23.1.17

PÍNDARO; «SUEÑO DE UNA SOMBRA ES EL HOMBRE»


Sueño de una sombra es el hombre

Se considera que Pìndaro, el mayor lírico griego, nació entre 518 y 522 a. C. y vivió aproximadamente ochenta años, en una aldea cercana a Tebas, cerca de la olimpíada 65. En palabras de Lloyd-Jones: «ningún poeta es más consciente que Píndaro de la mortalidad del hombre y de la inestabilidad de los asuntos humanos». Dejamos aquestas breves notas estableciendo algunas relaciones entre el rapsoda griego y algunos de sus ilustres admiradores.

I

Ricardo Molinari cita un verso de Píndaro en el poema Cuando pasan las grandes bandadas por los cielos del Sur:

Hommo umbrae somnium *
Píndaro, Píticas VIII, 95- 97

*¡Sueño de una sombra es el hombre!

Transcribimos un fragmento del poema de Píndaro que cita Molinari:

¡Seres de un día! ¿Qué es uno? ¡Sueño de una sombra es el hombre! Pero si llega la gloria, regalo de los dioses, hay luz brillante entre los hombres y amable existencia.

II

Nietzsche cita al lírico griego varias ocasiones.

En el primer parágrafo de El Anticristo escribe:

“— Mirémonos a la cara. Nosotros somos hiperbóreos. Sabemos cuan aparte vivimos. «Ni por tierra ni por agua encontrarás el camino que conduce a los hipebóreos»; ya Píndaro supo esto de nosotros. Más allá del norte, del hielo, de la muerte, nuestra felicidad...”

Anota Andrés Sánchez Pascual a este parágrafo:

«Un cuaderno manuscrito de Nietzsche, en el que este recogió durante el verano de 1888 todos los fragmentos poéticos dispersos en cuadernos anteriores (161 en total), contiene la siguiente poesía:

Más allá del norte, del hielo, del hoy,
más allá de la muerte,
aparte—
¡nuestra vida, nuestra felicidad!
Ni por tierra
ni por agua
puedes encontrar el camino
hacia nosotros los hiperbóreos:
así lo vaticinó de vosotros una boca sabia»

La alusión a Píndaro remite a la Pítica X 29 30: Nadie podrá encontrar ni por mar ni por tierra el camino maravilloso que conduce a las fiestas de los hiperbóreos.
Bóreas: Dios de los vientos del norte. Favoreció a los atenienses contra los persas.
Los hiperbóreos son habitantes de un pueblo fabuloso, patria de Apolo, situado en los confines del océano, más allá de la región de los vientos del Norte. Se dicen que poseían el don de la inmortalidad.

El subtítulo de Ecce Homo, verdadero lema de vida de Nietzsche, dice:

Cómo se llega a ser lo que se es.

La frase está inspirada en verso de Píndaro que se halla en en la Pítica II, v. 73 dice: «llega a ser como aprendes a ser».
Pítica III, 68—65

« ¡Hazte el que eres!, como aprendido tienes»— traduce Alfonso Ortega.

«Aprende a ser quien eres»— traduce José Alsina.

III

Paul Valery pone como epígrafe a su célebre poema El cementerio marino, estos versos de Píndaro:

«Oh alma mía, no aspires a la vida inmortal,
pero agota la extensión de lo posible»

Píticas III, Epod. 60, 65

«No alma mía, no aspires
a una vida inmortal, pero sí agota
los recursos factibles».

en versión de José Alsina

«No pretendas la vida inmortal, alma mía,
y esfuérzate en la acción a ti posible».

en versión de Alfonso Ortega


IV

Hölderlin es el seguidor por excelencia del lírico griego. Basta ver las semejanzas entre Como cuando en día de fiesta de Hölderlin y la Olímpica VII de Píndaro.

La estrofa de Píndaro comienza con estos versos:

«Como alguien que toma en su rica mano una copa
por dentro espumante en rocío de la vida
y a ofrecerla va...»

La estrofa de Hölderlin habla así:

«Como cuando en día de fiesta, a ver el campo va un labrador, por la mañana...»

Unos versos después, en el mismo poema, donde Hölderlin escribe:

«así estáis bajo la tempestad fertilizadora vosotros, los que no educa ningún maestro...

la Olímpica de Píndaro prosigue:

«Así también sin tener la simiente de la llama abrazante, a lo alto de la llama subieron».

Y todo esto sin detenernos en las coincidencias temáticas de ambos textos que, claro, no son pocas.

También entre sus notas y ensayos, Hölderlin analiza fragmentos de Píndaro.

V

Cerramos estas notas con otra de las reflexiones atribuidas a Píndaro;

El día precedente enseña el día que sigue


© Javier Galarza

1 comentario:

Daniel Olarte Mutis dijo...

Es el canto de quien percibe con claridad la derrota del hombre ante el dogma. Un hombre resignado a su epopeya dinámica y mutante. Oh gran Píndaro, redime estas albas y desenturbia esta miope visión de la vida. Un abrazo a Galarza.
Daniel Olarte Mutiz.