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martes, 11 de septiembre de 2012

Por qué me manifiesto

Hace 3 años escribía en este mismo blog que a mí, la Diada me dejaba indiferente. Que me emocionaban las canciones que hablaban de mi tierra, pero que la fecha en si, me parecía triste y gris. El post no gustó y escribí Un Post Polémico, tratando de explicar qué es la Diada para nosotros, los catalanes. O qué era hasta ahora.

Finales de 2009 fue un año duro para la Dignidad de Catalunya. Con la sentencia del Tribunal Constitucional, se hacía plausible una vez más que España no nos endendía. O no quería entendernos. También fue un año duro para la ciencia. Estábamos sufriendo los que creíamos que eran los peores recortes que veríamos, pero pronto descubrimos que se quedaban cortos.

Hoy, quiero explicaros a todos, por qué la Diada ha adquirido para mi, y para miles (millones!) de catalanes, otro sentido. Por qué me manifiesto. No es un sentimiento nuevo. Hace dos años ya salimos a la calle más de un millón. Y este año seremos más.

Yo voy, y esto es obvio, porque quiero una Catalunya independiente. Porque ya no aguanto más, porque estoy cansada de pertenecer a un sitio dónde creo que no se me quiere. Porque en plena crisis, el Expolio Fiscal es insoportable. Porque tenemos que pedir prestado el dinero que se nos debe y los mercados (oh, los mercados! Esos entes...) no se fían de nosotros. Porque encima se ríen , cuando en verdad, nos están dando la razón: España no nos sale a cuenta. Y lo dice un economista casi nada conocido. Catalán, eso sí. Porque Mariano no entiende nada, y no quiere entender y siguen apretando.

Por mi abuelo, que pese a descender de un capitán Carlista de los que vinieron hace 300 años, y ser católico, se fue con 17 años con los rojos, a defender la tierra que quería y la república en la que creía. Por los siete años de juventud que le robaron. Y por mi abuela, que pese a estar casada con uno, creyó  toda su vida que los rojos eran demonios con cola; porque pese a ser franquista y hablar un castellano infame en los círculos finos, hablaba en catalán a sus hijos.

Por mi otra abuela, que nació en post-guerra y nunca conoció otra cosa que el franquismo hasta que al Caudillo le dio por morirse. Que siempre ha sentido Catalunya como su tierra, pese a que nunca la ha conocido libre. Por mi abuelo, gallego y pepero confeso, que está tan cansado de los recortes, y de lo mal que lo están haciendo que nos felicita cuando vamos de manifestación. Quiero creer que incluso de ésta. Por mi tía abuela, que recuerda cánticos que nunca deberíamos haber olvidado.

Por mis tíos, que pese a sus diferencias de edades, y sus ideologías políticas dispares, creen que esto es lo mejor para nosotros. Por mis primos y tíos jovenes, que llevaran a sus hijos a vivir un día histórico.

Por mis padres, que corrieron delante de los grises muchas veces, para conseguir una democracia que no les ha dado todo lo que debería. Ellos corrían y encontraban casquillos de bala. Nosotros encontramos gilipollas y oportunistas.

Por mi hermana, que pese a creer que la política no va con ella, y no haber pisado una mani desde que cumplió la mayoría de edad, pese a creer que todas acaban a hostias, se ha convencido y viene conmigo.

Por todos los políticos que quieren apropiarse de ésto, cuando son parte del problema. Y por todos los que la ningunean.

Por mis amigos castellanoparlantes anti-manifestaciones, que me han llamado para venir conmigo a esta. Por todos los que no vienen porque creen que estamos equivocados en las conclusiones, pese a estar de acuerdo en los argumentos.

Por España, porque la quiero, la respeto, y creo que hemos hecho todo lo que podíamos para encajar, pero no lo hemos conseguido. Es una relación rota. No creo ya que el federalismo o un pacto fiscal sean posibles.  Dejémonos en paz, y sigamos cada uno nuestro camino, como iguales.

Por mi, mi pareja y mis amigos, porque todos nos planteamos seguir a nuestros amigos emigrados. Porque yo, quiero emigrar, dejar este país que nos niega un futuro digno, pero con mi tierra a cuestas.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Aniversario

Ya hace un año que tengo el título de  ingeniera Y qué lejos parece que quede todo. Y lo que da de si un año en algunos aspectos. Y qué poco se avanza en otros. Y cuantos cambios... y qué pocos. Tan pocos, que parecía que mi vida estaba estancada y no iba a moverse a ningún otro lugar.

Parecía. Estaba. Se me ha plantado delante una oportunidad que no voy a dejar pasar.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Hacerse mayor

Es un hecho: Mis amigos se hacen mayores. Algunos tienen hijos. Otros aguantan estoicos hostias que nadie merece. O se casan. O inician grandes viajes para huir de sus propios fantasmas. Otros se compran pisos, se pasan meses mirando muebles y de repente, se emancipan sin avisar en cuanto les traen el colchón, me llaman para contármelo y acaban invitándome a comer.

