1.Toda sociedad represiva engendra un predador a su medida.
2.Asesinar o redimir prostitutas son las dos caras de una misma moneda. El asesino bien podría haber recorrido los prostíbulos con una Biblia en la mano y la piel pálida y malsana de los castos, pronunciando el verbo santo, extendiendo sus manos vírgenes hacia el amor. Imaginemos el brillo de los fanáticos en sus ojos. Eso sí que da miedo. Es aterrador.
3.La piedad no tiene demasiados secretos. Es la contracara del odio, ese odio inmenso que termina por avergonzarnos. Uno se arrepiente. Perdona. Surge el amor de donde no hay. La culpa esconde el fracaso del asesinato en un mundo donde todo bajo el sol engendra su sombra y los límites indefectiblemente se tocan.
4.Pensemos por un momento ¿por qué las gargantas de las víctimas? Lógico: es la perfecta localización de la angustia (y también, claro está la abolición de la palabra). Por qué el vientre y los genitales? Bueno es obvio, no?
5.¿Por qué las prostitutas? Las prostitutas eran para los victorianos como las brujas para los medievales. Seres que cargaban con los pecados de los demás, donde la gran paradoja es te mato o te quemo o te azoto por mis malos pensamientos. La puta corporizaba (nunca mejor empleado el término) la cara oscura que una sociedad entera se negaba a ver. La extraña piedad del vengador cristiano dice: mediante MI cuchillo te libro de TU sufrimiento.
6.Digamos que un yo no circunscripto puede preguntarse: ¿dónde termino? Insistamos con esta última pregunta ¿dónde acabo? Esa es la cuestión: qué hace con su semen.
7. Ya estamos sabiendo de gente que hace arte con el propio cuerpo. Pero arte con el cuerpo de los demás... Es el próximo paso.
8. Pero no tratemos de meternos en la cabeza de los asesinos seriales (ya bastante peligrosos somos sin eso). Contemplemos este razonamiento: el asesino necesitó crear su mito. Necesitó crear su amenaza. Sembrar un terror proporcional a su miedo. La culpa. Algo que desde afuera lo persiguiera por siempre. Seria la policía. El repudio de la sociedad. La pena de muerte. La culpa, la impotencia, el miedo, el dolor. No lo atraparían.
9. Los crímenes eran cometidos a la luz de la luna (aLUNAdos, LUNAticos), bajo la luz en la que operan su doble vida poetas, vampiros prostitutas y asesinos.
10. La policía ordenó fotografiar los ojos de las víctimas para ver si guardaban la última imagen que registraron en vida, es decir, el rostro del asesino. Pero las pupilas de la ultima imagen no tenían esa información.
11.Evidententemente se ataca lo que se teme. Nada ha sido tan temido por la organización patriarcal como la sexualidad de la mujer.
12. Jack volvió sospechoso al extraños. Seguramente sería un excelente vecino. Sacaría a pasear a su perro y saludaría a todos con amabilidad. Personalmente yo siempre desconfié del jefe del consorcio.
13.En las malas películas de terror los fantasmas se alimentan con la sustancia de nuestros miedos.
14. La gente hace cosas extrañas en su intimidad.
15. Se dice que se encontró su diario. Es un buen chiste. No solo podría haber sido obra de cualquier escritor mediocre sino, lo que es peor, cualquiera podría haberlo escrito.
16.El hombre guarda la memoria del cazador y probado está que la civilización engendra monstruos.
17. El miedo abstracto es ALGO que necesita un lugar donde posarse. Queda la tranquilidad de una sombra, una forma de capa y sombrero huyendo por los pazadizos y callejuelas de las ciudades con la forma de nuestros miedos.
2.Asesinar o redimir prostitutas son las dos caras de una misma moneda. El asesino bien podría haber recorrido los prostíbulos con una Biblia en la mano y la piel pálida y malsana de los castos, pronunciando el verbo santo, extendiendo sus manos vírgenes hacia el amor. Imaginemos el brillo de los fanáticos en sus ojos. Eso sí que da miedo. Es aterrador.
3.La piedad no tiene demasiados secretos. Es la contracara del odio, ese odio inmenso que termina por avergonzarnos. Uno se arrepiente. Perdona. Surge el amor de donde no hay. La culpa esconde el fracaso del asesinato en un mundo donde todo bajo el sol engendra su sombra y los límites indefectiblemente se tocan.
4.Pensemos por un momento ¿por qué las gargantas de las víctimas? Lógico: es la perfecta localización de la angustia (y también, claro está la abolición de la palabra). Por qué el vientre y los genitales? Bueno es obvio, no?
5.¿Por qué las prostitutas? Las prostitutas eran para los victorianos como las brujas para los medievales. Seres que cargaban con los pecados de los demás, donde la gran paradoja es te mato o te quemo o te azoto por mis malos pensamientos. La puta corporizaba (nunca mejor empleado el término) la cara oscura que una sociedad entera se negaba a ver. La extraña piedad del vengador cristiano dice: mediante MI cuchillo te libro de TU sufrimiento.
6.Digamos que un yo no circunscripto puede preguntarse: ¿dónde termino? Insistamos con esta última pregunta ¿dónde acabo? Esa es la cuestión: qué hace con su semen.
7. Ya estamos sabiendo de gente que hace arte con el propio cuerpo. Pero arte con el cuerpo de los demás... Es el próximo paso.
8. Pero no tratemos de meternos en la cabeza de los asesinos seriales (ya bastante peligrosos somos sin eso). Contemplemos este razonamiento: el asesino necesitó crear su mito. Necesitó crear su amenaza. Sembrar un terror proporcional a su miedo. La culpa. Algo que desde afuera lo persiguiera por siempre. Seria la policía. El repudio de la sociedad. La pena de muerte. La culpa, la impotencia, el miedo, el dolor. No lo atraparían.
9. Los crímenes eran cometidos a la luz de la luna (aLUNAdos, LUNAticos), bajo la luz en la que operan su doble vida poetas, vampiros prostitutas y asesinos.
10. La policía ordenó fotografiar los ojos de las víctimas para ver si guardaban la última imagen que registraron en vida, es decir, el rostro del asesino. Pero las pupilas de la ultima imagen no tenían esa información.
11.Evidententemente se ataca lo que se teme. Nada ha sido tan temido por la organización patriarcal como la sexualidad de la mujer.
12. Jack volvió sospechoso al extraños. Seguramente sería un excelente vecino. Sacaría a pasear a su perro y saludaría a todos con amabilidad. Personalmente yo siempre desconfié del jefe del consorcio.
13.En las malas películas de terror los fantasmas se alimentan con la sustancia de nuestros miedos.
14. La gente hace cosas extrañas en su intimidad.
15. Se dice que se encontró su diario. Es un buen chiste. No solo podría haber sido obra de cualquier escritor mediocre sino, lo que es peor, cualquiera podría haberlo escrito.
16.El hombre guarda la memoria del cazador y probado está que la civilización engendra monstruos.
17. El miedo abstracto es ALGO que necesita un lugar donde posarse. Queda la tranquilidad de una sombra, una forma de capa y sombrero huyendo por los pazadizos y callejuelas de las ciudades con la forma de nuestros miedos.
© Javier Galarza