La Imperial Tárraco, capital romana de la Hispania Citerior y uno de los lugares preferidos por el Gran César Augusto, caía en Junio del año 1811, tras un larguísimo asedio (03 de Mayo al 28 de Junio de 1811), en manos del entonces todavía General de Division Louis Gabriel Suchet (1770-1826). La caída de Tarragona le valió el bastón de Mariscal del Imperio.
Tuve la suerte, de poder participar, con nueve años de edad, como artillero en el Batallón Infantil, que se reclutó en las Escuelas de la Ciudad, con motivo del 150, Aniversario de la caída de Tarragona en Junio del año 1961. En aquel entonces yo estudiaba mi primer curso de bachillerato en las Escuelas Cristianas de San Juan Bautista de La Salle y qué decir tengo, me reclutaron como artillero!, qué lujo!, artillería! el arma del Emperador!, pues bien me lo pasé pipa. Nos llevaban a instruirnos a las dependencia de la entonces O.J.E., o más bien conocida por Organización Juvenil Española. Alli, en sus campos de deporte, nos enseñaban la instrucción, con cañas en vez de fusiles. Ya al cabo de varios meses, los que quedamos, unos 150, recibimos nuestros flamantes uniformes, para desfilar en todos los actos que durante todo el año se sucedieron en la Ciudad, culminándo en Junio con un gran desfile que acabó con el deposito de coronas florales en el monumento erijido a tal efecto en nuestra Rambla o Paseo principal que atraviesa la Ciudad de extremo a extremo desde el acantilado o Balcón del Mediterráneo. Finalizándo los actos en el llano de la catadral, el lugar más alto de Tarragona, donde en Junio de 1811, se librarón los mas sangrientes combates ya que población y milicias se fueron replegando haciéndose fuertes en ese reducto. Cuentan mis antepasados (los tuve como sitiadores y como sitiados) que las escaleras de acceso al llano de la catedral, eran una cascada de sangre. Una vez tomada la Ciudad, NO RENDIDA, siguieron tres días de sin cuartel, saqueos,violaciones, asesinatos, fusilamientos etc.