Yo, pese al complejo de Peter Pan heredado que arrastro, también me hago mayor, pero utilizo otras técnicas para demostrarlo. He sido victima de mi primer ataque de lumbalgia. Y juro que no volveré a reirme de nadie que lo tenga. Joder, ¡qué daño!

domingo, 10 de octubre de 2010

10/10/10

- ¡Hoy es 10 del 10 del 10!
- Hostia, ¡es verdad!
- ¿Os habéis dado cuenta de que es un día único? No va a volver a repetirse.
- Ningún día vuelve a repetirse. Ayer también fue un día único, y mañana también va a serlo. Lo que depende de ti es hacerlo inolvidable.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Otras veces

Esta semana me han dicho que mi blog últimamente es muy críptico. Que si no llevas tiempo siguiéndolo o no te sabes toda mi vida no hay quien lo entienda. A veces pasan estas cosas. Mi vida es tan simple y tan compleja como la de cualquiera que me lea. O quizás un poco más. A veces no hay quien me entienda. A veces no me entiendo ni yo. A veces no me pasa nada, y otras es que no quiero contar que me pasa. A veces me da por vomitarlo al momento, y otras lo vomito, lo guardo y lo publico al cabo de meses. O no lo hago. O lo reescribo todo, le cambio el significado y lo vuelvo a cambiar. O recupero viejos posts porque no se me ocurre qué contaros. O porque no se me ocurre una forma mejor de volver a contar lo mismo. Al fin y al cabo, la vida siempre ha sido cíclica. Y hoy empieza la Mercè en Barcelona, y como siempre, me vuelvo absolutamente loca. Seguro que con la crisis han reducido mucho las actividades, pero en mi Calendar sigue habiendo más de tres solapadas. Tendré que aprender a clonarme y que mi nuevo yo se lo cuente al viejo, que éste es fiel a sus tradiciones y tiene el finde planificado al milímetro, aunque acabará improvisando todos los días, excepto el sábado, que tiene clarísimo dónde va a estar metido. Para empezar la fiesta, hoy he quedado para comer con una de mis niñas, y luego tengo intención de ir a ver si los alienígenas deciden volver a pasearse por la fachada del Ayuntamiento.

sábado, 4 de septiembre de 2010

Ana

Es la única rubia de las nenas y de los 15. Me lleva dos años, y eso siempre se ha notado. No ha pasado un sólo día desde que nos conocimos hace ya nueve años en que no haya intentado protegerme. Aunque quizá se deba a que entró en mi vida por casualidad, o más bien accidente, como empiezo a creer que entra toda la gente realmente importante, en un momento en que yo era más que vulnerable. Soy incapaz de expresar en palabras mi eterna gratitud hacia ella, seguramente me salvó hasta un punto del que no es consciente, y quizá por eso me limito a quererla hasta un poco menos que el infinito, como a esa hermana mayor a la que puedes ver más o menos, pero sin la que no te imaginas tus mejores momentos. La misma a la que no podrías dejar de recurrir en los peores.

Fue la artífice del cambio de aires que necesitaba, y me llevó de la mano en la entrada a una de las épocas más divertidas de mi vida. Arreglamos el mundo tantas veces, que no sé cómo pueden haberlo dejado tan mal. Buscábamos pisos a tres aunque las dos eramos conscientes de que se quedaría en un sueño irrealizado. Me corrigió al oído que cuando cantaba "aunque es posible que no puedas volver atrás" en No te escaparás, en verdad debería decir "aunque es posible que no puedas volver a andar",  ruborizándome en una época en que yo ni siquiera era capaz de entender el concepto.

Me presta su antigua cama al menos una vez al año, y aunque suela morirme de ataques de alergia a entes desconocidos, me siento como en casa. Gracias a ella hice la primera entrevista de trabajo de mi vida. Nos hemos hecho mayores y ahora, más que querer arreglar el mundo en un bar, lo que queremos arreglar suelen ser nuestras vidas. Las cervezas ahora las tomamos en su sofá. Cuando nos quedamos a solas, me sirve una cerveza de diseño mientras me pregunta ¿que me cuentas? en tono despreocupado y se queda callada esperando a que me arranque y le cuente mis devaneos de los últimos meses.

Escribo y escribo y no digo la mitad de lo que quiero decir. Las palabras me salen atropelladísimas. Hoy es su día. Se hace tan mayor que para celebrarlo va a disfrazarse de princesa. Se casa con uno de los mejores hombres que he conocido. Aunque a él no se lo digáis muy alto, que luego se crece y no hay quien le aguante. Y yo, que nunca había entendido porque la gente llora en las bodas, llevo tres párrafos tratando de contener las lágrimas. Creo que esta tarde no lo conseguiré.

lunes, 12 de julio de 2010

Del Estatut, Catalunya y la Selección

Titulo alternativo: Fin de semana intenso, muy intenso.

El sábado, como seguro que todos sabéis, más de un millón de catalanes invadimos el centro de Barcelona para reivindicar que estamos hasta los cojones de que no se nos haga ni puto caso. Un millón y medio según las fuentes más optimistas, 50mil personas segun algún lumbreras. Yo estuve, vaya si estuve. Cómo he estado en todas las manifestaciones que reivindican algo en lo que creo. Y no recuerdo una de tal magnitud. Ni siquiera en la de repulsa a ETA cuando nos mataron a Ernest Lluch. Ni siquiera aquella en la que suplicamos que no nos metieran en una guerra en la que no pintábamos nada, y que nos acabaron trayendo a casa. A duras penas conseguí aguantar la emoción en la manifestación. No me salían los cánticos, tenía un nudo en el estómago. Fue una fiesta en todos los sentidos, y me siento muy, muy, muy orgullosa de haber podido participar en un momento de la historia de nuestro país.

