Premín de Iruña

IGNACIO BALEZTENA ASCÁRATE "PREMÍN DE IRUÑA" (PAMPLONA 1887-1972): SU PERSONA, SU VIDA Y SU OBRA

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sábado, 25 de mayo de 2024

Un ministro de Franco en Leiza

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En la última entrada veíamos como los hijos del aitacho que vivían en Madrid, en concreto Carlos y Cruz, habían propinado una patada en el culo al ministro de Justicia nombrado por Franco, Antonio Oriol Urquijo, en una celebración carlista. Cuando mi padre, tío Joaquín y resto de la familia se enteraron del suceso se lo tomaron con la socarronería habitual y fue motivo de conversaciones y bromas en las tertulias familiares. Pero pasado marzo, abril, mayo, junio… llegó el verano y estábamos residiendo en Leiza como cada año. En estas un día que estábamos en el jardín de la casa hablando de cháchara nos avisaron que venía el Sr. Oriol a hacernos una visita y automáticamente pensamos que se había enterado de todo. Ante tal acontecimiento salió a recibirle tío Joaquín. Venía a hablar precisamente con él y le pasaron al salón de la casa. Allí se reunieron los dos. El aitacho no se encontraba en Leiza ese día. Por supuesto los demás estábamos “zeletando”[1] lo que podíamos desde otra habitación y por lo que intuimos el motivo de la visita no era la patada, de la que nunca se enteró quién había sido, sino que había venido a hablar del tema dinástico. Trataba inútilmente de ganarse a los Baleztena para la causa juanista[2], misión imposible. Entonces oímos el ruido de unos pasos fuertes que se acercaban absolutamente inconfundibles, ya que eran de mi primo Coté (José Jaurrieta Baleztena)[3] que era cojo. Este sobrino de mi padre Ignacio y por tanto de tío Joaquín era javierista[4] como toda la familia, y además era muy bravo y un gran activista frente al régimen. Lo previsible ocurrió. Entró en la habitación y tras saludar con firmeza se enfrentó al ministro Oriol. No recuerdo seguro si le llamó “maroto”[5] pero sí que hubo palabras duras y en voz alta. El encuentro finalizó con el ministro Oriol yéndose de Leiza sin haber conseguido su propósito, como era de esperar. Si hubiera sabido quién le había propinado la patada en Madrid sospecho que se habría ahorrado el viaje.

 

José Jaurrieta Baleztena ("Coté")


Y tras esta anécdota seguiremos contando historias del final de la vida del aitacho si Dios quiere.



[1] Voz vasca. De “zeletatu” (fisgar, espíar).

[2] Carlistas partidarios de D. Juan de Borbón, padre de Juan Carlos, de la rama liberal y colaboracionistas con Franco

[3] José Jaurrieta Baleztena sobrino de Ignacio Baleztena Ascárate,  había sido detenido previamente junto con otros carlistas por actividades contra el régimen, ya que estaban entre otras muchas cosas detrás de la hoja “El Fuerista-órgano antiborreguil”. También mi padre Ignacio estuvo detrás de aquellas acciones. (pinchar aquí)

[4] Partidarios de D. Javier de Borbón Parma.

[5] Forma en que los carlistas llaman a los traidores

jueves, 23 de mayo de 2024

Patada en el culo a un ministro

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Querido lector, veíamos cómo varios de los hijos del aitacho se instalaban en Madrid, y allá siguieron con el activismo carlista que nos había transmitido mi padre.

Los hechos que vamos a narrar calculo que ocurrieron entre 1967 y 1968 porque Cruz estaba ya en Madrid con su familia y mi padre aún no había sufrido la enfermedad que le acompañó los últimos años de su vida. Posiblemente 1968.

El 10 de marzo se conmemora la festividad de los Mártires de la Tradición, celebración carlista instituida por D. Carlos VII,  y con tal motivo en una iglesia de Madrid cercana a la Gran Vía se celebró una Santa Misa como todos los años. A dicho acto acudió el ministro de Justicia nombrado por Franco, Antonio Oriol Urquijo[1], que tras luchar en el frente con el requeté más adelante abandonó la disciplina de la Comunión Tradicionalista para hacerse juanista, es decir, partidario de D. Juan de Borbón y por lo tanto colaborador con Franco y enfrentado a los Javieristas, partidarios de D. Javier de Borbón. Allí estaban mis Hermanos con gran indignación, al igual que la mayoría de asistentes que veían una intromisión la presencia de un juanista ministro de Franco en una misa carlista.

