Verde esperanza

Digan no al catastrofismo... por favor, que sino no vamos a salir de la espiral de pesimismo en años.

El otro día leí el post de Fer en su blog y me hizo pensar sobre la ola de pesamientos apocalípticos que circula por el mundo. Y ¡cuánta razón tiene!

A su vez ayer escuché en la radio una tertulia en la que se comentaba que estamos más o menos en las mismas condiciones económicas que Holanda, pero que allá el ambiente no es ni parecido gracias a que las noticias no se presentan de forma tan gris y desesperanzadora.

Me gusta estar informada y saber lo que pasa en el mundo, pero en este momento estoy a puntito de eliminar el canal informativo y ver y escuchar sólo entretenimiento sin más. Total, si todo se pudre y explota, ya me enteraré.

En la tertulia decían que las malas noticias económicas producen una sensación tal de desasosiego que paralizan, adormecen y atormentan a quienes las escuchan. Este efecto hace que nadie se active como para poner todo ésto otra vez a funcionar. Por tanto, es de lo más contraproducente. Y tampoco hablo de que ignoremos lo que pasa y seamos tan ilusos de embarcarnos en grandes emprendimientos si no es lo más conveniente, pero quizás sí intentar ser positivos a costa de todo porque lo contrario al optimismo se llama catástrofe-que-te-hunde-hasta-el-fondo.

Así que propongo que todo el mundo haga cosas positivas cada día... yo que sé... cosas tipo plantar unas semillas de perejil y ver como se convierten en una planta maravillosa. Cuando tengamos mucho tocarle el timbre a la vecina para regalarle un poco o hacer una tortilla a las "finas hierbas" e invitar a un par de amigos sin lujos pero con alegría, para que te den su opinión entusiasta y acabes poniendo una plantación de hierbas aromáticas que exporte y se convierta en multinacional.

También sirve agarrar unos trapos y coserlos para confeccionar un camino de mesa personalizado y regalarlos a esa amiga que hoy tiene un mal día... de forma que ella se alegre tanto que te proponga formar una cooperativa donde todas las amigas cosan cosas preciosas y las vendan por internet, con tal fortuna, que con el tiempo abran una cadena de tiendas en las mejores calles de todas las ciudades llamada Friends & Co... y que acabe cotizando en bolsa, claro!

Cositas así, normalitas, pero con tal grado de ilusión que puedan llegar a ser realidad...

Ay... ¿habré escrito éstopara animarme a mí misma o en un ejercicio de motivación colectiva?...

Tanto el perejil como el camino de mesa eran verdes en mi mente...

Critiqueo

Que no quiere decir precisamente que sólo estamos dispuestos a criticar en el mal sentido de la palabra, sino que la crítica puede ser también constructiva... O como una vez  me dijo mi amiga M: "nosotras no criticamos, sólo comentamos la realidad"...

Veamos que es lo que podemos construir y lo que podemos comentar, pues. Porque me imagino que no soy la única que anoche se quedó hasta las tantas viendo la gala para cotillear sobre los ganadores, las lagrimitas, los agradecimientos a 'todo el equipo', los amoríos de alfombra y los vestiditos... y todo eso sin comentar, como que se queda en nada.

Empecemos por ella, porque coincide en nombre con el premio y eso es gracioso.

Sinceramente, a mí esta chica me parece muy guapa. me gusta cómo lleva siempre el pelo alborotado sin parecer despeinada (en mí, ese peinado parecería el resultado de una electrocución). Me gusta su sonrisa grande y sus rasgos morenos. Los canarios tienen estas virtudes... la morenez y la piel semi-curtida que los hace como irrompibles. Pero digamos que no me parece que ese vestido le haga justicia porque su 'buenez' resaltó mucho más en otras ocasiones. Este vestidito no es de andar por casa pero tampoco me parece espectacular. Se lo perdonamos porque actuó muy bien en Maktub (peli que no vale un duro pero que a ella le dio la oportunidad de sacar de las entrañas un papel durito y con garra).

No sé si yo hubiera elegido este vestido para ir a recoger MI premio (porque ella sabía que era suyo). Lo que pasa es que yo soy yo, con mis defectillos, y ella es como perfecta... Tiene una cara que parece moldeada en porcelana de la que no es barata, una boca impecable, mirada intensa y hasta una voz radiofónica... y a todo eso ¡no hay derecho! No todo junto en la misma persona, porque después va y se lo lleva todo. Radiante iba radiante, no me digan que no, pero ese collar .... mhhh ... como que no.