Sé que desde fuera no podéis entender este sentimiento. La misma pertenencia que sentís por vuestra tierra, está mal vista para nosotros. Muchos de dentro tampoco lo hacen. Lo he intentado otras  veces, pero siempre me he quedado con la sensación de no conseguir explicarlo. Algunos, quizá por simpatía, quizá por cariño, quizá porque realmente debería haberme dedicado a la política, habéis llegado a aceptarlo, pero no lo entendéis. Quería escribir un post explicandolo, intentándolo otra vez, pero sé que no lo voy a conseguir. No obstante, me he encontrado algunas cosas por la red 2.0 que resumen muy bien lo que yo no he conseguido decir. El primero es un párrafo de un post de Buenafuente:
Los catalanes solo queremos que se nos escuche y respete para seguir juntos el incierto viaje de la historia. Quítale oportunismo, demagogia y electoralismo a todo el debate y tendrás a un montón de gente normal y orgullosa de su tierra, cabreada por sentirse ignorada y maltratada por la maraña judicial. Ya está.
El otro post, el que realmente me gustaría haber sido capaz de escribir es de 4colors, alguien que lleva nueve años en la red, y a quien no he dejado de leer desde que encontré. El post en cuestión se titula Antes De Compartirnos La Cara. Y manifiesto reiteradamente mi admiración, y mi envidia. Cuando sea mayor quiero escribir como tú.

Y pese a todo esto, el domingo disfruté sufrí con el partido, como la que más. Todo lo que se podía sufrir. No tengo voz. Grité y salté y me abracé con todos los que tenía a mano. Brindé con cava por la victoria de una selección que siento mía. Los nuestros, como dice Rafa. Los de todos. Y eso es algo que muchos tampoco entienden. Y me da igual. No fui a  celebrarlo a Canaletas, porque me niego a que hagan lectura política y me cuenten como gran defensora de la indisoluble unidad de España, cuando es solo fútbol. Algunos tampoco lo entienden. Y esto, también me da igual.

He leído cosas muy ofensivas estos días, de desconocidos, de conocidos, y de amigos. Seguro que muchas de las que he escrito yo, aunque bajo mi criterio no hayan faltado al respeto de nadie, habrán herido sensibilidades. Incluso ayer me recriminaron, con mucho cariño, una cita del gran Machado. Con los años, una aprende al final que, cuando se vive en una situación política y emocional tan compleja como la nuestra, es imposible contentar a todos. Así que yo hago, y hablo, y siento, y digo, lo que quiero y puedo. Y al que no le guste, que me ignore, que mire para otro lado, o que presente un recurso ante algún tribunal.

jueves, 8 de julio de 2010

Pequeña teoría de la relatividad

Ayer mi padre cumplió 50 años, así que, pese a que me había prohibido terminantemente prepararle una fiesta sorpresa (con lo que me gusta a mi preparar fiestas, qué putada), y creo que en parte porque se moría de envidia cuando le contaba cómo fue la celebración de mi cumpleaños, acabamos montando una cena. Invitó a un número relativamente pequeño, 22 personas, entre los que se encuentran sus amigos más allegados, sus hermanos, su pareja y yo; escogió un restaurante que le gustó, y nos perdimos el paso a la final cenando a pie de playa. Fue mucho más difícil escoger al grupo que el restaurante.

Del grupo habitual de mi padre, otras 4 parejas, soy la única "niña" mayor. Los peques tienen entre meses y 15 años. Así que fui muchos años la única cría, el juguete colectivo. Ahora cómo me he hecho mayor y tengo vida propia, ya no les veo tanto como antes. Voy a cenar de vez en cuando, especialmente con los que viven más cerca. Me dejo caer en alguna comida, pero claro, no es lo mismo. No conozco al más peque. Hablando con una de ellas,  llegamos a la conclusión que hacía 8 años que no nos veíamos. Ocho. Increíble. ¿Que porqué estábamos tan seguras? Porque acababa de nacer su hija pequeña, cumplió ocho hace un par de semanas. También estaban en la fiesta los padres de unas de mis mejores amigas de toda la vida, estuvimos contando y hace 22 años que nos conocemos. Yo acababa de cumplir los 5, la pequeña de sus hijas no andaba. A la mayor, la veo con relativa asiduidad, pero a ellos no les veía desde la fiesta sorpresa que le montamos para los 22. Cumplirá 26 en breve. Les quiero infinito, y creo que fue el abrazo más grande que me dieron en toda la noche.

Y te sientas en una mesa, con 22 personas, algunas de las cuales no conocen más que a dos, y a algunas de las cuales no has visto en muchos muchos años. Y hay gente de 60 y muchos y gente de 30 y pocos. Y te pierdes el paso a la final y llegas a casa con alguna copa de más un miércoles. Y te lo has pasado genial. Y te das cuenta de que, con los de verdad, pasa lo que ya he contado millones de veces. Que a ciertas personas, siempre parece que las hayas visto ayer. Mi padre es un tío con suerte. Y, qué coño. Yo también.

viernes, 11 de junio de 2010

La crisis de los 27

Mañana cumplo 27 años. Y, aunque me encanten los aniversarios, y me vuelva loca con cualquier cosa que sea susceptible de ser celebrada, este año estoy rara. No me pasa nada especial, no estoy en el momento más feliz de mi vida, pero mucho menos en un mal momento. A una semana vista aún no tenía pensado cómo celebrarlo, ni cuando, ni cuánto.

