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miércoles, 8 de noviembre de 2017

12 tapas sin gluten para triunfar

Una cosa: Concurso de tapas entre amigos = Planazo.

Otra: Todas las tapas sin gluten = Evento perfecto.

Una cena en casa en la que cada asistente debe aportar un plato (en formato tapa para no morir de empacho poder degustarlo todo), puede parecer algo complicado en principio pero es un plan divertido con amigos, donde se prueban un montón de recetas diferentes, se mide el esfuerzo de cada uno, se acompaña todo con buen vino y no faltan las risas. 

¡¡Organización!! Lo dicho: con un poco de orden el evento no es nada caótico. En nuestro caso, cada comensal debía aportar su tapa, que tenía que traer de casa practicamente preparada. Se sorteó el orden de presentación de cada una y todos tuvimos unos minutos entre tapa y tapa para poder dar el último toque o emplatar la nuestra. 

Todo sin gluten: Reconozco que soy muuuuuy pesada pero pensar que podían empezar a aparecer tapas que yo no podría comer me cortaba totalmente el rollo. Mis amigos no se resistieron ni un poquito y aceptaron el reto, así que, no hubo ni una sola tapa de la que yo, como celiaca, no pudiera disfrutar. Una preguntita por aquí, un "por qué cambio esto" por allá, un "dónde se consigue" tal cosa ... ¡Y listo! Gracias amigos "remonteros". Significa mucho para mí ese esfuerzo adicional.

¡A comer!: La gente se lo curró mucho, mucho, mucho y no hubo ni una sola tapa que no estuviera currada, pensada y bien elaborada. Nivelazo máximo.

Así que, sin más rollo, os dejo el documento gráfico y la prueba de que es posible elaborar un montón de platos sin gluten: 12 en concreto, utilizando en muy pocos casos un ingrediente específico sin gluten.

Vais a ver:


1. Pimientos rellenos de calamar. 
Receta similar aquí.

Tapas sin gluten



2. Rissotto de rabo de toro 
Receta similar aquí

Tapas sin gluten

3. Fabes con almejas
Receta similar aquí

Tapas sin gluten


4. Poké de corvina
Aquí te explican lo que es y cómo se hace.


Tapas sin gluten

5. Lasaña de carabineros
Receta ganadora y donde hubo que utilizar pasta especial sin gluten. Se hace así.


Tapas sin gluten


6. Ostras con gelatina de gin-tonic
Se hacen así.


Tapas sin gluten



7. Carpaccio de ternera con salsa de trufa
Aquí, receta similar con vídeo explicativo.


Tapas sin gluten



8. Pulpo con patatas revolconas
Receta aquí.


Tapas sin gluten


9. Bombas de patata y carne
Aquí la receta.

Tapas sin gluten


10. Gildas
Elaboración aquí.

Tapas sin gluten


11. Tosta de cebolla caramelizada, pimiento asado y anchoas


Tapas sin gluten

12. Ceviche peruano de lubina
Inspirada en los sabios consejos del Chef Roberto Sihuay de "Ceviche 103"

Tapas sin gluten


¿Organizáis alguna vez eventos de este tipo? Si no, os animo a que probéis.
¡¡Lo pasaréis bien!!

miércoles, 26 de julio de 2017

Cómo conservar la pasta sin gluten una vez cocinada

Hace unos días, en colaboración con pastas Gallo, os conté “Cómo cocinar la pasta sin gluten perfecta”,  pero ¿Sabéis cómo sacarla el máximo partido una vez cocinada? ¿Y cómo conservarla si nos sobra o hacemos alguna ración de más?

La pasta sin gluten también puede conservarse en la nevera durante varios días o en el congelador durante semanas. Aunque es evidente que la pasta es un plato que gana cuando está recién hecho, tomando algunas precacuciones podemos conseguir que nuestra pasta conserve sus cualidades, textura y sabor y, sobre todo, ahorraremos tiempo y trabajo pudiendo hacer un poquito de más para otra ocasión, para llevarnos nuestro tupper al trabajo o para tener un recurso rápido cuando llegamos a casa sin tiempo o tenemos que dejar la comida preparada de un día para otro.





