No voy a negar que '9-1-1' era uno de los estrenos que más esperaba de 2018. Tener a Ryan Murphy como creador/productor y un reparto liderado por Peter Krause, Connie Britton y, especialmente, Angela Bassett (que ejerce, además, de co-productora ejecutiva), hacía que me fuese imposible no acercarme al primer capítulo de este nuevo procedimental. Y el resultado fue bueno, con un episodio Piloto perfecto a la hora de presentar a sus personajes. No así su horrible segundo episodio, una mamarrachada terrible que me hizo pensar que lo del primer capítulo fue un espejismo. Afortunadamente no fue así.
'9-1-1' se centra en el día a día de los profesionales que responden a las llamadas recibidas por el 911. Así conocemos a Abby (Connie Britton en su primer papel protagonista tras abandonar 'Nashville'), operadora del 911 que vive con su madre, enferma ("¿Es extraño que me sienta más cómoda tratando con mis compañeros de urgencias que con la gente con la que tengo que tratar al llegar a casa?"). Peter Krause (de nuevo en televisión tras la cancelación de 'The Catch') es Bobby, el capitán de la estación de bomberos en la que trabajan Buck (Oliver Stark), Hen (Aisha Hinds) y Chimney (Kenneth Choi). Y por último está Athena (Angela Bassett, que repite con Murphy después de su colaboración en la antología 'American Horror Story'), que forma parte del cuerpo de policía de Los Ángeles.
A lo largo de los 10 capítulos que han compuesto su primera temporada, hemos ido conociendo a los protagonistas de '9-1-1'. Bobby: "Era un alcohólico. Probé algunas drogas (...) Fui forzado a dejar el departamento de bomberos, pero volví a unirme y llevo ya de vuelta 18 meses. Me ayuda confesar todo una vez a la semana para recordarme lo fácil que es para mí terminar en el camino equivocado". El secreto mejor guardado por Bobby de cara a sus compañeros es que fue el responsable de la muerte de su familia hace 5 años cuando, borracho, provocó un incendio. Su castigo es llevar un cuaderno en el que tiene apuntados los nombres de todas las personas cuya muerte provocó, además de los nombres de las personas a las que ha salvado la vida, con el objetivo de obtener una mayoría de nombres salvados para, en ese momento, poner fin a su existencia. Descubrir que es "el hombre del brazo de oro" cambia su vida.
Buck comenzó su andadura en la estación de bomberos de la peor de las maneras ("Creo que puedo ser adicto al sexo"), pues fue expulsado por Bobby hasta que le readmitió. Al poco de ponerse serio ("Por estas cosas de héroe temerario es por lo que me dedico a ésto, Bobby"), Buck conoció a Abby. Al principio su relación era telefónica ("Puedo decirte que eres especial. No tengo a nadie más como tú en mi vida y no quiero hacer nada para perderte. Por ahora creo que es mejor si sólo hablamos por teléfono"), llegando a mantener conversaciones mientras Buck trabajaba ("Contestaste. Siempre contestas. Eres tan dulce"). La desaparición de la madre de Abby fue la excusa perfecta para verse por primera vez ("¡Hace casi un año que no tienes sexo!"), aunque decidieron volver al teléfono (qué absurda la escena del no sexo telefónico, "Eres musculoso y amable y divertido") no sin que antes Abby le pidiese que no se acostase "con cualquier chica de Tinder".
Al final tuvieron su primera cita ("Veo sus músculos bajo su chaqueta") y, aunque fue un fracaso, dejó claro que volverían a verse. Con dudas por parte de Buck por la enorme dependencia de la madre de Abby con respecto a su hija, y después de haber empezado oficialmente su relación, la madre de Abby termina muriendo y ésta marchándose a Irlanda para hacer así el viaje que aquélla nunca pudo realizar. Total, que Buck asegura que le esperará a su regreso (sin fecha), aunque como todos sabemos, Connie Britton fichó exclusivamente por una primera temporada, por lo que salvo que Murphy le convenza de lo contrario, no tendremos más Abby.
A Athena su marido le acaba de confesar que es gay y que ha conocido a alguien. Por el bien de los niños deciden no comunicárselo a ellos y seguir viviendo juntos (llegan a ir, incluso, a terapia). Después de superar el intento de suicido de su hija y de sobrevivir a una loca la noche de San Valentín (entre muchas otras "aventuras"), Athena decide divorciarse de su marido y recuperar su vida sentimental, aunque su primera opción no sale del todo bien ("Quiero sexo sin compromiso. No quiero cenas ni escapadas").
Chimney es el insoportable del grupo y el peor personaje de la serie. Su vida fuera del trabajo gira en torno a ligar ("El uniforme es el mejor afrodisíaco") contando historias que no son reales ("Quizá no tendría que inventar historias si de vez en cuando me dejaras llevarme algo de crédito"), aunque su vida cambia después de ser rechazada su proposición de matrimonio y de sufrir un grave accidente de tráfico. Hen, por su parte, ve alterada su vida cuando su ex sale de prisión y se acuesta con ella con el único objetivo de conseguir la custodia de su hijo en común (alegando inestabilidad en el hogar). No habría mayor problema de no ser porque Hen tiene una mujer que descubre toda la verdad.
El punto fuerte de '9-1-1' (además de la música y de ser muy entretenida) ha sido su capacidad para presentarnos casos originales a pesar de la cantidad de procedimentales actualmente en emisión. Y no sólo de los casos en sí, sino de la forma de introducirlos en las tramas (el karma, la noche de luna llena, San Valentín). Sin embargo, también hay que reconocer sus fallos, y es que el guión en ocasiones es too much. Hay conversaciones, especialmente las que tienen lugar entre Buck y Abby, que dan demasiada vergüenza ajena. Pero lo cierto es que '9-1-1' se ha convertido en un merecido éxito que regresará con una segunda temporada. ¿Se quedará Connie Britton? ¿Serán Bobby y Athena almas gemelas? ¿Cuánto tardará la ex de Hen en aparecer para romper la recién adquirida paz en su matrimonio? ¿Tendremos que seguir soportando a Buck? ¿Qué pasará con Carla, la Octavia Specener de '9-1-1'? Y no lo olvidéis: "Se necesita ser cierto tipo de persona para sumergirse en el dolor del mundo y no mojarse. Para correr hacia el peligro en lugar de escapar de él. Y para aquellos de nosotros que elegimos esta vida, no hay otro lugar en el que preferiríamos estar".