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viernes, 20 de junio de 2008

sandalias alemanas... observaciones de una estudiante italiana en Alemania

El original alemán: die deutschen Sandalen Agradezco la traducción a mi querido amigo Rodrigo, estudiante (y muy bueno) mexicano en Alemania.

A pedido del público, aquí hay un artículo de WDR (tele) con fotos, sobre el tema como las sandalias con calcetines han arruinado la fama de los turistas alemanas en el extranjero.

Finalmente llegó la temporada del buen tiempo. Las flores florecen y las sandalias caminan de nuevo. Las famosas sandalias alemanas. Por ellas no sólo se puede reconocer inmediatamente a los alemanes en países turísticos como Italia, sino también en otros lados, Taiwán por ejemplo, como me lo confirma mi amiga Mei Huey.

Nosotras dos, la "italiana de Hamburgo" y la "china de Berlín", paseamos por un parque, observando a la gente. Algunos se asolean en el pasto, unos totalmente desnudos, otros casi completamente.

Exageran, en nuestra opinión. Todavía no hace tanto calor. En nuestros países de origen, bajo dichas temperaturas andaríamos con una chamarra (mx; en otros países, chaqueta o en alguno, campera, ar, nota del blog) o un sweater (jersey, es, nota del blog). Pero en Alemania, tenemos tan poco sol... y la piel blanca no es tan valiosa como en Taiwán.

Ya, las sandalias: desde hace décadas los alemanes llevan el mismo modelo. Siempre me he preguntado ¿por qué las sandalias alemanas son tan feas? ¿Por qué son tan poco bonitas, pero tienen tanto éxito?

Una posible respuesta: son extremadamente cómodas, robustas y hechas con buenos materiales.

En fin, pero ¿por que no cómodas y bonitas en lugar de feas y comódas?

Mei Huey opina: "Tal vez tiene que ver con la mentalidad alemana. La gente tiene unos pensamientos muy pesados... y no tiene ningún gusto por la belleza y las minucias. Ellos solo piensan en los grandes principios".

"¡Sé comoda! ¡Sé duradera!", son los imperativos categóricos (se refiere a los imperativos categóricos propios de la filosofía de Emmanuel Kant, nota del blog) en la producción de sandalias. Su fealdad es sólo superada por su durabilidad.

Como si esto fuera poco, con demasiada frecuencia, se observa también sandalias con calcetines, algunos hasta de grueso algodón.

Visto desde un punto de vista estético, es esto un crimen. Si hubiera una ley de protección al buen gusto, usar sandalias en combinación con calcetines sería fuertemente castigado.

¿Por qué, le pregunto a Mei Huey, calcetines, cuando hace calor? Si usan calcetines, ¡entonces mejor portar zapatos!

Tengo esta explicación: calcetines con sandalias es debe ser algo saludable. Sí, saludable como una ducha fría en la mañana o zanahorias crudas a la hora de la comida.

Mei Huey dice, que, cada vez que ella vuela a Taiwán y desea llevar algo típico alemán a su familia y amigos, piensa automáticamente en sandalias. Para no llegar con las manos vacías, compra bombones.

Cuando vino mi novio alemán a Turín, para visitarme, no olvidó ni sus sandalias, ni sus bermudas. Era mayo y hacía mucho calor y decidió ir en bicicleta a la escuela de idiomas. Cuando se disponía a salir de la casa en ese atuendo, me puse en la puerta, impidiéndole salir y le dije: "¡Te ves como un turista alemán! ¡En Italia los hombres no salen semi desnudos! ¡a lo sumo van así la playa, pero nunca andan así por la ciudad!".

Él comprendió, que era mejor, cambiarse de ropa y regresó con pantalones, pero ¡sin calcetines!. ¡Sin calcetines! ¡Con zapatos y sin calcetines! Me dí por vencida. Una debe aceptar compromisos, si se deseo tener un amor multicultural.

Mientras tanto le he confesado a mi amiga china algo que ocurrió el año pasado. Estaba en el departamento para niños de una zapatería y las ví. De todos colores... No resistí la rentación de probármeas. Eran increíblemente cómodas. Mis pies sensibles me sonrieron. Fué amor a primera vista. Así que regresé a casa con mis sandalias multicolores para niños.

Pero sólo me las pongo en el campo o en la playa y nunca en Italia. Mis amigos verían en mis sandalias la prueba irrefutable de mi alemanización. Es un buen signo de integración, como bien dice mi amiga china. Ella, la chistosa, que se burla de mí con sus recién compradas sandalias Made in Italy.


viernes, 20 de julio de 2007

¡Feliz cumpleaños Carlos Santana!



Este es un concierto en Croacia (Zagreb), el año '98. Buenísimo, a mi gusto. Es increíble que una composición no vocal haya tenido, en los últimos decenios, tanto éxito. Y sea tan conocida.

La familia de Santana emigró a los Estados Unidos (sí, cómo podía ser de otra forma) y él, pese o tal vez, debido a ser un ciudadano estadounidense, no ha abandonado sus raíces mexicanas, lo que considero que está muy bien.

A ver si en Europa nos damos cuenta, por fin, que la integración -de que tanto se parla- no es asimilación.

Si lo fuera, el Nuevo Herald (de Miami, Oppenheimer) no hubiese titulado hace poco. El guitarrista Carlos Santana emocionó a sus admiradores con un espectacular concierto que dedicó a la Virgen de Guadalupe.

Ver los artículos de Cristóbal: 3) Un muro material, fracaso del espíritu y 2) México: ¡que caigan todos los muros! y además 1) México ante el muro: exportador de pobres