Creo que tengo una crisis de los 30 muy anticipada, y para remediarlo y que se me quiten las tonterías, ya tengo más o menos planificada la celebración de hoy, la de mañana, la del domingo, y un par más la semana que viene. De momento, me voy a un parque infantil, a que las 12 (y 10) de la noche me pillen saltando en las camas elásticas o sumergida en una piscina de bolas, víctima (o no) de una pelotadilla. No sea que me tome en serio lo de hacerme mayor y tengamos un problema.


domingo, 30 de mayo de 2010

23 de Mayo

El día 23 de Mayo del 2010 fue una fecha muy importante. Seguro que nació alguien. Seguro que murió alguien. Seguro que alguna pareja empezó. Seguro que otra se deshizo. Alguien fue feliz, alguien muy desgraciado. Alguno se alegró de estar vivo. Quizás en algún lugar, alguno decidió que no valía la pena continuar jugando. Game Over. Esto es todo.

Acabó Lost, aunque yo aún no he podido verla, así que no, esto no es post contando que me levanté a las 6 de la mañana para ver la gran finale, o que no dormí, o que me dormí, o que... No, ni siquiera es un post para hablar del gran/horrible final que aún no he visto, y del que sé más de lo que me gustaría por culpa de los spoilers.

El 23 de Mayo del 2010 a mi me pilló en Portugal. Estuve visitanto Sintra, Cascais y Estoril. Luego me fui de copas por el Bairro Alto de Lisboa, me enamoré durante un rato, bailé a ritmo de bossanova en un local más del otro lado del atlántico y llegué a la conclusión de que los lisboetas no eran chinos. Y se me olvidó dejar programado un post que dijera algo parecido a esto:
Tal día como hoy, justo hace un año escribí mi primer tuit, sin saber muy bien porqué, ni si me iba a quedar durante mucho tiempo. Y pensando que eso no era para mí, que yo no tenía nada que decir. Y que si lo tenía, no conseguiría meterlo en 140 caracteres. Hoy, después de más de 3000 tuits, puedo proclamar con la cabeza bien alta que, además de ser blogguera, también soy tuitera. Y me encanta.

lunes, 26 de abril de 2010

Sobre las consultas populares en Cataluña

Ayer fue un día de consultas populares en Cataluña. Quizás lo hayais oído en las noticias, leído en algún periódico, o en el hashtag #consultes en Twitter, que a mediodía era el más utilizado en todo el estado español. Es la tercera tanda de consultas populares que se hace sobre si Cataluña quiere ser o no un estado independiente del español, y creo que aún no había metido cucharada en el tema, y ya iba tocando.

Las consultas, no vinculantes, pero realizadas con lo que se ha descrito como rigor democrático (los que lo organizan se lo toman en serio, aunque algunos medios y partidos se lo tomen a cachondeo, o pidan al Fiscal del Estado que las prohíba), están coordinadas por una la Coordinadora Nacional per la Consulta de la Independència.

Yo no voté. En Barcelona parece ser que la fecha prevista será aproximadamente dentro de un año. Pero sí lo hicieron en más de 200 municipios, con una participación de un 20%, que llegó al 100% en algún municipio pequeño.

Teniendo en cuenta que el porcentaje habitual de participación en cualquier votación real en este país ronda el 50%, un 20% me parece  muchísimo. Como se preveía, prácticamente ninguno de los detractores se movilizó, a excepción de algunas manifestaciones de la Falange; el resultado mayoritario fue un aclaparador Sí (92%).

Supongo que alguno os preguntaréis porqué los catalanes tenemos esa manía con la nacionalidad, la independencia y estas tonterías, y aunque este no es mi primer post polémico en el blog, y ya he hablado de La Dignidad de Cataluña con toda la movida del Estatuto, quiero dejaros una entrada que encontré ayer mismo naufragando por mi fotolog.

Publicado originariamente en Fotolog, el 26 de Abril del 2007


Ayer llego a mi correo este enlace..... Un documental de telemadrid, titulado 'Ciudadanos de segunda':
El enlace está roto, pero podéis verlo a partes en 1, 2, 3, 4 y 5.
Solo citaros el final del documental:
'Campos de futbol transformados en templos de difusión del catalanismo,
colegios donde el castellano ha perdido todo el protagonismo,
ciudadanos amenazados
comerciantes sin libertad y perseguidos por las sanciones,
es la radiografia de una Catalunya,
de una sociedad que navega entre dos lenguas enfrentadas.

Hablar en castellano o hablar en catalán.
Parlar en català o parlar en castellà.'


Porque los catalanes somos malos
malos malotes,
tenemos cola,
cuernos rojos,
el ceño fruncido
y vamos todos con la porra preparada
para atizarle en la cara a quien nos de los buenos dias en castellano

Rabia, siento rabia.
Y encima me siento gilipollas.
[Cosas asi son las que le hacen venir ganas a una de pegarle una patada en el culo a esa España que no nos deja existir]


Quiero citar una frase que citan en el mismo documental de telemadrid...
Hi ha persones a qui no els agrada que es parli, s’escrigui i es pensi en català...
son els mateixos que no els agrada que es parli, s’escrigui i es pensi.
[Ovidi Montllor.]

Dejadnos simplemente en paz.

Por cierto, a estas alturas de mi vida, y aunque nunca había pensado así, en una consulta vinculante votaría que sí.

lunes, 28 de diciembre de 2009

Que me gusta, co*ones!!

Mi madre adora la Navidad. Mi casa en fiestas es como un anuncio del Corte Ingles, tenemos árbol, belén, arbolitos sueltos en alguna habitación, un muñeco de nieve enorme, ... Adornamos durante el puente de la constitución, y es algo que hacemos en familia. Tengo millones de fotos de mi hermana con los adornos de pendiente o de bufanda. En Navidad y Reyes nos hacemos un montón de regalos, y todos están comprados y envueltos con muchísimo cariño. Me sigo poniendo nerviosa y abrir los regalos es todo un ritual. Suenan villancicos, aunque sean alternativos. Siempre hay turrón en una bandeja. El de chocolate es el que se acaba antes.

