viernes, 28 de septiembre de 2012

Vade retro bajoncillo

Cierto es que esta época del año suele traerme cierto estado de bajón, caída de pelo, y una extraña consciencia de que el tiempo pasa.
Cierto es que en Madrid caen chuzos de punta y que hay recortes en el metro que me han hecho llegar tarde al trabajo.
Cierto que mi hijo lleva un par de días menos cariñoso de lo normal, en plan de: mamá no me des más besos, que estás muy pesada. O ¿que tal en el cole?, bien mamá. Y punto. O sea, como distante. Y yo angustiada pensando, a este en dos días le sale barba y pasa de su madre que soy yo, como no me deje aprovechar ahora, que va a ser de mi. Os recuerdo que el niño tiene solo 7 años, pero cuando yo me pongo dramática no hay quien me gane.

Bien, pues a pesar de tooodos esos “Cierto…”, estoy de buen humor. Seguramente todo ha comenzado cuando a las 7 de la mañana el madrugueitor del niño ha venido a mi cuarto, ha acercado su mofletito terso, ha entornado un ojo y guiñado el otro y ha dicho: mamá, aprovéchate corre, que dejo que me achuches. Casi me lo como.
Luego he salido a la calle y llovía a cántaros, y para colmo cuando he llegado al metro empapada las pantallas muy amablemente me han informado que el siguiente tren tardaría como 12 minutos. Pero me lo he tomado con calma, y he estado leyendo en mi ebook el libro del que ya os hablé “el abuelo que saltó…” y me he reído un rato. La jornada laboral ha ido mal que tal, sin grandes pegas que ponerle, cierto es que hay rumores de un ERE y de que nos bajan el sueldo y amplían la jornada, pero bah! una se acaba acostumbrando a la rumorología fatídica de la oficina, y ya ni afecta, además ¡es viernes!.
Ahora mismo tengo a los hijos en un cumpleaños y yo estoy aquí cómodamente tumbada en mi sofá, con el portátil y una manta encima, tan agusto. Ni melancolía ni leches en vinagre.
Y por delante tengo un fin de semana de lo más apetecible que incluye una barbacoa en casa de mi amigo O., jajajaja barbacoa, estoy viendo por la ventana como llueve y esperando a ver cuánto tarda mi amigo en asumir la realidad para cambiar de planes, jajajaja. Bueno, sea lo que sea que comamos, nos juntaremos las dos familias y lo pasaremos bien, como siempre.
¡Feliz fin de semana!

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Más de mí

Me han caído dos premios como dos soles. El primero me lo otorgó la simpática y siempre original Alter, de Plagiando a mi alter ego y es este:


Las normas que acompañan a este premio son las siguientes:

1) Agradecer al blog que te lo ha dado.
2) Compartir siete cosas sobre ti para que tus seguidores te conozcan un poco mejor.
3) Repartir el premio a otros 15 blogs que sigas habitualmente y enlazarlos.
4) Comentar en los blogs premiados para comunicarles que han recibido este premio.

Allá voy:
Mil gracias Alter, eres un solete blogueril, me lo paso genial leyéndote tanto por lo que cuentas como por cómo lo cuentas.
Siete cosas sobre mí. Por amor de Dios, ya he contado todo, no tengo secretos en la blogosfera …
1.       Me encanta la música en directo, en los años mozos ahorraba en invierno para en el mes de mayo poder ir de conciertos, y vi muchos buenísimos: Bruce Springsteen, Dire Straits, Joaquín Sabina, Rolling Stones… Es un hobby que tengo abandonada por exigencias del guión pero algún día ¡volveré! (como McArthur).
2.       Marido y yo nos conocimos en una fiesta en casa de unos amigos comunes y esa misma noche ya empezó el romance ;)
3.       Este verano fue mi décimo aniversario de boda, y anteriormente fuimos novios durante ocho años, así que llevamos una friolera de años juntos que paqué.
4.       Soy mala cocinera, a pesar de lo que me gusta comer. Según mi tía eso es incompatible y acabaría cocinando bien. Pues no. Igual es porque mi suegra y mi madre cocinan que te cagas, y además pago de buen gusto comer bien de restaurante, así que tengo la parcela gastronómica cubierta por esas vías, y lo mío lo dejo para supervivencia.
5.       Mis hijos se llevan 16 meses, no fue premeditado, aunque tampoco me importaba, digamos que lo dejé en manos del destino, y al final el cómputo global es positivo. Me parece que tiene muchísimas ventajas que se lleven tan poco tiempo.
6.       Cuando nació el niño estuve un año de excedencia con los dos en casa, y fue una de las mejores épocas de mi vida.
7.       Me encanta que me dejéis comentarios en el blog. Cada vez que veo uno nuevo me da un subidón total, así que los que estéis leyendo ¡daros por aludidos! Ejem.