En primer lugar, tanto si tu idea es conservar la pasta en el frigorífico, como si quieres hacerlo en el congelador, es importante cocer bien la pasta. Recuerda seguir estos pasos y te quedará perfecta.

Para conservar en el frigorífico:
      
  • Si tenemos que recalentar la pasta después, es importante emplear el tiempo de cocción mínimo indicado por el fabricante (Por ejemplo, la opción al dente que viene en el envase de pastas Gallo sin gluten, es la más adecuada tanto si queremos guardar en nevera como en el congelador). 
  • Una vez cocida, añadir aceite, mantequilla o margarina, al gusto. El aceite de oliva será lo que menos grasa y calorías aporte, pero la pasta aliñada con mantequilla o margarina adquiere un sabor estupendo. Una vez fria, meter en la nevera. 
  • Si quieres, puedes guardarla también con la salsa que hayas preparado. 
  • Utilizar un recipiente de conservación lo más hermético posible o tapar muy bien con papel film. 
  • También para conservar en el frigorífico, podemos envasar nuestra pasta cocida o con salsa al vacío. Es una opción a la que todos no podemos acceder al carecer de la maquinaria necesaria.
  • La pasta en la nevera puede aguantarnos 4 o 5 días.


Para conservar en el congelador.

  • Sólo pasta cocida (con nuestro chorro de aceite o mantequilla como he explicado anteriormente)
  • Con la salsa elegida. En cuyo caso, la habremos añadido una vez cocida la pasta (y todavía caliente) y dejaremos enfriar antes de meter al congelador.
  • Las salsas de tomate y similares son las que mejor aguantan la congelación. Las elaboradas cuya base son cremas, leche o quesos, es mejor añadirlas una vez descongelada la pasta. Aunque todos hemos congelado alguna vez una lasaña y ha quedado perfecta al meterla al horno ¿verdad?. ¡Adelante con ello también si es necesario!
  • En la fuente correspondiente. ¡Lista para gratinar! Sólo tenemos que añadir el queso antes de meterlo en el horno.
  • La pasta en el congelador puede aguantar 3 o 4 meses.
¿De verdad funciona?

¡¡Siiiii!!!

Son recursos  que, todos aquellos que tenemos poco tiempo, podemos utilizar y seguir disfrutando de un plato de pasta perfecto.

Por ejemplo, con la pasta aliñada con aceite en la nevera, podemos elaborar un montón de platos después: añadir simplemente la salsa, añadir salsa y queso y gratinar o elaborar una ensalada añadiendo nuestros ingredientes favoritos.




Una que a mí me encanta es esta templada y sólo con tomates secos hidratados, buen chorro adicional de aceite de oliva y un poco de sal. En este caso, utilicé tiburones de la línea de pasta Gallo Singluten que me sobraron cocidos de otro día. Me encanta esta combinación porque se puede comer frío, templado o incluso caliente.




¿Vosotros tenéis trucos para conservar la pasta que os sobra?

jueves, 22 de junio de 2017

Como cocinar la pasta sin gluten perfecta.


Que la calidad de la mayoría de los productos sin gluten ha mejorado muchísimo en los últimos años, es algo que ya no escapa a nadie. En algunas cosas, como en la pasta sin gluten, la evolución ha sido espectacular y se han conseguido texturas muy similares a las de la pasta tradicional. Podemos, además, encontrar un gran surtido, como las que comercializa Pastas Gallo: tallarines, espaguetis, tiburones, hélices, plumas y fideos.

Sin embargo, por error en su elaboración, a veces no la sacamos el máximo partido. Para intentar poner remedio a este problema, aprovechar al máximo las cualidades de nuestra pasta y sacar todo el partido posible para disfrutarla, os he preparado unos pequeños consejos para cocinar y conservar la pasta y conseguir el mejor resultado.

Espero que los pongáis en práctica y os resulten útiles.

Vamos a empezar por la cocción.



Lo que tenemos que hacer:



Utilizar la cantidad de agua adecuada.

Se recomienda utilizar 1 litro de agua por cada 100 gr. de pasta. ¿Por qué? Aunque tarde más en empezar a hervir el agua, apenas perderá temperatura al echar la pasta y el almidón se distribuirá por toda esa cantidad de agua. Conseguiremos así que el agua vuelva a hervir rápidamente y que la pasta no se pegue ni apelmace.


