De la politología norteamericana nos llegan una buena parte de los conceptos políticos que usamos a día de hoy. Especialmente cuando entendemos que el objeto de estudio de la política son aquellas prácticas ligadas al poder y la estrategia. Uno de ellos viene que ni pintado para los momentos que vivimos: el de 'Worst/Best-Case Scenario'.
Nosotros lo traduciríamos como 'en el peor/mejor de los casos' o 'en el mejor/peor de los escenarios'. Este tipo de análisis se encuadra dentro de lo que llaman 'Scenario Thinking' o 'Scenario Planning' y que la política toma de la Inteligencia Militar ('War Games'), y es, basicamente, un método de planificación estratégica.
¿A qué viene todo este rollo?
Dada una situación inicial, en este caso, el escenario que arrojaron las Elecciones de ayer, se trata de suponer, elucubrar, imaginar, los distintos tipos de escenarios, casos o situaciones plausibles y subsiguientes a medio-largo plazo; y cómo, una vez trazadas esas hipótesis, hacer control de daños, o sea, minimizar los impactos negativos futuros (si el escenario es catastrófico), actuar para mejorar los resultados (si el escenario es malo), o mantener-apuntalar-mejorar lo conseguido (si el escenario es favorable). Estas son las 3 líneas más básicas y evidentes, pero hay más. Todos los grandes partidos políticos tienen asociados Think Tanks, (ver enlace pq explica los Think Tank no ocultos que hay en España) laboratorio de ideas, gabinetes estratégicos, comités de expertos, que se encargan de estas cosas.
Este rollo viene a que ante toda acción (política) hay que suponer una reacción (política). Y ante la acción que aconteció ayer, la herida grave al bipartidismo, por ejemplo, que es la que más sale en los medios, hemos de esperar una doble reacción, puesto que, grosso modo, son dos los actores (políticos) que se dan cita aquí: una primera reacción que mitigue el varapalo para los partidarios del bipartidismo; y una segunda de aquellos que quieren mantener la herida abierta. Si los primeros no reaccionan les espera la catástrofe y si los segundos no reaccionan todo esto se quedará en fuegos de artificio. Lo de ayer fue el primer movimiento, el primer escenario-caso de una larga temporada de escenarios-casos, que veremos en España, convertida, auténticamente, en un teatro de operaciones políticas. A los que ya lanzan las campanas al vuelo, gozosos y regocijados, esto es solo una tendencia que tiene que ser confirmada, nada más. Queda mucha leña por cortar, mucha estopa por repartir.
Escenario 1: Europa.
Aquí están los resultados oficiales que ofrece la UE.
Hay que decir que se han reducido 15 escaños respecto a las elecciones anteriores (de 766 a 751 escaños), con lo que una lectura 'pura' puede inducir a pequeños errores. Además, allí los partidos se reúnen en grandes coaliciones en las que entran los partidos de aquí. Pienso que la primera lectura habría que hacerla en los porcentajes. Ahí el PPE (de aquí el PP), sale perdiendo por mucho, cae un 7,2% de los votos (de 274 a 214 escaños). Sin embargo los socialdemócratas del S&D (de aquí el PSOE), solo caen un 0,4% (pero caen de 196 a 189 escaños). Todos los grupos clásicos han caído: los demócrata-liberales del ADLE (de aquí nadie), los Verdes (de aquí Equo y Iniciativa per Catalunya Verds) y los conservadores reformistas del CRE (de aquí nadie). Por cierto esto puede verse aquí:
De los clásicos (por decirlo de algún modo fácil de entender) la única coalición que sube es la Izquierda unitaria-GUE (de aquí IU) que unifica a partidos comunistas de más 15 países de Europa. En el apartado de subidas destacan el EFP (aquí Plataforma per Catalunya) que son partidos de corte nacionalista que pasa de 31 a 40 escaños. Luego hay 41 escaños que no pertenecen a ninguno de los grandes grupos (de aquí Podemos, UPyD y Ciudadanos) y 63 escaños que aparecen este año por primera vez.
La mayoría absoluta estaba, este año, en 376 escaños. Nadie llega, ni se acercan. Pero es que en las elecciones de 2009 tampoco nadie se acercaba a la mayoría absoluta. Con lo que siendo cierto este mantra que se impuesto en las redes sociales de la caída del bipartidismo, no es una caída total ni catastrófica. En Europa donde sí hay tradición de pacto y entendimiento son frecuentes las alianzas hacia la derecha, entre el PPE y el ADLE, (214 + 66 = 380) o en cuestiones de gran calado entre PPE y S&D (214 + 189 = 403). Las coaliciones de izquierda son más complicadas ya que entre el S&D (189), los ecologistas (52) y el GUE (42) no llegan ni a 300.
Yo creo que el escenario que se abre aquí no es bueno, desde luego; es malo para las grandes coaliciones pero no catastrófico ni cataclísmico. Y eso me hace pensar, con todo el revuelo mediático que hay, ¿a quién le puede interesar esta oleada de opinión, sobre la catástrofe que se cierne sobre Europa? Habrá que estar atentos.
Con lo que hay en el Parlamento, Europa puede seguir gobernándose casi con las mismas líneas directrices que la anterior legislatura. Eso sí, estos años oiremos un buen puñado de sandeces de esos partidos más radicales y euroescépticos. Yo entiendo que el auténtico descalabro del cacareado bipartidismo sobrevendrá si los moderados no son capaces de unirse en torno a ideas motrices y comunes de la construcción y desarrollo de Europa. Y será culpa suya, de nadie más. Si siguen como hasta ahora, en sus mierdas, con sus dimes y diretes, con el tú más, con sus corrupciones y no son capaces de ser pragmáticos y llegar a acuerdos válidos para una gran parte de la ciudadanía, entonces sí será cierto el meme de la caída del bipartidismo. En el fondo es lo que pide la gente, regeneración democrática, diálogo, solución de los problemas acuciantes. Si logran reconectar con el gran público, el que ocupa el gran centro de la campana de Gauss, mejorará el escenario.
El escenario 2, el de España, es harina de otro costal y lo dejamos para otro día.
PD:
Eso desde el punto de vista estratégico.
Desde un punto de vista más esencialista o idealista sí habría que discutir cómo es posible que en Francia (cuna de gran parte de los ideales europeos y de la socialdemocracia) el partido del Frente Nacional (el de Marine Le Pen) haya ganado con 24 escaños y está a uno de crear grupo propio. Eso requiere artillería intelectual de la buena, las razones sociales (antropológicas y simbólicas incluso) que han llevado a los gabachos a tirarse en manos del populismo simplista. O cómo puede la UE dar pábulo a partidos radicales de verdad, el Partij voor Vrijheid (Holanda, populista e islamófobo) con 4 escaños, el Amanecer Dorado (Grecia, Neonazis) con 2, el FPÖ (Austria, extrema derecha) con 4, el Vlaams Belang (Bélgica, nacionalista e islamófobo) con 1. Si logran ponerse de acuerdo en algo, claro está, alcanzarían 35 escaños. Dudo mucho que alguna de sus propuestas saliera adelante. Pero está allí y tiene voz (y voto) en el hemiciclo y pueden decir todas las barbaridades que se les ocurra. En cierto modo, es este un problema que también ha creado el bipartidismo rancio y corrupto que provoca la tremenda y desaforada indignación de muchos; y que este tipo de grupúsculos es capaz de canalizar a su favor.