Visitándo Moscú, logicamente, quise ver todos los monumentos relativos a los pasos del Emperador por esas tierras que, con la "úlcera española", dibujaron su final.
De entre todos los monumentos y rincones asociados con el paso de las tropas francesas, me escontré con el Museo de la Batalla de Borodino, llamada así por los rusos.
Los franceses la llamaron la Bataille de la Moscowa.
Es un edificio de forma circular donde se pueden apreciar algunos objetos ralativos a los ejércitos rusos de la época, banderas utilizadas por éstos en la batalla, armas, óleos de Generales y Mariscales de la Rusia invadida, etc.
En el vestibulo de entrada hay una escalera en forma circular que sube a un primer piso, donde se encuentra el cuadro de la célebre batalla que supuso para el Emperador la toma de posesión de la Capital rusa, el día 7 de Septiembre de 1812.
Es el óleo más grande del mundo, mide 115 metros de largo por 15 metros de ancho, está expuesto en forma circular y pintado por Franz Alekseevitch Rubo (1856-1918)
La tela está dispuesta de tal manera, que no se vé el final de su parte baja ya que está integrada, también en circulo, a un diorama real, con casas de madera, cañones, maniquies de soldados, objetos, armas, etc., formando una pieza única con la tela lo que proporciona a la vista un primer plano y un fondo con unas prespectivas impresionantes.
Si visitais Moscú, no os lo perdais.