Echar sal.


Añadir sal al agua. Si no la echamos antes de cocer la pasta, estará bastante insípida después de cocinada. Es difícil corregir el punto de sal si no la hemos utilizado o la hemos olvidado durante la cocción.

Remover:

Una vez que el agua esté hirviendo, echar la pasta y remover con cuidado de no romperla, suavemente. Con ello también evitaremos que se pegue.


Cocer el tiempo indicado.


Cuando empiece a hervir de nuevo, bajar el fuego a temperatura media y cocer la pasta durante el tiempo que recomienda el fabricante: En los envases de pastas Gallo sin gluten, aparecen dos tiempos de cocción: para pasta más blanda o pasta al dente. Respetar siempre esos tiempos y obtendremos una pasta perfecta, a nuestro gusto.


Escurrir.


Eliminar el agua de cocción echando con cuidado la pasta en un colador grande.


Añadir un poco de aceite.


Una vez escurrida la pasta, y todavía caliente, añadir un poco de aceite.


Lo que no tenemos que hacer:  


Echar aceite en el agua de cocer la pasta:


Como os he explicado un poco más arriba, el truco para evitar que la pasta se pegue, está en utilizar la cantidad de agua adecuada y en remover la pasta. No necesitamos añadir aceite para ello.

Enfriar con agua bajo el grifo.


Otro error común que hará que la pasta se aplaste y se rompa.



Para servir:


Salsa.


La salsa tiene que estar preparada cuando nuestra pasta esté cocida. Es importante que la pasta no tenga que “esperar a la salsa”. Mejor al contrario.
Añadir la salsa o aliño una vez la pasta está escurrida.

¿Y si queremos pasta fría o una ensalada?


En ese caso, tampoco enfriaremos la pasta ni bajo el agua ni en la nevera. Echaremos el aceite del aliño sobre la pasta caliento, mezclar y esperar a que se enfríe para echar el resto de ingrediente.

Para terminar, por cortesía de Pastas Gallo, para probar sus pastas sin gluten y todos los consejitos de este post, os dejo un regalito: un vale descuento que os podréis descargar pinchando en la imagen.




¿Las habéis probado ya todas?

viernes, 22 de julio de 2016

Schär & Pan: Panecillos de mantequilla tostada sin gluten.

¡¡Hola a todos!!

¿Cómo lleváis el verano y el calor sofocante que está haciendo? En Madrid es practicamente imposible encender el horno sin morir en el intento, así que, para seguir con nuestro reto y compromiso Schar & Pan, vamos a tirar de archivo y rescatar el baúl de los recuerdos una de mis recetas favoritas: los panecillos de mantequilla tostada.

Como ya os conté en su día, esta es la adaptación de una receta de Xavier Barriga a nuestro mundillo sin gluten añadiendo más cantidad de agua y mantequilla que en su receta. 

Es un pan que os aconsejo probar. Tiene un sabor delicioso, una corteza fina y ligeramente crujiente  y es muy blandito. Pero es que, además, es muy fácil de hacer, no requiere largos procesos de levado, masas madres, prefermentos ni ingredientes raros (que en eso consistía nuestro reto) y que podéis adaptar a vuestras máquinas amasadoras o panificadoras sin ninguna complicación.



Ingredientes:

- 500 gr. de harina Mix Pan de Schär.
- 500 ml. de agua.
- 1 cucharada sopera de leche en polvo.
- 50 gr. de mantequilla.
- 10 gr. de levadura fresca de panadería.
- 10 gr. de sal.
- 10 gr. de azúcar



Elaboración:

- Disolver la levadura en el agua templada y dejar actuar unos minutos.

Mientras, calentar la mantequilla hasta que tenga un color dorado.

Añadir la harina, el azúcar, la leche en polvo y la mantequilla tostada (templada). Amasar un par de minutos, añadir la sal y seguir amasando.

Dejar doblar su volumen.