La cosa es que se organizó revuelo a la salida de la iglesia con gritos contra Oriol y contra Franco y vivas al Rey (D Javier). En medio del barullo a mi hermano Carlos no se le ocurrió mejor idea que en el momento que el ministro iba a meterse en el coche oficial entre gritos de protesta le pegó una patada en el culo y que lo catapultó de cabeza en el asiento trasero. Cuando indignado Oriol se volvió para ver quién le había pateado el mismo Carlos le cerró la puerta literalmente en las narices. Inmediatamente se organizó gran revuelo y la policía armada fue a por el autor. Entonces Cruz Mari, que tenía mucha experiencia como activista fue corriendo y se interpuso. Le dijo a Carlos por lo bajo

-          Corre, escápate pitando

Carlos entre disimulada y presurosamente se escabulló entre el tumulto, y ya en la Gran Vía se echó a correr esquivando los coches.

Mientras tanto, Cruz, simulaba que intentaba apagar los ánimos.

-          ¡Fuera, fuera, no riñamos entre carlistas!- despistando así a la policía que se centró en él- No, no, que no haya riñas. ¿No ven qué está D. Javier? ¡Qué vergüenza!

Un policía, confuso le miraba mientras lo cogía y Cruz le gritaba para buscarse coartada

-          Pero ¿qué pasa?. ¿No ven que han agredido a D. Javier?

A lo que el policía le dijo con mal genio:

-          ¿Qué don Javier ni qué nada?. ¡Era el ministro de Justicia!

-          ¿Qué me dicen? ¿El ministro estaba aquí?

De nada le sirvió porque otro policía aseguraba que era él el que había agredido a Oriol. Así le detuvieron y lo llevaron a comisaría donde siguió la ceremonia de la confusión.

-          ¿Pero qué dicen, que han agredido al ministro?. Yo pensaba que en el coche iba D. Javier

El policía que mejor había visto todo, con pocas ganas de tonterías decía

-          Diría que es casi seguro, ¡es él!, pero no puede haberle dado tiempo a cambiarse de traje, es imposible.

Finalmente tras el interrogatorio tuvieron que soltarle por falta de pruebas gracias a ir vestido de otra manera.

Oriol Ministro de Justicia 1965-1973. Foto de Wikipedia 


Y todo esto viene a cuento porque ese mismo verano Oriol iría a visitar al aitacho, tío Joaquín y familia a Leiza. Y ocurrió lo que veremos en la próxima entrada si Dios quiere.



[1] Durante la Guerra Civil alcanzó el grado de capitán de requetés. Tras la contienda desempeñó varios cargos entre ellos ministro de Justicia (1965-1973). El 11 de diciembre de 1976 fue secuestrado por un comando de los GRAPO, banda terrorista de extrema izquierda siendo liberado por la policía el 11 de febrero de 1977. Wikipedia 23 mayo 2024: https://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_Mar%C3%ADa_de_Oriol

 


martes, 13 de octubre de 2020

Aniversario de Silvita Baleztena

Querido lector, desde hace más de un año tenía pendiente escribir esta entrada por el fallecimiento de otra hija del aitacho, Silvia Baleztena la mayor de todos los hermanos, el 17 de Julio de 2019.

Como obituario he preferido utilizar sus propias palabras mediante extractos de una entrevista realizada por Malefigue films



Mi hermana Silvita, con sus virtudes y sus defectos, con sus muchos más de 8 apellidos vascos, disfrutaba con el folklore vasco mamado en casa desde niña, católica, politicamente carlista, valiente, muy navarra y orgullosamente española. Esto último pudo costarle la vida cuando en 1978 cuando los terroristas etarras le pusieron dos bombas en el mismo año en su boutique Lady&Shock destrozando su proyecto como mujer emprendedora. 