Este premio lo reparto a:


EL otro premio me lo pasa la encantadora Irene de Mis tortuguitas, ¡muchas gracias guapa!.


El premio que me ha pasado se llama "Liebster Award" y las normas son:

1 -El que recibe el premio deberá escribir 11 cosas de si mismos (de cualquier tema).
2 -El que recibe el premio deberá responder las 11 preguntas que les ha enviado quien los ha nominado.
3- El que recibe el premio deberá crear 11 preguntas para que las responda sus nominados.
4 -Los nominados deberán confirmar que han recibido la nominación.
 5 -La nominación no puede repetirse, es decir los nominados no podrán enviar de vuelta la nominación a quien ya los a nominado anteriormente.

Lo siento, me salto el punto 1, me resulta imposible escribir más cosas de mí misma, nunca pensé que abrir un blog me llevara a realizar este autoanálisis tan salvaje… I can´t. Así que paso a responder a las 11 preguntas de Irene:
1.- ¿Como sería tu día ideal?. Tengo muchos días ideales, pero por no irme a opciones sofisticadas, me quedo con un día de vacaciones, que empiece sin madrugar, con la sensación de tener todo el día por delante para mí y los míos. Pasar el día en la playa, comer en el chiringuito, reirme con las ocurrencias de mis hijos, y salir a cenar con amigos.

2.- ¿Cual es tu menú preferido?. Vieiras al horno y arroz caldoso del Antonio.
3.- ¿Cual sería tu viaje idílico? Muchos, no puedo quedarme solo con uno. Me encantaría coger un año sabático para viajar por el mundo. Me apetece especialmente conocer Nueva Zelanda, cuando nos casamos fuimos a Australia y me encantó, no dio tiempo ni pasta para NZ, pero las ganas nos quedaron.
4.- ¿Cual es el momento del día que más te gusta? Ahora mismo la cena, porque es el momento del día en el que nos juntamos los cuatro, y nos contamos el día, nos reímos, y estamos relajados.
5.- ¿Que recuerdo te viene a la mente con una sonrisa en los labios? Un recuerdo de mi hijo de esta misma mañana. Como es tan madrugador le pongo a ver dibujos en mi cuarto para que no despierte a la hermana, y justo cuando salía yo de la ducha, le he divisado a sus siete añazos dándolo todo con un programa de Mickey, gritando Miky herramienta y haciendo el baile.
6.- ¿A quien echas de menos? De personas que no estén ya con nosotros a mi cuñada; y que estén, pero lejos a mis dos mejores amigas de la infancia.
7.- ¿Qué le dirías a alguien muy querido? Que le quiero mucho.
8.- Aprovechando que es septiembre, ¿a que nuevo curso te vas a apuntar? Pilates, empiezo en una semana, cruzo los dedos! A ver si le doy continuidad que tengo que rehabilitar este cuerpo serrano.
9.- ¿A qué eres adicta? A la felicidad
10.- ¿Qué te gustaría comprarte como un antojo? Ahora mismo no tengo ninguno, soy muy poco caprichosa
11.- Si te tocara la lotería... ¿Que harías? Tener un tercer hijo, dejar de trabajar y viajar.


Ahora tendría que inventarme 11 preguntas, pero me han encantado las preguntas de Irene, en casi todas tenía muchas respuestas para dar (muchos tipos de días ideales, muchos menús preferidos, muchos viajes posibles…), así que con tu permiso Irene, me quedo con las tuyas para mis nominados:
1.- ¿Como sería tu día ideal?
2.- ¿Cual es tu menú preferido?
3.- ¿Cual sería tu viaje idílico?
4.- ¿Cual es el momento del día que más te gusta?
5.- ¿Que recuerdo te viene a la mente con una sonrisa en los labios?
6.- ¿A quien echas de menos?
7.- ¿Qué le dirías a alguien muy querido?
8.- Aprovechando que es septiembre, ¿a que nuevo curso te vas a apuntar?
9.- ¿A qué eres adicta?
10.- ¿Qué te gustaría comprarte como un antojo?
11.- Si te tocara la lotería... ¿Que harías?