Ay. hija. Con lo buenorra que estás y vas y te ponés el vestido de las vigilantes de la playa (como leí en otro blog). Noooooo, te equivocaste... Y es una pena porque la verdad es que hubo años que ibas espectacular... pero éste no... A lo mejor es que como no estabas nominada te dio por ponerte lo primero que agarraste del armario. Todo puede ser.

A mí éste me gusta, pero como ahora me dio por coser creo que a todo se le puede dar un retoque y yo le sacaría esas mangas estilo Cruela de Vil... ¿no quedaría mejor? Lo que tiene de bueno es que cuando se tienen esas cejas y esos ojos negros, una se pone este vestido y le combina perfecto. Lo que más me gusta es que no es sosa. No puedo con las sosas.

Y aquí, con todos ustedes, ¡la tienda de los horrores!
Pero ¡Ingrid! ¿No te parece que podrías haber regalado ya tu chaqueta de la movida a tus sobrinos? No sé, digo yo. Con lo bien que te sentaría un poquito de color. Ese cutis transparente lo pide a gritos... Ahora bien, también tengo que darte un aplauso por no haber pasado frío a costa del glamour. Que es muy duro luego pasarte una semana en cama con anginas... con los compromisos que debes tener.
Y de Victoria ¿qué???? Como es medio fgransesa, se cgree que aquí a cualquieg cosa le llamamos glamoug! No, querida, no. A mí me da que los premios a la Guerra de las Galaxias pop se entregaban en otro lado. Una penita, la verdad, perder la cabeza tan joven.

Acá, la que en mi opinión estaba más elegante. Es que con esa cinturita y esa generosidad de escote todo te queda bien...(júrenme que no se sacó ninguna costilla, por favor, que me tiro a un pozo de la decepción si es así). Ese color vino tinto de cena gourmet es perfecto. El modelo también y ese look asilvestradamente arreglado, me parece de lo más acertado.

Aviso: no quiero ser mala, pero ese look abuela gótica fusionado con villana de película de animación, como que no...

Y aquí es como que el vestido es lo de menos. Esta chica me encantó por el entusiasmo que le puso a los agradecimientos ¿No es genial que le den estos premios a gente que no está acostumbrada a recibirlos? La reacción es natural y la emoción es auténtica. No vi la peli, pero me dieron ganas de verla, aunque no tengo ganas de llorar y por eso me resisto.

Y por último ya, la categoría de las "ni fú, ni fá"... Soy de la opinión de que para llevar 'nude' tienes que ser caribeña como mínimo, porque a las blanquitas nos hace parecer las primas de Casper. Y Leonor, es como que no me cae bien... y ya sé que no debería dejar que eso me influyera, pero digamos que me parece una mezcla entre sosa y pendante... y por eso este vestido no le queda bien... (y como este es mi blog yo elijo motivos sin sentido y ya está).




¿Coinciden conmigo o nada que ver?

5 cosas... que no me gustan de estar enferma

Aparte de las obvias, claro. Aunque debo confesar que hay algunas que sí me gustan, no se crean. Por ejemplo, que te mimen más de lo normal.

Pero sentirse enfermo es muy chungo y hay cosas que no me gustan nada. Las desventajas podrían ser éstas:

1- Quedarte en casa por estar enfermo y pensar que sería una buena oportunidad para hacer cosas pendientes, pero no tener ganas de nada.

2- Ir todo el día con unas pintas horrorosas... tu peor imagen arrastrada del baño a la cocina y de la cocina a la cama... cero glamour, cero elegancia.

3- Pensar en aprovechar para leer esa novela pendiente o ver alguna película interesante mientras estás en cama, pero dormir como si estuvieras anestesiada porque no hay manera de despejarse.

4- Tomar litros de té pensando que lo va a curar todo y al final tener que ir al médico a buscar los dichosos antibióticos porque lo alternativo no funciona.

5- No tener espacio en la cama porque, como tenés dos compañías permanentes, una a cada lado del cuerpo, te quedás como envasada al vacío entre las mantas (;-) ésta debería estar en la lista de las cosas que SÍ me gustan, ji ji ).

