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sábado, 5 de agosto de 2017

Resumen del último mes: vacaciones, lecturas, hijos...

Hace mes y medio que no paso por aquí. Así que voy a intentar poner un poco esto al día.
En Junio ya os conté que pasaba mis días entre mañanas agobiantes de oficina en el nuevo puesto, y tardes-noches relajantes de piscina y familia.

Después de eso nos fuimos de vacaciones las tres primeras semanas de Julio.
Siempre he dicho que tengo el don de vacacionar, siempre fluye todo divinamente estando de vacaciones.
Este año ha habido pequeños percances de esos que por un momento te hacen pensar si has perdido el don. Pero no, ha sido más lo bueno que los pequeños incidentes.

Del 1 al 13 estuvimos en el sur, llevamos muchos años yendo al mismo sitio y a la misma urbanización, así que como ya os conté el año pasado, los dos mayores tienen allí muchos amigos y lo pasan fenomenal. Todos disfrutamos mucho de días de playa, paseos, baños, salir a cenar al pueblo... Una delicia. A los dos mayores les vi poco el pelo, se pasaban el día con los amigos.

Mis hijos con dos amigas de las que ven cada verano. La pequeña siempre como un pegotito acoplada al grupo


Del sur salimos rumbo a Galicia, atravesando Portugal, en un viaje de más de siete horas, pero que al hacerlo después de días de vacaciones, se lleva mejor.

En Rías Baixas también fenomenal. Mucho de comer rico, estar con la familia. juegos de primos, baños en agua helada...

 





Algunos de los incidentes durante las vacaciones:
- la pequeña estuvo con diarrea y fiebre tres días seguidos. Igual que llegó, se marchó, pero en el durante fue bastante agobio.
- la mayor tuvo reacción alérgica a las picaduras de mosquitos de Huelva. Con antihistamínico se controló bien.
- el niño tuvo un impétigo en la piel que requirió antibiótico y no bañarse varios días.
- yo me caí contra un plástico de silla roto, y me hice herida y morado en todo el culete, justo el día antes del viaje Huelva-Galicia.
- se me rompió una muela comiendo arroz. Nunca dejaré de asombrarme de la mala calidad de mi dentadura. La Mayor ha empezado a decir que se va a ser dentista, porque muchas herencias se saltan una generación, así que si sus hijos heredan la boca de sus padres, le merece la pena ser dentista.
- la pequeña tuvo una caída tonta pero no podría mover el brazo. Ella misma decía: lo tengo un poco roto y un poco irritado. Así que me imaginé las vacaciones con la niña escayolada. Pero finalmente, tuvimos paciencia, esperamos unas horas poniendo hielo y distrayéndola, y volvió a moverlo con normalidad.

Ahora mismo no recuerdo más, pero no descarto que algo más pasase. Nada grave, pero sí un poco incordio, sobre todo porque no estamos acostumbrados a tanta cosa.

En cualquier caso, las tres semanitas de vacaciones estuvieron genial y disfrutamos mucho.

En esas semanas me leí Patria de Fernando Aramburu. Al principio me costó un poquito entrar en la forma de escribir del autor, incluso pensé que no era libro para leer en la playa. Pero en seguida entré en la historia y me ha gustado mucho. Trata el conflicto vasco a partir de la historia de dos familias: la que es víctima de ETA y la que tiene un hijo etarra. A partir de los personajes, que van contando su propia historia, sus sentimientos y sus vivencias, consigue ponerte en la piel de todos ellos y entenderles, aunque no compartas sus decisiones o actitudes.

Todos somos el resultado de nuestro entorno, de la educación recibida, de las experiencias que nos toca vivir. Pensamos que hay más objetividad en nuestras decisiones o en qué partido tomamos ante de un determinado hecho, de la que realmente hay. En este libro los personajes son fruto de sus circunstancias, que les llevan por un camino u otro.

Y volviendo a mi resumen del último mes: volvimos a Madrid el 23 de julio, y desde ese día, volvimos a la rutina trabajo-piscina.
Los mayores muy adolescentes, la pequeña muy comestible, y poco más que contar.

Un beso y feliz verano

viernes, 3 de marzo de 2017

Siempre hemos vivido en el castillo

Siempre hemos vivido en el castillo, de Shirley Jacson.

Leí esta entrada de Ro y me picó la curiosidad.



Al igual que le pasó a ella, lo que más sorprende es que la autora naciera en 1916, ya que la narración tiene un estilo moderno y diferente. De hecho podría ser una película de Tim Burton por ese toque tétrico y poco convencional que tiene.

Lo que más me ha gustado ha sido el principio de la historia y el final. En el medio he de reconocer que por momentos se me ha hecho un poco pesada. Más que pesada, la palabra sería claustrofóbica, que creo que de hecho es la sensación que busca la autora transmitir.
Encerradas con el recuerdo de lo que ocurrió sobrevolando sus cabezas, repitiendo menús, conversaciones y situaciones, una y otra vez. Al final se produce un pequeño giro en la historia, algo en lo que no había pensado aunque en realidad era totalmente factible y probable que acabara ocurriendo. Hay trasfondo de locura extravagante, de manías, supersticiones y fobias, de una forma perturbadora y natural a la vez. Hasta las situaciones más desquiciantes son narradas de forma neutra y normal.


Siempre busco información sobre los escritores que leo, a veces me dejan absolutamente indiferente y en otras ocasiones, su propia biografía suma a la historia de su novela. Este caso pertenece claramente al segundo grupo. Su vida parece digna de una de sus obras.



Shirley Jackson nació en 1916 en San Francisco y murió a los 48 años de edad de un ataque al corazón mientras dormía. Además de obras para adultos, escribió libros para niños y una serie de relatos breves sobre su experiencia como madre de cuatro hijos (Life Among the Savages and Raising Demons). Por si le sobraba tiempo con sus cuatro criaturas y su trabajo de escritora, además tenía once gatos (¡once!) a los que bautizó con los nombres de las demoníacas jerarquías infernales.
Hasta aquí ya os habéis percatado de que era una mujer peculiar. Pero ojo, que falta lo mejor. Durante toda su vida padeció neurosis, depresión, ansiedad y agorafobia. En este libro del que os escribo hoy, una de las hermanas protagonistas padece agorafobia, así que supongo que tendrá ciertos aspectos autobiográficos, al menos en el desarrollo de ese tipo de sensaciones claustrofóbicas que consigue transmitir al lector.

Además, Shirley padecía adicción a las anfetaminas y al alcohol. Un coctel que no ayuda precisamente a ser longeva. En las fotos de los últimos años no parece una mujer de cuarenta y pico años, sino mucho mayor. Y ahora el detalle final de su historia, que a mi me da para mucha elucubración sobre qué pudo ocurrir realmente: su marido se volvió a casar en el mismo año de su muerte. Su nueva esposa era una de sus alumnas, que además compartía clase con su hija pequeña. Truculento.

miércoles, 22 de febrero de 2017

Trilogía del Baztán

Trilogía del Baztán, escritora: Dolores Redondo.



Me habían recomendado varias veces esta trilogía, y de hecho, ya la tenía desde hace meses en el ebook, pediente de lectura. Pero el pistoletazo de salida me lo dio el comentario de Lou en la última entrada sobre mis lecturas. He leído los tres libros del tirón.

La escritora debía tener muy clara la historia desde el principio, porque en dos años, 2013-2014, escribió los tres, que además tienen un nexo en común que confirmas al final. En realidad es la misma historia, contada en tres tiempos:
       El guardián invisible
       Legado en los huesos
       Ofrenda a la tormenta

La protagonista es la inspectora de homicidios de la Policía Foral de Navarra, una mujer en la treintena, con un pasado familiar complicado, que tiene que volver a su pueblo natal, Elizondo, por una serie de asesinatos de chicas adolescentes, cuyos cadáveres aparecen en los márgenes del río Baztán.

En la trama se entremezcla la vida personal de la escritora y la profesional. Los casos aparecen ligados con datos de su propia biografía.
Además, la historia tiene muchos toques de mitología navarra, hay ciertos elementos fantásticos, integrados sin problemas en una historia actual policíaca. Me encantan los detalles costumbristas, que ayudan a conocer más el mundo navarro: su comida, sus expresiones, supersticiones, clima, paisajes… De hecho estoy deseando ir a conocer mejor esas tierras.





