19 de octubre de 2010

Juegan con nosotros porque la realidad se ha convertido en un tablero de juegos. Aquí se esboza una explicación.

   En la vida se presentan constantemente dos tipos de problemas y situaciones conflictivas: aquellas en las que se compite o las que necesitan de cooperación para su solución. En ambas situaciones el resultado depende de la conjunción de decisiones de los diferentes agentes. Situaciones reales de cierta complejidad pueden ser reducidas o simplificadas a parámetros controlables y manejables y que son convertibles a ecuaciones matemáticas complejas. Es la teoría de juegos la que se encarga de esto, la que construye modelos virtuales de la realidad. Convierte la realidad en constructo teórico, en juego
   La teoría de juegos es una de esas cosas, como tantas, que existen desde que el hombre puebla esto que llamamos mundo. Trata de relaciones entre personas, o lo que es lo mismo, sobre conflictos y cómo pueden resolverse de la manera más satisfactoria. Lo que ocurre es que durante siglos nadie se había preocupado de sistematizar y de profundizar en sus principios. Por ejemplo la bíblica historia del Rey Salomón y su sabia decisión (salomónica a partir de entonces) –I Reyes 3, 16-28 – de repartir a una tierna criatura entre su legítima madre y otra mujer que no lo es, es un claro ejemplo de teoría de juegos, con su comportamiento racional optimizador, su estrategia y su pago final.    
   Tuvieron que ser J. Von Neumann y O. Morgensten y su libro The Theory of Games and Economic Behavior los que pasaran a esta teoría por la pila bautismal en 1944. En la década de los cincuenta el ahora famoso J. F. Nash (Hollywood ha dedicado una exitosa y oscarizada cinta a este genial esquizofrénico y nobelizado matemático –‘Una mente maravillosa’ con Russell Crow) introdujo modificaciones importantes en la teoría: la noción de equilibrio en juegos no cooperativos. Otros importantes representantes de la teoría de juegos fueron J. Hansanyi y R. Selten. Con el paso del tiempo la teoría de juegos se ha convertido en un cuerpo teórico impresionante compuesto por una gran variedad de sistemas de análisis, herramientas y modelos, puesta al servicio de intereses y poderes particulares, especialmente en los partidos políticos, las grandes multinacionales y grandes grupos fácticos de telecomunicaciones, que juegan entre ellos y contra el resto de la ciudadanía.
   Tras la ciencia, hay aquí detrás un gigantesco cinismo que nos convierten a todos en meros elementos lúdicos, como si fuéramos los quesitos del Trivial o las piezas de un ajedrez. Un juego es una situación en la que compiten dos o más jugadores, los cuales toman decisiones estratégicas. Las decisiones estratégicas son aquellas que tienen en cuenta tanto las acciones propias como las de los demás contendientes. El primer y más importante presupuesto del juego es la racionalidad de todos los participantes. Pero hay más presupuestos, a saber: que todos los participantes están bien informados y conocen las reglas del juego; y finalmente, que conocen los resultados posibles a los que puede conducirles el juego, tanto en beneficios como en contrariedades. Añadiremos algo más, los componentes de todo juego son los recursos físicos y mentales del jugador y sus rivales, las reglas, el azar y la estrategia. Así llegamos a la teoría de juegos. Y claro, el que no conoce estas reglas es vilmente manipulado.
   La teoría de juegos no se para en analiza el azar u otros elementos aleatorios, analiza los comportamientos estratégicos de los jugadores. La teoría de los juegos no obvia el azar, ni trata de negarlo. No, la teoría de juegos se centra en aquello que puede estandarizar, la racionalidad estratégica de los sujetos participantes: da como hecho cierto que cada jugador buscará siempre su máximo bienestar posible, o el mayor beneficio, o el mayor pago. La conducta racional de los jugadores será siempre optimizar sus resultados. Por tanto, podemos definir la teoría de juegos como el estudio de las situaciones en las que los beneficios de cada participante dependen tanto de las decisiones propias como de las del resto de jugadores con los que interactúa. Finalmente, añadiremos que la teoría de juegos se convierte en un importante “aparato” capaz de predecir el resultado cierto, o al menos más probable, de una disputa entre dos o más sujetos.
   La teoría de Juegos es una magnífica herramienta de trabajo para importantes aspectos de la sociedad y solventa una preocupación que acucia a muchos: la predicción de lo que ocurrirá. Efectivamente, la teoría de juegos puede dar buena cuenta, de manera racional y mediante la formalización matemática, de todas las posibilidades que concurren en cualquier situación. 


[Todo esto no son milongas extrañas. Esto ocurre cada día: pueden entender qué es lo que ocurre por ejemplo cuando ZP se sienta a negociar con el PNV y Coalición Canaria los Presupuestos generales del Estado]