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domingo, 12 de junio de 2011

Dos en la carretera (Two for the road)

FICHA TÉCNICA:
Director: Stanley Donen       
Guión: Frederic Raphael
Actores principales: Albert Finney, Audrey Hepburn, Eleanor Bron, William Daniels, Nadia Gray, Claude Dauphin…
Nacionalidad: británica
Año: 1967     
Duración: 111 minutos


Dos en la carretera nos muestra la relación del arquitecto Mark Wallace y su mujer, Joanna (Audrey Hepburn), a lo largo de sus doce años de matrimonio… y a lo largo de las mismas carreteras francesas que han recorrido una y otra vez. La narración se estructura de una forma interesante y novedosa en la época: usando continuos saltos temporales, que nos llevan a distintos momentos de la relación de esta pareja. Así, somos testigos de cómo se inició el romance entre ambos, de la felicidad de los primeros años, pero también de los sinsabores del hartazgo y del dolor de la infidelidad.
La película comienza en el presente, cuando Mark y Jo se dirigen a Saint-Tropez para celebrar el éxito del proyecto con un cliente tan generoso como exigente. Tras una discusión, la trama nos transporta al día en que se conocieron: Joanna se dirigía, junto con el resto de chicas de su coro, a dar un recital. El autobús en el que van se estropea y Mark las ayuda a llegar a un lugar donde alojarse. Sin embargo, todas las chicas salvo Joanna contraen la varicela y, a pesar de no caerse demasiado bien, Mark y Joanna acaban viajando juntos… y enamorándose.
En otro flashback, vemos a Mark y Joanna de recién casados, viajando con una pareja de amigos y la consentida hija pequeña de estos. Más adelante veremos a Joanna anunciando la buena noticia de su embarazo. Unos años después, con una hija pequeña, la pareja empieza a tener problemas: ambos dejan de hablar y sienten rencor y abandono. Y es entonces cuando surgen las dudas e infidelidades…


Aunque la manera de narración del filme puede despistar al principio, rápidamente nos acostumbramos a ubicar los distintos momentos de la historia, en buena medida, debido a la variación de estilismos de Audrey Hepburn. Por primera vez en mucho tiempo, la actriz tuvo que renunciar a ser vestida por su estilista y gran amigo Hubert de Givenchy y llevar un vestuario más acorde a la manera de vestir de la clase media de la época. Aun así, creo que el estilismo está muy bien logrado y que Audrey no pierde ni un ápice de su elegancia. Como curiosidad, cabe destacar que la actriz atravesaba por un momento matrimonial muy similar al de la película, ya que se llevaba cada vez peor con su marido Mel Ferrer. Creo que por eso logró una interpretación tan creíble y tan aclamada por la crítica.

Dos en la carretera fue una de las últimas películas en las que Audrey participó como protagonista. En los setenta, el cine cambió radicalmente y la actriz dejó de sentirse identificada con los guiones de cine, por lo que decidió centrarse en su vida personal. Una lástima…

Lo que más me gusta de esta película es la naturalidad con la que surgen los flashbacks, la mezcla bien sostenida de drama y comedia, lo bien hilado que está todo… y el verismo. Sin mostrar escenas desagradables, Donen y Raphael muestran cómo va cambiando un matrimonio a lo largo de los años, dejándonos ese sabor tan agridulce al final…

Mi puntuación: 8

Hasta pronto,
Teresa

viernes, 3 de junio de 2011

Amélie (Le fabuleux destin d’Amélie Poulain)

FICHA TÉCNICA:
Director: Jean-Pierre Jeunet       
Guión: Guillaume Laurant y Jean-Pierre Jeunet       
Actores principales: Audrey Tautou, Mathieu Kassovitz…
Nacionalidad: francesa
Año: 2001     
Duración: 120 minutos


Amélie Poulain es una joven parisina de veintidós años, cuyos primeros años de vida están marcados por la muerte de su madre y la falta de afecto por parte de su padre. Ahora que se ha independizado, trabaja en una cafetería llamada Les Deux Moulins, rodeada de peculiares personajes. Un buen día, Amélie descubre tras un azulejo suelto de su baño una cajita que perteneció al anterior inquilino de su apartamento. Es entonces cuando la joven decide trazar su plan: buscará por todo París al propietario de la cajita y, si este se conmueve al ver sus recuerdos de infancia, ella se dedicará a ayudar a todo el mundo a ser feliz.
El feliz hallazgo de Amélie

Así, presenciamos cómo Amélie trae un poco de alegría a la vida de su padre, sus vecinos (el señor de los huesos de cristal o la portera abandonada por su marido) y compañeros de trabajo (la estanquera hipocondriaca y el ex novio  acosador de su amiga Gina) y encuentra, por casualidad, a Nino Quincampoix, con quien juega al ratón y al gato por miedo a llegar a conocerse.
Nino y Amélie en Les Deux Moulins