Lectura recomendada.

martes, 10 de enero de 2017

Ultimas lecturas

Mis dos últimas lecturas del año han sido:



Te dejé ir, de Clare Mackintosh. Me ha resultado una lectura muy entretenida y me ha encantado el giro brutal que da la historia y que no te esperas en absoluto. Solo os cuento que se trata de un thriller psicológico que ha cosechado buenas críticas, a las que me sumo.

Como siempre busco información del escritor del libro, en este caso, me ha sorprendido que se trataba de una primera novela. Antes de ser escritora, Clare fue policía, y además perdió un hijo, estos dos datos autobiográficos impregnan la historia… Por lo que he leído, sus primeros hijos fueron dos gemelos, nacidos en noviembre de 2006. Uno de los dos murió de meningitis semanas después de nacer. Qué espeluznante tiene que ser perder un hijo, no puedo ni imaginarlo. Una cosa curiosa es que quince meses después del nacimiento de sus primeros hijos, volvió a tener gemelas. Solo ha escrito, hasta la fecha, dos libros. Intentaré hacerme con el segundo, a ver si repito la buena experiencia.



La chica del tren, de Paula Hawkins. La historia empieza bien, me atrapó bastante al principio, pero hacia la mitad del libro, intuí lo que estaba pasando, y el final se me hizo aburrido por lo esperable y por la estructura tan repetitiva en la forma de contar la historia. No sé si fue mala suerte porque se ha convertido en un best seller, del que han hecho película.

Me gustó el tratamiento del alcoholismo dentro de la historia. En general el tema adicciones me despierta siempre curiosidad morbosa y miedo. Esa delgada línea entre ser bebedor y alcohólico, y qué puede hacerte pasar de un lado al otro. A mí personalmente, me aterroriza verme adicta a lo que sea, que haya algo que se impone sobre mí y que anule mi poder de decisión.

 

lunes, 8 de agosto de 2016

Novela negra nórdica para el verano

En las últimas semanas he leído dos libros de los que podemos enmarcar en el género de novela negra nórdica.

"El domador de Leones" es el noveno y último libro de la escritora Camilla Lackberg, de la serie Serie Fjällbacka, de la que sorprendentemente me he leído todos los libros.

Digo sorprendentemente porque tengo una relación amor-odio con la escritora. Suelo leerla en verano, en playa o piscina, y alguna vez he escrito sobre sus libros de forma entre neutra y negativa. Por una parte me atraen sus novelas porque enganchan y son tan retorcidas que resultan casi morbosas. Por otra parte me parece que estoy leyendo un culebrón venezolano ambientado en IKEA. Tenemos descripciones casi costumbristas de la vida en un pueblo sueco y del día a día de una mujer actual madre de tres hijos, mezclado con historias para no dormir. No es ya el tema crimen en sí, que es de cajón que vas a tener si lees novela negra o policíaca. Es lo retorcido de los personajes. Hay malos tratos, perversiones sexuales, asesinatos múltiples, abandono de hijos, severos problemas psiquiátricos… ¡de todo lo peor del ser humano!, pero en un pueblecito pequeño y en el entorno más cercano de la protagonista. Es decir, su madre, su hermana, sus vecinos, tienen historias rocambolescas, es como si nadie excepto los dos protagonistas están en su sano juicio.

Eso por una parte engancha, porque está tan alejado de la vida normal, que tiene su punto. Pero por otra parte acaba dejando una sensación de irrealidad un poco confusa.

El otro libro del mismo género es "Una mujer en tu camino", el quinto de la saga del Inspector Sajer, de Karim Fossum. En este caso se trata de libros bien escritos y ambientados, con crímenes en contextos creíbles. El protagonista está tan bien dibujado que parece que le estás viendo. Y hasta las situaciones más extrañas son traídas a la historia de manera muy realista. A la escritora se la conoce, de forma muy merecida en mi opinión, como "la reina noruega del crimen". Esta saga que os comento la empezó en 1995 y el quinto está escrito en el año 2000. Además el protagonista es un hombre maduro y viudo. Así que en teoría debería empatizar más con la mujer del 2015 protagonista de Lackberg, sin embargo, me resulta más fácil hacerlo con el inspector Sajer. Creo que eso dice mucho de la capacidad como escritora de Karim Fossum.

En cualquier caso, puedo recomendar ambos libros, por entretenidos y amenos. No sé si os pasa a vosotros, pero a mí en verano me apetece mucho leer novela de este tipo. Además siempre me quedo con ganas de hacer un viaje por países nórdicos, preferentemente en verano, eso sí, porque en invierno se pelan de frio.

P.D.: Llevo meses con el blog en paupérrima actividad y es llegar agosto que no pasa por aquí nadie, y me apetece escribir una entrada diaria. De verdad que no hay quien me entienda...

sábado, 9 de abril de 2016

Ultimas lecturas: Ready Player One, La gente feliz lee y toma café, y alguno más


En las últimas semanas he leído varios libros.




Ready Player One, de Ernest Cline
Me ha encantado. Es un libro de ciencia ficción, sobre un futuro en el que el mundo está asolado, las fuentes energéticas agotadas y la gente se evade en una realidad virtual donde pueden hacer de todo: jugar, estudiar, trabajar... El creador de esa plataforma virtual fue joven en los años 80, por lo que el libro está plagado de referencias a la cultura y forma de vida de esos años. No os cuento más para dejaros con las ganas de leerlo.

 Es un libro un tanto friky pero genial. A mí no se me ha hecho pesado en ningún momento. Los personajes son creíbles, incluso la historia, a pesar del género al que pertenece está suficientemente bien contada y trabajada, como para resultar creíble, algo que podría ocurrir.

Está previsto que Steven Spielberg haga la adaptación cinematográfica del libro, así que al amigo Steven le gustó el libro tanto como a mi.


 La gente feliz lee y toma café, de Agnes Martin-Lugand
Es un libro bonito, ligero, que se lee fácil. Cuenta una historia dura, o más bien, cómo una desgracia inesperada vuelve la vida muy difícil a una mujer y cómo lo hace para seguir adelante. Me gusta que no es la típica historia romántica en la que el amor salva a la mujer. Es ella misma la que tiene que reconstruirse. Tiene momentos divertidos del tipo novel chick lit.

La historia curiosa de este libro es que es el primer caso en Francia que saltó desde la autoedición digital al formato libro gracias a su éxito.  Según palabras de la autora: “No me esperaba el día que puse mi libro en Amazon que se generase esta bola de nieve, me pellizco aún todas las mañanas para asegurarme de que es a mí a quien le está pasando todo esto”.

Cuenta que la idea del libro le surgió viendo un reportaje en la televisión sobre un pequeño pueblo en la costa inglesa. Se preguntó: "¿qué llevaría a alguien como yo a enterrarse en un sitio como ese?". Y la respuesta le vino inmediatamente al mirar a su marido y su hijo: "solo si los perdiese a ellos".
 


Oscuros (Fallen), de Lauren Kate

Me ha parecido un truño. Desde el cariño. Ocurre justamente lo contrario que en el primer libro de la entrada, todo resulta poco creíble. Y no es por el género, sino por la historia y los personajes. Realmente parece un encargo, del tipo: escribe una novela romántica de género fantástico… que tenga ángeles y demonios, ¡y una chica medio tonta!… que se enamoren… que ella descubra que él es un ángel y se lo diga varias veces como Bella a Edward en Crepúsculo… Que él tenga los ojos de un color irreal… ¡violeta! ¡y gris!... que no se note que emulamos una vez más a los Cullen de Crepúsculo…

Un bodrio. Aguanté hasta el final, no se sabe bien por qué, pero al menos quería enterarme de los detalles que dejan un poco en el aire, pero ni siquiera cumplió ese deseo el libro. Al final no le cuentan todo, porque (atentos) podría morir si se enteraba de toda la historia de golpe, tenía que ir descubriéndolo poco a poco. AJA. Claro. No es porque desde el libro uno la historia está prevista como saga. Y no una saga cualquiera, ojo, ésta tiene seis libros.
Me alegro por la escritora, Lauren Kate, que ha conseguido un gran éxito. Siempre me gusta leer algo sobre el autor antes de empezar el libro. Esta autora me dio buena sensación por chorradas mías. Venga, os las voy a contar para que os riais. Tiene dos hijos, que nacieron en 2013 y 2014, mis dos mayores lo hicieron en 2003 y 2004. Y una de sus hijas tiene un nombre muy común en mi familia. Es increíble los datos que entiendo como guiños, cuando no significan nada, pero no lo puedo remediar.