Algunos días se come en casa de mis abuelos, otros en la nuestra. Nos juntamos un montón, incluyendo primos segundos que van apareciendo durante las diferentes tardes, alargando las sobremesas hasta la hora de cenar, en la que, si te descuidas, mi abuela te ha preparado un pan con tomate y ha mandado a mi abuelo a cortar jamón.

Me encanta. Me gusta hasta el estrés pre-navideño de las compras de ultima hora. Me gusta la Navidad, incluso ahora que lo que está de moda es que no la soportes. Soy hogareña y fiestera, y esto es una excusa fantástica para ambas cosas! (Lo que me recuerda que debería comentarle a la anfitriona el menú que he tramado pensado para fin de año...)

Pero la verdad, es que no sé por que. Tengo (también) muy malos recuerdos en estas fechas. Recuerdo haber enterrado a mi abuela a una semana de navidad. Recuerdo la muerte de alguien muy cercano a la familia en Nochebuena. No recuerdo Navidades con mis padres juntos, aunque sí recuerdo veranos. Recuerdo ataques de locura de mi tía, la que está loca, y de mi tío, el que ya no está. A mi prima con un ataque de ansiedad y una ambulancia  irrumpiendo en la cocina porque lo de mi tío parecía un infarto. Mi corazón destrozado. Y los "gases" de mi madre que acabaron siendo 5 meses de apendicitis.

Este año mi cuñado no vino a casa (y tenía que ser su primera vez) porque el antibiótico que le dieron para las anginas le provocó alergia, y no se tenía en pie. Mi padre se pasó la tarde de Navidad devolviendo por un corte de digestión. La noche de Navidad a San Esteban mi abuela postiza tuvo un bajón de azúcar que casi no lo cuenta, y la misma noche, mi tía abuela se cayó de camino al baño y pasó 8 horas sin poderse levantar del suelo. El médico dice que está bien, pero que del hospital a una residencia.

Enumeradas así, a mi también me parecen demasiadas cosas negras. Para mí, son simplemente muchas. Pero no, no lo van a conseguir. Me pueden mucho más las caras de mi primo pequeño, las partidas al siete y medio que ya no hacemos, ver a mi primo segundo al que no echo de menos el resto del año, las chorradas de mi hermana, la ilusión de comprar los regalos de mi madre, los regalos exagerados de mi padre, las preguntas de cuando voy a ir acompañada a alguna comida y mi mano a mano preparando canapés con mi tío.

jueves, 24 de diciembre de 2009

Feliz Navidad! (2.0)

Me han preguntado mucho por mi post anterior. Quizás no sea la canción más animada para felicitar unas Navidades, y quizá no haya sabido transmitir lo mucho que me gustan estas fechas, aunque no siempre las circunstancias acompañen.

Así que hoy os dejo una canción más comercial con un videoclip mucho más animado! :)
Y yo me voy a seguir comiendo turrón pre-cena!
Millones de besos!


jueves, 17 de diciembre de 2009

Loooteria!!

En vista de que en mi casa se sueña con números que no pueden tocar, YoMisma me ha regalado una participación en el Decimo de los blogeros que reparten en Alas de Plomo.



Para tener derecho a una participación, debo repartir, al mismo tiempo el décimo a 5 blogueros más. Si nos hacemos ricos, nos haremos ricos todos juntos. Así que reparto suerte a (tatatachaaaan!!):

Mis cinco máximos colaboradores habituales (saltándome a los que ya tienen su décimo)
  1. A Kashit0, que siempre tiene Más que decir,
  2. A Como te lo digo,
  3. Belén in Red,
  4. A Gonzalo, y su Los consultores llaman los viernes,
  5. Y a Serj. y su Cuadernos de Rodaje.

Rápido chicos, tenéis hasta el día 20 para conseguir vuestra participación!

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Manifiesto en defensa de los derechos fundamentales en Internet

Cómo últimamente estoy reivindicativa, me sumo al movimiento que he visto iniciarse en Mangas Verdes (aunque quizá haya nacido en otro sitio) y publico yo también el manifiesto.




Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que…


1.- Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.


2.- La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.


3.- La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.


4.- La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.


5.- Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.


6.- Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.


7.- Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.


8.- Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.


9.- Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.


10.- En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.

jueves, 26 de noviembre de 2009

La dignidad de Cataluña

Voy un poco tarde, pero me sumo a la iniciativa promovida por blogs tan respetados como K-Government de secundar la editorial de hoy de 12 periódicos catalanes: El Periódico, La Vanguardia, Avui, El Punt, Diari de Girona, Diari de Tarragona, Segre, La Mañana, Regió 7,El 9 Nou, Diari de Sabadell y Diari de Terrassa.

Publico la versión en castellano, puesto que dudo que a estas horas (son las 21:00 cuando escribo este post) quede ningún catalán que no lo haya visto ya en algún medio, probablemente llego demasiado tarde, pero si aún queda alguien sin leerlo, me alegrará que pueda hacerlo en mi blog.

Y como yo no podría haberlo dicho mejor, sin más preámbulos ni más comentarios:
Después de casi tres años de lenta deliberación y de continuos escarceos tácticos que han dañado su cohesión y erosionado su prestigio, el Tribunal Constitucional puede estar a punto de emitir sentencia sobre el Estatut de Catalunya, promulgado el 20 de julio del 2006 por el jefe del Estado, el rey Juan Carlos, con el siguiente encabezamiento: «Sabed: Que las Cortes Generales han aprobado, los ciudadanos de Catalunya han ratificado en referendo y Yo vengo en sancionar la siguiente ley orgánica». Será la primera vez desde la restauración democrática de 1977 que el alto tribunal se pronuncia sobre una ley fundamental refrendada por los electores. La expectación es alta.