Nomino a los mismos blogs que he indicado anteriormente, que ya que tengo a los quince enlazaditos y todo… he tardado más en enlazar a todos que en escribir la entrada entera, y eso hay que amortizarlo con una doble nominación, ¿me entendéis, verdad?


martes, 25 de septiembre de 2012

Reflexiones mundanas

Mañana de domingo, los niños y una servidora con el modo “perecitas mañaneras” on, mientras el padre se ha ido a nadar - para compensar mi falta de ejercicio parece ser que se ha propuesto hacerlo por él y por mí, y ya no solo practica entre semana sino también en domingo O_O -.

A su vuelta, nos vamos los cuatro a dar un paseíto por el barrio, a comprar la prensa, el pan, lo típico. El niño se me acerca: “mamá, tenemos que avisar a la abuela de que hay un chino que todavía no sabe cuales son los precios de España y tiene oro puro y diamantes a menos de 10 euros”. Mucha cosa brillante se veía en el escaparate, cierto. Oro puro puro, lo que se dice puro, no parece, también os digo. Ni qué decir de los diamantes...



En cualquier caso, bien sabe él a quien informar de posibles gangas, a la abuela, que como bien me hicieron saber mis hijos cuando se jubiló: “la abuela, aunque esté jubilada, sigue teniendo sus obligaciones: ir de compras y hacer limpieza general”. Esa es mi madre, y esos son mis hijos, unos psicólogos.

Volviendo al tema mercantil, me resulta deprimente que en mi barrio, solo se abran negocios de chinos, y cada día vea más carteles de liquidación en los de toda la vida. Tenía una zapatería al lado de casa, de estas buenas de siempre, que recuerdo yo haberme comprado zapatos allí con mi abuela, pues cerró. Y así cien ejemplos más. Solo nos están quedando los negocios imperiales tipo Zara y los negocios de chinos. Insisto, deprimente.

Siempre tuve la idea de montar un negocio de barrio, algo simple, sin grandes pretensiones, que fuera mío y me diera para vivir. Durante años, la jaulita dorada de mi trabajo me impidió tomar iniciativa para lanzarme a otra cosa que compensara como para dejar un buen trabajo por cuenta ajena.
Ahora que las cosas se empiezan a poner más complicadillas, podría coger impulso y montar algo, pero claro, a la crisis general, se suma el recorte en el consumo – que no olvidemos que es en lo que se basa nuestra economía – derivado de los cien mil recortes que padecemos, y el auge de la mentalidad low cost. A ver quien tiene los huevos de abrir un negocio hoy en día, si no vienes de la mismísima china. Si algun@ tenéis espíritu emprendedor contármelo, a ver si se me pega algo...

viernes, 21 de septiembre de 2012

La sonrisa de Pepa (el cuento cadena)