No sé, igual soy yo que no estaba de humor, porque lo cierto es que el libro ha arrasado y Walt Disney Pictures adquirió los derechos cinematográficos de la saga completa en el primer día de publicación de Oscuros. Igual simplemente tenía que ser treinta años más joven, aunque mi edad no suele ser un impedimento para que me gusten libros juveniles.
El caso es que este es uno de esos libros que me aleja de la ciencia ficción durante meses. Así que tras terminarlo pasé a novela negra.
 

El ojo de Eva, de Karim Fosum

Me gusta leer novela negra nórdica y de hecho he leído bastante (Henning Mankell, Stieg Larsson, Camila Lackberg, etc.), pero todavía no había leído nada de esta autora.

El libro me ha gustado mucho. Es lo esperable de este tipo de libros y lo que me apetecía para leer en vacaciones de semana santa. Así que me ha dejado con buen sabor y he empezado otro de esta misma colección del inspector Sejer.

 

miércoles, 25 de noviembre de 2015

Eleonor & Park, de Rainbow Rowel


Ya sabéis mi debilidad por la literatura juvenil, así que al terminar dos libros del recientemente fallecido Mankell, he pasado a leer “Eleonor & Park”. Además de la buena crítica de Ro, también sabía que el libro fue elegido por Amazon como uno de los diez mejores libros de 2003.
 


El libro cuenta la historia de amor de dos chavales de dieciséis años.

Es un libro bonito porque trata de ese primer amor, ingenuo y nuevo. De música y cómics que unen a dos personas que aparentemente no tienen nada en común más allá de una ruta de autobús, una edad, y un instituto.




Pero también es un libro triste, porque es realista. La historia y los personajes son creíbles, aunque no hayas vivido en Omaha en 1986, ni hayas tenido un padrastro bebedor y cuatro hermanos mal cuidados; todo lo que se cuenta resulta creíble. Y eso siempre da un punto triste a la historia. Se necesita mucha ficción para que la vida no resulte a veces una decepcionante mierda.

En la vida real el primer amor no suele durar, la vida muchas veces, por una circunstancia u otra te separa de tus seres queridos. Y a veces tienes que elegir de forma egoísta salvarte tú, cuando no vas a poder salvar a los tuyos. Eso es así de triste y de real.

Al principio del libro empaticé más con ella, tan pelirroja, grande y valiente. El me resultaba más ajeno. Pero me fue ganando con su música de los Smith, U2, Sex pistols, Misfit… sus comics, camisetas negras y un corazón enorme. Al final del libro estoy con él a muerte, mientras que ella y su realista comportamiento me resulta un poco cansina.

Es un libro que recomiendo, se lee casi del tirón y a mí me ha gustado.

Una costumbre que tengo es buscar información sobre los escritores que leo. Veo en la wiki que Rainbow Rowel (con ese nombre estaba predestinada a la literatura juvenil) nació en el 73 pero es en el 2011 cuando publica por primera vez. Tuve que investigar un poco más para enterarme de qué había hecho todos esos años hasta que publicó por primera vez. Trabajó como periodista. No sé cuál sería el detonante para que con 38 años decidiera lanzarse a escribir en serio, porque leí en alguna entrevista en inglés, que para ella escribir era un hobby por lo que no se planteaba cosas como por ejemplo buscar ayuda para cuidar a sus hijos y que ella pudiera escribir. Pero por el ritmo que lleva parece que ha llegado para quedarse:

2011 - Attachments
2013 - Eleanor & Park (*)
2013 - Fangirl (*)
2014 - Landline
2014 - My True Love Gave to Me
2015 - Carry On

 (*) elegidas por el New York Times entre la mejor ficción juvenil del año
 

domingo, 11 de octubre de 2015

Trilogía animal de Katherine Pancol


Hace mucho que no escribo sobre mis lecturas, no porque no esté leyendo mucho, sino porque me encanta ser así de anárquica con el blog. Mi objetivo aquí es escribir solo de lo que me apetece y no sabéis el gusto que da, especialmente porque en el resto de parcelas de mi vida soy repipimente organizada. El blog quedaría más bonito si tuviera parcelas temáticas fijas, pero me vais a permitir que pase palabra.
El caso, vengo a hablaros hoy de la trilogía de Katherine Pancol : "Los ojos amarillos de los cocodrilos",  "El vals lento de las tortugas" y "Las ardillas de Central Park están tristes los lunes".

Son unos libros un tanto desconcertantes para mí. Combinan partes, casi diría que costumbristas, con detalladas descripciones de los personajes, de lo que cocinan, de lo que sienten y lo que hacen; con otras partes totalmente surrealistas que recuerdan al realismo mágico. Ocurren cosas tan normales y aburridas como la vida misma, junto con sucesos increíbles que te hacen dudar de si has cambiado de libro (spoiler: uno de los personajes es un bebé superdotado que es la reencarnación de Einstein. Con un par. Fin del spoiler). Por momentos parece que estás leyendo un cuento clásico pero ambientado en el momento actual: tenemos a la madre mala como una bruja y a la hija buena y cándida, por ejemplo.

Con el primer libro me costó un poco engancharme con la historia, seguramente por estos giros de género que da el libro. Pero al final sí podría decir que me enganchó y me gustó.
El segundo libro es de los tres el que con más gusto he leído. También es cierto que lo leí en la playa, de vacaciones, donde todo lo que hagas es más placentero.

El tercer libro me ha cansado más que gustado. A pesar de que me parece que la escritora es buena, que tiene partes tanto en forma como en contenido que son geniales, pero al final estaba bastante aburrida de los personajes y de la trama.  

He leído y oído críticas de lo más dispares. Por una parte se trata de un best seller, así que está claro que mayoritariamente gusta al público. Por otra parte, se leen reseñas espeluznantes sobre lo aburrido y petardo del libro. Claro, que en cada una de estas reseñas abundan comentaristas alabando las bondades de sus libros. Vuelvo al inicio: para mi es desconcertante. No soy capaz de resumir en una sola palabra si me ha gustado o no, ya que a ratos sí a ratos no.

Lo mejor de los tres libros es lo trabajados que están los personajes, están descritos con tanto detalle que se te hacen creíbles a pesar de las locuras y tonterías que puedan ocurrir. Siempre me gusta googlear al autor del libro que esté leyendo. Leí una entrevista a Pancol y en esta pregunta queda aclarado el tema de los personajes:

- ¿Cuál es su método de trabajo, cómo escribe?
- Escribo en pequeños cuadernos, donde voy tomando notas que pego en la pared y voy uniendo unos con otros hasta conformar los personajes. Cuando me pongo a escribir, no tengo una idea preconcebida, la historia va surgiendo sola. Antes paso mucho tiempo con los personajes, les conozco muy bien y les creo a partir de puzles de muchas personas. Con trocitos muy pequeños que vienen de diversos sitios, de pronto te aparece un personaje fantástico. Con un personaje real, estaría limitada, aunque tengo espías en todos lados, desde Miami a Cuba. Necesito la realidad, la uso como clavos con los que voy enrollando la tela.”


Por lo que cuenta, los personajes son el origen de la historia y los que van dirigiendo la trama, y eso se nota cuando lees sus libros. Se nota para bien y para mal.

En fin, que no se si recomendaros sus libros, tomad vosotros la decisión, porque me temo que hay las mismas probabilidades de que os gusten, que de que os parezcan un peñazo épico.

martes, 21 de julio de 2015

Aventuras y desventuras del Chico Centella, de Bill Bryson


Durante las vacaciones, de las que ya os he hablado en la última entrada, he leído "Aventuras y desventuras del Chico Centella", de Bill Bryson. Una lectura altamente recomendable.