La expectación es alta y la inquietud no es escasa ante la evidencia de que el Tribunal Constitucional ha sido empujado por los acontecimientos a actuar como una cuarta Cámara, confrontada con el Parlament de Catalunya, las Cortes Generales y la voluntad ciudadana libremente expresada en las urnas. Repetimos, se trata de una situación inédita en democracia. Hay, sin embargo, más motivos de preocupación. De los 12 magistrados que componen el tribunal, solo 10 podrán emitir sentencia, ya que uno de ellos (Pablo Pérez Tremps) se halla recusado tras una espesa maniobra claramente orientada a modificar los equilibrios del debate, y otro (Roberto García-Calvo) ha fallecido. De los 10 jueces con derecho a voto, cuatro siguen en el cargo después del vencimiento de su mandato, como consecuencia del sórdido desacuerdo entre el Gobierno y la oposición sobre la renovación de un organismo definido recientemente por José Luis Rodríguez Zapatero como el «corazón de la democracia». Un corazón con las válvulas obturadas, ya que solo la mitad de sus integrantes se hallan hoy libres de percance o de prórroga. Esta es la corte de casación que está a punto de decidir sobre el Estatut de Catalunya. Por respeto al tribunal –un respeto sin duda superior al que en diversas ocasiones este se ha mostrado a sí mismo–, no haremos mayor alusión a las causas del retraso de la sentencia.

Avance o retroceso

La definición de Catalunya como nación en el preámbulo del Estatut, con la consiguiente emanación de símbolos nacionales (¿acaso no reconoce la Constitución, en su artículo 2, una España integrada por regiones y nacionalidades?); el derecho y el deber de conocer la lengua catalana; la articulación del Poder Judicial en Catalunya, y las relaciones entre el Estado y la Generalitat son, entre otros, los puntos de fricción más evidentes del debate, a tenor de las versiones del mismo, toda vez que una parte significativa del tribunal parece estar optando por posiciones irreductibles. Hay quien vuelve a soñar con cirugías de hierro que cercenen de raíz la complejidad española. Esta podría ser, lamentablemente, la piedra de toque de la sentencia.

No nos confundamos, el dilema real es avance o retroceso; aceptación de la madurez democrática de una España plural, o el bloqueo de la misma. No solo están en juego este o aquel artículo, está en juego la propia dinámica constitucional: el espíritu de 1977, que hizo posible la pacífica transición. Hay motivos serios para la preocupación, ya que podría estar madurando una maniobra para transformar la sentencia sobre el Estatut en un verdadero cerrojazo institucional. Un enroque contrario a la virtud máxima de la Constitución, que no es otra que su carácter abierto e integrador. El Tribunal Constitucional, por consiguiente, no va a decidir únicamente sobre el pleito interpuesto por el Partido Popular contra una ley orgánica del Estado (un PP que ahora se reaproxima a la sociedad catalana con discursos constructivos y actitudes zalameras).

Los pactos obligan

El alto tribunal va a decidir sobre la dimensión real del marco de convivencia español, es decir, sobre el más importante legado que los ciudadanos que vivieron y protagonizaron el cambio de régimen a finales de los años 70 transmitirán a las jóvenes generaciones, educadas en libertad, plenamente insertas en la compleja supranacionalidad europea y confrontadas a los retos de una globalización que relativiza las costuras más rígidas del viejo Estado-nación. Están en juego los pactos profundos que han hecho posibles los 30 años más virtuosos de la historia de España. Y llegados a este punto es imprescindible recordar uno de los principios vertebrales de nuestro sistema jurídico, de raíz romana: Pacta sunt servanda. Lo pactado obliga.

Hay preocupación en Catalunya y es preciso que toda España lo sepa. Hay algo más que preocupación. Hay un creciente hartazgo por tener que soportar la mirada airada de quienes siguen percibiendo la identidad catalana (instituciones, estructura económica, idioma y tradición cultural) como el defecto de fabricación que impide a España alcanzar una soñada e imposible uniformidad. Los catalanes pagan sus impuestos (sin privilegio foral); contribuyen con su esfuerzo a la transferencia de rentas a la España más pobre; afrontan la internacionalización económica sin los cuantiosos beneficios de la capitalidad del Estado; hablan una lengua con mayor fuelle demográfico que el de varios idiomas oficiales en la Unión Europea, una lengua que, en vez de ser amada, resulta sometida tantas veces a obsesivo escrutinio por parte del españolismo oficial, y acatan las leyes, por supuesto, sin renunciar a su pacífica y probada capacidad de aguante cívico. Estos días, los catalanes piensan, ante todo, en su dignidad; conviene que se sepa.

Estamos en vísperas de una resolución muy importante. Esperamos que el Constitucional decida atendiendo a las circunstancias específicas del asunto que tiene entre manos –que no es otro que la demanda de mejora del autogobierno de un viejo pueblo europeo–, recordando que no existe la justicia absoluta, sino solo la justicia del caso concreto, razón por la que la virtud jurídica por excelencia es la prudencia. Volvemos a recordarlo: el Estatut es fruto de un doble pacto político sometido a referendo.