No podía faltar

una breve referencia a este día...

(con humor, claro).

Viaje rápido alrededor del mundo

La fotografía está en auge, los videos creativos también.

Kien Lam se tomó un año sabático y cámara en mano, combinó las dos cosas para permitir que viajemos desde nuestra pantalla en 5 minutos a todos los rincones del mundo.

Que lo disfruten.

¿Sabías qué...?

Hoy podría escribir un texto largo comentando el video que les pongo a continuación pero, dado que contiene una inmensa cantidad de información, creo que lo mejor es verlo y tomarse un tiempo para reflexionar.

Está lleno de datos interesantísimos que quizás no nos habíamos planteado nunca. Creo que vale la pena verlo y prestar atención porque empezaremos la semana cuestionándonos muchísimas curiosidades que nos reactivarán la actividad cerebral... buen ejercicio de calentamiento intelectual para aquellos con múltiples inquietudes.

Estoy segura de que muchas cosas les van a sorprender como me pasó a mi.

Mañana comentamos...

(tengan en cuenta que la traducción al español de este video no es maravillosa y hay errores como: billion=billón... incorrecto. Billion= mil millones).

Los mismos 400 kilómetros

Hoy me pasó algo insólito. Algo que no pasa todos los días. Hoy encontré una especie de "hermana gemela". Sí, en serio. Y que no se asusten mis hermanas biológicas... digamos que es nuestra melliza vacacional.

Supongo que hay muchas por ahí. Pero yo hoy encontré a la mía. Navegando por esta red, que a diario nos regala descubrimientos mágicos, me topé con una persona con la que estoy segura de haber jugado a hacer castillos en la arena, paseado por esa playa atiborrada de gente o tomado las medialunas más ricas en una deliciosa parada, una mañana fresca de viaje en carretera.

Famosa Ruta 2

Eran mañanas muy frías a pesar de ser pleno verano. Era más temprano que nunca. Habíamos dormido poco a causa de la emoción pero ese día no costaba ni un poquito levantarse aunque fuera casi de noche. La ilusión era mayúscula.

Habíamos pasado semanas enteras imaginando cómo iba a ser. Habíamos pensado llevarnos el vestido rojo con flores o las sandalias nuevas. Habíamos pensado en llevar nuestros cassettes preferidos para el camino. Nos habíamos peleado por ir del lado de la ventanilla y vuelto a reconciliar después de un pacto. Íbamos apretados en el asiento de atrás y el equipaje se asemejaba al de una familia que emigra para no volver nunca más.

Todo cabía; cinco niños/as nacidos en los prodigiosos años 70, víveres para un mes, bikinis chiquititos, bañadores enteros, chanclas de colores, sombrillas para multitudes, papás y mamás, mate y facturas, abuela, perrito del alma... Radio portátil, revistas de crucigramas, juegos de mesa, gorras con visera... Imprescindibles y no tan imprescindibles iban mezclados en el baúl a punto de estallar.


400 km de risas, sueño, canciones, bromas, buen humor y perspectivas de diversión... 400 km de planes... 400 km de recuerdos imborrables.

Después del trayecto llegarían los desayunos monumentales, las jornadas interminables de sol y baños, los paseos, los helados, las cenas de madrugada y los juegos de cartas con trampa. El calor infernal y el frío invernal, todo en el mismo día. Las combinaciones multicolor de ropas, de comidas, de juegos, de chistes, de todo. Todo aquello con lo que soñábamos durante once meses se concentraba en ese lugar y en ese momento. Todas aquellas expectativas se colmaban con creces. Todas las risas se soltaban y todos los bailes se bailaban...

Y todo eso y mucho más, igualito, lo disfrutaba ella también... en los mismos lugares y en los mismos momentos... y por eso estoy segura de que ya nos conocemos. Estoy convencida de que en alguna ocasión nos prestamos los rastrillos en la playa, comimos en la mesa de al lado en un restaurante o nos probamos el mismo pullover en la misma tienda, el mismo día de lluvia... 

