AUTORA: Kate Morton
EDITORIAL: Punto de Lectura (Santillana)
VOLUMEN: 516 pp.
PRECIO: 10,95 €
ADQUIRIDO EN: Fnac (Sevilla). Septiembre 2011
LEÍDO EN: septiembre-octubre 2011
OTROS:El jardín olvidado, Las horas distantes
Este fin de semana he podido terminar La casa de Riverton. Una vez más vuelve a pasarme que disipo mucho la lectura de un libro por falta de tiempo. De todas formas, eso no ha sido un impedimento demasiado grande para disfrutar de la novela, puesto que no he llegado a perder el hilo en ningún momento. No me digáis que no tiene buena pinta con el comienzo de este primer capítulo (las dos primeras frases me recuerdan a Rebecca. Cambiad Riverton por Manderley, jeje):
El pasado noviembre tuve una pesadilla. Estaba en el año 1924 y me encontraba nuevamente en Riverton. Todas las puertas estaban abiertas de par en par, la brisa del verano hacía flamear las cortinas de seda. En lo alto de la colina, bajo un antiguo arce, había una orquesta de la que llegaba la cadenciosa música de los violines. Las risas y el entrechocar de los vasos resonaban en el aire y el azul del cielo era de aquellos de los que pensábamos que la guerra había destruido para siempre. Un lacayo, con su elegante uniforme blanco y negro, vertía champán desde lo alto de una torre de copas de cristal y todos aplaudían, disfrutando del espléndido derroche.
En su primera novela, la australiana Kate Morton nos presenta a Grace Bradley, una anciana nonagenaria que recibe la visita de la directora de cine Ursula Ryan. Esta va a rodar una película sobre el suicidio del joven poeta Robbie Hunter, acaecido en la mansión de Riverton en el año 1924. Para ello le será muy útil la opinión de Grace, que trabajó allí como doncella de la familia Hartford, sus propietarios. Así, hacia el final de sus días Grace recordará cómo fueron aquellos años marcados por la Gran Guerra, pero también por el eterno afecto hacia las señoritas Hartford, Hannah y Emmeline.
La novela alterna breves tramos del presente con la historia del pasado y juventud de Grace. Conoceremos así a los tres hermanos Hartford: David, Hannah y Emmeline, así como a su padre Frederick, viudo y sin intención de volver a amar. Del mismo modo, Grace nos presenta a sus compañeros del servicio: el imponente señor Hamilton, la eficiente señora Townsend, la inocente Katie, su compañera de cuarto Myra pero, sobre todo, a Alfred… su Alfred.
La autora, Kate Morton |
Al empezar a leer la novela sabemos que un joven poeta se suicida en el lago de la mansión durante una fiesta. Pero ¿quién es este joven? ¿Qué relación tiene con la familia Hartford? ¿Por qué su muerte hace que todo cambie tanto? ¿Qué pasa por la cabeza de Grace que le impide hablar sobre lo que ocurrió aquella aciaga noche?
Todos estos enigmas se nos plantean desde un primer momento y, para resolverlos, tendremos que llegar a las últimas páginas. Pero eso no será complicado, ya que iremos de la mano de la joven doncella Grace, que nos descubrirá los recovecos de la mansión de Riverton: el cuarto de los niños, la fastuosa biblioteca, la fuente de Cupido y Psique… Encontraremos en la figura de Hannah a una joven muy inusual para su época y posición social. Se niega a ser simplemente una esposa y desea viajar por el mundo para vivir innumerables aventuras. Creo que es fácil identificarse con este personaje, aunque en ocasiones pueda parecer demasiado testaruda y caprichosa.
Otro de los alicientes del libro, en mi opinión, es su trasfondo histórico, que está bastante bien conseguido. Se hacen muchas referencias a acontecimientos de la época y también a personajes del mundo de la literatura (James Joyce, Agatha Christie…) Ya habré dicho alguna vez que me atrae mucho la época de los años veinte y eso, para mí, es un punto a favor en esta novela.
Por último, tengo que decir que hacía tiempo que no me emocionaba tanto el final de una novela. Me ha rondado por la cabeza todo el día… y eso es buena señal. La verdad es que pensaba que el libro iba a ser entretenido sin más, pero me ha sorprendido para bien.
Para resumir, me gustaría recomendaros su lectura, ya que es una obra amena y la historia que narra – aunque a veces se haga un pelín larga – está llena de todos esos elementos que hacen que una novela merezca la pena: amor, desengaño, dolor, pasión, muerte y, sobre todo, suspense. En cuanto pueda me compro la siguiente novela de Kate Morton, El jardín olvidado.
Mi puntuación: 8,5
Besos,
Teresa