diálogos y observaciones corrosivas e irónicas son muy acertados. Sin embargo, no me terminó de convencer el rumbo que cada una de las historias fue tomando. Me pareció que la peli se queda a mitad de camino en varias cosas. Siento que desaprovecharon la oportunidad de hacer una gran película. Tampoco me cerró el tono de las tres historias, en especial la de Lito y Pequeño, que es decididamente bizarra y choca un poco con el resto del film, que se mueve entre el drama melancólico y la comedia negra.
Las actuaciones son correctas, homogéneas, ninguna se destaca demasiado. Esto es algo que atentó un poco contra el resultado general. Ninguno de los actores logró, para mí, un gran impacto. Los protagonistas no son conocidos, siendo las únicas excepciones las de Diego Capusotto y Roberto Carnaghi, en papeles secundarios.
En conclusión, una película despareja, con algunas cosas muy buenas y, como dije, muy identificables con nuestra idiosincrasia, pero que no terminó de conformar un producto redondo. Igualmente, los directores demuestran un gusto por la comedia negra y por la ironía que no es muy frecuente en el cine nacional. Sólo les faltaría pulirlo y enfocarlo un poco más. Ojalá que no se tomen otros ocho años para la próxima, porque siguen teniendo el crédito más que abierto.