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viernes, 19 de marzo de 2010

La milanesa de soja como causal de divorcio

La frase ya metida en el imaginario popular dice que a los hombres se los conquista por el estómago. Muchas veces es cierto. Es común escuchar a los hombres decir: "es linda, buena y además cocina bien". Pero la comida puede ser también un causal de divorcio, como podrían ser los ronquidos (de ésto último ya hay sentencias de divorcio).
Si a un hombre le servís una milanesa de soja, lo más probable es que te diga: "¿y para comer que hay?" o que se quede calladito y la pinche entera con el tenedor y la mire de un lado y del otro, intentando verle no sabemos qué. Y aunque aparezcan algunos hombres diciendo que les gustan las milanesas de soja, la enorme mayoría la igualan al cartón corrugado. Es más, se enojan porque se les llame milanesa a semejante engendro.
Por lo que si cocinas más de una vez por semana milanesas de soja, atenete a las consecuencias. Tu chico te puede pedir el divorcio. Y no alcanza con que le cuentes que son lights o que son sanas, porque además esto es una gran mentira. Las milanesas de soja tienen bastante calorías, y si te comes una milanesa chica de carne al horno también es light. Además, con la desmedida expansión del modelo sojero en buena parte de latinoamérica, nos han hecho creer maravillas sobre la soja, muchas de las cuales no están probadas, Así que ni siquiera argumentos para defendernos tenemos. Aunque sí podemos aducir que son mucho más económicas que las de carne.
Aunque si insisten, como lo he hecho yo, y hacen milanesas de soja (cocinadas muy poco tiempo, esa es la clave para que queden tiernitas) y a la napolitana pueden ser exquisitas y hasta te dicen: "que ricas".
Además, también he comprobado que los hombres mueren por los guisos y el pastel de papa. Una mujer que sabe cocinar esas dos cosas suma dos puntos, la que cocina milanesa de soja, retrocede dos. Ah....es que esas comiditas los hacen acordar a la comida de mamá!!!!
Como sea, la milanesa siempre puede ser causal de divorcio. Si es de carne.....porque es de carne!!!! y si es de soja...porque es de soja!
Pero están avisadas, después no vengan a llorar.


Foto vía: cocina con luz verde.

domingo, 26 de octubre de 2008

Tratado de la milanesa 4

Estar con alguien, compartir momentos, conocer a una persona del sexo opuesto (o del mismo, depende los gustos), vivir experiencias sexuales nuevas, todo eso nos hace crecer y suma cosas positivas a nuestras vidas. Al igual que seguir estudiando, hacer un curso que nos gusta, salir con amigos, intentar un puesto mejor en nuestro trabajo. Todo forma parte de un proyecto individual que tiene que ver con el crecimiento personal. Sin embargo, cuando se esta en pareja estable, parece que podemos trabajar, seguir capacitandonos, estudiar, ir al gimnasio, aprender cestería y bricolage, salir con amigos, pero pero pero no seguir conociendo hombres/mujeres. En pos de la vida en pareja se debe detener el conocieminto de cierto aspecto de la vida y de los vínculos, que a menudo se aprende al lado de otros.
Con cada hombre que estuve me dejó algo, o un recuerdo, o una experiencia compartida, o un espacio nuevo, un tema en común, una charla inigualable, una nueva experiencia sexual, etc.. Pero parece que no está permitido.
Puedo tener un montón de amigas, muchos compañeros de trabajo, varios vecinos, muchos familiares simultáneamente y compartir algo con cada uno, y pasarla bien y hacerles bien y que me hagan bien , pero puedo tener UN solo hombre.
Ya sé, me dirán, como poder podés tener más de uno… Y sí, claro, pero lo que yo quiero es que esté LEGITIMADO tener más de uno/a. No quiero que sea algo prohibido. Quiero que tener un amante (palabra fea, por cierto) tenga la misma legitimidad que tener tres amigas, dos perros, o cuatro vecinos.
Quiero no más hipocresía de creer que la única persona a la que se desea es a la propia pareja. No quiero creerlo y no quiero hacerlo creer. Me aburre, me moleta terriblemente la hipocresía. No quiero doble discursos. Quiero que dejemos de juzgar, que sólo se juzguen a los delincuentes, y que la gente en la calle no juzgue algo que no es judicializable y que pertenece al terreno individual, íntimo y personal.
Quiero que se eliminen del léxico de todos (me incluyo) palabras como puta, cornuda/o.
Me molesta la persona que le excita una persona por el hecho de estar casado/a, por eso del “sabor de lo prohibido”, pero que después son los primeros en juzgar. O sea, “sería tu amante con mucho gusto, pero nunca sería tu pareja”.
Estoy totalmente convencida de que ésta lucha será obsoleta dentro de algunos años, soy optimista y creo que vamos hacia la legitimización de la milanesa.
Diganme lo que quieran o no digan nada, sólo tenía ganas de escribirlo.
Dejo en pantalla la encuesta en la que afirmaron por amplia mayoría que “comer todas las comidas posibles” es lo que prefieren…y si, en el fondo es así para casi todos. Ojo respeto mucho al que es fiel, fue y quiere seguir siéndolo.Si eso es acorde con su dictado interior, lo respeto aún mas. Pero no respeto el doble discurso, me molesta y mucho. No me banco que haya gente que sufra por sentirse culpable. La culpa, por cosas que no lo ameritan, también debería ser eliminada. Y que difícil que es…