Como los hermanos Baleztena estábamos continuamente amenazados y en las listas de ETA Silvita cogió el teléfono para plantar cara a un conocido dirigente abertzale diciéndole "ya sabes que somos 10 hermanos y si le pasa algo a alguno de ellos vamos a ir a por tí, pero no como vosotros con pistolas y por la espalda, sino de frente y no te vamos a matar pero te acordarás toda la vida". Este dirigente contestó "Silvitica, pero ¿cómo puedes decir eso si ya sabes lo que yo os aprecio y no tengo nada que ver?". Y ella dijo con esa forma de hablar tan vasca "si, tu ya sabes que yo se lo que tu ya sabes, pero como es al que conocemos iremos a por tí". A partir de ese momento mágicamente y aunque el dirigente abertzale "no sabía lo que sabía" cesaron las bombas y disminuyeron las amenazas directas de ETA, aunque no del todo. Y es que hemos sufrido lo que es vivir amenazado, en mi caso recibiendo llamadas anónimas que cogían a veces mis hijos pequeños "vamos a matar a tu padre", cartas amenazantes incluyendo a mi mujer e hijos, tener que ir a charlas de la policía para autoprotección, tener que vivir con contravigilancia policial, estar marcado profesional y socialmente, mirar el coche y el buzón... pero esto no viene a cuento ahora en este blog que es del aitacho y estamos hablando de Silvita. En cualquier caso la manera de sobrellevarlo ha sido la que vimos en mi padre, con valentía, sin odio y sin perder el humor (a lo cristiano).

Como habréis visto en el vídeo Silvita habla contra Franco y arruga su nombre en una bandera que algún descerebrado pintó mientras en su pañuelico rojo sanferminero luce el escudo de Navarra con la Laureada, ya que consideraba que lo importante no es quién "la había concedido" sino los miles de voluntarios navarros que la ganaron y que no luchaban precisamente por Franco.

Hoy 12 de Octubre, día de la Virgen del Pilar, patrona de la Hispanidad, de Lecumberri, de la guardia civil, de correos y telégrafos... es un buen día para reiniciar este blog inconcluso. Espero poder seguir contando cosas del aitacho hasta el final de su vida, así que hasta la próxima entrada si Dios quiere y el gobierno nos deja , expresión que siempre se ha dicho en mi casa.

Que la Virgen del Pilar ruegue por nosotros y se acaben los odios irracionales que tanto mal nos están produciendo desde hace demasiado tiempo.


lunes, 19 de diciembre de 2016

Regia celebración de los santiburcios de Leiza en 1955. D Javier aclamado como rey.

Querido lector, veíamos en la anterior entrada (imprescindible leerla previamente pinchando aquí si se quiere entender lo que sigue a continuación) que se estaba fraguando una operación por los juanistas[1]en San Sebastián donde se hallaba Don Javier hospedado en casa de Rafael Olazábal, que pretendían que renunciara a sus derechos y reconociera a don Juan de Borbón como legítimo heredero de la monarquía carlista.
  
El plan urdido por el aitacho para evitarlo consistía en que por una parte, irían él y tía Lola, como conductora, en el automóvil de casa a San Sebastián a rescatar a D. Javier, y el resto de la familia en Leiza para organizar el recibimiento: tío Joaquín, Jefe Regional Carlista de Navarra, esperaba a D. Javier en casa para darle la bienvenida, unos irían por toda Navarra a notificar la llegada de D. Javier a Leiza y la conveniencia de marchar a dicho pueblo para arroparlo, y otros, para preparar la llegada, todos, eso sí, calados con la boina colorada; cada uno tenía su cometido; yo estaba encargado de esperar en el portal de casa para que a la llegada abriera las puertas del coche y diera la bienvenida; en el eskaratze (portal) esperaría el resto para recibir a la comitiva y acompañarles hasta los salones de casa donde se celebraría una recepción de bienvenida; mientras tanto, Agustín Triana, un amigo de la familia, a la sazón veraneante en el pueblo, y que tenía una moto, marcharía con ella engalanada con los banderines de Navarra y España hasta la muga con Guipúzcoa, a cuatro kilómetros, para abrir la marcha al coche hasta la casa; en la espera, y con los nervios correspondientes, se dieron momentos curiosos, pues coche que aparecía a lo lejos (menos mal que pasaban muy pocos) el escolta se ponía en marcha, con gran extrañeza de los ocupantes del vehículo que no comprendían la situación, hasta que el susodicho se percataba del error y tenía que volver sobre sus ruedas al punto de partida, para volver, otra vez a empezar.