Solidaridad catalana

Que nadie se confunda, ni malinterprete las inevitables contradicciones de la Catalunya actual. Que nadie yerre el diagnóstico, por muchos que sean los problemas, las desafecciones y los sinsabores. No estamos ante una sociedad débil, postrada y dispuesta a asistir impasible al menoscabo de su dignidad. No deseamos presuponer un desenlace negativo y confiamos en la probidad de los jueces, pero nadie que conozca Catalunya pondrá en duda que el reconocimiento de la identidad, la mejora del autogobierno, la obtención de una financiación justa y un salto cualitativo en la gestión de las infraestructuras son y seguirán siendo reclamaciones tenazmente planteadas con un amplísimo apoyo político y social. Si es necesario, la solidaridad catalana volverá a articular la legítima respuesta de una sociedad responsable.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Soy ingeniera

Ya está. Si señores, me siento pletórica. Estaba allí un montón de gente, me he sentido super arropada, incluso por los que no han podido venir. Me ha entrado el agobio cuando se han quedado todos callados mirándome justo antes de entrar, así que al final, mis nervios han aparecido, pero justo antes de empezar. HE entrado, he soltado el rollo, he contestado a las preguntas, incluso a alguna adicional, hemos salido, me han dado besos, abrazos, ha llegado algún rezagado que venia para aplaudir y poder brindar. Hemos vuelto a entrar, y me han dicho que ya soy ingeniera.

Y los que han cogido el libro han leído por primera vez esto...
Siempre había pensado que, llegado el momento de redactar la memoria de mi propio TFC, no escribiría dedicatoria alguna. Es sólo un documento más de los muchos que he presentado a lo largo de estos años, tanto a nivel de alumna, como de técnico de proyectos.

Supongo que hasta que no te encuentras en la tesitura, no te das cuenta de lo que representa… Sigo pensando que no es algo que quiera dedicar a nadie, pero no puedo evitar dar las gracias a un millón de personas.

En primer lugar, a Agustín, por ser el ponente con más paciencia del mundo y tener la habilidad de reenfocar el proyecto tantas veces como ha hecho falta hasta que nos ha convencido a los dos. A todos los que han trabajado conmigo en la Sección o Área de telemática, en Transferencia o en el DI. Los conocimientos que han hecho posible este trabajo se los debo a ellos. Especialmente a Guillermo y Marta, que saben tanto o más que yo de que red hablo. El trabajo es suyo.

A mi madre, por su apoyo y sus opiniones, pero sobretodo, por aguantarme incluso en momentos en que no me lo merezco. A mi padre, por recordarme que esto es una carrera de fondo y que lo importante es llegar. A Francesc, por preocuparse de mis problemas como si fueran suyos; y a mis hermanos, por serlo, aunque sólo haga ocho años. A mis abuelos, tíos y primos por sus “¿Aún no has terminado? Va, que seguro que ya no falta nada…”, desde el primer minuto. Al Roc, que consigue que me ría hasta llorar aunque no tenga tiempo de nada.

A todos los que estuvieron ahí, aguantando el tipo. Aún a riesgo de olvidarme de mentar a alguno, especialmente a Tona, por leerse el Abstract antes que nadie y cambiar una coma crucial en el contenido. A Alex, Laura, Rous y todos los demás, por preguntar cada día qué tal. A Elena, por sufrirlo a la vez. A Ana y sus brindis anticipados. A todos los que me convencieron de que no lo dejara. A todos los que han entregado antes que yo, porqué me han enseñado mucho. A todos los que se perdieron en el camino, y a todos los que se encontraron.

Y, por supuesto, a ti, que estas leyendo esto…

Sin vosotros no habría llegado hasta aquí. ¡Muchas gracias!
A vosotros también, muchas gracias, es increible el apoyo que me habéis dado desde vuestros retiros virtuales. Por cierto, me han puesto una Matricula. Y me voy por ahí a seguir celebrandolo! Muchos, muchos, muchos besos!!

martes, 27 de octubre de 2009

Mi próximo 13

Tiene gracia que después de mi post del pasado martes 13, al que por cierto, acabo de ver que se le ha caido la imagen...  En fin, decía, que tiene gracia que, después de ese post, en que confesaba ser triscaidecafílica, el evento más importante de mis próximos meses (y también de los anteriores, para que nos vamos a engañar), caiga en 13. Esta vez, viernes 13. Es la fecha en la que se cumplirá mi sueño, o en la que, quizás, dejaré de soñar y podré dormir... La recompensa de los últimos empujones, pero en verdad, de los últimos 8 años, o quizás, incluso de antes...



Señoras, señores, animalets i altres espècies... El próximo 13 de Noviembre, viernes, defiendo mi proyecto.

lunes, 26 de octubre de 2009

Requiem por los donuts

Acabo de leer en el periódico el pre-epitafio de los donuts.

Antes que nada, tengo que matizar una premisa muy importante, al menos para mi, y para el sentido de este post: Un donuts no es un dunkin. Los dunkindonuts están buenos, son igual de pegajosos, igual de insanos, y tienen un número excesivo de calorias (supongo que) parecido. Pero no son donuts. Un donut no es lo de las panaderías ni pastelerías. Esos son pastas, más o menos buenas, pero no son donuts. Donuts eran los de las cajitas de 6, que se pegaban entre ellos, y que los de enmedio estaban más buenos que los de las puntas. O los que te pedías en el bar y salían de esas bandejas enormes. Que tenías que comer con servilleta porqué dejaban las manos pringadas. Y que te repetían todo el día.