sábado, 30 de agosto de 2008

Tratado de la milanesa. Parte III

Los históricos lectores de este blog saben perfectamente a que se refiere el tema. Los lectores más nuevos pueden leer antes las dos primeras partes:
-Tratado de la milanesa. Parte 1 (por ADN)http://vayamosaunlugarmastranquilo.blogspot.com/2008/05/tratado-de-la-milanesa.html
-Tratado de la milanesa . Parte 2 (Por Oscar)
http://cronicasnadasutiles.blogspot.com/2008/04/tratado-de-la-milanesa-2.html

La otra vez, conversando con un amigo, divorciado hace un tiempo, le pregunto: fuiste infiel en tu matrimonio? Me mira y me dice: nunca traicioné a nadie. Intuyo que no me está contestando lo que le pregunté y le insisto: la pregunta es si estuviste con otras/s mujere/s mientras estabas casado…me responde: sí, algunas veces, pero no traicioné a nadie, ni a mi, ni a mi mujer ni a mis hijos. Mi cuerpo es mío, es individual, compartir el cuerpo con alguien y buscar y dar placer no es traicionar. No sé si me entendés lo que te quiero decir…
Obvio que sí, le digo. Me gustó eso de que “el cuerpo es sólo de uno” (y uno decide que hacer con él). Tenés razón, sino, el cuerpo sería un bien ganancial…
Nos reímos los dos. Y luego me quedo pensando en la frase y así como uno aún estando en pareja se puede depilar, flagelar, masturbar, pintar, encremar o lavar el cuerpo, sin embargo la propiedad del cuerpo de uno termina en donde terminan nuestras propias manos. Nosotros no podemos decidir que otro cuerpo roce el nuestro. ¿En qué parte de los derechos de propiedad está escrito eso?
Siempre dijimos que había que redefinir la palabra “infidelidad”,sacarle la carga de culpa, traición, y pecado que lleva consigo. Romper con que el cuerpo y la mente del otro nos pertenecen, el amor y la pareja no dan derecho a la posesión exclusiva del cuerpo ajeno…cuanto más enriquecedoras y más sanas serían las parejas si a la posesión la cambiaríamos por comprensión y sentido común. E insisto, se terminaría con ese flagelo social que son los crímenes pasionales.
Porque una cosa no quita la otra, la milanesa vendría a ser parte integrante del raviolaje, deberia venir ya el combo aceptado. Incluso he oído que muchos rellenos de ravioles tienen pan rallado en su composición. Creo ya nadie le escapa ni a los encantos de las milanesas ni al de los ravioles, son dos comidas nacionales imprescindibles en la nutrición física y mental.
Porque como dice Sabina: “cuando duermo sin ti, contigo sueño, y con todas si duermes a mi lado…”
Si algo tienen de lindo las relaciones entre hombres y mujeres, es la etapa de la seducción, nada hoy como esa primera etapa del “me llamará?” de un “tengo ganas de verte” a las 3 am. Y me digan lo que me digan, la seducción se pierde luego de varios años de convivencia (ya sé, hay que reinventarse, elegirse cada día, lo que sea) pero recuerdan cuando eran chicos y les regalaban un juguete nuevo? No pasaban dos días enteros jugando solo con él y hasta esa noche “querían dormir con él”? , claro que luego de unos dias, el juguete nuevo se integraba en el todo y uno volvía a disfrutar tanto de ese otro juguete preferido al que cuidamos tanto.
Otra cosa que siempre me pone loca: vieron que en las novelas y películas los personajes “buenos” nunca tienen amantes y los “malos” siempre tienen???
Que gane el quiero la guerra del puedo, y que libertad y respeto se entienda que pueden ir juntas de una vez.

