Mostrando entradas con la etiqueta TREVANIAN. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta TREVANIAN. Mostrar todas las entradas

martes, 14 de febrero de 2012

FICHERO DE NOVELAS NEGRAS: 339.-EL MAIN (TREVANIAN)


Título: EL MAIN
Título original: THE MAIN
Autor: TREVANIAN
Editorial: ROCA
Trama: El teniente LaPointe, pese a su cargo actual, cuida de su barrio de Montreal, el Main, como si aún fuera un patrullero o incluso un policía de barrio, al que todos conocen, quieren o temen, según sus circunstancias. Por so, cuando aparece en su zona el cadáver de un joven acuchillado, el policía encargado del caso delegará en él la investigación, lo que le obligará a recorrerse nuevamente, de cabo a rabo, su propio territorio.
Personajes: Claude LaPointe, policía a la antigua usanza, lo que le lleva a usar la violencia cuando lo cree conveniente, sobre todo para proteger a quien él considera que son los más desfavorecidos del barrio, Guttmann, joven e inexperto policía de origen anglosajón, al que le colocan como ayudante de LaPointe para que se vaya fogueando, con estudios universitarios y humanísticos, por lo que generalmente desaprueba los métodos de su superior, Moisés y David, judíos, socios en un negocio del barrio, el primero tendente a filosofar sobre temas como el mal y la culpa, el segundo siempre contando chistes, en ambos casos como método para exorcizar el pasado aún reciente (en la novela) de  la persecución a los judíos, Marie Louise, joven inexperta a la que LaPointe acoge, para evitar que continúe prostituyéndose, Vet, vagabundo testigo del asesinato, que tiene un secreto que no desea desvelar a nadie, Resnais, jefe de LaPointe, un político que piensa que vejestorios como su subordinado son un obstáculo en su carrera, El Main, un barrio degradado, pero a pesar de todo aún lleno de vida.
Aspectos a Destacar: La mirada tierna, trufada de la nostalgia de un tiempo que quizás, sólo quizás, fue más humano aunque también más mísero, sobre un barrio que se está degradando a marchas forzadas y sus gentes que sólo ansían sobrevivir.
La Frase: ¡Claro que la aflicción es buena! La prueba principal de que Dios no se limita a jugar cruelmente con nosotros es el hecho de que nos haya dado la capacidad de afligirnos, y de olvidar. Cuando uno está herido (y no me refiero a una herida física) el olvido cauteriza y cicatriza, pero queda el rencor, el odio y la amargura ocultas bajo la cicatriz. La aflicción es el medio para drenar la herida, para que no nos envenene.

lunes, 28 de febrero de 2011

FICHERO DE NOVELAS NEGRAS: 264.-LA SANCIÓN DE LOO (TREVANIAN)

Título: LA SANCIÓN DE LOO
Título original: THE LOO SANCTION
Autor: TREVANIAN (RODNEY WHITAKER)
Editorial: ROCA
Trama: Jonathan Hemlock, antiguo asesino a sueldo de un organismo de contraespionaje norteamericano, está retirado, pero a causa de una trampa que le tiende el servicio homólogo británico tendrá que volver a su antiguo oficio e infiltrarse en una organización denominada “Los Claustros” dedicada aparentemente a ofrecer servicios sexuales a importantes personalidades, entre ellos influyentes miembros del “establishment” británico.
Personajes: Jonatahan Hemlock, uno de los más acreditados expertos internacionales en arte, antiguo asesino a sueldo de los servicios secretos norteamericanos, hedonista, escéptico e implacable, el Clérigo, sinuoso jefe de los servicios británicos, partidario de que “el fin justifica los medios”, Yank, subordinado del Clérigo, admirador e imitador de las costumbres americanas, Maggie Coyne, agente de origen irlandés, atrapada e sos servicios británicos debido a su pasado, Max Strange, hermoso jefe y propietario de “Los Claustros”, cruel y egocéntrico, sólo preocupado por su propia belleza.
Aspectos a Destacar: La mirada irónica, alejada de la más habitual hagiográfica y propagandística, sobre la organización de los servicios secretos occidentales en una época en la que pese a subsistir la Guerra Fría las costumbres y la vigilancia se habían ido relajando.
La Frase: Ni la policía ni ninguna otra agencia legal deben intervenir en esto. Nuestra policía, como la suya, no se distingue por su competencia ni por su discreción.