- Para formar los panecillos nos ayudamos de un poco de harina de arroz espolvoreada sobre la mesa porque nuestra masa no se la "traga" ni la endurece y luego podemos quitar el sobrante con una brocha. En esta imagen podéis ver el proceso para que queden con esta forma. Una vez doblados, se colocan con los pliegues hacia abajo para que no pierdan la forma y dejamos que doblen su volumen (podemos meternos en el horno encendido entre 25º y 30º). 

- Cuando hayan levado, los damos la vuelta y pulverizamos con agua.

Encender el horno a 210º y con un recipiente con agua en su interior. Se tiene que generar vapor para conseguir una corteza crujiente. Cuando esté caliente, bajar a 170º y hornear el pan unos 20 minutos.



Adaptaciones:

- En amasadora: Amasar durante 2-3 minutos, añadir la sal y continuar amasando unos 10 minutos más.

- En panificadora Silver Crest (Lidl). Programa 6 (masa). Cuando termine, empezar el proceso de formado/levado/horneado de panes.

- En panificadora Zero Glu: Programa 2 (Panecillos). Se pueden hornear en la misma máquina (tostado claro) o seguir el proceso en el horno convencional. 


::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Aprovecho para invitaros de nuevo a seguir mis colaboraciones en el blog de Schar.

¡¡A disfrutar del veranito!!

miércoles, 25 de mayo de 2016

Sin gluten: Picos o colines


¡Buenos días!! ¿Cómo estáis? Yo de vuelta con una nueva receta para el reto Schär & Pan. Una receta que demuestra de nuevo que hay muchas formas muy, muy fáciles de hacer pan sin gluten: Colines o picos sin gluten.

De pequeña, cuando mi madre o mi abuela me mandaban a comprar el pan en el pueblo, o cuando venía la furgoneta a la puerta de casa a venderlo y me tocaba bajar a por él, tenía como premio un colín que me regalaba el panadero. A día de hoy, es una costumbre que allí se mantiene y es como una "chuche" para los niños. Pero también los colines o picos, ese pan duro y sabroso, son el acompañante ideal de aperitivos, tapas, embutidos o salsas; están en nuestras despensas y se sirven en bares y restaurantes habitualmente. Por supuesto, para los más cómodos, ya podemos encontrarlos sin gluten en el mercado, pero también podemos elaborarlos en casa.

La receta es simple y se elabora con una masa básica de pan, pero podemos enriquecerlo con semillas (amapola, sésamo, pipas ...), hierbas o especias que le darán nuestro toque personal y nuestro punto gourmet. Además, al ser un pan ya duro de por sí, se conserva muy bien en un recipiente o bolsa cerrada y es un buen recurso para tener siempre pan a mano.


Ingredientes:

- 250 gr. de harina Mix Pan - Mix B de Schär.
- 200 ml. de agua
- 3 gr. de levadura seca de panadería.
- 5 gr. de sal.
- 20 ml de aceite de oliva.



colines sin gluten receta

Elaboración:

- Mezclar la harina con la levadura.
- Añadir el agua y el aceite y amasar durante 4-5 minutos en amasadora. 
- Añadir la sal.
- Amasar 2 minutos más.
- Dejar levar la masa hasta que doble su volumen. Esto dependerá, como ya sabéis, de la temperatura y humedad del ambiente.
- Amasar 1 minuto para sacar el aire de la masa.

En este pan sólo realizaremos ese primer levado y pasaremos directamente a formar nuestros colines o picos. Yo opté por hacerlos al estilo camperos y resultó lo más laborioso de la receta, pero también podemos hacer baritas más largas e incluso ayudarnos de una manga pastelera. 

Seguimos: 

- Con ayuda de un poco de harina, dar la forma deseada a nuestros colines o picos (tened en cuenta que crecerán en el horno un poco, así que no se deben hacer demasiado gordos).
- Precalentar el horno a 200º.
- Hornear durante unos 20 minutos o hasta que estén dorados. 
- Enfriar sobre una rejilla.

¡¡Y listos para consumir!! 



picos sin gluten receta

Espero que os guste la receta de pan facilón de este mes y que no os hayáis perdido mis sugerencias para disfrutar en un picnic sin gluten, mi nueva aportación en el blog de Schär



miércoles, 27 de abril de 2016

Sin gluten: Pan de leche fácil de Dan Lepard

¡¡Hola a todos!!

