Escucho al vecino vociferar, y me noto muerto. Pongo la tele, les advertimos de la dureza de las imágenes que acaban de ver. Yo no miraba, pero lo he oído todo; el golpe, los lloros, el tumulto, yo qué sé; una mierda.
Tomo un libro y me detengo en las esquinas superiores, apenas dobladas; las palabras dan igual si te notas muerto.
Un refresco, una cerveza, lo que sea que haya en la nevera. Por pasar el rato. Agua del grifo. Al final, agua del grifo. Para notarme muerto bebo un vaso.
Clan, clan, me noto vivo.
Estoy.
Movería las orejas si pudiera.
Clan, clan, trrr, clan.
En el baño, clan, clan.
Me siento allí, delante, a observar. Mejor que la tele. Entre la espuma. Aunque haya sido sin querer. Para sentirse vivo hay que escuchar monedas en la lavadora.