La Calustra

Es agradable reencontrarte después de tantos años y que hayas traído otra vez a mi mente todos esos recuerdos desde la distancia: Por muchos lobos marinos más, por muchos más paseos por el puerto, por muchos casinos de fondo, por muchas más fotos color rosa a la orilla del mar. Por muchas medialunas calientes más... Por esos 400 km.

Cómo conocer a tu vecina y no morir en el intento

Este pasado fin de semana nevó en donde vivo y la prueba es ésta:

Nela, a la carrera, en su día de felicidad total.

Probablemente era la primera vez que se veía todo así, tan cubierto de blanco. De repente parecimos amanecer en otro lugar. Lejos. Con un paisaje nuevo.

Como no es fácil que el paisaje cambie por sí solo de una forma tan radical, a veces (bastante a menudo en mi caso) nos dedicamos a hacer pequeños cambios o retoques en nuestro entorno más tangible (hogar, casa, apartamento, chaletazo, pisito... whatever)... Por eso, entre otras cosas, este pasado fin de semana estaba entre mis planes arreglar la terraza-jardín-patio de nombre indefinido que todavía no conoce su esplendor. Acá estoy yo y mi puntería para elegir los días para tales actividades (nevada total como nunca desde el año 56).

Como es evidente que la época en la que estamos no nos permite pasar mucho tiempo fuera, el patio de nombre indefinido lleva meses pidiendo a gritos un poco de atención. Lo que pasa es que como hace frío, nos hacemos los locos y cerramos la puerta para no oirlo (pobre ¿no? la indiferencia es lo peor).

Uno de mis planes era barnizar la mesa de exterior y sus correspondientes sillas y banco que estan ahí sufriendo las inclemencias del tiempo desde hace tiempo... Una capita de esmalte quizás mitigue un poco el efecto que le causa que le llueva, le nieve, le hagan caca los pájaros o la asfixie el polvo como hasta ahora.

Digamos que es una cosa así, pero en madera (las fotos las tomo prestadas de Casa Chaucha, web más que inspiradora):

También había pensado en hacer gala de mi cara dura y tocarle el timbre a esa vecina de la casa de al lado que tiene una terracita con plantas por delante y unas sillas preciosas abandonadíiiiisimas en el patio de atrás, para perdirle si me las quiere "ceder". Lo pensé porque esas sillas también pedían un poco de atención a gritos y yo las oí.

Digamos que son tipo así:

Sí, son muy parecidas.

Me imagino la escena y sería un poco surrealista, la verdad: Toco a la puerta de mi vecina, a la cual no conozco, para pedirle si me quiere dar/vender las sillas que tiene ahí tiradas porque me dan pena y porque les quiero dar una nueva oportunidad (encordar bien, pintar, limpiar, lijar... lifting completo, vamos).

Cuando me la imagino abriendo la puerta pienso que me gustaría que mi vecina fuera así:

Pero si soy realista creo que lo más seguro es que sea como ésta:

Así que, por si acaso, voy a preparar algo como ésto, para llevarle y hacer que el NO tenga menos posibilidades:

Y como soy una persona bastante realista, digamos que mientras tanto voy a ceñirme a los proyectos más factibles como son cubrir el suelo de piedritas, coser unos almohadones divinos o poner alguna plantita que le dé el toque paisajil que necesita.

O simplemente, crear un ambiente agradable para todos cuando lleguen los rayos de sol y despleguemos nuestros encantos soñando que estamos en los jardines de la Provenza francesa ("Provans" para los francoparlantes -no dejo de soñar con la proyección internacional de este blog-).

Cualquier cosa vale para poner en marcha proyectos de manualidades que tod@s en la red parecen dominar y que yo tengo como ingredientes en una batidora en la cabeza a punto de estallar.

Si nos ceñimos a llevarlos a cabo por orden según el nivel de dificultad, creo que empezaré por barrer... después veremos lo que sigue. Pero yo, por si acaso, me voy corriendo a comprar chocolate, huevos y harina para intentar disminuir la probabilidad de fracaso en mi visita a la vecina. No sea cosa que este fin de semana haga sol.

Robemos un posado

¿No están hartas/os de no saber qué cara poner en una foto? ¿o de las fotos donde la gente posa? ¿o de las fotos donde no pasa nada? ¿o de salir con un ojo cerrado o comiendo con la boca abierta? ¿de las fotos donde todo el mundo pasa el brazo por el hombro al de al lado sólo para la cámara (nunca sin ella delante)? ... En ese sentido, debo decir que no somos creativos. Todos tenemos las mismas fotos, con las mismas caras, los mismos gestos y las mismas situaciones. ¿Por qué no innovar?

