Creo que encontraba en escribir una manera de ser vista, de que te lean, de que alguien piense que genial, que interesante esta chica. Ya no lo hago por eso, definitivamente hay mucha gente demasiado interesante para leer. A veces prefiero eso, leer mas que escribir porque al menos algo en mi mente fluye mientras leo. Últimamente cuando escribo nada fluye, todo se estanca y es una frustración enorme. Cuando quiero que me mente fluya, leo o imagino historias pero no escribo porque entonces se estanca.
Empecé a escribir solo porque una profesora tuvo la terrible idea de decirme que era buena. Cruda verdad, solo por eso. Yo no era buena nunca en nada, entonces si por algo recibía aprobación y miradas de algún adulto por ahí seguramente era el camino. Hubo algún momento donde el entusiasmo me llevó a escribir buenas historias, mal escrita pero muy ocurrentes. Ya no. El otro día escribí una carta de queja por la falta de docentes en las escuelas y recibí aprobación de varios adultos por lo bien escrita que estaba. La carta no era nada del otro mundo, necesitaban docentes, la mitad están exceptuados por la pandemia y eso decía la carta, pero gustó así que recordé que eso me sucedía a menudo cuando escribía. Nuevamente tomé la posta de "la que va a escribir la carta". Y escribo todo el día por supuesto, emails del trabajo, en español pero sobre todo en ingles. Mi habilidad consiste en escribir y luego pienso qué va a leer la otra persona. Es increíble descubrir que aquello que escribimos no es lo mismo que el otro lee. Las redes sociales me llevaron a hacer ese ejercicio bastante tedioso ¿Quién va a leer este mensaje y qué va a leer cuando me lea? Hay momentos que no importa como lo escriba uno, ni cuanta empatía le ponga el mensaje que se quiere dar no llega y también es un poco frustrante y estancado aunque importa bastante menos.