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Aceite, Ajo, Calabacines, Canapes, Cena, Cocina del mundo, Comida, Comida express, Comida para llevar, Entrante, Especias, Horno, Perejil, Receta para Novatos, Sin Gluten, Vegetariani, Verduras
21:40:00
Cocina del mundo, Comida, Cuajada, Horchata, Meriendas, Nata, Pastel dulce, Postre, Receta para Novatos, Sin horno, Stevia, Tarta
Esta receta me la dijo mi amiga Susana que la había visto en Internet pero en vez de nata quesitos y las dos pensamos lo mismo si echamos quesitos no va a saber a horchata, así que hice la prueba con nata y quedo de vicio ¡¡que rica madre mía!!. También deciros que la hice para mi cumpleaños que fue el día 19, ya soy un año mas viejita jajajaja.
Y no podía falta en mi cumpleaños la colaboración de La Pajarita. en esta ocasión he utilizado Manteles de papel 100×100 Claudi. Los manteles de papel Gama Claudia aportan un aire distintivo al local
donde se coloquen. Disponibles en azul o en burdeos, estos manteles
aportarán un diseño clásico pero renovado a tu negocio. Un elemento
decorativo que gusta a los restaurantes y a los consumidores. La pena que me olvide de hacer foto a la mesa con lo bonita que la puse, pero la vuelvo a preparar y os pongo una foto, para que veáis que bonitos quedan los manteles con sus servilletas.
INGREDIENTES:
1 litro de horchata
400 ml de nata
4 sobres de cuajada
3 cucharadas rasas de stevia
canela para decorar
7 tortitas
PREPARACIÓN:
En un molde desmontable ponemos en la base papel de horno y cubrimos todo el papel con las tortitas. Como en la foto.
Echamos en un vaso horchata y el resto junto con la nata en una cazuela, ponemos el fuego medio fuerte.
Mientras que hierve, echamos en el vaso los 4 sobres de cuajada y mezclamos con la horchata hasta que no queden grumos.
Cuando veamos que empieza a hervir echamos lo del vaso y removemos bien. Cuando vuelva a empezar a hervir apagamos el fuego, esperamos que se enfrié un poquito y lo echamos en el molde. Las tortitas subirán para arriba pero no pasa nada. Metemos en el frigorífico. Lo haremos de un día para otro.
Al día siguiente abrimos el molde y quitamos las paredes, para que las tortitas queden abajo le damos la vuelta con un plato (igual que la tortilla de patatas).
Cuando le hayamos dado la vuelta le quitamos el papel y espolvoreamos canela. Volvemos a meter nuestra tarta en el frigorífico hasta la hora de comerla.
15:43:00
Aceite, Ajo, Carnes, Cena, Cocina del mundo, Cocina Francesa, Comida, Comida express, Comida para llevar, Mantequilla, Perejil, Pollo, Receta para Novatos, Sin horno, Vinagre
Los franceses tienen fama en todo el mundo por su amor a la buena comida y al vino, y durante años sus cocineros han creado platos que se han convertido en clásicos. Y no son sólo los cocineros los que hacen maravillas en los fogones; muchos de los platos preferidos de hoy día son platos tradicionales del campo que, con toda sencillez, se elaboran con ingredientes locales frescos.
La cultura de la gastronomía se les enseña a los niños franceses desde muy pequeños, y así aprenden pronto a mirar, oler, degustar y valorar lo que comen. El país disfruta de una gran variedad de paisajes, con montañas, ríos, fértiles llanuras, campos de cultivo y largas costas, y se autoabastece de los productos básicos.
Granjeros, cocineros y restauradores se aferran a las especialidades regionales y se resisten a seguir la nueva tendencia de la cocina de fusión.
El norte de Francia es una zona de llanuras azotadas por el viento donde crecen trigos y hortalizas, como puerros, guisantes o patatas. La famosa charcutería francesa y los patés provienen de esa parte del país. Las regiones de Alsacia y Lorena, en el noreste, pertenecieron tiempo atrás a Alemania, y allí se encuentras platos de influencia y nombres germánicos como la Choucroute con cerdo y salchichas. Con los excelentes vinos de Borgoña se elaboran grandes platos, por ejemplo, el clásico Buey bourguignon. En la cocina del oeste de Francia abundan platos hechos con los productos lácteos de Normandía y con la gran diversidad de pescado y marisco de la franja costera. En el centro crecen las mejores fruta y verduras, mientras que el sur ofrece los saludables ingredientes de diera mediterránea.
Y después de una resumen sobre la gastronomía francesa, tenemos que hacer como ellos en vez de comer para vivir ¡vivir para comer! y disfrutaríamos más lo que comemos.
Esta receta esta sacada de un libro de recetas francesas. La verdad es que esta riquisíma, pero sabe bastante a vinagre y a mi me encanta. Si no os gusta tanto el sabor a vinagre invertir la cantidad de vinagre con la del caldo de pollo.
Como siempre con la colaboración de La Pajarita. Para esta recete utilice la servilleta 40x40 Novotela Verde de tejido no tejido para hostelería, llamada técnicamente Spun Lace.
INGREDIENTES:
30 gr de mantequilla
1 cucharada de aceite de oliva
4 chalotes picados muy finos
1 cucharadita de ajo en polvo
8 muslos de pollo
sal y pimienta
200 ml de vinagre de vino blanco
50 ml de vinagre balsámico Pedro Ximéne de Sibari
150 ml de caldo de pollo
1 cucharada de concentrado de tomate
perejil picado para adornar
PREPARACIÓN:
En una sartén grande que tenga tapa, derrita la mantequilla con el aceite a fuego medio y rehogue la chalote con el ajo, sin parar de remover, 3 minutos. Sácalo de la sartén y reserva.
Sazona el pollo con sal y pimienta. Ponlo en la sartén hasta que este dorado por todos lados, si es necesario echar mas mantequilla o aceite.
Reserva el pollo. Vierte los vinagre y el caldo, llevalo a ebullición, raspando la sartén para disolver todos los juegos. Baja el fuego al mínimo y echa el concentrado de tomate. Echa otra vez los muslos de pollo y el sofrito de chalote en la sartén.
Tapa bien la sartén y cueza el pollo a fuego lento de 40 a 45 minutos o hasta que este tierno. Reparte el pollo en platos y adornalo con perejil.