lunes, 8 de junio de 2009

Sable atribuido a un Oficial de Mamelucos de la Guardia Imperial de Napoleón 1º


Este sable es una recomposición de la época y sin lugar a dudas perteneció a un Oficial de Mamelucos de la Guardia Imperial de Napoleón 1º.
Está confeccionado en Francia en su totalidad, con una hoja original de Damasco traída de Egipto, probablemente por su dueño.
La montura es del tipo oriental, tambien llamada de pistolete, con plaquetas de ébano cuadrillado. Guarda en forma de cruz con una bellota en cada uno de sus dos extremos. Lleva una cadeneta que sale desde una de las bellotas hasta el extremo de la monterilla del pistolete.
La hoja de una curvatura extrema (casi 180º), deja entrever las aguas de su minucioso forjado de Damasco y lleva incrustaciones de oro, tales como medias lunas y cabezas de turco, su lomo es cuadrado, presentando un contrafilo hacia la punta. El filo es corrido hasta la punta.
La vaina es de madera forrada de buen cuero negro cosido con un fuerte hilo de latón en cremallera, largo brocal, dos abrazaderas con sendas anillas para su suspensión y un largo embudo con batiente a la oriental. Todos los embellecedores son de latón magnificamente cicelado con motivos alusivos al Imperio (telas de araña y conchas) y con motivos alusivos a la caballería ligera (estrellas de cinco puntas enmarcadas en dobles circunferencias con motivos florales).
Este sable pertenece a una importante colección particular de sables orientales.

Shamshir Turco-Otomano procedente de la Campaña de Egipto (1798-1801)


Este sable, es un Shamshir, es de origen turco-otomano y vino a Francia a través de los ejércitos de Bonaparte a su regreso de Egipto.
Probablemente fué uno entre muchos trofeos de guerra y fué utilizado por un mameluco. Data de finales del siglo XVIII.
Su puño es de cuerno y lleva un orificio para pasar el fiador, como era habitual, la montura de plata dorada y cicelada.
Su hoja, de Damasco tiene por un lado incrustaciones de oro con diversos versiculos del Coran de los que resalta varias veces la palabra "Alah", por su otra cara, también incrustado en oro el siguiente relato: " Con este sable que llevo en mi mano mato y corto a pedazos a mis enemigos más celosos. Los hago razonar antes, aunque si no razonan los llevo al combate".
La vaina, de madera, forrada de cuero negro, cosido con un fuerte hilo de plata, lleva un gran brocal totalmente cicelado en plata dorada con dos anillas para su suspensión y una gran endidura longitudinal de unos veinte centímetros, para poder envainar la hoja debido a su gran curvatura, una abrazadera de las mismas características con una tercera anilla para su suspensión y un largo embudo con batiente en forma de tienda de campaña, todo ello con el mismo acabado de plata dorada y cicelada.
Este tipo de sable conjuntamente con su hermano mayor, el Kiligh ó Cimitarra, del cual ya os he hablado en un anterior artículo, forman parte de los sables que según éstos modelos orientales, se comercializarían por fabricantes primero franceses y después de toda Europa, con el nombre de sables a la Oriental, subsistiéndo aún hoy en día para el traje de gala del generalato de casi todos los paises del mundo.
El sable de la fotografía forma parte de una importante colección de sables orientales.