Creo que fue a Amaya Ascunce a la que leí algún tuit sobre el libro. Al menos, me he estado acordando de ella mientras lo leía entre risas, como si fuera de ella la referencia, pero vete tu a saber, porque la memoria últimamente me juega malas pasadas, y no sería del todo imposible que le haya atribuido algo no ocurrido.

En cualquier caso, el libro es todo un acierto. Yo siempre quedo muy agradecida a todo libro o persona que me haga reír, y éste lo ha hecho con ganas.
Trata de la infancia del propio Bill Bryson en la américa de los años cincuenta. Mezcla datos objetivos ocurridos en esa época, con sus recuerdos, anécdotas surrealistas y una descripción buenísima de la inocencia e ingenuidad con la que se entregaron al consumismo sus compatriotas. He leído varios libros de estilos absolutamente distintos sobre esos años y no se qué tendrán que me resultan fascinantes.

Bill Bryson ha vivido, y de hecho vive actualmente, en Inglaterra. Creo que esa distancia con su país natal es la que le permite hablar con cariño y nostalgia, pero a la vez de forma crítica, de la sociedad americana. De hecho hay ciertas partes de la historia americana de esos años - racismo, guerra fría, caza de brujas - en los que hay más de crítica y sarcasmo, que de cariño y nostalgia, aunque todo está contado en el mismo tono alegre y ameno.

A pesar de que el contexto en que ocurre la historia tiene un gran peso en la historia, no deja de ser un libro sobre su infancia, basándose en sus recuerdos, siempre selectivos. Y un buen libro sobre la infancia es un tesoro. Esos años increíbles en los que pasa de todo sin pasar de nada, dan para mucho, especialmente si eres un chaval con mucha imaginación y con una familia bastante peculiar, como parece que era el caso de Bryson.

Voy a copiar algunos párrafos del libro, que es la mejor manera de que os hagáis una idea del mismo:

"no necesitábamos cinturones de seguridad, ni airbags, ni detectores de humos, ni agua embotellada, ni la maniobra de Heimlich. No hacían falta envases a pruebas de niños para los medicamentos. No nos hacían falta cascos para montar en bici, ni rodilleras o coderas para patinar. Sabíamos, sin que hiciese falta un recordatorio por escrito, que la lejía no era un refresco, y que si acercabas una cerilla a un bote de gasolina lo normal era que ardiese.”

"Buddy fue mi mejor amigo durante aquella primera época de mi vida. Estábamos extremadamente unidos. Es la única persona cuyo ano he contemplado atentamente (el único que he mirado, punto) solo para saber qué aspecto tenía uno (rojizo, prieto y ligeramente fruncido, según recuerdo con una claridad algo preocupante)."

"Fueses adonde fueses, había siempre seiscientos niños, excepto allí donde confluían dos o más barrios (el campo, por ejemplo), y entonces había que contarlos por millares. Recuerdo que una vez participé en un partido de hockey sobre hielo en el lago de Greenwood Park con otros cuatro mil niños, cada uno armado con su palo, y que duró al menos tres cuartos de hora antes de que nos diésemos cuenta de que no teníamos disco."

Es una selección de párrafos bastante aleatoria, simplemente para que veáis el tono y estilo de la historia. Si quisiera dejaros aquellas partes con las que más he reído tendría que copiar capítulos enteros. Una mención especial, aunque sea de pasada y solo entendáis los que ya habéis leído el libro, al momento en el que el padre de un amigo se tira de cabeza en el lago. Solo de recordarlo lloro de risa. Lo mismo ocurre con la historia de la anciana a la que cobra el periódico.

jueves, 11 de septiembre de 2014

Mis lecturas de verano

Lo de catalogar como lecturas de verano, puede parecer un poco absurdo. Leer es leer, sea el momento del año que sea. Sin embargo, una vez superado el prejuicio inicial hacia el etiquetado, he de reconocer que sí tengo un tipo de lectura que inconscientemente elijo para el verano. Leo mucho en la piscina y en la playa, y para ese entorno me apetece lectura ligerita, con especial querencia hacia la novela negra.

Este verano mi lista de lecturas ha quedado así:

No despiertes al diablo”, John Verdon. Ya había leído los dos primeros de la saga del inspector retirado David Gurney, que siempre acaba enredado en casos misteriosos. Más de lo mismo, entretenido y muy compatible con un chapuzón de vez en cuando, o levantar la mirada para comprobar que mis criaturas no se han ahogado.

Hush Hush”, Becca Fitzpatrick. Escribió sobre el libro Ro, mi profe preferida y fuente de recomendaciones de literatura juvenil. En este caso el libro fue un poco juvenil de más para mí. Ya os he contado alguna vez que me encanta intercalar lecturas pensadas para el público más joven, por la frescura que en muchas ocasiones desprenden. Debo tener corazón adolescente a pesar de los años. El libro es entretenido pero seguramente mucho más disfrutable para una chica de unos 15 años.

Los vigilantes del faro” y “La mirada de los ángeles”, Camilla Läckberg, Son los dos últimos libros de la escritora. Todos sus libros me los he leído en verano, así que volviendo a lo que decía en el primer párrafo, para mi esta escritora es claramente de lecturas estivales. En los que leí el verano pasado había llegado a casi cogerle manía a la protagonista, lo conté por aquí. Sin embargo, con estos últimos me he reconciliado con ella. Los dos libros me resultaron entretenidos, en su línea de historias farragosas, con idas al pasado y vueltas al presente, que va contando por partes y consigue dejarte siempre con ganas de saber más. Además, cuando termino estos libros me entran muchas ganas de ir un verano a Suecia, el pueblecito donde se desarrolla la acción, Fjällbacka, que es además donde vive la escritora y tiene pinta de ser maravilloso.


Asesinos sin rostro”, Henning Mankell. Por seguir con la novela negra sueca, pero se me hizo bola y lo dejé. Mankell está muy bien considerado en su género, pero a mí no consigue engancharme.

Si decido quedarme”, Gayle Foreman. Otra recomendación de Ro. En este caso, me encantó el libro. Es cortito, se lee casi del tirón, precioso. Tiene justo lo que me gusta cuando doy con un libro juvenil bonito.

La verdad sobre el caso Harry Quebert”, Joël Dicker. Este libro fue un bombazo cuando se publicó en septiembre de 2012. En español se editó al año siguiente, y yo estaba pendiente de leerlo desde entonces. Ha tenido muy buena acogida por la crítica, pero yo como siempre a mi bola, tengo mis matices que aportar. Se trata una novela de suspense a cerca del asesinato de una joven, la narración viaja en tres momentos del tiempo distintos y continuamente se barajan diferentes posibilidades y versiones de lo acontecido. Aun reconociendo que el libro tiene algo, y que el final es bueno, me han sobrado muchos capítulos. La misma escena la tenemos en lo que escribe el escritor, lo que se supone que pasó, lo que le cuenta el profesor… Ya no estoy para tanta floritura, para mi tiene mucha paja, un poquito más de ir al grano amigo Joël. Algo que en el libro es meramente anecdótico y supone un 1% de la historia, es precisamente lo que más me ha gustado, y son las conversaciones del protagonista con su madre. Buenísimas. Toda una caricatura de la histeria y absurdez en las que puede caer (y cae) una madre.

Y ahora voy a empezar "22/11/63" de Stephen King, que me pide el cuerpo ficción en estado puro. Ya os contaré.

viernes, 23 de mayo de 2014

Nubes de ketchup


Nubes de Kétchup, de Annabel Pitchner, es el último libro que he leído.
Dos días me ha durado, es muy fácil de leer, ameno y cortito.
Es una lectura que creo que les debe encantar a adolescentes, especialmente chicas.

Lo tenía en mi lista de pendientes por dos motivos:
1º. Porque leí de esta autora "Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea" que me rechifló.
2º. Porque escribió reseña del libro Ro, mi profe favorita, y suelo guiarme de sus recomendaciones en libros, cine y series.

Este libro es menos redondo que el anterior, menos completo. Aún así he disfrutado su lectura, me encanta el estilo de la autora, y su forma de hacerse voz de una adolescente. Es increíble lo bien que conoce y sabe trasladar al lector, las vivencias de la infancia y adolescencia.