¿Os acordáis de este post? En él me comprometí a intentar adaptar una serie de recetas de maestros del pan utilizando una harina comercial (la marca elegida fue Schär) y a la que la gran mayoría de vosotros tuvieses un fácil acceso en comercios.  En él también os decía que, sin lugar a dudas, añadir otra serie de harinas más naturales a nuestros panes ha sido un gran paso pero que a veces lo que nos resuelve en lo fácil ¿no? Así que, después de investigar recetas sencillas, aquí va mi primera propuesta de esta serie de post que voy a publicar.  

He elegido para hoy un pan de leche del maestro Dan Lepard, publicado en su libro "Hecho a mano" y que es una receta muy sencilla basada en una serie de amasados y reposos cortos. Estoy segura de que os gustará el proceso y el resultado. 




Ingredientes:

- 500 gr. de harina Mix Pan de Schär
- 400 ml de leche tibia (¡¡no caliente!!)
- 50 gr. de mantequilla derretida
- 20 gr. de miel
- 7 gr. de sal
- 10 gr. de levadura fresca de panadería.





Elaboración:




  • Mezclar en el bol de amasado la leche tibia (unos 25º son los ideales), la miel y la levadura. 
  • Dejar unos minutos que la levadura empiece a actuar. (Podréis ver que se empieza a crear una espuma).
  • Añadir la harina. Si tenéis amasadora, bastarán unos segundos, hasta que ligue con el resto de ingredientes, pero también podéis hacerlo a mano "estrujando" sin sacar la masa del bol.
  • Añadir la mantequilla derretida y la sal y terminar de amasar. 
  • Ya tenemos nuestra masa, así que ahora tenemos que repetir el siguiente proceso 4 veces:

- Dejar reposar 10 minutos.
- Amasar durante 10 segundos. (En máquina o en la mesa)

  • Dejamos reposar la masa durante 30 minutos después del cuarto amasado de 10 segundos.
  • Engrasar un molde (tipo plum cake) de unos 20 cm y enharinar. Dividir la masa en dos bolas y meterlas dentro del molde.
  • Dejar que doblen su volumen y pintar con leche por encima.
  • Precalentar el horno a 210º y meter el molde. Cocer durante 15 minutos. Después, bajar la temperatura a 180º y cocer durante 30 minutos más.
  • Sacar rápidamente del molde y dejar enfriar sobre una rejilla.



Espero que os guste! Es un pan blando, tipo molde, pero más consistente y con un sabor suave y  ¡¡Delicioso!!

Os recuerdo que también podéis leer mis colaboraciones en el blog de Schär. ¡¡Os espero allí también!!



lunes, 22 de febrero de 2016

Schär & Pan - Un reto para el 2016

¡¡Buenos días a todos!!

¿Cómo os trata la vida? A mí, por fin, un poco mejor que en estos últimos tiempos. Por fin encontré un empleo digno; la pasada semana empecé a colaborar en el blog de Schär, donde ya se ha publicado mi primer post (que os invito a leer) y vuelvo con todas las fuerzas para retomar mi blog con un montón de ideas que espero que se conviertan en mis próximas publicaciones y os hagan volver a compartir conmigo este espacio que tanto me ha dado. Aunque todo esto se traduzca en trabajo, trabajo y más trabajo me siento con mucha fuerza y muy motivada para enfrentarme a lo que me echen.

Entre todos esos temas e ideas que bullen en mi cabecita, no se me ha ocurrido mejor idea que complicarme la vida una vez más marcándome un reto para este año 2016. Espero que os guste tanto como a mí.


A diario recibo mensajes, correos o comentarios preguntándome dónde se puede encontrar uno u otro ingrediente de recetas de este blog. Aunque en esta página hay recetas muy sencillas con ingredientes muy accesibles, es cierto que en los últimos tiempos existe una corriente "sin gluten" que nos ha llevado a experimentar con todo tipo de harinas y otros ingredientes como semillas, hongos, algas o incluso productos químicos que nos ayuden en la panificación y a mejorar texturas y sabores en otras elaboraciones. Mezclamos y probamos y nuestras cocinas se han convertido en auténticos laboratorios. Hemos conseguido buenísimos resultados y eso motiva para seguir probando. Se han conseguido grandes avances.


