De cómo mi vida social me tiene abducida y cómo como.

Viernes. He quedado con un amigo que prepara su tesis doctoral para participar en un grupo de debate. Mi misión en esta historia no es más que dejar patente mi nulo conocimiento, habilidad o interés por el bricolage. Me han puesto en el grupo de los tontos con otros tontos como yo. Nos reímos mucho. Lo pasamos bien. 

Comida: En la cafetería de profesores de la facultad me han atendido genial, me han explicado que suelen cocinar con maizena y como ese día no lo habían hecho me han preparado un segundo fuera de menú a precio de menú.

Aunque ... lo mismo nos podíamos haber unido a la barbacoa que tenían allí montada en las mismísimas instalaciones de la facultad.

Sábado: Es la fiesta del colegio. Fiesta por la mañana, fiesta por la tarde, padres animados, mejores amigas del instituto que llevan a sus hijos al mismo cole que tú.

Comida: ¡Todos a McDonalds!.

Cena: Terracita del barrio. Ensaladita, un algo a la plancha. Salir del paso, llevarte algo a la boca, pero con quien tú quieres.

Domingo:

He quedado con mis más mejores amigas porque tengo que contarles una cosa. No paramos de rajar en 6 horas. 

Comida: Nos damos un pequeño homenaje y volvemos a Paulino, donde ya supe la última vez que estuve que la señora de la cocina me diría qué platos son o no aptos. He comido brevas a la plancha (muy recomendable), gelatina de tomate con anchoas y un arroz con leche, el primero, que no tiene nada que envidiar al de mi madre.

Copa: Nos hemos visto y deseado para encontrar una terracita en la Castellana. ¿Madrid ya no es lo que era o hay que irse más abajo? Al final hemos terminado aquí. 

¡¡Y lunes!!. Otra fiesta en el colegio y otra movida: una cena de mamás. No sé cómo me he dejado convencer, pero el caso es que he quedado con ellas. He tenido suerte y han elegido ya el sitio. Me lo dan todo hecho.

Cena: En Pizza Jardín. Me aburren sus dos pizzas y no me gusta que no tengan cerveza.

Copa: Hay quien no se ha dejado llevar por la fiebre del gin-tonic. Sí, todavía la gente se pide un San Francisco. ¡¡Y lima-limón!!

¿Se entiende la ausencia?

¿Adivináis mis planes para hoy?

Y lo más importante, ¿se puede o no se puede salir? ¿te limita o no te limita una dieta fuera de casa?

Se armó el Belén IV

Es ya un clásico en este blog presentar al mundo la figurita que a los papás nos agencian hacer para el belén del colegio. Por si no os acordáis o hay alguien nuevo en la sala, hemos hecho cosas que fueron motivo de risa en este blog, como esta, o medio decentes como esta otra.  

Este año, que hemos pasado la prueba con cierta dignidad no iba a ser menos, así que aquí os presento a nuestra pastora, que más bien parece una doncella de Dowton Abbey (¡hoy se estrena la tercera temporada!!) pero que es pastora, elegantona pero pastora.

Y ahora, al igual que otros años habéis tenido licencia para reiros de mí mis "obras de arte" podéis alabarla lo que os plazca, decir lo mona que es, lo bien que ha quedado y las manos tan maravillosas que tengo.

Buffet solidario en el cole.

Por esas casualidades que tiene la vida y como este mundo, al final, es un pañuelo, resulta que ya hace unos meses, nos dimos cuenta Pepa y yo (en el grupo "feisbuquero" de 500.000 recetas) que llevamos a los niños al mismo cole. 

Por esas faenas, también de la vida, resulta que no sólo nos une el cole, sino que además tenemos las dos una hija celiaca. Las dos que quedan ahora mismo en él, creo. (¿O había también un chico en E.S.O.)

Si esto no es suficiente casualidad, además, su hija va a clase del hijo de mi "más mejor amiga" y ellas se conocen también.

Y, para rematar, y por si las instrucciones que llevaba el niño para darles preferencia a los celiacos en su venta de hoy fueran pocas,  resulta que cuando ha llegado mi chico con las galletas que hemos preparado en casa para un buffet solidario que hacen todos los años en el cole, han coincidido en portería los dos cachorros, se han conocido y entre ellos, la mamá y la señora de la portería lo han dejado todo arreglado para que no se quede sin su galleta.

Y como yo no estaba, Pepa y yo seguimos sin vernos las caras.

¡Buenos días!

Lo del tupper en el colegio.

Sigo guerrera y con ganas de darle a la tecla. 

Nuestros queridos políticos de todos los signos y colores y en todas partes se siguen empeñando en buscar soluciones para paliar los efectos de esta crisis en nuestras economías domésticas. Se les ha ocurrido ahora que nuestros niños lleven un tupper al colegio para ahorrarse el comedor. No sólo no han inventado nada sino que la medida, en mi opinión, no supone un ahorro importante que se diga.

 Fui hace ocho años víctima del tupper y tuve que pagar por ello el "servicio de guardería" de la empresa de catering. Todavía había muchos colegios que no ofrecían un menú sin gluten y ha sido después cuando se les ha exigido (¿Veis como avanzamos?). Entonces me suponía, aproximadamente, un 30% del precio del servicio de comedor completo que pagaba religiosamente, pero con un gran mosqueo. Este servicio, al principio, ni siquiera incluía que en el comedor hubiera un microondas, sino que un profesor (que, recordemos, no está para esos menesteres) tuviera la delicadeza y, de forma voluntaria, calentara la comida en la sala de profesores. 