"Nubes de ketchup" trata fundamentalmente del sentimiento de culpa. A través de las cartas que Zoe escribe a un preso condenado a muerte, ésta va contando su vida y descubriendo el gran secreto que la hace sentirse culpable. También trata del amor adolescente: esa ingenuidad, ese desgastarse a besos, esa facilidad para poder querer a dos a la vez aunque sea por motivos distintos, esa bendita ignorancia en temas del corazón... Y por supuesto trata de la familia, parte fundamental de la vida de un adolescente, ya que marca lo que puede hacer y lo que no, lo que es correcto y lo que no lo es. En esos años, la familia que te toque en suerte te marca para siempre.

Todo esto en un plano muy ligero, no es nada profundo, daros cuenta que la historia la escribe en sus cartas una chica inglesa de quince años.

En general, es un libro que recomiendo, especialmente para adolescentes o para personas como yo, que disfrutan de ese tipo de literatura aunque peinen canas.

Feliz fin de semana

martes, 8 de abril de 2014

Ultimas lecturas

Acabo de leer a mi boticaria preferida hablando de sus lecturas, y me ha apetecido comentar de las últimas mías. Hay poco que decir, la verdad, pero así me entretengo un rato. No hablo siempre de los libros que leo, solo algunos, me despiertan las ganas de postear.

En el último mes he leído poco. Echando la vista atrás, ya escribí sobre lo que llamé "Flojera existencial" y que a la luz de los últimos acontecimientos ha resultado ser otra cosa. En fin.
El caso es que ese agotamiento y desgana que se apoderó de mi en las últimas semanas, también llegó a mi mundo lector. Y para colmo di con libros que no ayudaban.
El primero: "Higiene de un asesino", de Amélie Nothomb. Ay qué decepción, con lo que me gustó "Estupor y temblores", paso a este buscando sentirme igual leyéndolo, y nada que ver. Es un truño, con todos mis respetos a Amélie. He leído que la autora es muy buena en sus novelas autobiográficas. Debe ser eso. Esta no era autobiográfica, os lo digo desde ya.

Detrás pasé a "Historia de un loco", de John Katzenbach. También en este caso, repetí con el autor porque "El psicoanalista" me gustó. Desde luego la caída no es tan salvaje como en el caso anterior, pero a pesar de que el libro es entretenido, no terminó de engancharme.

Con ganas de una lectura amena, que sirva para evadirme y que no me vuelva a decepcionar, he pasado a "Un tipo encantador" de Marian Keyes, recomendada siempre por la boticaria. Llevo poco pero por ahora me está gustando.

Un beso

viernes, 31 de enero de 2014

Reseña: Estupor y temblores (Amélie Nothomb)

Hace años que tengo ganas de leer a esta autora, pero siempre que he estado apunto, un libro se ha interpuesto de forma inesperada, haciéndome después olvidarme de la amiga Amélie Nothomb.


Las portadas de sus libros y las imágenes de ella con ese absurdo y enorme sombrero negro, han seguido periódicamente despertando mi curiosidad, y por fin he puesto remedio.

Acabo de leer Estupor y temblores, su primera novela autobiográfica y que fue Gran Premio de Novela de la Academia Francesa en 1999.
Me ha encantado. En el libro cuenta la curiosa experiencia que tuvo en su primer trabajo en Tokio. En su infancia vivió en Japón, además de en China, Laos, Birmania… debido al trabajo de su padre que era diplomático Belga. Amélie estudia la filología románica en Bruselas, y al terminar la licenciatura, su mayor deseo es volver a Japón, del que guarda grandes recuerdos de su infancia.

En el libro cuenta con un estilo muy particular y de forma cómica, las experiencias en ese primer trabajo en una empresa japonesa. El título se debe al antiguo protocolo imperial nipón, que establece que uno deberá dirigirse al Emperador con «estupor y temblores».

Me he reído, y además he disfrutado mucho con la calidad literaria que tiene.
Hay partes de la historia, que son tan graciosas, que he ido en el metro riendo a carcajadas. Si alguien piensa que tiene un mal trabajo, tiene que leer este libro. El absurdo de las situaciones que se producen, y la forma de contarlo, no tiene desperdicio.
La verdad es que para haberse criado en Japón, la chica no se enteraba de por dónde iban los tiros. Y no me extraña, Dios mío, qué gente más rara. Qué concepto más extraño del honor, la sumisión y la humildad. Yo no habría aguantado ni un nano segundo en un trabajo así, pero me alegro de que ella aguantara para poder contárnoslo en su libro. Cuenta que aprendió mucho de la experiencia, y seguro que fue así.
Copio un fragmento de los que me hicieron llorar de risa, igual hay que leerlo en contexto y así no os hace gracia. Breve resumen: a esta situación que voy a copiar, llega porque al no tener prácticamente trabajo asignado, toma la iniciativa y consigue que un jefe no directo suyo la encargue un informe muy elaborado. Su jefa directa la denuncia y como castigo por su “osadía”, la encarga todo tipo de tareas administrativas del demonio…: “Mi vida era un infierno: trombas de números con comas y decimales se abalanzaban incesantemente sobre mí. Se mutaban en mi cerebro formando un magma opaco y no podía diferenciarlos unos de otros. Un oculista certificó que mi vista no tenía nada que ver en el asunto. Las cifras, cuya tranquila y pitagoriana belleza yo siempre había admirado, se convirtieron en mis enemigas. La calculadora también me quería mal. A mis numerosas limitaciones psicomotrices había que añadir otra: cuando debía presionar las teclas durante más de cinco minutos, mi mano se encontraba de pronto tan enviscada como si acabara de hundida en una espesa y pegajosa masa de puré de patatas. Cuatro de mis dedos permanecían irremediablemente inmovilizados; sólo el índice conseguía emerger hasta alcanzar las teclas, con una lentitud y una torpeza incomprensibles para quien no supiera de la existencia de las patatas invisibles.”…” Empezaba observando cada nuevo número con la misma sorpresa que debió de sentir Robinson al encontrar a un indígena en aquel desconocido territorio; a continuación,
mi mano entumecida intentaba reproducido sobre el teclado”. (…) “—¿Está usted segura de que no lo
hace adrede?
—Absolutamente segura.
—¿Hay mucha gente... como usted en su país?
Era la primera belga que conocía. Un sobresalto de orgullo nacional me llevó a decir la verdad:
—Ningún belga se parece a mí.”


No todo el libro hace reír, hay partes de llorar de incomprensión. Es difícil entender con nuestra mentalidad, la jerarquización, protocolización y rigidez de la empresa nipona, descritas en el libro.

Un libro muy recomendable. Voy a sumergirme en otro de la misma autora, ya os contaré.

jueves, 16 de enero de 2014

Cogiendo ritmo

En dieciséis días que llevamos ya de año, solo he publicado una entrada morriñosa. Así que a pesar de no tener nada especial que contar, voy a escribir un rato, a ver si consigo hacerme de nuevo con la rutina bloguera que tanto me gusta.

En los últimos días, diferentes circunstancias se han ido dando con un objetivo claro: ponerme en mi sitio, que claramente no es el del dolce far niente de los días canarios.
Véase una muestra: la niña con anginas y fiebre, llorando por no poder ir al colegio; el niño llorando por poder ir al colegio y lamentándose como alma en pena: “que mala suerte la míaaa, que ni siquiera me contagioooo”; yo con lumbago, dolencia que me suena bastante yaya y que no se entiende de donde viene porque doy fe que deporte no he hecho, ni movimiento brusco ni nada de nada, sin embargo camino como las muñecas de famosa dirigiéndose al portal. Para mí que lo que me sienta mal es la oficina, donde por cierto, tengo toneladas de trabajo, y cuando ya estaba yo ufana a punto de escribir una entrada optimista haciendo balance del nuevo puesto, me acaban de comunicar, que además de lo que estoy haciendo, me van a poner nuevas tareas que desconozco. Así que dejemos el balance optimista por ahora.

No viene al caso, pero me estoy acordando de un momento gracioso cuando estábamos en las vacaciones (la cabra tira al monte y por más que lo intente, mi mente busca refugio en esos placenteros días). Estábamos cenando y de pronto me pregunta el niño:
- ¿Como se dice en francés: “pues yo no”?
- No se, luego preguntamos a la abuela, ¿para qué quieres saberlo?
- Por una niña que no entiendo lo que dice y voy a probar a ver si es francesa, yo voy a preguntar: “yuvurléfransé” y si me dice “gui”, poder contestarle “pues yo no” en su idioma.