            Al llegar a la casa de Olazabal en San Sebastián, los dueños con gran extrañeza no comprendían cómo se habían enterado de la presencia de D. Javier, y recelaban de esta insospechada visita, más aún cuando con gran alboroto y alegría creando un clima de confusión invitaron al Príncipe y a su hija María Teresa, que con él estaba, a su mansión de Leiza, y casi a empujones se los llevaron hasta el coche, los montaron y los trasladaron a dicho pueblo con el desconcierto lógico de los anfitriones, a quienes no se les dio tiempo a pensarlo, y protestaban diciendo que devolvieran a la regia comitiva pronto pues se hallaban cansados del viaje y tenían que descansar. ¡Si ellos supieran!…
D Javier de Borbón Parma en el coche camino de Leiza. Junto a él Ignacio Baleztena y conduciendo Lola Baleztena.

             Llegados a Leiza, (al escolta de tanto ir y venir de los acompañamientos erróneos, casi se le pasa el auténtico) el plan transcurrió conforme a lo previsto. A D. Javier se le hospedó, lógicamente, en la habitación principal con una cama con dosel, a la que llamábamos “el cuarto del obispo”. Previamente ya había estado D Javier en Leiza y en esa habitación como puedes comprobar en una entrada anterior con interesantes fotos pinchando aquí. Leiza volvía a ser "villa y corte provisional" (pinchar aquí)

            Cual habría sido la sorpresa de D. Javier, cuando a la mañana del día siguiente, después de oída la Misa y desayunar, se asomó al balcón para ver el festejo taurino que se celebraba en la Plaza, por cierto, llamada del “Tercio de San Miguel” (nombre que fue cambiado posteriormente por el de Plaza de San Miguel y en la actualidad Plaza de Euskal Herria), se la encontró llena de carlistas con boinas coloradas que irrumpieron en estruendosos aplausos, y en el fervor del momento, uno de los sobrinos del aitacho, mi primo y padrino Apico (José Joaquín Jaurrieta Baleztena), lanzó a pleno pulmón el grito prohibido por Franco: ¡Viva el Rey!, al que contestaron con ilusionados ¡vivas! todos los entusiastas carlistas leizarras allí reunidos acompañado por muchos muchos más que habían acudido de toda la geografía de Navarra y, también, de Guipúzcoa.

D Javier de Borbón Parma asomado al balcón de Petrorena, la casa familiar de Leiza. Detrás tía Mª Ysabel

             Fue una situación impresionante, de una emoción inconmensurable. Los más veteranos lloraban con el recuerdo de tiempos pasados, los menos veteranos, supervivientes la mayoría de la guerra, de la emoción del momento vivido, y los más jóvenes de la ilusión de una nueva etapa y del fin de la acefalia en la que se vivía. Fueron momentos inenarrables.

Hablando de veteranos carlistas en Leiza esta es una foto de los ex combatientes de Tercio de San Miguel formado en Leiza en 1936, que se reunieron años después en el mismo pueblo que fue bastión del carlismo, para hacer un acto conmemorativo. Animo a los leizarras y otros navarros y guipuzcoanos de aquel tercio a buscar a sus antepasados en esta foto.
            En la comida celebrada en el comedor de casa y a la que acudieron diversos personajes del carlismo, se planteó a D. Javier y se le convenció, cosa no muy difícil después de los momentos vividos, de que tomase definitivamente y sin vacilaciones las riendas del Carlismo; terminado el almuerzo, se pasó al jardín repleto de carlistas a tomar el café, donde el Príncipe leyó un manifiesto proclamándose el Rey legítimo de los carlistas.

Uno de los grupos de carlistas que se reunieron con D Javier en el jardín de Petrorena en Leiza en los santiburcios de 1955. A la izda. su hija Mª Teresa

             También durante esa visita D Javier y su hija Mª Teresa aprovecharon para rezar ante el monolito levantado a Joaquín Muruzabal, el primer requeté muerto en combate en el frente, precisamente en Leiza. (Para ver la historia pinchar aquí)

D Javier de Borbón Parma y su hija Mª Teresa con pañuelo rojo porque eran fiestas de Leiza, de espaldas acompañados por Ignacio y Joaquín Baleztena  visitan el monolito levantado a Joaquín Muruzabal en Leiza, el primer requeté caído en el frente de combate. Este Monolito ha sido destrozado por los proetarras en Leiza y restaurado por algunos carlistas del pueblo varias veces. Actualmente no quedan rastros del mismo. La "memoria histórica" es selectiva por lo que se ve.
            Antonio Iturmendi, Ministro de Justicia, viendo la situación, barajó la posibilidad de volver a expulsar a D. Javier de España.

