Ayer y antes de ayer y el domingo, circulaba abundantemente esta escena de la parada militar en Moscú el fin de semana, donde se presentó el arma superlativa del Ejército ruso. Putin ha destinado ingentes cantidades de dinero a desarrollar nuevas armas en una carrera armamentista consigo mismo (porque los países occidentales han disminuido el presupuesto de armamentos durante los últimos diez anos -al menos-. Sobre el tema, ver
Países que más han aumentado el gasto militar entre 2004 y 2013
Este es el super tanque ruso, "Armata" (no Armada, sin Armata), la nueva Wunderwaffe de Putin, con la cual supone que estaría "en Kiev en dos semanas" y "en Varsovia en tres días", como amenazó.
Yo diría que sería mejor destinar los pocos fondos de que dispone Rusia para mejorar la educación de sus jóvenes, la atención de salud de su población, la infraestructura (el gobierno ha sido incapaz de construir la prometida autopista entre Moscú y San Petersburg), invertir en futuro y no en pasado. En educación, en salud, en fomento de la probidad, en una economía sana, en investigación científica, en desarrollo tecnológico, en vez de en armas mortales y maravillosas como el super tanque Armata.