Pero, precisamente por esto, mucha gente queda fuera de esta nueva forma de hacer pan sin gluten y no se anima a probar. Bien porque no tienen la experiencia necesaria, porque les resulta difícil encontrar los ingredientes,  porque la receta se complica o bien porque, no nos engañemos, todas esos productos e ingredientes "milagrosos" que añadimos encarecen el precio de nuestros productos. 

Sin embargo, pan sin gluten casero no es sinónimo de difícil y mucho menos de imposible. Ni tampoco de un peregrinaje de tienda en tienda o de web en web buscando el ingrediente soñado y sí, se puede conseguir un pan de calidad sin complicarse tanto la vida.

Y ahí, amigos, en donde entra mi "reto" para el 2016:

Me he propuesto a demostrar que usando sólo una harina panificable sin gluten de las que encontramos en el mercado podemos obtener unos resultados maravillosos. Y no, no me voy a conformar con cualquier pan porque sé que vosotros tampoco lo haríais. Mi objetivo es adaptar recetas de grandes maestros del pan utilizando únicamente una harina panificable sin gluten: Mix Pan de Schär.



La harina Mix Pan de Schär es, sin duda, la harina más fácil de utilizar que hay en el mercado y una de las de mejor distribución en la cadena alimentaria, por lo que espero que nadie de los que quieran probar las recetas que aquí se adapten, tenga problemas para conseguirla.

Así que señores, preparen su paquete de harina, su levadura de panadería y todas las ganas de disfrutar comiendo pan de calidad porque, en breve, tendrán ustedes la primera prueba de que se puede.

Señores, he vuelto para quedarme.

Permanezcan atentos a sus pantallas



lunes, 30 de noviembre de 2015

Croquetas para la abuela Manuela

Las croquetas son ese plato que casi todos hemos aprendido a hacer de nuestras madres o abuelas. Una de esas recetas que se hacen "a ojo" y que aunque usamos los mismos ingredientes y efectuamos los mismos pasos, por más que nos empeñemos, nunca superamos. Y puede que sí, que tus croquetas sean perfectas, que hayas conseguido clavarlas e incluso superar las de tu madre, pero tus hijos nunca o casi nunca te lo reconocerán porque:

 Las croquetas de la abuela son las mejores.




Pero, ¿qué pasa si, de repente, la abuela se convierte en una "Celiaca a los 75"? El "a ojo", ya no funciona; el darles forma es más difícil; la textura no es la misma. Y entonces: 

La abuela ya no hace croquetas.



Por eso hoy, mis croquetas "a ojo" vuelven al blog en forma de receta editada: con sus medidas, sus pasos, y con algunos trucos (al final del post) para que mi tía Manuela, la última diagnosticada de la familia, pueda seguir disfrutando y haciendo disfrutar de ellas (que de cocinar para veinte no te vas a librar tan fácilmente y con ninguna excusa). 


Ingredientes:

80 gr. de mantequilla.
40 ml. de aceite de oliva
2 cucharadas soperas colmadas de harina de arroz
1 cucharada sopera colmada de almidón de maiz (maizena) o de mandioca
1 l de leche
1/2 puerro pequeño (opcional)
Sal 
200 gr del relleno elegido.
Harina de arroz
Huevo
Pan rallado o copos de puré (a elegir).
Aceite de oliva.

Elaboración:

- En una sartén grande poner a calentar la mantequilla y el aceite y pochar el puerro (opcional).

- Rehogar el ingrediente elegido (en este caso carne del cocido) y añadimos la harina mezclándolo bien para que se disuelva con la grasa.

- Añadir la leche poco a poco y no dejar de remover hasta tener una bechamel espesa. Probar y rectificamos la sal. Esto llevará aproximadamente unos 15 minutos y sabremos que nuestra masa ya está lista cuando se empiece a despegar de la sartén.

- Echar en una fuente y dejamos que se enfríe. 

- Formarmos las croquetas pasándolas: 

                                                      1º: Por harina de arroz.
                                                      2º: Huevo.
                                                      3º: Pan rallado o copos de puré. 

- Freir en abundante aceite.