En Madrid, el precio por menú y día en el comedor está estipulado y no alcanza los 5 €. No sé en el resto de comunidades pero supongo que será algo similar ¿no?. En Cataluña hablan de que los niños que lleven tupper paguen 3 euros al día por este servicio comento de guardar, calentar y vigilar.

¿Os salen las cuentas?

 Porque la comida no es sólo comida: hay que ir a comprarla y hay que prepararla. Es dinero y también tiempo que estamos quitando de otro sitio (de la dedicación a nuestros hijos, por ejemplo).

¿Compensa? ¿Se puede preparar un primero, un segundo y un postre con menos de tres euros de prespuesto diario? ¿Puede ese menú ser sano y equilibrado? 

Si estoy equivocada, sacadme de mi error. Yo a esto no lo veo ahorro lo mire como lo mire y para mí concretamente supondría un retroceso.

Cada año llega antes la Navidad.

Ni los turrones en las tiendas, ni el iluminado de calles madrileño, ni el anuncio de lotería, ni el de freixenet, ni siquiera las pelis papanoelísticas de A3 (en sesión de tres seguidas ayer domingo). La navidad no empieza en mi casa hasta que sufrimos ese momento belén del colegio. ¿Alguien se acuerda? Porque el año pasado, menudo cachondeíto os trajistéis. Para mí que este año el "pastor chino" que nos ha tocado, ha quedado mejor que la cabra.

Espero que estéis de acuerdo, ¡ejem!.

Sorpresa

No me digáis nada. Os gusta más el árbol. ¿A que sí?

Si os váis de puente ¡¡pasadlo muy bien!! Si os quedáis, ¡¡disfrutadlo a tope!!

Nos vemos a la vuelta.

Besos para tod@s.

La cabra, la cabra, la ...

Animal para el Belén: cabra.

Material: lana.

Instrucciones: Allá se las compongan.

Esto es una cabra, y quien ose, quien se atreva a decir que no se parece al menos un poquito, puede ser víctima de mi ira. Soy una de esas madres víctima de la de plástica, que cada año se supera a sí misma y monta un Belén maravilloso en el cole (ya os lo he contado otras veces) a costa de la salud mental de algunas, léase, la mía.

Soy lo más torpe que ha parido madre haciendo manualidades y mucho más "ideándolas". Cuando veo que no soy capaz me empiezo a poner nerviosa, si se me escapa un hilito, empiezo a sudar (de verdad) y si la cosa se desmorona del todo (como suele ser habitual) a puntito estoy de la lagrimita.

 

Esto es una cabra, repito, y es marrón porque existen las cabras marrones y porque era la lana más gorda que tenía y con la que más rápido podíamos terminar.

Embolao Versión 1.0 y 2.0

Versión 1.0

No sé vuestros hijos, pero los mios se apuntan a un bombardeo. Que disfraz voluntario: ellos. Que comprar un detallito entre varios: ellos. Que quedarse para ayudar a lo que se tercie: ellos. Si no fuera porque es mamá la que hace el disfraz, es mamá la que pone la pasta para el detallito y es mamá la que los tiene que ir a buscar a horas raras se diría que da gusto con lo participativos que son. Y como soy yo misma la que les digo que hay que ayudar al prójimo me encuentro con que en días como el lunes, por ejemplo, no me queda otra que ponerme a inventar algo. Menos mal que tenía un bizcocho hecho y con un tuneo que me he marcado de los bizcochups de Marisa me ha quedado algo medianamente aparente. Pero es que anoche otra vez. Dos hijos: dos aportaciones al mercadillo solidario.

Versión 2.0

Después están los embolaos en los que me meto yo solita. Que si el estudio, que si aprender a hacer fotografías, que si ya te lo compro yo no te preocupes, que si se me ha antojado un hojaldre relleno de tal, que si mi vecina está mala y subo un momento, que si la otra me quiere pedir consejo sobre el presupuesto de su electricista, que si hay que trabajar en equipo para conseguir algo ... (luego no digáis que no aviso).

No sé si doy o no doy más.

¿Y tú? ¿Te lían o te lias?

Se armó el belén

Un año más nos toca la tarea de participar en el montaje del belén del cole de mis hijos. Cada año eligen un material diferente y todas las figuras son realizadas por los niños de todos los ciclos con ese material. Es una actividad voluntaria, pero casi todos participan motivados por los premios que, en unas cuantas ocasiones ya, les han dado. El año pasado, sin ir más lejos, obtuvieron el tercer premio del cértamen "El Belén en mi Colegio". Hemos trabajado, que yo recuerde, con plastilina (fácil), con chuches (buenooo), con pinzas de la ropa (como cuando era yo pequeña), con pelotas de ping-pong (psi-psa), con botellas (quisimos morir) y, el año pasado, con globos.

Por aquí anda nuestro panadero, ¿lo veis?:

Y por aquí nuestro tomate y nuestra lechuga, que ni yo recuerdo cuales son:

Este año el material es papel de seda, nos ha tocado "cerdito" y este es nuestro "triste" resultado. Pobre ...

¿Os ponen o ponían deberes de estos en vuestro coles?