            Y de esta manera tan peculiar urdida sobre la marcha por el aitacho, se evitó en esa ocasión la operación juanista y D Javier se consolidaba en Leiza como abanderado de la Tradición, rey carlista en fiestas de San Tiburcio de 1955, aunque todavía hubo posteriores intentos juanistas de atraerse a D Javier que no fructificaron.

            Pues bien ya en vísperas de Navidad la próxima entrada si Dios quiere será para felicitarte la misma.



[1] Partidarios de D. Juan de Borbón, hijo de Alfonso XIII.

sábado, 17 de diciembre de 2016

Intrigas políticas en 1955 desde Leiza en plenos "santiburcios"

Querido lector, voy a seguir avanzando con la biografía del aitacho, pero para eso tengo que hacer un resumen de algunos acontecimientos que ya hemos tratado desde el final de la guerra hasta 1955, cuando ocurrió lo que quiero narrar hoy, un hecho muy poco conocido.

            Muerto el pretendiente D. Alfonso Carlos sin descendencia, por mandato suyo quedó D. Javier de Borbón Parma encargado de buscar sucesor a la dinastía (pinchar aquí).

            Acabada la guerra, el carlismo que tanto había dado durante la misma, fue totalmente abandonado y olvidado, sintiéndose por ello traicionado; su jefe, D. Javier,  preso por los nazis en Dachau; Posteriormente dividido: Javieristas, Carlos-octavistas, Juanistas, más adelante Regencia de Estella o Sivattistas,etc.

            En esta situación, los partidarios de D. Javier seguían en la brecha enfrentándose al gobierno para conseguir que su pretendiente fuera proclamado Rey. Así, en estas circunstancias, se produjo la liberación de D. Javier del campo de concentración nazi. En la festividad de San Francisco Javier, el 3 de diciembre de 1945, al conocerse la noticia de dicha liberación se organizó un acto y los carlistas llenos de júbilo salieron a la calle, con sus boinas coloradas, henchidos de alegría, para festejar dicho acontecimiento produciéndose, después de comer en el Círculo Carlista, ubicado en la Plaza del Castillo, un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad que terminó, lo que se suponía un día de alegría, a tiros en dicha Plaza con once heridos y en la cárcel un buen número de carlistas, tuvieran o no que ver en los acontecimientos, pues estaban fichados por la policía como activistas en contra del régimen. Casa Baleztena fue registrada por la policía armada (pinchar aquí).

El 31 de mayo de 1952, coincidiendo con el Congreso Eucarístico, tras muchas vacilaciones y por qué no decirlo, intrigas de unos y otros, D Javier de Borbón Parma asumió los derechos a ocupar el Trono de España ante el Consejo de la Comunión Tradicionalista en Barcelona. Esto debería haber cerrado las escisiones de los octavistas y juanistas, pero como veremos esto no fue así.

            A pesar de todo ello y de la efervescencia existente a favor de D. Javier en 1955, estando en Leiza disfrutando de las fiestas patronales, es decir, el 11 de agosto, nos llegaron noticias de que en San Sebastián se hallaba Don Javier, hospedado en casa de Rafael Olazábal, amigos de la familia, y a la sazón, juanistas[1], que pretendían llevarlo a Lisboa para que renunciara a sus derechos y reconociera a don Juan de Borbón como legítimo heredero de la monarquía carlista y proclamarlo el pretendiente a la corona por parte de los carlistas y así unir las dos tendencias. Muy posiblemente en esta operación estaban involucrado el Ministro de Justicia Antonio Iturmendi.  Esto a mi padre le causó verdadera indignación, y su cacumen empezó a funcionar para evitar tamaño desacato. Y como siempre, nos enhuertó a toda la familia.

            El plan urdido por el aitacho llevaba sin duda su peculiar “firma” y consistía en lo que veremos en la próxima entrada si Dios quiere.

D Javier de Borbón Parma ya estuvo en Leiza durante la guerra. Ignacio Baleztena el primero por la derecha con D. Javier de Borbón Parma, príncipe regente, en la escalinata de la iglesia de Leiza en 1937. De derecha a izquierda: Ignacio Baleztena, Joaquín Baleztena (hermano), D. Javier de Borbón Parma, Mª Isabel Baleztena (hermana), detrás de ella Ángeles Baleztena (hermana)...






[1] Partidarios de D. Juan de Borbón, hijo de Alfonso XIII (dinastía liberal)