Trucos para conseguir la croqueta perfecta:

1. Evitar grumos:  Para que no salgan grumos en la bechamel es muy importante la cantidad de grasa utilizada. La cantidad apropiada hará que nuestra harinas se disuelvan bien en ella y no se formen grumos. 

2. Forma: Dar forma a las croquetas es mucho más fácil si la masa de las mismas está a temperatura ambiente. Si puedes dejarla enfriar sin pasar por la nevera, será mucho más sencillo. Y si no quieres que te queden todas iguales y perfectas puedes usar el método de la manga pastelera que ya os conté AQUI.

3. Harina de arroz: Utilizar harina de arroz para darles forma es la mejor opción porque es una harina que no se pega. Nos facilitará el trabajo y, además, no aportará mucha harina a nuestras croquetas.

4. Copos de puré: Son una opción mucho más económica que el pan rallado sin gluten. Además, no aportarán ese sabor fuerte de algunos de los panes rallados que encontramos en el mercado. 




Tía, espero que lo intentes y te salgan y que pronto puedas invitarme a una comilona sin gluten en tu casa.

¡Yo llevo el pan!




Y vosotros, ¿habéis conseguido superar las croquetas de vuestras madres, tías y abuelas?

lunes, 9 de febrero de 2015

Sin gluten: Pan de pita paso a paso.

¡¡Buenas!! Por fin he encontrado el momento y las ganas de volver a encender el horno. Ayer fue un día intenso de cocina y, aparte del pan de rigor, que es de los que menos trabajo me dan y más me gustan, me apetecía hacer algo nuevo.  
Aquí tenéis el resultado. Una receta fácil y que creo que os gustará.

Por si hay algún despistado, el pan de pita es un pan plano, con poca miga y procedente de Oriente. Ahora, en Occidente, también en un habitual de "kebabs" y podemos encontrarlo, con todo su gluten, en prácticamente cualquier supermercado, pero como sabéis, hay cosas que no están a nuestro alcance de forma tan fácil y, si hay que meter las manos en la masa, pues se meten ¿no?.

Aquí tenéis mi receta adaptada sin gluten, con el paso a paso que he podido hacer estando sola y con las manos manchadas para hacer fotos.


Ingredientes:

- 380 gr. de harina panificable Proceli 
- 20 gr. de harina de trigo sarraceno.
- 8 gr. de levadura fresca de panadería.
- 350 ml. de agua templada. 
- 50 ml. de aceite de oliva.
- Sal


Elaboración:

En primer lugar, mezclaros  el agua templada con la levadura (podéis añadir un poco de azúcar para que actúe más rápido) y reservamos mientras preparamos el resto de lo ingredientes. 


Añadir a la mezcla de harinas, el aceite, sal al gusto y para terminar, el agua con la levadura. 


Para amasar, podemos hacerlo a mano, untando bien la mesa y nuestras manos con aceite hasta tener una masa elástica, o bien, en una amasadora durante 7-8 minutos. Es muy importante que la masa esté lisa, elástica y sin grumos porque será el secreto del resultado final.

Cubrir, con papel film y dejar que leve hasta que, aproximadamente, doble su volumen.




Cuando la masa haya levado. Hacer bolas (a mí me salieron 8) ayudándonos de un poco de harina en nuestra manos y aplastarlas hasta un grosor de un centímetro en un papel de horno. Colocar cuatro en un papel y cuatro en otro.


Ahora viene el truco de este pan.

Hay que cocerlo a horno muy fuerte y durante poco tiempo para que se "infle" rápido y se mantenga. Así que, precalentar el horno a 250º con la bandeja donde vayamos a hornear dentro, para que también coja mucha temperatura.

Cuando haya alcanzado esa temperatura, poner los panes (con suficiente espacio entre ellos, que crecerán bastante) y dejar cocer unos 7 minutos, sin dejar que tuesten.

Mirad cómo se van inflando y creciendo. 




Así de gordito será vuestro pan de pita y blandito.



Por detrás con un poco más de color debido a la temperatura de la bandeja.




Y delicioso para que lo rellenéis con lo que más os guste.


Y ahora, a usar la imaginación:

¿Con qué rellenarías este pan?

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