La NBC sigue empeñada en dar con una nueva serie puntera que cuente con el respaldo de la audiencia. "Revolution" es su enésimo intento: una serie con una trama novedosa, serializada y con caras conocidas en su reparto (y producida por JJ. Abrams y Jon Favreau, que dirige el Piloto). Y aunque el estreno ha sido todo un éxito (11.650.000 espectadores y un 4.1 en demos), no olvidemos que sus dos inmediatas antecesoras ("The Event" y "FlashForward") también fueron un bombazo en su estreno y ambas terminaron canceladas. En mi caso, la principal diferencia entre "Revolution" y las dos series citadas, es que después de ver su Piloto me he dado cuenta de que no me importa nada. De hecho, creo que ni siquiera llegaré a ver el segundo episodio (de las otras dos me ví sus temporadas enteras y nunca me canso de repetir que ambas mejoraron considerablemente después del parón).
¿Qué nos cuenta "Revolution"? Esta pregunta se responde con otra pregunta: ¿qué ocurriría con la Tierra si un día se quedase sin electricidad? Pues así llevan 15 años los protagonistas de este nuevo drama, una familia de la que sólo quedan los hijos y un tío. La madre (Elizabeth Mitchell) falleció hace tiempo y el padre (Tim Guinee), que parece jugar un papel clave en el apagón y en la posibilidad de recuperar la luz, es asesinado por la Milicia, los malos oficiales de la serie (y que son unos malotes marcando las ciudades con su "M"). Por ahí tenemos a Giancarlo Espósito, con sus gafas estilosas, disparando a diestro y siniestro. Pero ni siquiera él es capaz de que me interese lo que está pasando. Después del asesinato del personaje de Guinee, su hijo (Graham Rogers) es secuestrado por la Milicia, así que su hermana (Tracy Spiridakos) tiene que ir a Chicago a buscar a su tío (Billy Burke) para que le ayude a encontrarlo. Para ello cuenta con la ayuda del mejor amigo de su padre (Zak Orth) y la que era su actual pareja (Anna Lise Phillips).
Un USB, un malo estiloso, una morritos y la luz |
El Tito también juega el mismo papel clave que su hermano: ambos parece que tienen la clave para recuperar la electricidad. Y precisamente por eso la Milicia los quiere. Y entre medio tenemos ya la historia de amor juvenil de turno entre la protagonista y uno de los miembros de la Milicia. Un drama, porque como todos sabemos, nunca podrán estar juntos y ser felices. Hasta que él se cambie de bando (cosa que ya nos hen dejado caer). Y luego está el tema de los colgantes/USB que contienen información privilegiada. Tanto, que al final hemos visto al personaje de Maria Howell encender una bombilla y utilizar un ordenador. Pero vamos, que me ha importado bien poco. Igual que descubrir que el supuesto amigo del Tito es el jefe supremo de la Milicia (David Lyons).
No voy a decir que la serie me ha parecido un truño porque creo que sería injusto (las escenas vistas antes del título me han gustado, esó debo reconocerlo). Pero no seré yo el que siga viendo algo que no le interesa. Y menos en estos tiempos que corren. Será interesante ver, no ya cómo avanza la historia, sino ver si la audiencia sigue con ella semana tras semana, o si ha sido un Piloto con audiencia que va perdiendo seguidores semana tras semana.