Capítulo 4

… a la mañana siguiente el olor a chocolate caliente inundó su habitación, Pepa se despertó sobresaltada y se aferró con fuerza a la llave que colgaba de su cuello. Saltó de la cama y corrió a comprobar que el sobre escarlata siguiera escondido tras la cómoda de mimbre. ‘Por favor que no haya sido un sueño, por favor, por favor’, se repetía a sí misma mientras sus pies descalzos corrían por el cuarto y sus manos hábiles palpaban el escondite. Sí, allí estaba el sobre, no había sido un sueño. Una felicidad inmensa la inundó, desde la punta de las trenzas hasta el dedo meñique. Abrió la ventana dejando pasar una ráfaga de aire frío, con ganas de gritarle al mundo su gran secreto, pero rápidamente volvió a cerrarla. Había que ser cautelosa “la magia no es para cualquiera”, decía la carta. Lo peor sería no poder contárselo al abuelo, pero las reglas estaban claras, y no iba a ser Pepa quien las incumpliera, eso estaba claro.
Corrió hasta la cocina seguida de su perro Athos, donde la esperaba su madre con el chocolate caliente recién hecho y con una bandeja de magdalenas que sacaba del horno en ese momento. Pero Pepa no tenía hambre, era imposible comer con las miles de mariposas que recorrían su estómago. Su mirada corría nerviosa por las paredes de la casa, buscando que apareciera la puerta mágica que la llevaría a conocer lugares increíbles.
La mañana transcurrió a un ritmo increíblemente lento, en el colegio la profesora tuvo que llamar la atención de Pepa en varias ocasiones: “Pepa, tu cabeza parece el periscopio de un submarino, ¿quieres parar de mirar a todas partes?, chiquilla esta…”. En la carta no se decía nada de cuánto tiempo tendría que esperar para que se produjera el mágico acontecimiento, pero Pepa lo esperaba impaciente. ¡Había tantos lugares maravillosos que había ido marcando con chinchetas de colores en el gran atlas de su habitación!. Su mente saltaba de un lugar a otro: ver la Torre Eiffel, navegar por los canales de Venecia, pasear en trineo por Laponia, buscar aves exóticas en la Amazonia,  recorrer la Patagonia…  ufff, era imposible decidirse por un único destino, y eso era lo bueno, ella no tendría que decidir, y ¡no sería solo uno!, esperaba ver muchas puertas mágicas a lo largo de su vida, que la llevaran a todos esos maravillosos destinos.
Cuando por fin el timbre marcó la hora de volver a casa, para Pepa habían transcurrido dos décadas, la expectación y los nervios la tenían agotada. Volvió a casa cabizbaja arrastrando las botas por la nieve, cargando con su pesada mochila y con la esperanza de no tener que esperar mucho más. Tenía que ser paciente, y dejar de pensar en ello, a lo mejor esa tarde aparecía la mágica puerta.
Algo brillante llamó de repente su atención y la hizo levantar la mirada de la nieve, venía de un árbol sin hojas de tronco grueso y ramitas escuálidas. Pepa parpadeó dos veces, y se dirigió hacia él. Cuando ya estaba tan cerca que podía tocarlo, vio que en la base del árbol, muy cerca de las raíces, había algo que parecía el hueco de una cerradura. Sacó lentamente la llave que colgaba de su cuello y se había metido por dentro de la camisa, se puso de rodillas para llegar bien a la altura y para sorpresa suya, introdujo sin ninguna dificultad la llave en el orificio del árbol. Cuando la llave llegó al fondo sonó un click junto con el PATAPANPATAPAN de su corazón golpeando en el pecho, y una línea de un líquido brillante dorado fue marcando nítidamente la forma de una pequeña puerta. Giró la llave lentamente a la derecha y la puerta comenzó a abrirse. Un soplo de aire caliente rozó su cara, y un puñado de arena fina salió disparada sobre la fría nieve. Pepa tuvo que entornar los ojos porque el sol brillante la deslumbraba, entre las pestañas pudo vislumbrar en el horizonte algo enorme… ¡pirámides!, eran dos majestuosas pirámides. Sin pensarlo dos veces, Pepa saltó hacia el interior del árbol…
……………...............................................................

Yoymisminiyos, será quien escriba el siguiente capítulo de este cuento. La he elegido porque es una mamá alegre y positiva, que seguro que da un aire divertido al cuento, además de porque me gusta como escribe, claro. La historia continuará el Viernes que viene, ¡no os lo perdáis!.
Mo, ¡muchas gracias por pasarme el testigo!.




martes, 18 de septiembre de 2012

Seguimos bailando

Estamos a Martes y sin embargo me parece que sea Jueves por lo menos, qué agotamiento tengo. A los bonitos acontecimientos que ya os conté en las últimas entradas, hay que añadirle que el padre de las criaturas está toda la semana fuera por viaje de trabajo. Momento fantástico para que los dos se pongan malos, ¡los dos!, el médico dice que la una tiene amigdalitis y el otro faringitis. Nos lo llevamos todo, oigan.
Además justo esta semana hay que encajar los horarios de las extraescolares, la física cuántica una mierda al lado de los cálculos y cuadres que tenemos que hacer nosotros.
Y cuando una creía que ya era imposible tener que comprar más material escolar, poramordedios que he comprado libros, carpetas, cuadernos, lápices y demás bártulos como para ilustrar a un país entero y son solo dos niños de 7 y 9 años recién cumplidos. Bueno pues cuando creía que ya había terminado, faltaba la flauta de digitación alemana, ¿y ese matiz? ¿una flauta era una flauta y punto, no?. A todas estas os recuerdo que voy con muletas, así que tanto trajín agota el doble (oficina-colegio-comprasmateriales-medicos-farmacia-muletas). Ah otro detalle más, desde que se fue el padre, el niño insistió en dormir en mi cuarto, si le dejaba iba a ser la bondad personificada lo iba a hacer todo de maravilla, y como estaba malito sucumbí. Por Dios, qué horror, ronca, se mueve, habla… Las familias que colechan no deben tener hijos con una vida onírica tan intensa como la del mío.
El caso es que con tanto agotamiento he tenido que pedir a mis fuentes que me enviaran algo para reírme, a mí es lo que mejor me va para liberar tensión, y me he reído tanto con este video, que tengo que compartirlo… Ahí os va parte de mi terapia:

viernes, 14 de septiembre de 2012

La vida es un tango…

… y quien no la baila es un machango(*).



