Estaba dudando en hacer una entrada sobre vuelta a la rutina, fin de vacaciones, etc., o una entrada normal contando cualquier cosa de las mías. Aun ando a medio gas, la rutina creo que hasta la semana que viene no la recupero (cuando empiece el niño el cole), y aun tengo pendientes cosas que contaros de todo lo que hemos estado haciendo en verano. Así que creo que la entrada "tristona" la voy a dejar para más adelante, y os enseño los cojines y la cortina de búhos que he hecho para el porche de mi casa. Ya sabéis que he estado de pequeña renovación de algunas cosillas.
Tenía que hacer unos cojines para los butacones, y me encontré casi por casualidad con esta divertida tela de búhos. Es loneta, así que viene genial para exterior, y como el retal era muy grande, he podido hacer también una cortina.
No quería poner velcro ni cremallera en los cojines (aun soy un poco torpe cosiendo con la máquina), así que los he cerrado con una solapa en la parte de abajo. Luego me contaron que ese tipo de cierre se llama cojines a la americana.
Los cojines van hechos con tres piezas de tela: Una grande, que es toda la parte de arriba del cojín, un lateral, y un poco más de la mitad de la parte de abajo. Otra pequeña, que sería la otra mitad de la parte de abajo (un poco más para cerrar la solapa), y una tira larga con el ancho que queramos darle o que tenga nuestro relleno. Las medidas y la forma, las que necesitéis para lo que queráis hacer.
Así quedaría el cojín una vez cosido del revés. Lo primero que hice fue los dobladillos de la parte de las solapas, y luego ya monté todas las piezas. Tuve que sobrehilar para que no se me deshilache la tela con el uso.
Así quedan por el derecho, una vez metido el relleno. Yo he utilizado una espuma como las de los colchones de espuma antiguos, recortándola con la forma que necesitaba.
La parte de la solapa queda por debajo y no se ve. Se puede meter y sacar el relleno perfectamente para cuando necesitemos lavarlos, y como os comentaba más arriba, me he ahorrado tener que poner cremalleras o velcro.
La cortina fue muy fácil, un rectángulo de tela con la medida de la puerta, con un par de pespuntes en el dobladillo de arriba para poder meter la barra. Eso sí, le dí unos centímetros de más por si acaso me encoge al lavar, y me ha quedado un pelín larga, arrastra un poco.
Ahora pasamos cómodos ratos sentados en este porche, donde me da la sombra toda la tarde y puedo salir a leer.
