¿Qué os parece esta receta? Para mi que me encanta la mezcla de lo salado y dulce, me parece deliciosa y muy sencilla de preparar. En casa no somos de comer mucha carne y menos carne de cerdo, pero tengo que decir que me quedo muy tierna. Con esta receta participo en un concurso de la deliciosa Mostaza Maille
INGREDIENTES:
2 Solomillo de cerdo
4 cucharadas de mostaza Maille
3 cucharadas de miel Jalea de Luz
1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
1 cucharadita de vinagre
2 cucharadas de mahonesa
1 pizca de sal
PREPARACIÓN:
Cortamos el solomillo en filetes, les echamos un poquito de sal y los hacemos a la plancha
Para preparar la salsa; echamos en un bol todos los ingredientes y los mezclamos bien. Lo calentamos 1 minuto al microondas.
Colocamos en platos los filetes de solomillo y echamos la salsa por encima.
Maille, la mostaza de Dijon más famosa del mundo.
Se dice
que si no te gusta la mostaza entonces no puedes ser francés. Y es que
los franceses adoran la mostaza y no conciben una comida sin ella.
Desde
1747, Maille se dedica al universo de la mostaza, tradición que se
mantiene viva gracias al equipo de expertos creadores de los productos
de hoy y de siempre.
Innovación, perfección, atención a los
detalles, ingredientes cuidadosamente seleccionados, los matices de sus
recetas, la experiencia acumulada en los métodos que utilizan y su
packaging blanco y dorado adjetivan a esta empresa centenaria.
LA MIEL DE ROBLE ¿DE DÓNDE PROCEDE?
La miel de roble es producida por las abejas, como resultado de
la libación para extraer polen y néctar de las flores de especies
vegetales predominantes, tales como roble (Quercus robur), variedades de
brezos (Erica sp), Castaño (Castanea sativa) y flora silvestre
autóctona variada, añadiendo a esta dulce composición floral sustancias
resinosas varias de especies arbustivas o arbóreas que son recolectadas
por las pecoreadoras de la colmena.
La especie más representativa es el roble, imponente árbol
caduco de extensa copa que puede llegar a alcanzar más de 40 m. de
altura; posee tronco grisáceo blanquecino (tendiendo a parduzco en
longevidad), grueso, erecto y leñoso con hendiduras longitudinales,
ramaje de formas irregulares y hojas alternas, amplias y lobuladas, de
llamativo color verde intenso en el haz; emite flores masculinas en
amentos colgantes y fruto en forma de bellotas ovaladas con cobertura de
escamas casi planas.
PROPIEDADES DE LA MIEL DE ROBLE:
Otorga innumerables beneficios a nuestro organismo, entre los
cuales cabe destacar sus propiedades calmantes, antiinflamatorias,
suavizantes y ligeramente laxativas. Antiséptico y cicatrizante
natural, es muy útil en el tratamiento de quemaduras, llagas y heridas.
Estimula una correcta circulación sanguínea, hecho que favorece la
lucha en caso de problemas de hemorroides, fisuras anales,…. A causa de
poseer una gran actividad antibacteriana, la miel de roble es muy
utilizada para tratar resfriados, irritaciones de garganta, infecciones
del sistema respiratorio, procesos de tos, etc...
Provee de importantes cantidades de vitamina C, antioxidantes y
minerales (hierro, potasio, calcio, fósforo, magnesio,..) siendo un
buen remedio para enfermedades derivadas de procesos de reuma,
problemas urinarios , cefaleas, disentería y diarreas crónicas. Es así
mismo, un excelente regenerador natural contra el envejecimiento
celular, sobre todo a nivel intestinal.
La colmena nos proporciona este magnífico, intenso y dulce
elixir procedente de flores y exudaciones resinosas para la salud de
nuestro organismo, actuando como fuente natural de energía, siendo sin
duda, un excepcional y estimulante remedio nutricional que ayuda a los
deportistas en momentos de cansancio temporal.
CONSEJOS DE USO:
Las mieles naturales de roble recolectadas por nuestras abejas
poseen propiedades únicas, de tal modo que si deseamos aprovechar todos
los beneficios que nos puede aportar, es aconsejable tomarla
directamente, saboreándolas dentro de la boca el mayor tiempo posible
antes de ingerirlas. Para hacerlas más manejables en aquellos casos que
se prefieran diluidas, se recomienda como mucho, calentar al “Baño
María” a temperatura que no supere nunca los 40 º para evitar la pérdida
de propiedades.