Y claro, yo la bailo a conciencia, y para muestra algunos de mis últimos pasos de baile.
El primero es con muletas, seis semanas como seis soles, es lo que dice mi médico que necesita la fractura para soldar. Así que voy con muleta por la vida y ahora ya no solo me duele el pie, me duele todo el cuerpo y me canso el doble. Un detalle: en el edificio donde trabajo seremos como 600 personas, bien, pues yo he tenido que contar el rollo de la caída en las rocas a unas 620 personas, para mí que algún visitante despistado también me ha preguntado, estoy por ir con una grabadora y cada vez que me pregunten darle al play. A Dios pongo por testigo que cuando vea a alguien con muleta no le preguntaré qué le ha pasado.
Otro paso apasionante lo pegué ayer, cuando en mitad de una reunión de trabajo se pone a vibrar el teléfono y veo que es el número del cole: “Hola, soy XX la enfermera del colegio. Tu hija, que se ha caído de la silla para atrás se ha dado un golpe en la cabeza, y ha tirado de la mesa que se le ha caído encima”.  Con la de años de vida que pierdo con cada susto de estos, el día menos pensado estoy en negativo. ¡Equilibrios sobre las patas traseras de la silla!, joder con la genética, anda que no me he metido yo leches por hacer equilibrios en las patas traseras de la silla. Vamos, que porque ahora las de la oficina son de ruedas, que si no me temo que no podría resistir la tentación de forzar el ángulo para ver hasta donde aguanto.
Y no hay dos sin tres, así que el tercer paso arrollador, fue por la noche, cuando miro la cabellera de la niña, de reojo como sin querer enfrentarme, y sí, claramente veo una liendre. Malditos bichos repugnantes. Tercera oleada de piojos del verano, llevaba semanas limpia como una patena, y con dos días de cole, ¡dos!, ya tenemos la invasión de nuevo. Repugnancia y picores locos. No sé qué está pasando porque nunca ha sido propensa a ellos, hemos vivido en una burbuja feliz con algún que otro ataque esporádico, hasta este verano que esto es un no parar. De nuevo al tratamiento y pasada de liendrera dos veces al día, vaya plan…
Para darle un poco de alegría a este tango, os cuento que S. que ya os comenté que este año le tocaba cambio de profe y reagrupación de compañeros, está muy contento. Su profe le conquisto cuando les empezó a llamar 'pequeños coleópteros'. Y de los compañeros no dice nada en especial, pero en el recreo sigue jugando con los mismos del año pasado.
Además es Viernes, qué ilusionantes son los Viernes, ¿verdad?.
Besos y sed felices.

(*) machango: mono parecido al macaco. Voz propia del español de Canarias con el sentido de persona de poco seso.

