Ben Yehudas del soneto, versificación lúdica, poesía expatriada y todo por el estilo. Surfeando el caos con Epicuro.
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miércoles, 20 de febrero de 2013
Ciencia ficción y política: el (no) intervencionismo extranjero
Iain Banks (de quien hablamos brevemente ayer) trata esta temática en varios de sus novelas de la serie de La Cultura. Yo leí Surface Detail, pero no está traducida. Una de las que sí están traducidas es El uso de las armas, protagonizada por un mercenario de otra civilización utilizado por la Cultura. Es muy interesante la obra de Banks porque no le esquiva el bulto a las cuestiones políticas subyacentes a la puesta en escena de la intervención (o falta de ella) de una sociedad poderosa en otras.
martes, 19 de febrero de 2013
Ciencia ficción anarquista
Retomando viejas temáticas de este blog, recomendamos a los interesados por la temática de la autodeterminación la lectura de alguna de las novelas de la serie de la Cultura (una civilización extraterrestre) de Iain Banks.
viernes, 9 de octubre de 2009
10 razones para leer Don Juan, de Gonzalo Torrente Ballester
- Si no conoce al autor (caso probable de ser usted argentino), sólo por eso (ya me agradecerá luego).
- Si lo conoce por sus obras más realistas (caso probable de ser usted español), como la serie de novelas (luego serie de televisión) Los gozos y las sombras, para que se le vuele la peluca.
- Si ya leyó La Saga/Fuga de JB, no me haga perder el tiempo que ni razones necesita.
- Si ya leyó obras más cortas de Torrente Ballester, como Crónica del Rey Pasmado, para que se convenza de que lo de Torrente Ballester son las obras monstruosas y monumentales.
- Si le interesa a usted el mito de Don Juan, para que vea un tratamiento del tema difícilmente igualable, ya que el Don Juan de TB está tan a años luz del seductor impenitente de las obras de Tirso de Molina o Mozart como del arrepentido de Zorrilla. Efectivamente, este Don Juan es un anarquista kantiano que no acepta más reglas que las que él mismo se impone.
- Porque hay discusiones de teología entre diablos católicos y calvinistas.
- Porque hay espadeo y todo.
- Porque es una obra de cientos de páginas que se lee como si tuviera veinte.
- Y porque lo digo yo, caramba, de puro entusiasmado.
- ¡Eso!
martes, 24 de marzo de 2009
El Señor de los Anillos: Anillos de Poder y poder a secas
[Pre-scriptum: este divertido post de los Jóvenes Cacharienses funcionó como disparador del texto que sigue]
¿Es superficial, en un día como hoy, postear sobre Tolkien? Yo pienso que no. Porque el tema central y subyacente en su obra más conocida, El Señor de los Anillos, es el poder. Los Anillos del Poder, como es evidente, son una metáfora del poder, del poder político y militar, y la sombra ominosa de Sauron es también obviamente una alegoría del totalitarismo (El Señor... se publicó en los años '50, había cosas que estaban muy frescas). Hasta allí la justificación. Ahora, el texto.
El poder es el tema central en El Señor de los Anillos. El temido y deseado Anillo Único representa el poder absoluto y es en tanto que tal es un elemento corruptor. Los personajes "sabios" de la historia (Gandalf, Elrond, Galadriel) son conscientes de ese peligro y no quieren saber nada con él, así que encuentran un portador al que piensan capaz de resistir y le encargan la dura tarea de destruirlo, que a último momento flaquea pero el Anillo es destruido igual en medio de la última pelea para poseerlo.
El libro de Tolkien es apasionante, y es muy vívido el retrato de los peligros del poder absoluto. Pero más allá del ropaje mitológico y medieval, incluso en lo referido al poder y sus efectos hay elementos que alejan al mundo que crea del nuestro. A ver.
En el mundo real, en la política real, no existen los Anillos Únicos: los Anillos de Poder (las formas por las que el poder puede ejercerse) pueden eventualmente transformarse en anillos únicos, pero no hay manera de saberlo. Por lo tanto, la destrucción de un Anillo (la renuncia a ejercer el poder) no resuelve nada. Lo que puede y debe hacerse es crear sistemas de vigilancia (los sistemas políticos) que impidan que el Anillo en cuestión crezca hasta convertirse en un Anillo Único, pero en el mundo real no son los héroes los que quieren destruir los Anillos, sino los hipócritas (que destruyen el Anillo del Poder Político porque esconden en su bolsillo el Anillo del Poder Económico, que se potencia con la desaparición del otro), ayudados por algún que otro iluso que piensa que vive en la Tierra Media y que los Anillos de Poder pueden destruirse de una vez y para siempre.
Los nuevos Señores Oscuros quieren hacer creer que "política" e "ideología" son mala palabra, que todos queremos que lo mismo (la gente, no los orcos inhumanos, a los que les gusta vivir harapientos y en la mugre) y que la posición socioeconómica es una justa recompensa del esfuerzo de quien la ostenta. Y así hacen lo que pueden para escupir y ensuciar a los Anillos del Poder Político (a veces ayudados bastante por quienes ostentan esos anillos, obviamente), mientras los Anillos del Poder Ecónomico crecen cada vez más brillantes, o eso quisieran ellos.
En este mundo, destruir los Anillos de Poder no es una opción, porque sólo serviría para fortalecer el poder de los restantes (y siempre quedan). ¿Y entonces? Entonces hay que los sacarles lustre entre todos a los Anillos del Poder Político. Contra los que usan Anillos Económicos y contra los que usan Anillos políticos y los usan mal. Sacarles lustre con el aliento y el trapo, virtuales y concretos, de discusiones, de apuestas, de definiciones claras, de acciones para defender lo que creemos justo.
A los Anillos de Poder, al Poder, no se lo destruye: se lo controla. Y eso no lo hace un elegido o un grupo de elegidos: lo hacemos entre todos o no lo hace nadie. Mejor entre todos. Digo, ¿no?
[La imagen viene de aquí y representa al anillo de Giges, que también volvía invisible, que aparece en La República de Platón (gracias Tomás por la idea)]
***
Laura dijo...
Estoy de acuerdo, y ademas, entre todos, deberiamos tambien tratar de mostrar que en realidad, el anillo economico es basicamente politico, ideologico, y desde ahi "decide" para donde dirige el poder economico y contra quien. Y discutir esto es una forma de homenaje a los 30.000. Un abrazo
Antares dijo...
Más que controlar o destruir, creo que el Poder político se construye, y si lo comparamos con un anillo, se forja. Se forja militando, haciendo política, ocupando espacios de Poder sin dejarse obnubilar por él. Saludos.
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