Reflexiones Patibularias 93
XCIII
1. Una de las cosas que tiene hacerse mayor, de madurar, de tomar las riendas de tu vida, es lidiar y apechugar con lo malo y negativo que te venga. Asumir los errores, pero siempre centrado en la tarea de arreglar las cosas. Manejarlo, impedir que te destroce, aprender de los errores, y que no vuelva a ocurrir; y si ocurre de nuevo estar preparado.
Soslayar las cosas, patalear y encabronarse, negarlas como si no existieran, mirar para otro lado haciéndose el sueco, evitarlas como si tú no estuvieras allí o no tuviera nada que ver contigo, inventarse un enemigo exterior que se conjura en tu contra, son trazos de inmadurez que pueden empeorar una situación ya de por si complicada.
Pero claro, del dicho al hecho hay un trecho. ¡Ponte tú a razonar con estas calores....¡
2. La 'Guerra Mundial Total' en este posmodernismo nuestro, en la sociedad del capitalismo consumado, es la máxima perfección de la inveterada 'Ley del Talión' que ya aparecía en el Código de Hammurabi. Mira que han pasado cosas y sigue mucha gente pensando que un acto de violencia e injusticia se sofoca con otro. Y que un acto de violencia e injusticia rebozado como una croqueta de justicia y legalidad se sofoca con otro acto de violencia e injusticia rebozado cual empanadilla de legitimidad popular. Y que al poder destructivo masivo ha de anteponerse otro de igual, o mayor, intensidad.
Nos cuesta aprender cosas imprescindibles. La parábola del escudo y el puño, nos habla de qué ocurriría el día en el que el puño más fuerte e indestructible se enfrentara al escudo más recio e indestructible. Ambos se destruirán.
3. Pues venga... ¡boga de ariete!.... Porque claro, ¿quedarse quieto, parado, callado, aguantarse? ....
El futuro -nos dicen- no está escrito, está abierto, no estamos predestinados a nada de antemano. Somos dueños de nuestro propio destino.
Va a ser que no.... que si realmente somos como hemos sido, que si seguimos haciendo lo que nos pide el cuerpo, lo que clama la justicia -que el mal perezca y el bien prevalezca- somos combustible vivo de la Ekpyrosis de los estoicos, pasto de la apocatastasis de la patrística. La victoria no será la propia victoria sino la destrucción del otro. Así los dos ganarán porque ambos de destruirán, con todos los demás en medio.
¡Qué mala es la caló!