Por lo que se ve el chaval no tenía pensada una larga conversión con la posible francesa, sino simplemente hacerle saber que no hablaba su idioma. Sobre el maravilloso “yuvurléfransé” no quise preguntar de dónde lo había sacado.

En cuanto a mis últimas lecturas, contaros que todos los últimos libros vienen de recomendaciones vuestras. Además de los que comenté en al última entrada de la temática “libros”, he leído “Se lo que piensas” de John Vernon, novela negra muy entretenida; el segundo libro del autor “No abras los ojos” ya me ha gustado algo menos, aunque también es ameno. Y ahora estoy leyendo “La estrella más brillante” de Marian Keyes. No había leído nada suyo, porque me he dado cuenta de que a pesar de que me creía de mente lectora abierta, tenía prejuicios hacia el género chick-lit, el rollo Briget Jones me aburre y había generalizado. Sin embargo, este libro está fenomenal, muy divertido, seguramente seguiré leyendo más de la autora.

En cuanto a propósitos para el año 2014 no tengo ni uno. ¿Cómo os habéis quedado?...muertos-mataos. Otros años me he propuesto adelgazar y hacer más deporte y repetidamente he incumplido mi propósito con la consiguiente frustración. Así que este año llegué incluso a plantearme proponerme no adelgazar ni hacer deporte, por eso de conseguirlo, pero me ha parecido demasiado hasta para mí, así que simplemente voy a dejar el capítulo propósitos a cero y solo tengo un deseo para el 2014: virgencita que me quede como estoy.

viernes, 13 de diciembre de 2013

Lecturas recomendadas y recomendables

Mis dos últimas lecturas del año se las debo a mis queridas Inmagina Alter que me recomendaron respectivamente Flores para Algernon ( Daniel Keyes) y cualquier libro de John Katzenbach.

Flores para Algernon, Daniel Keyes
El título me resultó muy sugerente, así que sumado a que venía recomendado, sin saber nada más del libro me metí en su lectura y me enganchó desde el principio. Cuenta la historia, a través del diario del protagonista, de un joven retrasado que se somete a una operación de cerebro para aumentar su inteligencia. Desde el primer momento el pobre Charlie Gordon me da pena. Sabes que la cosa va a acabar mal y aún así tienes que leerlo. Le ves evolucionar de una ingenuidad pueril al conocimiento extremo y cruel. A la constancia de que las cosas son de otra manera a como las veía desde su bendita limitación. Me ha gustado mucho. Voy a copiar un pequeño fragmento, que no es especialmente significativo, pero que expresa una opinión sobre el uso del lenguaje hoy en día, con la que estoy muy de acuerdo: “parodiando los eufemismos de la jerga de los educadores, soy excepcional... un término democrático utilizado para evitar las infamantes etiquetas de dotado o de débil (usados como sinónimos de brillante o retrasado), y cuando excepcional comience a tener algún significado para alguien lo cambiarán. Parece que la regla es utilizar una expresión en tanto no signifique nada para nadie”.
Siempre me ha sorprendido ese retorcimiento absurdo del lenguaje que tan magníficamente expresa en esta frase.

El psicoanalista, John Katzenbach.
El autor, del que no había leído nada antes, tiene muchísimos libros, así que busqué opiniones sobre su obra, y éste que he elegido aparecía entre los más populares.
Es un libro muy entretenido, que engancha, un thriller psicológico muy ameno. Me ha gustado más la segunda parte, donde todo da un vuelco inesperado. Seguramente más adelante leeré algún otro, así que Alter, si me quieres recomendar algún título en concreto del autor, te lo agradezco.

martes, 26 de noviembre de 2013

Ultimas lecturas

“Venganza en Sevilla” de Matilde Asensi
No me gustan los libros históricos. Ni siquiera me gusta la novela de ficción con tintes históricos. Creo que es un efecto rebote provocado por la pasión por ese género de mi madre y hermano. Recuerdo sus largas charlas sobre pequeños detalles históricos, que para mi carecían de toda importancia y que para ellos eran vitales. Aún siguen teniendo algunas veces ese tipo de conversaciones absurdas (para mi). Algunas de esas charlas sin sentido (para mi) se producían en los viajes. Y viajar en los 80 no era como viajar ahora. Hubo un trayecto mortal, rumbo a Denia en un Dos Caballos azul clarito. Padre y madre delante, y los tres hijos detrás. 38 grados de temperatura ambiente y amenizando, una tertulia sobre algún detalle del comportamiento de Napoleón. INSUFRIBLE. Creo que desde entonces no soy capaz de disfrutar con la novela histórica.
Todo este preludio para decir que estoy leyendo “Venganza en Sevilla” de Matilde Asensi y que me está gustando. Los primeros capítulos me los pasé pensando qué necesidad tiene esta mujer de ambientar sus historias en el pasado. Está claro que todas las historias necesitan ambientación, pero me refiero al tufillo histórico ese que me trae recuerdos de lipotimia en Dos Caballos. Pero he hecho el esfuerzo de dejar de pensar en la escritora y en sus motivaciones y he conseguido meterme en el relato y disfrutarlo
Esta chulo.

“Anna y el beso en París” de Stephanie Perkins
He sufrido una pequeña decepción con este libro. Había leído comentarios positivos, además sigo el blog de la escritora americana, y eso siempre da puntos porque te encariñas con el autor. Sin embargo, he de decir, que o me he hecho mayor o el libro es un poco truño. Ya sabía que era temática juvenil, pero muchas veces me gustan los libros juveniles en los que encuentras ingenuidad de la que otros autores de adultos parece que se avergüenzan, creatividad, diversión… En definitiva, características que yo valoro, y que en ocasiones solo se encuentran en libros destinados a los jóvenes, como si pasar a la edad adulta nos tuviera que volver a todos realistas, escatológicos y deprimentes. Que un poco sí… pero algo de aire fresco de vez en cuando, por caridad.
A lo que iba: no me ha gustado y lo he dejado sin terminar. Igual es la traducción, así que voy a darle otra oportunidad dentro de unos meses. Lo voy a intentar en versión original, y eso que soy perezosa para leer en ingles. Daros cuenta lo que hago por la autora de un blog que sigo…

“Crónicas marcianas” de Ray Bradbury
Este libro es un ejemplo de que se puede escribir bien de cualquier tema y se puede profundizar en detalles del ser humano en una narración ubicada en Marte.
El libro consiste en una colección de 25 relatos cortos inconexos que describen la colonización de Marte a través de diferentes momentos vividos por distintos grupos en diferentes momentos del tiempo.
No es ciencia ficción pura, en mi opinión es más bien surrealismo, ingenio y análisis psicológico. De hecho Radbury siempre dijo que él no escribía ciencia ficción. En su libro, además de marcianos y humanos, habla de racismo, del miedo a lo desconocido, de la emoción por las posibilidades infinitas, del poder de destrucción del ser humano…  Su lectura es amena y hay pasajes tan surrealistas y bien escritos, que no puedes evitar sonreír.

***

¿Alguna sugerencia para que añada a mi larga lista de lectura pendiente?

domingo, 29 de septiembre de 2013

Reseña: Una vacante imprevista (J.K.Rowling)

(Antes de empezar, un mensaje para Eva: se que tengo pendiente leer tu libro, no me olvido y ten por seguro que lo leeré, pero me gusta sentirme muy libre en mi elección de lecturas, que tiene que ser en cada momento lo que me pida el cuerpo. Es la parcela de mi vida en la que más libre me siento, así que por favor, no te tomes mal que tarde un pelín en llegar a él. Un beso).

Este libro sabía que lo acabaría leyendo desde el mismo momento de su publicación, pero he tardado un poco porque me daba cierta pereza. Sabía que me iba a gustar, porque para mi Harry Potter fue más que un libro de ciencia ficción juvenil. Me gusta mucho cómo escribe la Rowling y me gusta la profundidad de sus personajes, incluso tratándose de un libro infantil/juvenil.