Amélie nos enseña la felicidad que hay en los pequeños detalles, la soledad que hay en cada uno de nosotros, que nos sentimos incapaces de acercarnos a otras personas por miedo al rechazo o a la incomprensión. Jeunet nos da a una protagonista carismática como pocas: dulce, sensible e introvertida, que hace su propio mundo a través de su imaginación. Pero el encanto de la película no se acaba en el encanto de Amélie, sino que cuenta con unos personajes singulares: el hombre de los huesos de cristal que no puede salir de su casa y se dedica a pintar, año tras año, el mismo cuadro de Renoir, el desagradable dueño de la frutería que hace la vida imposible a su empleado (y que recibe una pequeña venganza por parte de Amélie), etc.
Amélie hojeando el álbum de Nino

En definitiva, Amélie es una película llena de buenos personajes y con un colorido y fotografía bellísimos. Una de las películas imprescindibles de la década pasada.

Mi TOP 5:
5.- Las bellas imágenes de París.
4.- La vendetta de Amélie en el piso del frutero.
3.- El álbum de fotografías de Nino.
2.- El hombre de los huesos de cristal y sus cuadros de Renoir.
1.- La relación entre Amélie y Nino: desde cómo se encuentran hasta el final, pasando por las notas, mensajes y casi-encuentros.

Mi puntuación: 9

¡No dejéis de verla! A mí me gustó más la segunda que la primera vez (tenía otra edad, supongo).

Besos,
Teresa

miércoles, 25 de mayo de 2011

Desayuno con diamantes (Breakfast at Tiffany’s)

FICHA TÉCNICA:
Director: Blake Edwards
Guión: George Axelrod (novela de Truman Capote)
Actores principales: Audrey Hepburn, George Peppard, Patricia Neal, Buddy Ebsen, Martin Balsam, Mickey Rooney...
Nacionalidad: estadounidense
Año: 1961
Duración: 115 minutos

Moon River, wider than a mile… Mientras suenan las notas de Moon River vemos a Holly Golightly acercarse al escaparate de Tiffany’s con un vestido negro impecable y su perfecto pelo recogido. Con mucha delicadeza, saca su desayuno de una bolsa de papel y lo paladea mientras contempla embelesada el escaparate de la famosa joyería neoyorquina.

Tras su ritual, la joven Holly regresa a casa tras una ajetreada noche y acaba conociendo a su nuevo vecino, Paul Varjak, un escritor fracasado, que vive de las generosas propinas de su amante y mecenas, interpretada por Patricia Neal. Es prácticamente imposible resistirse al encanto de Holly: alocada, inocente e independiente, huyó de su hogar con catorce años para buscarse la vida en Nueva York… y hace lo que puede para tener lo que desea. La novela de Capote nos habla de una joven prostituta, que intenta seducir a un hombre rico para poder vivir como cree merecer. Sin embargo, la actitud hacia Holly es siempre cariñosa, destacando sus facetas más dulces. En la película se trata el tema de la prostitución con muchísima sutileza. En parte, imagino que Audrey Hepburn estaba asociada a la inocencia, a la candidez y al glamour y no a la voluptuosidad y a la sensualidad. Truman Capote hizo expreso su deseo de que el papel de Holly fuese encarnado por Marilyn Monroe, cuyo apodo, la tentación rubia, deja claro con qué valores asociaba el mundo a la actriz.

Desayuno con diamantes es la historia de dos personas que se cruzan en un ambiente lleno de frivolidad e intereses, pero que son capaces de conectar emocionalmente. La diferencia entre ellos es que, mientras Paul reacciona e intenta cambiar su vida a raíz de conocer a Holly, ella sigue empeñada en buscar a su hombre rico y casarse. Las escenas de humor son continuas a lo largo del film y merece mucho la pena ver cómo se desarrolla la relación entre los protagonistas, marcada en gran parte por el pasado de Holly.

Los finales de la película y la novela son completamente diferentes, pero ninguno de los dos decepciona. A mí me sigue pareciendo que la última escena de la película es de las más bonitas que he visto…

Lo que más me gusta:
5.- El vestuario… Me encanta cómo viste Givenchy a Audrey.
4.- Ver algunos rincones de Nueva York: la biblioteca o el interior de Tiffany’s.
3.- La presencia del gato en la historia.
2.- Audrey Hepburn como Holly Golightly. Perfecta.
1.- La banda sonora. Un Oscar merecidísimo.

Mi pero: nunca he entendido bien el papel de Mickey Rooney… para mí, sobra.

Mi puntuación: 9

Volveré pronto con otra reseña, probablemente de alguna película.

Hasta otra,
Teresa