Ibamos
en el coche, de viaje, con la ilusión en mi mirada y con destino:
una ciudad que siempre me ha gustado ¡Barcelona! El móvil vibró
una vez, con ese clásico “toque de algo” que nunca sé definir
hasta que no lo abro. Un mensaje por FB de Víctor Lorenzo.
Lo
primero que pensé fue: ¿pero Víctor también viene? Leí el
mensaje y le comenté a mi marido: ¡quiere una crónica para la
Internacional Microcuentista! Mi marido me miró como si le
hablara en chino, porque conducía atento a la carretera, y si lo
pienso fríamente es un poco difícil de comprender que cincuenta
personas se desplacen hasta Barcelona un fin de semana para celebrar
la “IV Microquedada Microrrelatista”, “La primera
jornada del Microrrelato en Barberá del Vallés” o “la
presentación de un libro que se titula 'Despojos del REC'”,
y si a todo esto le añades una “Internacional Microcuentista”
de por medio, puedes acabar pensando que un trocito de este planeta
está completamente loco.
Ayer
domingo, mientras regresábamos a Vitoria-Gasteiz, empecé a escribir
la Crónica del sábado 17 de mayo acontecida en Barbera del Vallés
y en Barcelona. Pensé en 500 palabras, porque lo breve es la
consigna de ese encuentro, pero mi texto no hacía justicia al
trabajo, al esfuerzo, a la dedicación de todos los organizadores, a
los autores del libro de Despojos del REC, a los ilustradores,
actrices, director teatral, telonero, ponentes, fotógrafo,
representantes políticos, e incluso a los micros tuneados que
pudimos disfrutar. No, me dije, si escribo algo ha de ser en otro
formato que me permita sentirme a gusto y que tanto quienes se
acerquen a la Internacional Microcuentista aunque no participaran de
los actos, como los que lo vivieron en primera persona puedan conocer
qué narices significa esto de una Microquedada Microrrelatista con
un conjunto de “despojados”.
Este
texto son trescientas ochenta palabras y
continene un enlace directo a la crónica en formato pdf
publicada para la Internacional Microcuentista.
Sólo
deseo que os guste y si notáis que mi mirada no es
lo
suficientemente objetiva es porque
¡¡yo
estaba allí! y lo viví desde muy dentro.
Un beso
para todos vosotros de Laura Garrido,
más
conocida como la cronista del REC.
:)