Tras su paso por el Celsius 232, Joe Hill ha dejado claras muchas cosas. Que es un autor al que hay que seguirle la pista (aunque esta pueda parecer obvia). Que tiene unas ideas interesantísimas. Que dejéis de ser unos cansinos relacionándole siempre con su padre. Y que tiene un sentido del humor tremendo. Y lo cierto es que este último aspecto era algo de lo que no terminaba de estar seguro. Es cierto que Cuernos tiene una dosis fortísima de sarcasmo y de crítica (de hecho, el tono me recordó poderosamente a American Gods). Pero en Fuego quizá este tono desenfadado se diluye más con una trama apocalíptica (sí, estamos viviendo el apocalipsis, o el fin de la humanidad). Quizá siga sin sacar nada en claro, pero me quedo con esta lectura personal. Ah, que de qué estoy hablando. Pues de Fuego, la última novela de Joe Hill que acaba de publicar Nocturna con traducción de Pilar Ramírez Tello. Fuego nos cuenta la historia de Harper Grayson, una enfermera que vive junto a su marido el...