lunes, 10 de septiembre de 2012

Empieza el cole

Hoy han comenzado mis filios, y tropecientos niños más, je, el colegio. Como era de prever, un día duro para el niño, y feliz para la niña. Mi hijo nada más levantarse ha preguntado angustiado ¿y hoy mandarán deberes?. Para colmo, pasa a tercero de primaria lo que implica cambio de profe y vuelven a hacer grupos de alumnos distintos, bien, pues no le ha tocado con sus mejores amigos ni la profe que él quería…  Les ha llevado el padre, que tiene más flexibilidad de horario que yo, y dice que cuando ha visto las listas se le ha escapado una lagrimilla pero que ha disimulado. Pobrecillo, qué ganas tengo de verle y darle un par de achuchones. Lo de las reagrupaciones de alumnos cada dos años no lo acabo de entender, igual es por puro desconocimiento de causa y alguna de vosotras tenéis una opinión más formada. Pero a mi creo que no me habría gustado ir cambiando de compañeros cada dos años, por el contrario yo me pasé toda la EGB con C.R y V.R sentadas delante y detrás de mi, respectivamente, y como mejores amigas durante todos esos años.
Justo ayer dejé una opinión en un blog que comentaba sobre el comedor escolar y yo decía que en mi caso no puedo elegir porque por mi trabajo es imposible otra opción que no sea el comedor, pero que en un mundo ideal me gustaría que comieran en casa. Pues ale, por bocazas, me llaman del cole, para decirme que hoy no hay comedor – justo lo contrario que me habían dicho cuando llamé a confirmar la semana pasada - . ¿Que te gusta que coman en casa maja? ¡No digas más, que ahora mismito te los mandamos para allá! O_O ¡todo el día buscando apaños poramordedios!!! …cansino que es esto…
Volviendo al tema del comedor escolar, está claro que para muchísimas familias, incluida la mía, no es solo una opción sino una necesidad. Además yo estoy contenta con el nuestro, aunque como todo tiene sus inconvenientes, en mi caso el principal es el tema de las normas de educación en la mesa… fue empezar a comer en el comedor, y Asterix y Obelix eran unos finolis al lado de mis hijos. Por más que me desgañito en las cenas, ya tienen querencia a limpiarse con la manga, coger mal los cubiertos, eso cuando hay suerte y los cogen, porque la tendencia natural es a echar la mano. Mi madre era muy estricta con las normas de educación en la mesa, con lo cual yo soy muy sensible a la mala educación en ella, así que con mis hijos sufro amig@s, sufro. Otra pega que tiene en mi caso, es que mi hijo se ceba. Ya se que es un rara avis total, y que es más común que en el comedor coman poco. Bueno pues no, el mío se receba, y a tenor del tamaño y delgadez de su amigo compañero de mesa en el comedor, podría asegurar que se come su bandeja y la del amigo menudín que le acompaña. Aparte de que el gremio de los cocineros es un gremio que tiene conquistado desde siempre. Como es comilón y agradecido se los gana a todos. Yo cuando veo una señora por el barrio que le da un abrazo, ya se que es una cocinera del cole. Les alaba tanto las comidas, que ellas le ponen el plato con montañita y le dejan repetir. A ver, yo en el fondo las entiendo, un comedor lleno de niños guarreando con la comida, y te llega mi S. con sonrisa de oreja a oreja a decirte lo rico que está el cocido, y le ponen con copete y le hacen la ola si es menester.
En cualquier caso, ahora el debate en España más que comedor sí - comedor no, es el tema del tupper, al que muchas familias que están sufriendo la crisis de forma más dura, están teniendo que recurrir.  No se si habéis visto la noticia de hoy de una madre que le ha lanzado un tupper a Esperanza Aguirre.
Eso para mí sería la última opción (me refiero a usar el tupper para el cole, pero también aplica a lanzarlo), porque yo lo de comer en casa lo asocio a pasar un rato agradable juntos, comiendo comida recién hecha, en casa, con tu mantel, con los aliños necesarios a mano, charlando y aprendiendo de nosotros y de las normas de educación en la mesa. Pero tener que currarte diariamente un menú bueno para los niños, pero que sea comible al día siguiente, y ni siquiera comerlo junticos… uff, lógicamente si no me quedara otra opción lo haría, pero mientras tenga la suerte de poderme permitir otra opción solo puedo decir: bendito comedor escolar.
Y para rematar esta entradita le voy a dar un giro de temática de 180º y os voy a hablar de mis últimas lecturas. Acabo de terminar Aurora Boreal de Asa Larsson, novela negra sueca, que me ha gustado claramente más que las de Camila Lackberg, pero engancha menos que la saga de Stieg Larsson. Y acabo de empezar “El abuelo que saltó por la ventana y se largó”, de Jonas Jonasson, me está encantando es como Eduardo Mendoza en sueco. Muy divertida y absurda a la vez. Me da la risa solo de pensar las situaciones tan surrealistas que se producen y la forma de narrarlas. Ah! Se me olvidaba, este viernes fuimos a la Biblioteca con los niños y conseguí un libro que tenía pendiente y que recomendó Mo en su blog, Mecanoscrito del segundo origen, así que me lo leeré también, ya te contaré Mo!.

Besos y sed felices.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Sobre mis hijos III