Por fin le llegó el momento a "Una vacante imprevista", desde el primer momento me gustó, aunque he tenido un parón cuando iba por la mitad, por circunstancias totalmente ajenas al propio libro. Al principio parece que no ocurre nada, simplemente te dedicas a conocer a los personajes que habitan en un precioso pueblecito inglés. Aun así las descripciones de todos son tan detalladas y se remonta a tantas vivencias pasadas que han tenido para explicar quiénes son, que te quedas con ganas de saber más de todos.
Ocurre algo en el pueblo, que visto desde fuera parece una cosa sin importancia, pero que según avanza la historia se ve lo relevante que es en el entramado de las vidas de todos los habitantes del pueblo.
La historia se va complicando y las vidas de los personajes también. Hasta que llegan al culmen al final del libro.
Como ya había oído comentarios del tipo: "el final se las trae", "ya comentaremos que te parece el final", estaba más o menos preparada. Es duro, porque todo el libro en realidad es duro, nadie es del todo bueno, nadie está ni medianamente edulcorado y muchos son francamente repulsivos.

Así que el final, en mi opinión era esperable, no me ha dejado mal sabor de boca porque unos caen y otros resurgen gracias a los que caen. No puedo decir mucho más sin hacer spoiler.

Mi conclusión es que la Rowling sabe escribir y sabe de la naturaleza humana, y de ambas cosas, hace gala en este libro.

Muy recomendable.

miércoles, 10 de julio de 2013

Lecturas

Antes de nada, os adelanto que no creo que hablar de mis lecturas aporte mucho, porque la mayor parte de lo que leo en los últimos tiempos son libros amenos, sin grandes pretensiones ni méritos literarios. 
Sin embargo, me apetece hacerlo, para tener aquí un repasito de lo que voy leyendo y que también vosotros me podáis recomendar alguna lectura.
Los últimos que he leído han sido:
-          Divergente, de Veronica Roth
-          Insurgente, de Veronica Roth
-          Diario de Invierno, de Paul Auster
-          La enzima prodigiosa, de Hiromi Shinya
-          Lo que me queda por vivir, de Elvira Lindo
       
Y ahora mismo estoy leyendo Misión Olvido de María Dueñas, me está gustando. 

Siempre me despierta curiosidad la vida de un escritor al que leo, cuando leí su primera novela Tiempo entre costuras, busqué información sobre la escritora: una profesora de Universidad, que publicaba su primer libro con 45 años. Me encanta lo de que en cualquier momento tu vida pueda dar un giro de 180 grados. Esperé que esa primera novela no hubiera sido un golpe fortuito de suerte e inspiración, y que fuera capaz de repetirlo. Y lo ha sido. Me alegro por ella.

Justo antes de leer Diario de Invierno, de Paul Auster, del que ya os conté que me gustó mucho, leí los dos primeros libros de la saga de Divergente de Veronica Roth. Casualmente también se trata de la primera novela de la escritora. 
El primer libro, me resultó entretenido, me recordó a la Saga de Juegos del Hambre, novela juvenil de ciencia ficción distópica. Pero el segundo de la saga, Insurgente, terminó cansándome. Acabé harta de tanto sufrimiento físico, torturas, experimentos con simuladores cerebrales, y amor juvenil. Me gusta picotear de todos los géneros, pero el juvenil de ciencia ficción me satura si no cambio a tiempo.

También he leído en el último mes La enzima prodigiosa, de Hiromi Shinya. No entiendo por qué, pero estos libros a camino entre la medicina y la dietética, siempre me llaman la atención. Luego no hago caso y sigo mi propio ritmo, pero al menos se puede decir que estoy documentada de las diferentes corrientes que van saliendo y que me salto a la torera. En este caso concreto hay ideas en el libro que me han gustado, pero en general, no voy a eliminar los lácteos de mi dieta ni a alimentarme básicamente de granos integrales, por mucha enzima prodigiosa que activen. Estoy pensando que estuve apunto de estudiar medicina, tal vez sea ése el nexo con este género.

Y por último Lo que me queda por vivir, de Elvira Lindo. Me cae genial Elvira, a través de sus libros, se entiende, que a ella no tengo el gusto de conocerla. La estoy agradecida por lo que me ha hecho reír, por ejemplo, con Tinto de verano lloraba de risa. Sin embargo el estilo de Lo que me queda por vivir no tiene nada que ver con el humorístico que tanto domina. Este es un libro intimista que me ha gustado mucho, parece una autobiografía por la sinceridad y autenticidad con la que está escrita. Desde las primeras páginas es como si conoces personalmente a Antonia, una mujer fruto de una época y unas circunstancias (como todas vaya perogrullada, cada una con las suyas) que cuenta su vida en los ochenta como madre separada con un niño pequeño, los recuerdos de su infancia, el pueblo, la tía soltera, su madre que muere cuando ella es casi una niña y los matices de una vida, que hacen que cada uno sea como es. 
En ocasiones, en su descripción de su maternidad es casi cruel para consigo misma. 
Nadie como una mujer para machacarse a sí misma, dominamos el arte de la autocrítica.

Os copio un párrafo que me encantó: “Tengo la poco aconsejable costumbre de juzgarme muy duramente, de hurgar en lo que me produce desconsuelo, pero lo cierto es que si unos ojos inocentes nos hubieran observado aquella mañana de sábado, sólo hubieran percibido la escena tal y como era en su superficie, sin ese análisis despiadado que tantas veces disculpa a los hijos de rencores inconcretos y carga a las madres con un sentimiento de culpa del que quieren toda su vida ser perdonadas”.

Hay muchos libros que leo y de los que no dejo constancia en el blog, voy a intentar poner remedio, aunque sea en forma de entradas breves, de manera que en la pestaña de “Libros” pueda tener recopilada una breve reseña de lo que vaya leyendo.
De los últimos que he leído y que no he dicho nada por estos lares, podría destacar:
Con el corazón en la mano, Chris Cleave. Me pareció muy buen libro, con una historia sobrecogedora, sobre cómo dos mujeres en mundos totalmente opuestos, se encuentran unidas por un suceso. 
Una de esas cosas que descubro con mi absurda costumbre de buscar información del autor, es que Chris Cleave nació en 1973, como yo. Un ejemplo de esas grandes tonterías casuales que me mola saber.

En mi lista de próximos libros pendientes tengo:
- Crónicas Marcianas, de Ray Bradbury
- Una vacante imprevista, de J.K.Rowling

Aunque en verano siempre leo menos, estoy demasiado ocupada pasando calor y corriendo de un lado a otro para pasar las tardes viendo a mis hijos hacer la bomba tsunami en la piscina.

¿Me contáis qué estáis leyendo vosotros? ¿algo que recomendar?...



