Libro
de reclamaciones. Reserva encuadernada de papel higiénico
en establecimientos hoteleros, restaurantes, compañías de servicios…
Autografiado por los sufridos clientes y
certificado sin mayor problema por las autoridades competentes, el destino final del
mentado papel no es diferente al que usamos de común después de nuestras
cotidianas, y a veces esforzadas, deposiciones.
Pariente cercano de esa otra variedad de
celulosa inútil llamada “buzón de sugerencias”.