(escrito ayer noche)
Estoy oyendo en el telediario que hoy han empezado el cole en navarra, y a la vez oigo de lejos a mis hijos jugando en el cuarto, a una hora en que dentro de una semana estarán durmiendo. Aquí empiezan el lunes que viene, por cierto, ¿por qué cada comunidad tiene un calendario escolar?. Ya se les acaba lo bueno, ¡cómo han disfrutado este verano!, baños, juegos, terrazas, risas, campamentos…
Mi pobre S que en su primer día de cole de infantil ya amaneció con un fatídico: ¡¡no kero ir an coleeee!!!!!!!!!!!!! que hizo temblar los cimientos del edificio. Un año después cuando pensábamos que ya había asumido la realidad escolar, le preguntamos qué es lo que más le gustaba del cole y nos soltó: “el momento de irme a casa”. Y ahora cuatro años después, el chaval sigue igual y el otro día, con sus actuales 7 años, nos suelta que qué nos parece el homeschooling. Yo me parto, porque él que está siempre en su mundo, y a veces parece que no se entera de nada, en plan merluzo, sin embargo de lo que le interesa tipo: los gormitis, animales y no ir al cole, ¡vaya que si pilla el jodío!!!, ¿pero donde habrá oído él del homeschooling?. Dice que al cole le llevemos solo a la hora del recreo, que con eso es suficiente, tócate las narices.
Por el contrario mi linda L está emocionada con la vuelta al cole, prepara y reprepara sus estuches, repasa el material escolar, hasta se ha forrado ella algún libro (no sale a madre y se le da de maravilla todo tipo de manualidades incluido el forrado). Lo ha pasado genial en verano, para muestra sus risas que me llegan desde el pasillo, con el ecléctico juego que se han montado entre los dinosaurios del hermano y sus monster high, pero a la vez tiene ganas de volver al cole, y yo la entiendo totalmente. A mí me encantaba ir al colegio de pequeña, me lo pasaba genial, siempre tuve muy buenas amigas, algunas de ellas las conservo. Por eso me llama la atención lo de mi hijo, que está muy integrado y tiene buenos amigos, pero aún así es baguete el tío, y la caña del cole no la quiere ni en pintura.
Y bueno, para que esto sea un verdadero “Sobre mis hijos” tiene que incluir frases suyas, así que os voy a poner una brevísima selección del último mes:
En una conversación con S en la que le estábamos alabando mucho lo de que nos ayudara con las maletas, el tío se fue animando y llegó a la conclusión de que de mayor podría ser ayudante porque es de lo que mejor se le da. Le dice L  que podría contratarle como ayudante cuando ella sea presidenta y él contesta con manitas en alto en plan stop: “no hermana, porque yo no quiero que tú me tengas que pagar, contigo soy solicitario, te ayudo sin que me contrates”.
Solicitario = voluntario solícito, es lo que hemos deducido…

Otra de S, en antecedentes: es un niño muy zampón y por lo tanto un poco rellenito, aunque su pediatra no le da importancia porque come sano y dice que lo que está es fuerte. El caso es que le compro un bañador de turbo para que nade más cómodo en lugar de sus habituales de pierna suelta, y al ponérselo suelta: “Yo con este bañador me veo muy delgado, es como si las grasas se me reabsorben”.

L con una segunda oleada estival de piojos (arggg), tras varios días de tratamiento, sigue habiendo liendres y enanos vivos… Repetimos tratamiento de una hora con un aceite que le quema la cabeza y yo intento convencerla de un cortado de pelo:
- pero hija por dios, con el calvario que estás pasando y no preferirías cortarte el pelo?
- no, ni de broma, para mi ir con el pelo corto sería como para ti ir en bolas por la calle
- ¿pero cómo lo sabes si nunca has tenido el pelo corto?
- ¿y tú has ido en bolas por la calle? ¿y a que sí sabes que te daría vergüenza?

Nada más por hoy, besos y sed felices!

martes, 4 de septiembre de 2012

Premio pirata

Este premio me llegó justo el día que iniciaba mis vacaciones, cuando una vez más iba ejerciendo de la peor copiloto del mundo, chafardeando con el móvil y olalá! me encuentro con este premio, que me pasa Inma de Territorio sin dueño  Para los que no la conocéis, os recomiendo su blog, es una mujer de contrastes: ácida y tierna, crítica y simpática, que opina de todo en su blog, y siempre con su característico sentido del humor.