Si alguno/a se anima a escribir una parte 4 del tratado será bienvenida.

jueves, 15 de mayo de 2008

Tratado de la Milanesa

Gente, este texto fue escrito por mí y publicado en el blog de María http://www.cronicasnadasutiles.blogspot.com/ hace unos meses. Como algunos comentaristas se han quejado de que usabamos los términos raviol y milanesa en forma interna, aquí está la explicación. Disculpas a los que ya lo leyeron.
Además de esta versión mía, existe un tratato parte II escrito por el amigo OSCAR.

La milanesa es a la pareja lo que el fruto al árbol. (proverbio anónimo)

La metáfora de la milanesa es conocida para los habituales transeúntes de “Nuestro Blog”, pero el resto se preguntará qué relación puede tener un pedazo de carne empanado con el amor, la pareja y el sexo. Bueno, gente, ya es hora de darnos cuenta de que todo tiene que ver con todo en este mundo. La clave está en saber relacionar, diría algun ex profesor mío.
La anécdota comienza en la segunda salida con un ex novio. Alguno de los dos sacó el tema de la fidelidad, hablamos un rato, los dos estábamos de acuerdo en que era muy difícil en parejas de muchos años mantener la fidelidad, o por lo menos, no sentir el deseo de estar con otra persona, aunque no se concrete. “yo creo que todos seríamos infieles alguna vez si estuviéramos totalmente seguros de que nadie nos va a descubrir”, dije yo. Y él remató: “Mirá, a vos te pueden encantar los ravioles, puede ser tu comida preferida, pero cada tanto te vas querer comer una milanesa, y los ravioles te pueden seguir gustando”…juaa. Durante los dos meses que duró esa relación no comimos ni ravioles ni milanesa, por las dudas.
Así es que la “milanesa” debería ser un gusto permitido en cualquier dieta, por más estricta que se pretenda hacerla. El deseo de comer la típica comida argentina es natural y lo vivimos todos los que estamos o hemos estado en pareja. Fíjense que hablé de deseo y no de concreción del deseo, que también es válido, pero las represiones que uno se pueda imponer pueden impedirlo o no. Pero el deseo de la infidelidad, por lo menos a modo de fantasía, está en todas las personas al menos alguna vez en la vida.
Creo que a esta altura todos aceptamos que la monogamia es un tema puramente cultural y no natural, es más bien antinatural. La monogamia es el garante cultural de la familia, nada más, pero no es un estado natural del ser humano.
Pensaba que si todos pudiéramos admitir esto, habría parejas mas sanas y sinceras. ¿o alguien duda de que una no es la única mujer que calienta a su pareja ni él es el único hombre que nos calienta? Esto es básico, y natural, repito, el ceder o no, a la tentación es un tema personal de cada uno que no es el tema de reflexión en este caso.
Si pudiéramos aceptar ésto como premisa, se disminurían los celos, que tantas veces (por no decir la mayoría) destruyen parejas o las someten en una locura de persecuciones, discusiones y hasta crímenes pasionales por no poder aceptar que el otro no es propiedad nuestra.
La fidelidad no la tiene nadie asegurada, ni para ellos ni para ellas, y entiéndase que no es una cuestión de amor sino de puro deseo.
¿Por qué entonces se sigue pensando en muchas parejas que la infidelidad es lo peor que les pude pasar?
Hay un tema en relación a esto que siempre me ha llamado mucho la atención. Y es que cuando se habla de que la pareja de uno estuvo con otra persona se utilizan frases del tipo: “ME engaño”, “ME traicionó”, “ME cagó”, etc. Creo que el 99% de la gente que ha sido infiel nunca lo hace para hacerle daño a su pareja. O sea, la infidelidad no es algo que se hace en contra de alguien, sino a favor de uno mismo. Por lo tanto, a una persona infiel se la puede acusar de egoísta pero no de hijo de puta, no de traicionera.
Es para pensarlo y reflexionar, claro que esto es un tratado, o sea, pura teoría, después, puertas adentro y en caliente, la teoría se va ya saben a donde, y la reflexión y la teoría de la milanga puede ser suplantada tranquilamente por un cenicero en la cabeza o un bolso en la puerta….

lunes, 7 de enero de 2008

Sexo y comida

Una vez charlando sobre la fidelidad, un ex me dijo: los ravioles pueden ser tu comida preferida, te pueden encantar, pero te vas a aburrir si los comés todos los días, y a veces vas a preferir una milanesa y luego ravioles de nuevo...
Fue bastante burda la comparación...pero es bastante real, no?