martes, 23 de abril de 2013

Diario de invierno

Estoy disfrutando mucho con la lectura de Diario de Invierno de Paul Auster y hoy me voy a inspirar en él para escribir esta entrada. Una cosa buenísima del blog es que escribo cuándo quiero y de lo que me da la gana. Acostumbrada a ir con horario y obligaciones para el todo (horario de oficina, horario de recogida del colegio, horario de clase de pilates y un largo etcétera) encontrar algo que haces solo cuando quieres es una bendición, pero tiene el peligro de que escribas menos de lo que podrías. Conste que mentalmente todos los días escribo una entrada, mientras voy en el metro o mientras me ducho, de hecho muchas son mejores que las que luego dejo plasmadas por escrito. Pero es que claro, encontrar tiempo para teclearlas ya es otro cantar.
A lo que iba, que Paul Auster es un gran escritor es algo indiscutible, pero me pasa con él algo que comentaba también Ro hace poco, no siempre me interesa lo que tiene que contar, aunque lo haga de forma impecable. En este libro sin embargo está dando conmigo tanto en lo que cuenta como en el cómo lo cuenta.
En un capítulo hace un repaso por las casas donde ha vivido, y yo he vivido en unas cuantas, así que voy a hacer mi recorrido particular:
-          De los cero a los cuatro años, en un piso en Santa Engracia, Madrid. Recuerdos: creo que la mayoría son construidos, por ejemplo, creo recordar que con año y medio me encantaba sentarme en un sofá frente al balcón y buscar en el periódico crucigramas a los que llamaba balistanes. Mi padre lleva en la cartera una foto mía en uno de esos momentos y me ha contado mil veces lo de que me inventaba las palabras que desconocía. Así que es muy probable que mi recuerdo se base en la historia que tantas veces he oído. En ese periodo pasamos también un tiempo en un pueblo de la sierra de Madrid donde tenía mi madre su plaza de profesora. Y ahí sí tengo un recuerdo totalmente propio ya que no había testigos, y es el de una señora dándome para desayunar pan con tocino untado y diciéndome que no se lo contara a mi madre. Estábamos las dos solas en la cocina. Me pirraba ese pan con tocino que me daba muchos días para desayunar, nunca se lo he contado a nadie, sigo manteniendo el secreto con esa señora que desconozco.
-          De los cinco a los siete años, en un piso en Santa María de la Cabeza. Recuerdos: tengo dos muy claros, uno es de estar cagando y pensando dónde estaría yo antes de nacer. Otro es de una estatua de un arcángel que había cerca de donde vivíamos, al que habían lanzado un calzoncillo azul a la cabeza.
-          De los siete a los diecisiete años, en un piso en la provincia de Toledo. Recuerdos: miles de millones. Es la que considero mi verdadera casa. Un piso enorme, luminoso, que hará que ninguna otra casa en la que viva me parezca tan bonita. Hace muchos años que no vive en ella nadie de la familia pero siempre que voy me pongo nostálgica. Mi cuarto tiene una terraza cubierta donde me he pasado horas, en teoría estudiando o haciendo deberes, en la práctica leyendo novelas, tiras de Mafalda, escribiendo mi diario, escribiendo cartas, oyendo música o con la vista perdida en el cielo viendo bandadas de pájaros volar o formas de nubes. Seguramente yo no sería la que soy si no hubiera tenido ese espacio para mí sola donde he pasado tantas horas conmigo misma y mis pensamientos.
-          De los diecisiete a los veintidós, en una residencia universitaria en Madrid. Recuerdos: jugué al mus, fumé como una cosaca, me pasé noches enteras de conversación con mis amigas, me pasé noches enteras estudiando para exámenes, me reí hasta el dolor de tripa, me arreglé para salir de marcha, llegué de madrugada de marchas nocturnas… y esto es solo un extracto de las cosas que hice en ese tiempo.
(nota mental: UFF, ya estoy aburrida de escribir sobre las casas por las que he pasado, con lo bien que le quedaba a Paul… tranquilos, a partir de aquí voy a ser más breve)
-          De los veintidós a los veintitrés, en un piso compartido con una amiga de la carrera. Recuerdos: primer contacto con la cocina y confirmación de que no es lo mío.
-          De los veintitrés a los veinticinco, en un piso compartido con mi hermano. Recuerdos: qué bien nos llevábamos antes de vivir juntos sin padres.
-          De los veintiséis a los veintiocho, el primer piso que me compré, enano pero en una zona buenísima de Madrid. Recuerdos: qué gran felicidad. Me encantó vivir sola, tener todo a mi gusto, comer lo que me diera la gana. Nunca me sentí sola, en parte porque mis padres, mejores amigas y novio, estaban bastante a mano; y en parte porque no me molesta la soledad.
-          De los veintinueve a los treinta y uno, en un piso en Lavapiés. Nos mudamos porque al casarnos, y con intenciones de tener hijos cuanto antes, no cabíamos en mi cani piso. Recuerdos: un guacamole casero que nos cenábamos sentados en el sofá rojo, llegar a casa con mi linda L. recién nacida, olor de comida india entrando por la ventana abierta del salón, las paredes de la casa de colores…
-          De los treinta y uno a los treinta y cuatro, en un piso en la zona del Pasillo Verde, Madrid. Un piso amplio y en un barrio con muchos parques y zonas para pasear. Creía que sería mi última vivienda, pero no pudo ser. Recuerdos: el año de excedencia que cogí cuando nació S. y L. tenía 16 meses, ¡qué bien me lo pasé ese año!, no madrugar, pasear más que nunca en mi vida, dormir siesta cuando mis hijos lo hacían, dar de mamar a S. mientras veía jugar a L. sentada sobre la alfombra…
-          De los treinta y cuatro hasta la actualidad, en un piso muy céntrico de Madrid. Nos cambiamos de casa para acercarnos al colegio de los niños y a nuestros trabajos. Recuerdos: todos los que voy arrojando al blog; vida cómoda, a pesar de vivir en una ciudad grande mis hijos van andando al colegio, y marido y yo estamos muy cerca del trabajo; no tener la necesidad de coger el coche porque en el barrio hay de todo.
He pasado por muchos sitios, y seguro que cada sitio en el que vivimos deja una huella en nosotros. ¡Así que tengo huellas para hartar!. ¿Se anima alguien a contar su periplo por las diferentes viviendas por las que haya pasado?.

martes, 12 de febrero de 2013

De lecturas

Estoy pensando en abrir un bloque para comentar lo que voy leyendo. En realidad debería de poner orden en este tinglado de blog que tengo. Cuando empecé no sabía bien de qué iba a hablar, pero siete meses después parece que ya se van perfilando algunos bloques:
-          Sobre mis hijos. Claramente es de mis hijos de lo que más me gusta hablar
-          Cine
-          Lecturas
-          Otros: conciliación, bancos, madre, religión y vaya usted a saber de qué se me ocurre hablar…

Por si en algún momento de gloria tuviera tiempo y me pongo a organizar, ¿cómo lo veis?, ¿es buena idea lo de crear pestañas por temas?, ¿alguna sugerencia?, soy toda oídos que en esto soy muy ignorante. ¿ Sería bueno tener el contenido un poquito organizado en pestañas? ¿o es una tontería?. Dadme vuestra opinión bloguera experta, que trabajar pa ná es tontería…

Bueno al grano que me he dispersado y yo venía aquí a hablar de mis últimas lecturas.
Desde la entrada en la que contaba que había terminado La cúpula, he leído:

-          “Los caracoles no saben que son caracoles”, Nuria Roca. Pues mira, es un libro que siendo de lo más normalito, me sorprendió gratamente. Seguramente porque el listón lo tenía muy bajo. Prejuicios que nos ponemos de manera inconsciente, pero lo cierto es que daba dos duros por NR como escritora. No es que sea un gran libro, en el sentido literario, pero es una lectura de lo más amena. Sobre una mujer de hoy en día y sus complicaciones vitales. Sin grandes pretensiones, te hace reír y te da congoja. En definitiva, entretenido.

-          “La abadía de Northanger”, Jane Austen. Esta relectura me ha recordado algo que no me gusta nada, y es que las cosas no son blancas o negras, ni te gustan o no disgustan con carácter universal y atemporal. Este libro lo leí hace mil años y recordaba que me había gustado mucho. Ahora me ha aburrido de sobremanera. Me da mucha rabia que me pase eso. Ojala lo que en algún momento me pareció fabuloso me lo siguiera pareciendo siempre, pero no es así. Todo depende del momento vital en que me pille. Por eso hay grandes libros que marcaron un momento de mi vida que no quiero volver a leer. Quiero mantener ese momento intacto en mi recuerdo. Estoy pensando en “Cien años de soledad”. Lo leí un verano, tendría yo 19 años, y cuando lo terminé lo volví a leer, y luego lo tuve en la mesilla de mi cama mucho tiempo, y a veces antes de dormirme, incluso después de haber salido de marcha a las tantas de la madrugada, leía capítulos sueltos. Así que no quiero volverlo a leer, porque quiero mantener el recuerdo de cómo  me emocionaba con las palabras y con la historia. No quiero manchar ese recuerdo, no se si me explico.

-          “Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea”, Annabel Pitcher. Estoy leyéndolo justo ahora, siguiendo la recomendación de Ro, y me está encantando. No se describirlo, pero lo voy a intentar. Es una lectura diferente, tanto por la forma, que es una narración en primera persona de un niño de diez años, como en el contenido, ya que lo que hay detrás es un drama muy duro, con el que una parte de mí se identifica. Es tierno, es duro, es divertido, es triste… en definitiva es un libro muy original y recomendable.

Nada más por hoy. Ya me diréis qué os parece lo que planteo en la primera parte de la entrada. Y si alguien me quiere recomendar algún libro, yo siempre tengo una lista de libros pendientes de leer, que será engrosada con mucho gusto.
Besos y sed felices!