Una vez más tengo que contar 7 cosas de mí, lo que hace la ignorancia, si llego a saber esto, no empiezo el blog con el “me presento”, y me había guardado esas ideas para los premios. En fin, allá voy:
1.       Soy un prodigio silbando, es lo que hay, así de claro así que no voy a ponerme en plan falsa modestia. Te silbo cualquier melodía, y hago trinos que los pájaros me contestan, ¿cómo te has quedado?. Una amiga de la residencia universitaria – la misma que no pasaba la sal de mano en mano porque daba mala suerte – decía que solo había oído silbar así a los hombres de la construcción y a mí. Ahí lo llevas.
2.       Tengo tolerancia cero al dentista. Lo cual sumado a una dentadura de mierda, hace que una parcela de sufrimiento de mi vida sea ocupada por ese gran profesional llamado: el dentista.
3.       He podido comprobar en carnes propias que lo de la barriga cervecera no es un mito urbano. Podría beber cerveza diariamente, y hubo un tiempo que me dije ¿y por qué no?, pues eso, que no porque lo de la barriga cervecera no es un mito urbano.
4.       Soy de natural taquera, me autocensuro cuando hablo y tengo que editar cuando escribo, pero en mis pensamientos suelto tacos a diestro y siniestro.
5.       Me gusta que haya orden a mi alrededor, sin embargo tengo tendencia a desordenar… conflicto bipolar en toda regla.
6.       Soy muy impaciente. Uy! Esto me define mucho, no sé cómo no lo he soltado antes. Creía que con la edad me iría haciendo más paciente, pero que bah, esto lo debo llevar muy dentro porque soy impaciente hasta la médula, y mira que lo intento corregir, pero la cabra siempre tira al monte.
7.       Soy muy pecosa. à esta es la cosa garrafón, lo sé, pero ya no se me ocurre nada más.

Y este premio se lo paso, tachan tachan… pero si lo tenéis ya!!, así que no va a haceros ilusión L Vamos a hacer una cosa, si algún lector de este humilde blog no lo tiene, por favor, que pase y lo recoja ¡en serio!, que como ya dije en otra ocasión, cualquiera que se haya animado a leerme ya merece un premio.

Besos y sed felices

sábado, 1 de septiembre de 2012

Vuelta a casa

Pues eso, que ya estamos de vuelta a la vida sin vacaciones, y además en este caso ya no queda la esperanza de una próxima huida, las vacaciones veraniegas están más que finiquitadas.


En estas vacaciones hemos tenido un poco de todo, lo peor de las vacaciones ha sido:
1º- Me he roto el dedo gordo del pie izquierdo. Así, para que no me creyera que iba a ser todo alegría alegría. Haciendo el tonto con los niños por las rocas de la playa, me metí una leche de campeonato, ví literalmente estrellitas haciendo un arco encima de mi cabeza. Para colmo nos pasó en la isla de Ons, y tuve que esperar hasta las 7 de la tarde que volvía el barco, con un dedo cada vez más hinchado y morado. En el hospital ya confirmaron mis sospechas de que el dedo estaba roto, inmovilización, ibuprofeno a mansalva y una sensación de gilipoyas que se le queda a una, inenarrable.
2º- He comido como una boa constrictor.
Lo mejor de las vacaciones ha sido:
1º He comido como una boa constrictor. Esto como veis esta en lo mejor, mientras comes y qué rico está todo en Galicia poramordedios, y en lo peor, cuando veo que los pantalones no abrochan… argggg
2º Ver a los niños pasándoselo genial, gamberreando con los primos, imitando el acento gallego (mamá, ¿fardas galego? – me preguntó mi hijo el primer día, ya le dije que fardar fardo, pero falar pouquiño - ), cogiendo lorchos y cangrejos para devolverlos al mar antes de volver a casa, comiendo pescado rico, con el brillo en la mirada y el buen lustre que da la buena vida.
3º El paisaje gallego de rias baixas, todo tan verde y frondoso, con la ría que asoma refrescante en cada curva.
4º Días muy buenos de playa, y eso que íbamos mentalizados a que este verano estaba siendo muy malo, pero el clima nos acogió con cariño, y nos tuvo los primeros días playeando. Luego ya se fue nublando y tuvimos algo de lluvia, pero incluso la agradecimos a estas alturas del verano, y después del calor que ya habíamos pasado.
Vamos, que muy bien, el balance ha sido claramente positivo, a pesar de la cojera que me he traído de vuelta. Ya no solo me duele el dedo, sino todo el cuerpo, de los andares que estoy desarrollando.
Y ahora vuelta a las obligaciones: a madrugar cada día y enfrentarte a mil y un marrones laborales que en el fondo me tiran del pie (no del roto, por favor), a forrar los libros para el cole (¿para cuando una plataforma para que se vendan ya forrados?, con lo que cuestan es lo menos), a preparar el equipamiento escolar al completo, a ver que los días se van haciendo más cortos, y dentro de nada, si el cambio climático lo permite, se empezarán a caer las hojas de los árboles y estaremos en otoño! y como dice la canción… pasa la vida igual que pasa la corriente cuando el rio buscar al mar …