Hace unos meses, sacaron las cajitas de donuts individuales, aunque en packs. No saben igual. No sé porqué, pero no saben igual. Tengo la ¿absurda? teoría de que es porqué al estar pegados, el azucar, la grasa, o lo que sea eso de los donuts adyacentes, los hacía más sabrosos. Ahora, nunca están duros, pero nunca están tiernos del todo.Creo que los de panrico han inventado el dunkin.

Realmente, a mi me hacen un favor. Me encantan los donuts, pero no es algo que coma muy a menudo. Mis conocimientos de nutrición no son nada del otro mundo, pero me da que incluirlos en la alimentación diaria no puede ser muy sano. Amén de que una puede acabar redonda del todo. Y aunque no pretenda ser una sílfide, no es plan de acabar siendo tu misma un donut.

Total, que me lío, como siempre. Los nuevos "donuts" no me gustan, al menos, no tanto como antes. Lo que acabo de leer, es que los "viejos" desaparecen incluso en los bares. Así que cuando entre en uno, los veré al fondo, y me apetecerán, pero llegaré a la barra, los veré recluidos dentro de sus cajitas transparentes, y recordaré que los donuts que me gustaban ya no existen. Así que pediré sólo mi cafe con leche.

jueves, 15 de octubre de 2009

Sobrepeso


Tengo 26 años, mido 1'63 y peso bastante más de los 50 quilos que según mi altura debería pesar: Tengo pierna, muslos, culo, cadera, pecho, brazos, dos manos, dos pies, y el pelo rizado. Mis huesos son anchos, si me rodeo la muñeca con el dedo pulgar y el índice, éstos no se tocan, pese a que mi mano es grande.

Mis medidas no son 90-60-90, ni mucho menos los 70-60-70 que se llevan ahora en pasarela.


Son 105-81-108. Lo más cercano a 90 que hay en mi cuerpo son los 95 cm del contorno de debajo del pecho. A los 60, se acercan los 63 del contorno de cada uno de mis muslos.

Cualquiera que me lea y no me conozca creerá que sufro obesidad mórbida, y no es el caso, llevo una talla 42, aunque no en tiendas de quinceañeras... donde por cierto, dejé de comprar a esa edad, cuando una chica con aspecto de haber salido de un campo de concentración me miró con cara de desprecio y me dijo: aquí no tenemos esas tallas. Acababa de pedirle una 44.

He entrado alguna vez más en una tienda de esas. Tengo una amiga que estuvo trabajando en un Bershka, y a ella sí le sienta bien esa ropa. Lleva una talla 34 y está buenísima, porque es su talla, tiene ese cuerpo. No ha conseguido tener esa talla a cambio de perder todas las formas. Aún tiene cara y pecho. Me he probado alguna camiseta, y me la he tenido que quitar. La XL me cubría poco más que los pezones.

Me gusto bastante cuando me veo en el espejo. Esto de aquí no tanto, lo de allí quizás un poco más. Pero me gusto mucho más que si pesase 50 quilos. Hablo con conocimiento de causa: he llevado entrado en una 36, y daba miedo verme. Tenía 19 años, acababa de pasar una la primera crisis sentimental (es curioso, las siguientes no han tenido efecto liposucción, pero eso es otro tema), me quedé sin cara, se me marcaban los huesos de sitios donde no sabía que los hubiera. Y pesaba 62 quilos.

Mi cuerpo nunca ha sido una limitación en mi vida sentimental o sexual. Cuando un hombre está deseando arrancarte la ropa a mordiscos, no tiene tiempo de fijarse en el número que está escrito en la etiqueta de tu pantalón. Seguramente no recuerde ni de que color es. Suficiente tiene con pelearse con los corchetes del sujetador.

No soy una mujer delgada, ni quiero serlo. No estoy bien cuando llevo una 36, ni siquiera una 38, aunque haya gente que se sienta gorda si llega a la 40. Yo, con una 40, me veo genial. Con una 44, no me veo tan bien, pero no me siento GORDA, ni mucho menos, enferma. Cada cuerpo es un mundo. Hay que cuidarse, por salud, pero vale ya de acomplejar a la gente. Como relativamente sano, pero no sé el número de calorías que ingiero a lo largo del día. Las ensaladas son el contenido habitual de mis tuppers, pero conviven con los macarrones de mi abuela o lo que me apetezca. Me faltan tiempo y ganas para hacer deporte, aunque lo echo de menos. No vivo a dieta, ni salgo a cenar fuera y me dejo la mitad del plato.

Mi hermana pequeña lo pasó fatal a los 16. Se sentía fea, pequeña, plana como una tabla de planchar. Mide unocincuentayalgo, llevaba una 36 y se veía gordísima. Yo tenía 22, una 40 y, según ella estaba tremenda. Me veía como un referente, pero no veía que yo llevaba 2 tallas más. Hoy, por suerte, y seguramente, porqué tiene a alguien que la quiere por lo que es, y no por la talla que lleva, ha ganado unos cuantos quilos y una tonelada de autoestima. Lleva una 38, quizás una 40. Yo la veo mucho más guapa, está más segura de si misma, anda con la cabeza alta, y su cara ha recuperado su forma redondeada original. Además, ha ganado pecho, y eso siempre sienta bien. Seguramente ahora le sobren un par de quilos. A mi me sobran 5 o 6. ¿Y?

La indignación de hoy, viene de la mano de un par de artículos que he leído en Menéame:
Me ha resultado especialmente interesante, del primer artículo, que este señor, por llamarle de algún modo, opina que Heidi Klum está gorda. Claro, con esa comparación, si que sufro obesidad mórbida. Yo, y el 99% de la población. Habría que preguntar a los hombres lo que opinan de la gordura de Heidi Klum...