Yo quieo ser ella y que él sea ÉL

Me encantan las fotos donde se ven la cosas tal y como eran en ese momento. Las que cuentan algo. Las que, por algún motivo, no son una foto más.

Ser creativo no es fácil pero a veces nos pasan oportunidades perfectas por delante de las que podríamos aprovecharnos para hacer algo diferente.

Al parecer ésta pareja pensaba lo mismo y para su boda, decidió poner una especie de fotomatón para que sus invitados se hicieran los retratos más divertidos...

Nada de ahí compuestitas sujetando el chal imposible con el dedo meñique que te sobra en la mano que sostiene el Martini. Nada de sonrisas forzadas que crean arrugas de expresión. Nada de abrazos de mentira. Nada de todos ahí de pie en hilera. Nada de no hablo, no pestañeo, no respiro.

Miren, miren y tomemos nota.

¿No son genialíiiiisimos?

no puede ser más divertida... ¡me encaaaaanta!

el pelo rojo te sienta tan bien ¿o no?

así, tan feos ellos (fashions al poder)

tándem tacones-pajarita... ideales

5 cosas...

Hoy me voy a subir al carro de las listas.

No soy mucho de organizarme, la verdad. Eso de la agenda es un tema pendiente (debería ponerlo en marcha algún enero de éstos) y lo de ordenar los pensamientos también.

Veo por el mundo blogosferil (uy, parece el nombre de un jarabe para la tos de esos expectorantes) que la gente recopila cosas/ideas en forma de listas. Listas de cosas pendientes de hacer, de cosas que me gustan mucho, de cosas que no me gustan tanto, de frases célebres, de mujeres peor vestidas, de hombres vivos  más atractivos (uuuhhh), de casas más despampanantes, de propósitos utópicos por cumplir, de metas inalcanzables que alcanzar, etc. Y yo, queridas, no iba a ser menos. El problema es que me puse a pensar y me salieron unas cuantas listas tutti-frutti. Me pasa lo mismo en todo, como no me organizo tengo un greatest hits de cosas mezclado en la cabeza tipo bombo de bingo de barrio y de vez en cuando, va una idea y sale disparada por algún lado en forma de arrebato. Así que vamos a intentar empezar con listas sencillitas, de cosas normalitas y después ya veremos. No piensen que voy a convertirme en una persona previsora y/u organizada de la noche a la mañana. No sean ilusas.

Para empezar me voy a inspirar en un blog que descubrí hoy, de esos que dan un poco de rabia porque tienen quinientos mil seguidores y son de una fotógrafa maravillosa que, además de sacar fotos lindísimas, tiene una casa lindísima, es lindísima ella y da lindísima envidia que viva en Chicago con su lindísimo perrito.

Mi lista de hoy se llama: 5 cosas que quiero hacer a corto plazo (así, en general)

1- Poner una composición de cuadros como ésta encima de mi sofá

2- Coser (con mi nueva habilidad y máquina -of course-) una camita como ésta para mis babies Nela y Lilly (esa cama llena de trapos que desplegamos con alegría ahora en el salón hace que el glamour se quede de la puerta para afuera).

3- Hacer un curso de Photoshop (¿por qué no me dijeron que era requisito imprescindible para ser guay en la blogosfera? Ay, madre mía, me estoy quedando atrás). Mientras tanto estaría bien conseguir alguien que me diseñe una cabecera linda como ésta:

Si alguien que tiene un parentesco fraternal conmigo y una licenciatura en comunicación audiovisual se da por aludida y quiere colaborar, que me llame. Ya tiene mi número.

 4- Llamar ya a mis beautiful friends y quedar para cenar en un sitio lindo como si fuera un día especial. 

Si acá también hay alguien que se dé por aludida y quiere ir reservando, que no se corte

5- Abrigarme para el fin de semana que parece que se viene helador y buscar algún proyectito DIY para que resulte provechoso.

sinceramente, no creo que esos tacones estén hechos para ir así de feliz por la nieve sin temer partirte la nuca del resbalón